Noticia Cuando Mario Conde se dedicaba al frenadol y los antibióticos

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  • Detienen a Mario Conde por presunto blanqueo del dinero que saqueó de Banesto.
  • El abogado labró su leyenda de exitoso empresario en el negocio farmacéutico, con la venta de Laboratorios Abelló y Antibióticos S.A.

Mario Conde ha sido detenido esta mañana por la Guardia Civil acusado de repatriar desde Suiza el dinero que sacó de Banesto. La operación contra la corrupción investiga al ex banquero por delitos contra la Administración Pública, blanqueo de capitales, insolvencia punible y organización criminal.

La historia del gallego, que pasó de ser uno de los empresarios de éxito en España a ser condenado a veinte años de prisión por el caso Banesto, hunde sus raíces en el sector farmacéutico. Mario Conde, tras aprobar las oposiciones de abogado de Estado con veinticuatro años, inició su meteórica carrera en dos de las compañías españolas más destacadas en investigación biomédica en los años ochenta: Laboratorios Abelló y Antibióticos S.A..

Abelló, entre el frenadol y el agua oxigenada


Con solo veintiocho años, fue nombrado director general de Laboratorios Abelló. Era el año 1977 y Mario Conde se ponía al frente de una empresa famosa por desarrollar la fórmula del antigripal Frenadol. Pero no era el único medicamento producido por la compañía fundada por Juan Abelló (padre). Laboratorios Abelló también se encargaba de la producción de Citrovit o Prevalón, junto con productos de uso sanitario como el agua oxigenada o el perborato sódico. Así comenzaba una relación fructífera entre la familia Abelló y Mario Conde que se extendería durante una década.

Juan Abelló y Mario Conde liderarían la venta de la empresa familiar a Merck Sharp and Dohme por 2.700 millones de pesetasEl gallego llegaría a describir la experiencia como "de gran valor, sobre todo por el conocimiento del mundo internacional que me suministró el mundo de la farmacia". El tándem formado por el hijo Juan Abelló y Mario Conde labraría su éxito en la planta que tenía la empresa en León, a pesar de la polémica en torno al frenadol que apareció en 1982, en la que Laboratorios Abelló se vio obligado a convocar a la prensa para garantizar la seguridad del fármaco. Un año más tarde, cuando la controversia ya se había olvidado, la pareja de empresarios vendió la compañía a Merck Sharp and Dohme (MSD) por 2.700 millones de las antiguas pesetas (16 millones de euros).

La operación, por la que Mario Conde recibió el 7% en comisiones, comenzó a forjar la leyenda de éxito sobre el abogado. Pero también tuvo consecuencias sobre las actividades de I+D+i. Por un lado, la planta de León se trasladó a Alcalá de Henares (Madrid), donde MSD España invirtió más de 1.000 millones de pesetas (6 millones de euros). Desde que se produjo la venta dirigida por Abelló y Conde en 1983, la farmacéutica incrementó sus beneficios de 3.793 millones de pesetas (22 millones de euros) a 4.481 millones (26 millones de euros) en 1985. Las buenas cifras de negocio, sin embargo, no evitaron el cierre del Centro de Investigación Abelló en 1986.

Antibióticos, el gran "pelotazo" económico


Por aquel entonces, el abogado gallego ya estaba al frente de otra de las grandes compañías farmacéuticas de la época: Antibióticos S.A. Su trabajo en la planta de medicamentos granulados que Laboratorios Abelló tenía a las orillas del río Bernesga hizo que Mario Conde se fijara en la otra gran empresa participada por la familia Abelló, que contaba con fábricas de producción en la capital leonesa y en Madrid. Antibióticos, fundada en 1949, contaba también en su accionariado con viejas conocidas del sector farmacéutico, como IBYS, Zeltia, Leti, Uquifa e Instituto Llorente. Con un capital social inicial de 40 millones de pesetas (240.000 euros), la compañía se convirtió en el gran estandarte español en la producción de fármacos como la penicilina, estreptomicina o tetraciclina.

La venta de Antibióticos a una multinacional italiana fue la operación económica más importante en España en la década de los ochentaLa venta de Laboratorios Abelló fue solo el principio de la fulgurante carrera de Mario Conde. En 1984, el abogado se convirtió en accionista de Antibióticos con un 23% del capital social. Junto a Juan Abelló, que poseía el 49% de las acciones, se hizo con la gestión de la empresa en la que también entraron Jaime y Emilio Botín -el fallecido presidente del Banco Santander-, que asumieron otro 23%. El resto de acciones fue adquirido por Enrique Quiralte, a la sazón cuñado del propio Juan Abelló. La operación, considerada por el propio Conde como "la primera OPA con pago aplazado que se hizo en España", supuso la salida de Llorente, IBYS y Zeltia. Para completar la compra del capital social, Mario Conde y Juan Abelló también se apoyaron en un crédito de 3.000 millones de las antiguas pesetas (18 millones de euros), concedido por Bankinter, dirigido por Jaime Botín.

Antibióticos vivió en aquellos tres años un crecimiento espectacular: pasó de obtener 300 millones de pesetas (1,8 millones de euros) en beneficios en 1984 a 4.500 millones de pesetas (27 millones de euros) en 1987. La gestión empresarial, y especialmente, el éxito de la planta leonesa de fermentación, explican sus ganancias. El éxito de la biotecnológica, líder en la producción de antibióticos a nivel mundial, dio un giro inesperado. En marzo de 1987, Mario Conde y Juan Abelló aplicaron la receta que habían desarrollado solo cuatro antes. La venta de Antibióticos S.A. a la multinacional italiana Montedison supuso un auténtico bombazo en el sector farmacéutico español.

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Antibióticos


Fue un "pelotazo" para los dos empresarios, que consiguieron que Montedison pagara 58.200 millones de pesetas (349 millones de euros) por el 100% de las acciones. "Gané mucho dinero", admitió el propio Mario Conde. El acuerdo, considerado como la operación económica más importante en España en aquel momento, contó con el visto bueno del gobierno de Felipe Gonzaléz. Fue el salto al estrellato mediático de Mario Conde. Pero también supuso el principio del fin de la empresa, que desde aquel entonces, y tras pasar por las manos de Montedison y Fidia Farmaceutici, se vería abocada al fracaso por la producción de fármacos más económica en países como China. En 2013, la compañía vendida por Conde entró en concurso de acreedores, aunque tras la adquisición de Black Toro Capital en 2014, parece que vuelve a reflotar con la denominación de Antibióticos S.L.U..

Los beneficios de la venta de Antibióticos llevó a Conde y a Abelló a Banesto. El resto es historiaLos beneficios de aquella legendaria operación hicieron que Mario Conde y Juan Abelló fijaran su nuevo objetivo lejos de la industria farmacéutica. Tras intentar comprar primero Banco Urquijo, los dos socios invirtieron las ganancias obtenidas tras la venta de Antibióticos en Banesto. El éxito de la nueva operación, sin embargo, significó el distanciamiento del tándem de empresarios. En 1988, Juan Abelló inició la separación jurídica de su patrimonio con Mario Conde, que incluía las acciones del banco y quince sociedades financieras.

El objetivo, según comunicaron los representantes de Abelló, era "separar claramente las responsabilidades y evitar que un hipotético contencioso pueda salpicar de entrada los intereses que todavía son comunes a ambos socios". Cinco años después, estallaría el caso Banesto. Lo demás es historia, incluyendo los delitos de estafa y apropiación indebida de los que fue acusado Mario Conde. Una historia que comenzó entre antibióticos y antigripales y que llevó al "modélico" empresario y banquero a la cárcel de Alcalá Mecó.

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