Soy de los que opinan que la moda de los selfies está desatada, se nos está yendo de las manos… a las pruebas me remito, estos son los 12 tipos de selfies más cutres.
Después del sexo, hacer el amor, percutir la carne o como quieras llamarlo, no hay nada mejor que tomarse un ratillo de descanso y hacer algo similar a un post-partido de fútbol, ¿no? Con la llegada de los selfies el cigarrillo de después ya no es el principal atractivo que hacer en pareja después de intimar, y es que un buen selfie post-coital, no deja indiferente a nadie.
La etiqueta #Aftersex que se utiliza sobre todo en Instagram y Twitter, es la herramienta número uno de todos aquellos que tienen esa necesidad imperiosa de mostrar al mundo lo que deja de ser automáticamente la estricta intimidad. No obstante no siempre se acaba bien, quizás en un #Aftersex acabemos descubriendo algo como lo que le pasó a este chico.
El llamado selfie criminal es toda una tendencia, tan sólo tienes que hacerte una foto en primera persona si es posible en actitud desafiante, y después subirla a tu red social favorita siempre y cuando estés cometiendo algo ilegal. ¿Que tienes una plantación de marihuana en tu casa y te gusta compartir selfies con las plantas y publicarlos? Encantador, pero… no suele salir gratis. Este chico que tienes en pantalla, por ejemplo, tomó este selfie en los que posa con dos cogollos de marihuana, acompañado de una camiseta muy correspondida que fue suficiente para que la policía de Florida, en Estados Unidos, lo detuviese por esta fotografía.
No es tan habitual como los anteriores, pero sí, existe. Los selfies no tienen límites y no distinguen condiciones de sexo, raza… y por lo que parece en algunos casos, tampoco distingue de vivos, o muertos. Porque tomarse un selfie en el funeral con algún conocido, familiar o algo que hace tiempo que no ves, puede llegar a ser perfectamente normal. Sin embargo, compartir selfie con el ataúd del difunto, en plena ceremonia, sí que es destacar, y de qué manera. No es tan radical como hacer el selfie en el tanatorio, pero no es algo que sea de muy buen gusto… por decirlo con delicadeza.
Los selfies en funerales también tienen su propia etiqueta y también cuenta con sus variantes, teniendo especial repercusión en el Reino Unido, donde estos selfies han tenido un auge en el último año muy destacable. Echando un pequeñito cable a todos los adolescentes que se animan a estos tejemanejes, ¿puede clasificarse como vía de escape?
Los selfies son uno de los motores que mueven las redes sociales como Instagram o Twitter entre los más jóvenes -y no tan jóvenes-, y es que los selfies se cuentan por miles, millones a estas alturas. Pero no todo iba a ser enseñar la cara o hacer la pose del duck face, hay que dar más protagonismo a los abdominales. ¡Anda que no!
Estos selfies ocupan uno de los apartados más vanidosos de las redes sociales, y es que etiquetas como #abs en Instagram se llena diariamente de selfies donde demostrar a todo el mundo los abdominales, pero… también está eso de echarle un poquito de photoshop, y los resultados son tan apabullantes como ridículos. Porque en algunas ocasiones estos selfies van más allá y nos descubren auténticas maravillas de la naturaleza como el hombre de los diez abdominales y del brazo extraño.
Estos selfies son los que más jugo dan, y no hace falta explicar el por qué, ¿no crees? Y es que a estas alturas, todos conocemos a alguien que se hace un selfie pero en realidad, lo que busca es captar otra cosa bien distinta. Si metemos a un seguidor de estos selfies en una boda donde hay alcohol y muchas horas donde pasarlo bien, acabamos viendo cosas como estas.
Porque si combinamos lo mejor de estos autorretratos en el baño y lo mezclamos con los selfies que no son selfies, encontramos fotos como esta. Así que cuando vayas a un baño público y sobre todo si es en una fiesta, piensa en cómo puede acabar.
Una de los inconvenientes que supone tomarse selfies es que no sabes cuándo te puedes encontrar con algo inesperado o que acabes siendo el co-protagonista de la foto. Toparse con la Ley en la carretera no tiene por qué malo, excepto si te animas a tomarte un selfie justo cuando el policía correspondiente se asoma por la ventanilla. Una combinación que normalmente suele acabar mal. Muy mal.
Los selfies “policiales” son de los más cotizados, y te sorprenderías de lo que pueden llegar a hacer algunos por tener un selfie con uno o varios policías uniformados.
Las tabletas han desbancado a los ordenadores de sobremesa y en su mayoría a los portátiles de cara al usuario medio, y para muchos también han llegado a sustituir las cámaras más compactas del mercado. Porque no importa que hace sólo unos años la tecnología se centrase en ofrecer cámaras más pequeñas, ahora lo que se lleva es el selfie-tableta, o el iPad-selfie, que además te asegurarán unos brazos y hombros muy fuertes si te haces fan de estos selfies.
Los selfies con tabletas es el mejor camino para combinarlos con el uso del iPad para hacer fotos mientras haces turismo, o en un concierto, por ejemplo. Porque si hace una década lo único que veíamos eran mecheros y velas hasta llegar al escenario de los cantantes, ahora el camino se llena de pantallas con más de 10 pulgadas.
Pongámonos en situación: un desastre natural inminente, unas condiciones climatológicas que pueden hacerte volar por los aires en cuestión de horas… pero no importa. El selfie es más importante, y si es con el tornado, mejor aún.
En Estados Unidos se ha extendido la práctica de los selfies con tornados que van incluso más allá de las autofotos en el gimnasio, es todo un estilo de vida. Más peligroso eso sí, pero todo sea por salir acompañados en la foto. Como curiosidad, en esta fotografía fueron un total de ocho tornados los que se formaron detrás de este vecino, ¿que cómo acabó? Del selfie sí que tenemos buenas noticias.
En las fiestas siempre hay que dar la nota y ahora con la moda de los selfies, hay que perder mucho tiempo en echarse uno con todos los asistentes, como manda la tradición. Esto lo tienes que hacer sí o sí en el caso de que quieras evitar a alguien con quien no hacerte una foto, y de no ser así, puedes optar por soluciones más sencillas, aunque… menos claras.
Los selfies borrosos captan la atención, por muy cutres que sean. ¿Que apenas se distingue el fondo y no podemos ni siquiera diferenciar si el protagonista del selfie es o no humano? Da igual, queda chulo, y ya que está hecho… se redimensiona un poquito y no ha pasao ná.
En algunas ocasiones no podemos clasificar los selfies, ni describir cómo o por qué ocurren cosas como estas. Porque el que me he tomado la libertad de llamar Selfie con perro, es digno de un auténtico cuadro. Un selfie en el baño es sinónimo de éxito en este mundillo, todos lo sabemos. Nada mejor que ir al baño desnudo, encerrarte con tu perro y hacer poses extrañas mientras echas papeletas en la tómbola para caerte de cabeza
Centrémonos, y es que aquí se ha acabado eso de hacerse un selfie recién levantado, tomarse una fotografía en primer plano de nuestra nariz mientras estamos en el váter… porque hay algo mejor. Unos días después de atracar el banco, coges el mismo móvil que utilizaste y la pistola automática, y te lo llevas todo al espejo del baño.
Como apunte interesante, en este caso el chico publicó la fotografía en Facebook días después de haber robado un banco y tanto el arma como el móvil y por supuesto su cara fueron piezas clave para detenerlo.
¡Qué daño hizo aquella canción del Selfie grabada por The Chainsmokers! Porque si ya hemos hablado del selfie post-coital y de lo que supone, no hay nada mejor, o peor, que dar el paso más allá y no esperarse siquiera a terminar. O a empezar, claro.
Aprovechando el 2% de la batería que le quedaba en el móvil, la chica decidió mostrar en las redes sociales lo bien que se lo pasa con su novio. ¿Tendrá a sus padres agregados?
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Felicidad dispar:
Después del sexo, hacer el amor, percutir la carne o como quieras llamarlo, no hay nada mejor que tomarse un ratillo de descanso y hacer algo similar a un post-partido de fútbol, ¿no? Con la llegada de los selfies el cigarrillo de después ya no es el principal atractivo que hacer en pareja después de intimar, y es que un buen selfie post-coital, no deja indiferente a nadie.
La etiqueta #Aftersex que se utiliza sobre todo en Instagram y Twitter, es la herramienta número uno de todos aquellos que tienen esa necesidad imperiosa de mostrar al mundo lo que deja de ser automáticamente la estricta intimidad. No obstante no siempre se acaba bien, quizás en un #Aftersex acabemos descubriendo algo como lo que le pasó a este chico.
La cosa no acabo ahí:
El llamado selfie criminal es toda una tendencia, tan sólo tienes que hacerte una foto en primera persona si es posible en actitud desafiante, y después subirla a tu red social favorita siempre y cuando estés cometiendo algo ilegal. ¿Que tienes una plantación de marihuana en tu casa y te gusta compartir selfies con las plantas y publicarlos? Encantador, pero… no suele salir gratis. Este chico que tienes en pantalla, por ejemplo, tomó este selfie en los que posa con dos cogollos de marihuana, acompañado de una camiseta muy correspondida que fue suficiente para que la policía de Florida, en Estados Unidos, lo detuviese por esta fotografía.
Que no te quiten el protagonismo:
No es tan habitual como los anteriores, pero sí, existe. Los selfies no tienen límites y no distinguen condiciones de sexo, raza… y por lo que parece en algunos casos, tampoco distingue de vivos, o muertos. Porque tomarse un selfie en el funeral con algún conocido, familiar o algo que hace tiempo que no ves, puede llegar a ser perfectamente normal. Sin embargo, compartir selfie con el ataúd del difunto, en plena ceremonia, sí que es destacar, y de qué manera. No es tan radical como hacer el selfie en el tanatorio, pero no es algo que sea de muy buen gusto… por decirlo con delicadeza.
Los selfies en funerales también tienen su propia etiqueta y también cuenta con sus variantes, teniendo especial repercusión en el Reino Unido, donde estos selfies han tenido un auge en el último año muy destacable. Echando un pequeñito cable a todos los adolescentes que se animan a estos tejemanejes, ¿puede clasificarse como vía de escape?
Esas matemáticas:
Los selfies son uno de los motores que mueven las redes sociales como Instagram o Twitter entre los más jóvenes -y no tan jóvenes-, y es que los selfies se cuentan por miles, millones a estas alturas. Pero no todo iba a ser enseñar la cara o hacer la pose del duck face, hay que dar más protagonismo a los abdominales. ¡Anda que no!
Estos selfies ocupan uno de los apartados más vanidosos de las redes sociales, y es que etiquetas como #abs en Instagram se llena diariamente de selfies donde demostrar a todo el mundo los abdominales, pero… también está eso de echarle un poquito de photoshop, y los resultados son tan apabullantes como ridículos. Porque en algunas ocasiones estos selfies van más allá y nos descubren auténticas maravillas de la naturaleza como el hombre de los diez abdominales y del brazo extraño.
Sobran las palabras:
Estos selfies son los que más jugo dan, y no hace falta explicar el por qué, ¿no crees? Y es que a estas alturas, todos conocemos a alguien que se hace un selfie pero en realidad, lo que busca es captar otra cosa bien distinta. Si metemos a un seguidor de estos selfies en una boda donde hay alcohol y muchas horas donde pasarlo bien, acabamos viendo cosas como estas.
Porque si combinamos lo mejor de estos autorretratos en el baño y lo mezclamos con los selfies que no son selfies, encontramos fotos como esta. Así que cuando vayas a un baño público y sobre todo si es en una fiesta, piensa en cómo puede acabar.
Algo más que una multa de tráfico:
Una de los inconvenientes que supone tomarse selfies es que no sabes cuándo te puedes encontrar con algo inesperado o que acabes siendo el co-protagonista de la foto. Toparse con la Ley en la carretera no tiene por qué malo, excepto si te animas a tomarte un selfie justo cuando el policía correspondiente se asoma por la ventanilla. Una combinación que normalmente suele acabar mal. Muy mal.
Los selfies “policiales” son de los más cotizados, y te sorprenderías de lo que pueden llegar a hacer algunos por tener un selfie con uno o varios policías uniformados.
Y sólo con una mano:
Las tabletas han desbancado a los ordenadores de sobremesa y en su mayoría a los portátiles de cara al usuario medio, y para muchos también han llegado a sustituir las cámaras más compactas del mercado. Porque no importa que hace sólo unos años la tecnología se centrase en ofrecer cámaras más pequeñas, ahora lo que se lleva es el selfie-tableta, o el iPad-selfie, que además te asegurarán unos brazos y hombros muy fuertes si te haces fan de estos selfies.
Los selfies con tabletas es el mejor camino para combinarlos con el uso del iPad para hacer fotos mientras haces turismo, o en un concierto, por ejemplo. Porque si hace una década lo único que veíamos eran mecheros y velas hasta llegar al escenario de los cantantes, ahora el camino se llena de pantallas con más de 10 pulgadas.
Tomándose las cosas con humor:
Pongámonos en situación: un desastre natural inminente, unas condiciones climatológicas que pueden hacerte volar por los aires en cuestión de horas… pero no importa. El selfie es más importante, y si es con el tornado, mejor aún.
En Estados Unidos se ha extendido la práctica de los selfies con tornados que van incluso más allá de las autofotos en el gimnasio, es todo un estilo de vida. Más peligroso eso sí, pero todo sea por salir acompañados en la foto. Como curiosidad, en esta fotografía fueron un total de ocho tornados los que se formaron detrás de este vecino, ¿que cómo acabó? Del selfie sí que tenemos buenas noticias.
Un gran añadido al selfie tradicional:
En las fiestas siempre hay que dar la nota y ahora con la moda de los selfies, hay que perder mucho tiempo en echarse uno con todos los asistentes, como manda la tradición. Esto lo tienes que hacer sí o sí en el caso de que quieras evitar a alguien con quien no hacerte una foto, y de no ser así, puedes optar por soluciones más sencillas, aunque… menos claras.
Los selfies borrosos captan la atención, por muy cutres que sean. ¿Que apenas se distingue el fondo y no podemos ni siquiera diferenciar si el protagonista del selfie es o no humano? Da igual, queda chulo, y ya que está hecho… se redimensiona un poquito y no ha pasao ná.
Esa mirada perruna:
En algunas ocasiones no podemos clasificar los selfies, ni describir cómo o por qué ocurren cosas como estas. Porque el que me he tomado la libertad de llamar Selfie con perro, es digno de un auténtico cuadro. Un selfie en el baño es sinónimo de éxito en este mundillo, todos lo sabemos. Nada mejor que ir al baño desnudo, encerrarte con tu perro y hacer poses extrañas mientras echas papeletas en la tómbola para caerte de cabeza
Menos mal que no se disparó:
Centrémonos, y es que aquí se ha acabado eso de hacerse un selfie recién levantado, tomarse una fotografía en primer plano de nuestra nariz mientras estamos en el váter… porque hay algo mejor. Unos días después de atracar el banco, coges el mismo móvil que utilizaste y la pistola automática, y te lo llevas todo al espejo del baño.
Como apunte interesante, en este caso el chico publicó la fotografía en Facebook días después de haber robado un banco y tanto el arma como el móvil y por supuesto su cara fueron piezas clave para detenerlo.
¿Aceptarán al novio en la familia postiza?
¡Qué daño hizo aquella canción del Selfie grabada por The Chainsmokers! Porque si ya hemos hablado del selfie post-coital y de lo que supone, no hay nada mejor, o peor, que dar el paso más allá y no esperarse siquiera a terminar. O a empezar, claro.
Aprovechando el 2% de la batería que le quedaba en el móvil, la chica decidió mostrar en las redes sociales lo bien que se lo pasa con su novio. ¿Tendrá a sus padres agregados?
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