Noticia [Análisis] V-Rally 4

Nintendo Switch alberga muy buenos títulos de conducción, aunque predomina la conducción más arcade y desenfrenada en su catálogo. No obstante, V-Rally 4 podría parecer que es un título diferente y que nos ofrecería una conducción más realista y de simulación, pero nada más lejos de la realidad. A pesar de todo, ponernos al volante de cualquiera de estos grandes bólidos y disfrutar manchando de barro y graba nuestra carrocería suena demasiado tentador como para dejar pasar la oportunidad… ¿Cumplirá nuestras expectativas?

Modos de juego para aburrir


Ya estemos hablando de juegos de coches o de aventura, algo que agrada siempre al jugador es que el título otorgue horas y horas de dimensión y este es el caso que nos ocupa. No solo dispondremos de carreras rápidas en la gran cantidad de circuitos que el título posee, sino que su modo carrera nos permite ponernos en la piel de un profesional de las cuatro ruedas para progresar y convertirnos en una leyenda al volante. Este modo es, bajo mi humilde punto de vista, el principal aliciente que dispone el título. No solo es largo, sino que es muy intuitivo y nos animará continuamente a retomarlo. No obstante, competir en multitud de carreras no será lo único que hagamos, puesto que deberemos adquirir coches con nuestro dinero y contratar a empleados para que nuestros coches rindan a las mil maravillas o poder competir en nuevos eventos con coches diferentes. Es una gozada y se hace muy intuitivo, aunque, obviamente, podría llegar a cansar tras el paso de las horas, más si no se es fan acérrimo.

Además, no solo vamos a disponer de carreras de rallies, sino también otras modalidades tremendamente divertidas que nos ofrecerán mucha variedad para que no caigamos en la monotonía demasiado deprisa.

  • V-Rally Cross: donde competiremos contra otros 5 participantes en una carrera normal.
  • Buggy: muy semejante a la anterior, aunque los coches son especiales y los circuitos están hechos para que nos pasemos mucho tiempo por los aires.
  • Extreme-Khana: una especie de yincana realmente divertida para un solo jugador.

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¡Trata de arrancarlo!


Una vez nos pongamos el mono y nos sentemos al volante, podremos sentir el vértigo de las carreras y la dificultad de las mismas. Eso sí, no estamos ante un simulador, aunque lo intente parecer, sino ante un juego con una tonalidad arcade tanto en controles como en sus mecánicas. Me hubiera gustado que el juego dispusiera de una vertiente más realista, pero, en definitiva, se hace divertido y placentero disfrutarlo, aunque recomiendo ascender la dificultad a lo máximo posible para sacarle el máximo jugo a la conducción. A pesar de disponer de más de 50 coches totalmente diferentes, las diferencias que notamos entre ellos se hacen poco evidentes cuando nos ponemos a los mandos. Es algo muy frustrante porque, con el paso de las horas, se nos vuelve un tanto monótono estar, prácticamente, conduciendo el mismo coche, pero con una apariencia diferente.

Otro apartado fundamental es el tipo de escenario en el que conduzcamos y, por desgracia, las sensaciones son muy semejantes a lo que sucede con la conducción. Cada circuito será diferente al anterior y, en teoría, no es lo mismo un circuito más urbano que uno que sea principalmente graba, por lo que deberemos de modificar nuestro coche en función de ello. Sin embargo, la sensación es exactamente la misma en cualquier tipo de asfalto. Es cierto que notamos, por ejemplo, un poco de más fricción en unos que en otros, pero nada que se note lo suficiente y es un punto muy negativo que los fans notarán a las primeras de cambio y que, muy probablemente, atraiga el desencanto y descontento de más de un jugador.

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Derrapando en los gráficos


Si hubo un apartado que me dejó muy frío, ese fue su apartado sonoro y gráfico. Estamos ante un juego cuya banda sonora suena repetitiva a más no poder, más de uno la desactivará al cabo de las pocas horas, aunque se salvan los rugidos del motor y las condiciones climáticas. Es muy gratificante notar diferencias significativas en el sonido del motor en función del coche que estemos conduciendo. Algo que sí se merece especial atención son los comentarios de nuestro copiloto, esenciales si queremos clavar nuestra actuación en circuitos complejos. Estos comentarios son rápidos y no se traban, harán las delicias de todos.

Por otro lado, los gráficos quedan muy por debajo de lo que se esperaría. Tanto en su modo TV como en modo portátil, los paisajes y los propios coches quedan muy desangelados. Hay algunos circuitos y paisajes que, literalmente, parece que no se les pusiera ni atención al hacerlos, una desidia que no se merecen los usuarios de Nintendo Switch. Es verdad que los modelados de los coches, al menos de la mayoría, están bien recreados, pero cansa muchísimo competir en localidades mal recreadas. Mención aparte tienen las bajadas de fps, más recurrentes de lo esperado y que hacen de ciertas partidas toda una odisea.

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Un multijugador muy vacío


La vertiente multijugador del juego queda relegada a una serie de retos en su modo carrera, donde podremos imponer nuestros récords ante la comunidad. Además, podremos competir en carreras aisladas con otros jugadores en modo local.

Conclusiones finales


V-Rally 4 nos permite ponernos en la piel de un verdadero piloto hasta convertirnos en una leyenda. La gran cantidad de vehículos, circuitos y modos de juego nos hará estar enganchados al juego durante una gran cantidad de horas, aunque podremos “completar” el modo carrera en unas 20-23 horas aproximadamente. Su apartado sonoro y gráfico dispone de luces y sombras, aunque más de lo segundo que de lo primero. Disfrutaremos mucho en este título de conducción arcade que, si bien podría haber sido mejor en muchos aspectos, nos ofrece diversión y adrenalina a raudales.

V-Rally 4 está disponible en físico y en la eShop a un precio de 49,99€ y ocupa un total de 12’4 GB.


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