"Comencé a hacer esto hace siete años, estaba realmente inspirado con las fotografías de vida silvestre y quería ver si podía crear animales realistas propios" —Masayoshi Matsumoto
Evoca tus fiestas infantiles. Personas que se ganan la vida "animándolas" y que terminan por ser más ruidosos que el final de la fiesta donde todos los niños se encargan de espichar los globos.
La última palabra puede ser importante, sobretodo porque me ha sorprendido su enorme cantidad de aplicaciones que tienen más allá de adornar. Recuerdo a un determinado profesor que les tenía una enorme fobia, uno se le explotó en la cara de niño y ahora ya no podía físicamente escuchar su sonido.
Además de traumar niños, y sí, producir el sonido más molesto del mundo, era hábilmente utilizado en un ejercicio teatral en particular. Donde la energía del globo se encargaba de modificar tu cuerpo.
—Dame tu fuerza ancestral
hace en pareja la conexión se intensifica enormemente.
Ahí estaba con una cara esotérica presenciando como mis dos actores empezaban a intercambiar un diálogo glorioso en el contexto de sus personajes, y aquí estoy ahora presenciando otro tipo de arte que se materializa en el objeto.
A continuación algunas de sus mejores obras
El artista japonés Masayoshi Matsumoto lleva mucho tiempo en el negocio de tomar estas energías delicadas y transformarlas en deleites visuales que terminan siendo ingeniosas esculturas de animales. Huyendo del sonido ensordecedor que se mantuvo durante su confección, presencio ese payaso que puso en vergüenza a todos los que conocí y vuelvo a poner esa cara esotérica para admirar estas adorables creaciones.
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