El próximo 21 de febrero a las 14:00 hora española dará su particular pistoletazo de salida un evento de LG. En esta presentación el fabricante coreano tenía planeado mostrar al mundo su nuevo LG G5, próximo buque insignia del fabricante y el sistema de pagos móvil de LG, llamado LG Pay.
Pero no va a poder ser. Pese a que la compañía quería presentar su sistema de pagos en el Mobile World Congress, parece que no les ha dado tiempo han cambiado de opinión en el último momento y no presentarán su sistema de pagos móvil LG Pay que se retrasa al segundo trimestre de este año 2016.
LG Pay se retrasa hasta mediados del presente año 2016
El fabricante con sede en Seúl había trabajado mucho para que el lanzamiento de su servicio de pago por móvil fuera un completo éxito. Muestra de ello es que se ha asociado con un buen número de compañías de tarjetas, pero han decidido priorizar en el LG G5.
Finalmente, viendo que el sistema de pagos móvil LG Pay podría eclipsar el lanzamiento del nuevo miembro de la familia G, el fabricante asiático ha decidido priorizar el lanzamiento de su próximo buque insignia, el esperado LG G5, pasando por delante de su sistema de pago móvil.
“LG Electronics ha retrasado el lanzamiento oficial de LG de pago para el segundo trimestre de este año para de esta forma ayudar al nuevo buque insignia de smartphone de LG – G5 – recibir más atención de los medios,” – Con este comunicado oficial LG, han dejado claro que realmente su sistema de pagos ya está a punto, pero han preferido apartarlo para que todos los focos recaigan sobre el próximo caballo de batalla del gigante coreano.
Por otro lado, una de las filiales del departamento tecnológico de LG sugiere que el fabricante está muy preocupado por las ventas de su próximo teléfono móvil estrella. Las duras condiciones que se están generando en el mercado actual, donde los buques insignia ya no arrasan en ventas como antes gracias al auge de marcas como Honor que ofrecen terminales con prestaciones de gama alta a precios muy ajustados, como el Honor 7, han provocado que a LG le preocupe mucho el éxito del LG G5.
Veremos cómo le funcionan las ventas a LG con su G5, aunque yo auguro que no van a ir tan bien como en otros años. Hace un par de generaciones, la diferencia entre tener un buque insignia de un fabricante a un teléfono convencional era sencillamente abismal. Cuando pagabas 699 euros por un teléfono, aunque doliera igual en el bolsillo, la verdad es que tenías la sensación de que el teléfono marcaba la diferencia respecto a sus competidores. Pero las cosas están cambiando.
Hay varios factores que han marcado estas diferencias aunque principalmente ha sido la revolución tecnológica que estamos viviendo la que ha provocado esta situación. Los procesadores y las GPU de los teléfonos evolucionan a una velocidad abismal. Para que os hagáis una idea, el Honor 7 por ejemplo integra la misma procesadora gráfica que el Samsung Galaxy S5. Ojo, pensaréis que es una gráfica con dos años de antigüedad. Sí, es cierto, pero todavía no hay un juego que pueda exprimir al máximo la potencia gráfica de la mejor GPU del 2014.
Esto lo que ha provocado es que los fabricantes puedan acceder a material supuestamente obsoleto comprando estos módulos a precios mucho más reducidos, pudiendo ofrecer terminales con mucha potencia a precios realmente atractivos. Y por otro lado tenemos a la propia Huawei, que poco a poco está consiguiendo que sus procesadores sean cada vez más competitivos. Por no hablar de MediaTek que ya está comenzando a plantarle cara de forma seria a Qualcomm.
Las tornas han cambiado y, a no ser que seas un fanático de las nuevas tecnologías y quieras estar a la última con uno de los mejores teléfonos del mercado, ya no hace falta comprarse el nuevo buque insignia del fabricante de turno por 700 euros porque la diferencia es cada vez más baja entre un modelo de 400 euros y uno de 700.
El artículo LG Pay se retrasa y no se verá en la presentación del próximo 21 de febrero ha sido originalmente publicado en Androidsis.
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