El robo de PS5 se está volviendo una pesadilla para aquellos que realizaron su reserva. En días pasados fuimos testigos del asalto a un camión que dejó sin consolas a una cadena de retail en Chile, o cómo un repartidor de Amazon arruinó el regalo de cumpleaños a un adolescente en Reino Unido.
Lo cierto es que son apenas algunos casos reportados en los medios de la decena de situaciones que viven algunos usuarios. Al darse una vuelta por Reddit podemos confirmar que el problema en común tiene que ver con los servicios de mensajería.
En el caso de Amazon, los repartidores simulan hacer la entrega. Al rastrear al conductor, uno de los usuarios detecta el modus operandi.
Cuando se realiza el reclamo, Amazon le dice al cliente que tiene que esperar 48 horas para llevar a cabo una investigación. Aunque se compruebe que el repartidor cometió una fechoría, el daño está hecho. El cliente recibirá un reembolso y con suerte, una tarjeta de regalo. El problema es que no podrá comprar otra PS5 ya que no hay consolas en existencia desde hace días.
Sumado a la entrega simulada, otros usuarios reportan que reciben otros productos dentro de la caja. Rebecca May, periodista de The Guardian, mencionó hace unos días que recibió una freidora en lugar de su consola.
Aunque estos casos se llevan a cabo en Reino Unido, otros países no se quedan fuera. En EE.UU., Walmart reporta como perdidas algunas entregas en curso, como mencionan en esta entrada. Aunque la empresa no se ha manifestado al respecto, es casi un hecho que las PS5 "perdidas" se encuentren anunciadas en eBay con precios que alcanzan los 2.000 dólares.
Debido a la pandemia de la COVID-19, los usuarios no pueden acudir a una tienda física a comprar su consola, como ocurría habitualmente. Sony anunció hace semanas que solo podrías comprar tu consola en línea, como medida de precaución para evitar contagios.
Lo que nadie anticipó es que algunos vivales que trabajan en mensajería aprovecharían este inconveniente para robar las consolas y revenderlas en sitios de subastas a precios exagerados.
El artículo El robo de PS5 se está volviendo más común de lo que pensábamos se publicó en Hipertextual.
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Lo cierto es que son apenas algunos casos reportados en los medios de la decena de situaciones que viven algunos usuarios. Al darse una vuelta por Reddit podemos confirmar que el problema en común tiene que ver con los servicios de mensajería.
En el caso de Amazon, los repartidores simulan hacer la entrega. Al rastrear al conductor, uno de los usuarios detecta el modus operandi.
Cuando se realiza el reclamo, Amazon le dice al cliente que tiene que esperar 48 horas para llevar a cabo una investigación. Aunque se compruebe que el repartidor cometió una fechoría, el daño está hecho. El cliente recibirá un reembolso y con suerte, una tarjeta de regalo. El problema es que no podrá comprar otra PS5 ya que no hay consolas en existencia desde hace días.
Entregas simuladas y cambios de PS5 por otros productos
Sumado a la entrega simulada, otros usuarios reportan que reciben otros productos dentro de la caja. Rebecca May, periodista de The Guardian, mencionó hace unos días que recibió una freidora en lugar de su consola.
Aunque estos casos se llevan a cabo en Reino Unido, otros países no se quedan fuera. En EE.UU., Walmart reporta como perdidas algunas entregas en curso, como mencionan en esta entrada. Aunque la empresa no se ha manifestado al respecto, es casi un hecho que las PS5 "perdidas" se encuentren anunciadas en eBay con precios que alcanzan los 2.000 dólares.
Debido a la pandemia de la COVID-19, los usuarios no pueden acudir a una tienda física a comprar su consola, como ocurría habitualmente. Sony anunció hace semanas que solo podrías comprar tu consola en línea, como medida de precaución para evitar contagios.
Lo que nadie anticipó es que algunos vivales que trabajan en mensajería aprovecharían este inconveniente para robar las consolas y revenderlas en sitios de subastas a precios exagerados.
El artículo El robo de PS5 se está volviendo más común de lo que pensábamos se publicó en Hipertextual.
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