Algunos quieren dejar un último recuerdo agradable, mientras que otros encargan su propia esquela para dar a conocer su opinión. He aquí algunas de las más famosas esquelas que han surgido en los últimos tiempos.
Hale, ya está todo dicho
No se puede negar que la mujer se quedó a gusto, con su última voluntad. ¿Que no te hacen caso? Pues la mejor manera de vengarse es darles algo de vergüenza social.
Incluso aún si todo lo dicho en la esquela es verdad, no hay mejor manera de enterarse de la muerte de tu madre, que a través del periódico.
Tampoco es que sea una mala acción: no quiso llevarse ningún arrepentimiento a la tumba. Y he aquí el resultado.
La última y nos vamos
Seguro que alguna vez has dicho, o por lo menos oído, eso de “en mi funeral no quiero que esté nadie triste”. Bien, no es que este chico lo haya cumplido, pero incluso en su obituario hay un toque alegre.
No sabemos de qué murió, pero solo le hubiese faltado poner: “Venga, que esta es la última, y nos vamos”. En su caso, sería verdad, al menos.
No, no es insensibilidad, es dar ejemplo de cómo viviste tu vida.
Y yo pensé que me iba a llevar el secreto a la tumba
Esta esquela ha viajado por toda la red, y seguro que no es la primera vez que la has visto.
Una vez muerto, seguro que el hombre pensaba que se había llevado el secreto a la tumba… Pero está visto que su amante lo quiere demasiado como para no gritar a los cuatro vientos que ha sido muy feliz con él.
Vamos, el cabreo de su viuda debe ser monumental, desde luego. Yo hubiera puesto una tercera esquela, de parte de sus amigos, diciendo: “¡Guillermito, eres un crack!”
Del Athletic hastala muerte
Muchos se llevan la pasión hasta su tumba, para que les acompañe al más allá. El tipo este, seguramente haya sido muy feliz a lo largo de su vida, y sobre todo, el fútbol le hizo feliz.
Así que lo que quiso que saliera en su esquela fue un último ánimo para el equipo de sus amores, el Atlético de Bilbao.
Si es que nada nos alegra los fines de semana más que ver los partidos con una cervecita bien fría.
Calcetines te echará de menos
Hay personas que sienten una gran devoción por sus animales. Y que saben perfectamente que sus mascotas sienten lo mismo. Este debe ser el caso de la señora fallecida, ya que su marido puso en la esquela a su gato Calcetines.
Y no en cualquier lugar, no, sino detrás de su esposo y antes que su propia madre.
Si es que hay amores perros, digo gatos.
Como un chicle, vamos
Hay esquelas para dar noticia de la muerte, y otras que conmemoran el aniversario de la muerte. El esposo de Elenita debía estar harto de sus hijos (o hijastros), porque a pesar de todos sus esfuerzos, que no parecen que sean muchos, no se van.
Vamos, que se pegaron como un chicle a una suela de zapatos.
Seguro que Elenita, esté donde esté, estará orgullosa de su progrenie.
De su periódico favorito
No sólo en España se dan esquelas curiosas. En Estados Unidos también. Y si no, que se lo digan a The New York Times, que puso una esquela, en la que rezaba, literalmente, sobre el fallecido: “Amaba todo acerca de Nueva York, excepto The New York Times”.
Para que luego digan que no hay libertad de expresión, hombre.
Aunque también, vaya mala leche la de la familia, al publicar ahí la esquela.
Se llevó la receta a la tumba
Hay veces que uno está tan orgulloso de sus inventos, y de sus innovaciones, que decide que se los llevará a la tumba. Y esto es lo que debió pensar el señor Morata, que si se iban a llevar la receta, que fuera sobre su cadáver. Bueno, esperamos que a tanto no llegara.
Aún así, hay que alabar el gran sentido del humor que tenía su familia, para hacer bromas como esta, en momentos como este.
No nos esperes despierto
Con este gran epitafio, podemos deducir que Manolo fue un gran hombre. Que le iba la fiesta, se nota. Pero como a todo el mundo. Así que, mejor que Manolo vaya preparando la fiesta, que sus amigos ya irán llegando poco a poco.
Aún así, debemos reconocer que esta esquela derrocha optimismo, y dice mucho de ese tal Manolo.
Seamos sinceros, ¿quién no querría una esquela así?
Para qué mentir
En las esquelas se suele encontrar bastante sinceridad. Pero esta es la mayor expresión de sinceridad de todas: “El mayor apenado, él mismo…” Claro, hombre, eso es ser franco. ¿Para qué rezar por su alma? ¿Para qué pedir una oración? Lo mejor es dar las gracias a aquellas personas que de verdad lo sientan.
Puede que no sea graciosa, pero aún así, da que pensar, porque una esquela no tiene por qué ser únicamente religiosa. Como hemos visto, también las hay informativas, en las que se desahogan y en las que se despiden los familiares con más o menos gracia.
Pero son señales de que alguien -aunque sea uno mismo- se preocupó de su muerte.
La entrada 10 esquelas increíbles publicadas en periódicos aparece primero en Ocio.
Continúar leyendo...
Hale, ya está todo dicho
No se puede negar que la mujer se quedó a gusto, con su última voluntad. ¿Que no te hacen caso? Pues la mejor manera de vengarse es darles algo de vergüenza social.
Incluso aún si todo lo dicho en la esquela es verdad, no hay mejor manera de enterarse de la muerte de tu madre, que a través del periódico.
Tampoco es que sea una mala acción: no quiso llevarse ningún arrepentimiento a la tumba. Y he aquí el resultado.
La última y nos vamos
Seguro que alguna vez has dicho, o por lo menos oído, eso de “en mi funeral no quiero que esté nadie triste”. Bien, no es que este chico lo haya cumplido, pero incluso en su obituario hay un toque alegre.
No sabemos de qué murió, pero solo le hubiese faltado poner: “Venga, que esta es la última, y nos vamos”. En su caso, sería verdad, al menos.
No, no es insensibilidad, es dar ejemplo de cómo viviste tu vida.
Y yo pensé que me iba a llevar el secreto a la tumba
Esta esquela ha viajado por toda la red, y seguro que no es la primera vez que la has visto.
Una vez muerto, seguro que el hombre pensaba que se había llevado el secreto a la tumba… Pero está visto que su amante lo quiere demasiado como para no gritar a los cuatro vientos que ha sido muy feliz con él.
Vamos, el cabreo de su viuda debe ser monumental, desde luego. Yo hubiera puesto una tercera esquela, de parte de sus amigos, diciendo: “¡Guillermito, eres un crack!”
Del Athletic hastala muerte
Muchos se llevan la pasión hasta su tumba, para que les acompañe al más allá. El tipo este, seguramente haya sido muy feliz a lo largo de su vida, y sobre todo, el fútbol le hizo feliz.
Así que lo que quiso que saliera en su esquela fue un último ánimo para el equipo de sus amores, el Atlético de Bilbao.
Si es que nada nos alegra los fines de semana más que ver los partidos con una cervecita bien fría.
Calcetines te echará de menos
Hay personas que sienten una gran devoción por sus animales. Y que saben perfectamente que sus mascotas sienten lo mismo. Este debe ser el caso de la señora fallecida, ya que su marido puso en la esquela a su gato Calcetines.
Y no en cualquier lugar, no, sino detrás de su esposo y antes que su propia madre.
Si es que hay amores perros, digo gatos.
Como un chicle, vamos
Hay esquelas para dar noticia de la muerte, y otras que conmemoran el aniversario de la muerte. El esposo de Elenita debía estar harto de sus hijos (o hijastros), porque a pesar de todos sus esfuerzos, que no parecen que sean muchos, no se van.
Vamos, que se pegaron como un chicle a una suela de zapatos.
Seguro que Elenita, esté donde esté, estará orgullosa de su progrenie.
De su periódico favorito
No sólo en España se dan esquelas curiosas. En Estados Unidos también. Y si no, que se lo digan a The New York Times, que puso una esquela, en la que rezaba, literalmente, sobre el fallecido: “Amaba todo acerca de Nueva York, excepto The New York Times”.
Para que luego digan que no hay libertad de expresión, hombre.
Aunque también, vaya mala leche la de la familia, al publicar ahí la esquela.
Se llevó la receta a la tumba
Hay veces que uno está tan orgulloso de sus inventos, y de sus innovaciones, que decide que se los llevará a la tumba. Y esto es lo que debió pensar el señor Morata, que si se iban a llevar la receta, que fuera sobre su cadáver. Bueno, esperamos que a tanto no llegara.
Aún así, hay que alabar el gran sentido del humor que tenía su familia, para hacer bromas como esta, en momentos como este.
No nos esperes despierto
Con este gran epitafio, podemos deducir que Manolo fue un gran hombre. Que le iba la fiesta, se nota. Pero como a todo el mundo. Así que, mejor que Manolo vaya preparando la fiesta, que sus amigos ya irán llegando poco a poco.
Aún así, debemos reconocer que esta esquela derrocha optimismo, y dice mucho de ese tal Manolo.
Seamos sinceros, ¿quién no querría una esquela así?
Para qué mentir
En las esquelas se suele encontrar bastante sinceridad. Pero esta es la mayor expresión de sinceridad de todas: “El mayor apenado, él mismo…” Claro, hombre, eso es ser franco. ¿Para qué rezar por su alma? ¿Para qué pedir una oración? Lo mejor es dar las gracias a aquellas personas que de verdad lo sientan.
Puede que no sea graciosa, pero aún así, da que pensar, porque una esquela no tiene por qué ser únicamente religiosa. Como hemos visto, también las hay informativas, en las que se desahogan y en las que se despiden los familiares con más o menos gracia.
Pero son señales de que alguien -aunque sea uno mismo- se preocupó de su muerte.
La entrada 10 esquelas increíbles publicadas en periódicos aparece primero en Ocio.
Continúar leyendo...