La nueva normativa ha allanado el camino para que algunas operaciones con drones se puedan llevar a cabo en zonas urbanas, pero aún hay ciertos requisitos que cumplir. En España, AESA requiere que los RPA tengan un sistema de reducción de energía de impacto, básicamente una fórmula para evitar que el dispositivo caiga a plomo sobre una persona.
En las áreas pobladas, como son los suelos urbanos, será necesario contar con uno de estos sistemas de reducción de energía de impacto y el más común de todos ellos es un paracaídas. La compañía Fruity Chutes, especialista en este tipo de productos, ha lanzado al mercado uno especialmente preparado para el DJI Mavic Pro.
El paracaídas Harrier Launcher se acopla en un tubo en uno de los laterales del Mavic Pro y, si ocurre algún problema inesperado que haga caer al dron, se activa automáticamente. Solo tarda 0,75 segundos en hacerlo, desde que su sistema ATS (automatic trigger system) descubre un fallo en el vuelo hasta que se ordena el despliegue del paracaídas.
El peso para el que está preparado este paracaídas para drones puede superar los 2,4 Kg. El Harrier Launcher lleva su propia batería, con lo que funciona aunque el Mavic Pro se quede sin autonomía.
El dron que ha escogido la compañía Fruity Chutes para adaptar su paracaídas tiene tintes profesionales. Por su precio y las posibilidades que ofrece, el Mavic Pro resulta apto para algunas tareas sencillas, como la monitorización o la inspección rápida del terreno. Un ejemplo de ello es el hecho de que la DGT se decantara por este modelo de DJI para vigilar el tráfico en España. El objetivo es complementar y, en el futuro, sustituir el papel del helicóptero que patrulla las carreteras.
En la nueva legislación española para drones AESA establece algunos requisitos para volar sobre zonas urbanas. No se podrán sobrepasar los 10 kilos de peso, la aeronave debe estar a menos de 100 metros del piloto y a menos de 120 metros de altura, pero también se necesitará un sistema de reducción de impacto como un paracaídas. Y aquí es donde entran productos como el Harrier Launcher, cuya comercialización facilitará este tipo de operaciones.
Continúar leyendo...
En las áreas pobladas, como son los suelos urbanos, será necesario contar con uno de estos sistemas de reducción de energía de impacto y el más común de todos ellos es un paracaídas. La compañía Fruity Chutes, especialista en este tipo de productos, ha lanzado al mercado uno especialmente preparado para el DJI Mavic Pro.
El paracaídas Harrier Launcher se acopla en un tubo en uno de los laterales del Mavic Pro y, si ocurre algún problema inesperado que haga caer al dron, se activa automáticamente. Solo tarda 0,75 segundos en hacerlo, desde que su sistema ATS (automatic trigger system) descubre un fallo en el vuelo hasta que se ordena el despliegue del paracaídas.
El peso para el que está preparado este paracaídas para drones puede superar los 2,4 Kg. El Harrier Launcher lleva su propia batería, con lo que funciona aunque el Mavic Pro se quede sin autonomía.
El dron que ha escogido la compañía Fruity Chutes para adaptar su paracaídas tiene tintes profesionales. Por su precio y las posibilidades que ofrece, el Mavic Pro resulta apto para algunas tareas sencillas, como la monitorización o la inspección rápida del terreno. Un ejemplo de ello es el hecho de que la DGT se decantara por este modelo de DJI para vigilar el tráfico en España. El objetivo es complementar y, en el futuro, sustituir el papel del helicóptero que patrulla las carreteras.
En la nueva legislación española para drones AESA establece algunos requisitos para volar sobre zonas urbanas. No se podrán sobrepasar los 10 kilos de peso, la aeronave debe estar a menos de 100 metros del piloto y a menos de 120 metros de altura, pero también se necesitará un sistema de reducción de impacto como un paracaídas. Y aquí es donde entran productos como el Harrier Launcher, cuya comercialización facilitará este tipo de operaciones.
Continúar leyendo...