¿Quién no adora tirarse en el sofá y disfrutar de una película? Todos disfrutamos de las grandes obras producidas en el séptimo arte. Nos aportan mucho más que cualquier otro tipo de arte: un trama, imágenes en movimiento, grandes personajes y potentes canciones que ensalcen el momento. Ahora bien, son las composiciones más complejas de criticar (por lo menos la primera vez que vemos una película). Los fallos quedan disimulados para un espectador embriagador por todo aquello. ¿Te interesa saber algunos de esos fallos que te saltaste?
Educados piratas
“Piratas del Caribe” es una de las sagas bucaneras más relevantes: una película de acción entretenida tanto para los más pequeños como para los padres que los acompañan al cine. En definitiva, no necesitamos decir nada más que su nombre para que todos sepan la trama (e incluso los diálogos de cada escena) de esta película.
El error del que tenemos que hablar es de uno de los fails más comunes, pero menos apropiados con la trama, se encuentra en la primera entrega “Piratas del Caribe: la maldición de la Perla Negra”. En un momento concreto de la película, el carismático Jack y la preciosa Elizabeth Swann se encuentran en una escena de lo más tensa, sobre la Perla capitaneada por Barbossa. La escena es el mayor cliché de las películas de piratas: hacer saltar por la fina tabla de madera a las personas que retienes.
Primero hacen que se lance al mar Elizabeth, ahí se encuentra el fail: estos piratas, tiran primero por educación a la mujer, pero además de eso, le ponen una viga de seguridad. Ante todo, consideración por Lady Elizabeth.
“Tiburón”, viajante en el tiempo
Uno de los clásicos del cine de miedo. ¿Cuántas pobres personas dejaron de ir a la playa por esta película, atemorizados de que su propia sangre tiñese las aguas del mar? Esa señora banda sonora que nos hace fingir tener aletas cada vez que estamos en la piscina para atemorizar a nuestros amigos y familiares.
Esta significativa obra tenía problemas obvios de efectos especiales, por el año en el que se creó. Pero “Tiburón” nos otorga un fail muy llamativo, digno de una precuela futurista, donde la trama sería cómo el tiburón viaja en el tiempo. Éste fallo se debe a los carteles informativos de la película.
La primera víctima sucedió el 01/07/1974 y la segunda el 29/06/1974. ¡Tiburón era todo un artista! No sólo mata al azar, ciego de hambre, si no que además, para crear mayor incertidumbre, viaja en el tiempo para cambiar el orden de sus víctimas en la lista de fallecidos.
Gladiadores considerados
“Gladiador” es una de esas obras que emocionan, que hacen hervir la sangre, con un afán guerrero insólito en nuestras propias personas. Una de esas películas en las que necesitas toda tu fuerza de voluntad para no levantarte y gritar al televisor, mientras cortas tu rodaja de chorizo con toda la furia que tu alma alberga. La sangre, el polvo levantándose a cada movimiento de los combatientes y la muerte inevitable de alguno de ellos.
Por eso mismo, este fail pega tan poco con la película. En una de las escenas uno de los gladiadores cae al suelo casi rendido, podemos ver que boqueando por oxígeno, con su rostro descubierto. Sin embargo, en la siguiente escena, el casco se ha cerrado y le tapa la cara. Qué elegante por parte de los gladiadores de la época en pensar en la censura de hoy día. Si matas a alguien, que al menos no se vea feo en pantalla; algo así como tapar la cara de tu amigo en una foto de Facebook porque sale destrozado tras una noche de jolgorio.
Brad Pitt, ¡glotón!
Por supuesto no el actor, que tiene que mantener ese cuerpazo, sino su papel como Rusty Ryan. Éste increíble ladrón, del equipo de “Ocean’s Eleven”, posee grandes aptitudes del engaño, además de su indudable belleza.
Rusty ha presumido de ropa, mujeres y sonrisas, pero tiene algo que el resto de ladrones envidiaría. Una capacidad digna de ser premiada: ¡puede hacer aparecer cualquier tipo de consumición o alimento en sus manos! Los dos fotogramas realmente tienen mucha lógica, ¿quién no quiere unos donuts después de una copa de vino? Por favor, que alguien le de un premio por esta capacidad innata de saciar uno de los mayores placeres del mundo, la comida.
Psch, que se te ve la bolsa
Eso debieron susurrar al director mientras se grababa “Alien: el octavo pasajero”. Esta película, como al igual que otras tantas películas ochenteras, fueron muy criticadas. Debe comprenderse la complejidad de los efectos especiales de la época y la falta de años de perfeccionamiento del maquillaje; pero considerando todo esto, Alien es una saga de culto para muchos cinéfilos.
Se pasa siempre por alto ciertos elementos, aunque esta película tuvo ciertas meteduras de pata entre fotograma y fotograma. Sin embargo, hay que comentar el error en la escena más importante de la película. Precisamente por la importancia de ésta fue pasada por alto por muchas personas (ya que procesaban sólo el impacto).
Sí, hablamos de la imagen en la que el alien sale del interior del Hurt. Mientras éste pobre hombre temblaba y chillaba sobre la mesa, estando el actor totalmente metido en su papel, la camiseta se levantó y dejó ver la bolsa de sangre sintética utilizada. Eso es un señor fail.
¿Es un pájaro…?
Hablemos ahora de una de las películas más conocida por sus fallos que por su historia o los guapos actores de la misma. Efectivamente, hablamos de Troya, esa película cargada de anacronismos, como relojes de pulsera, coches de fondo y… ¡aviones!
Estos griegos y troyanos eran unos genios, ya lo dicen todos y no escuchamos: todo ya se inventó en el pasado.
Sin embargo esto es un poco excesivo, incluso podemos jugar con la mítica pregunta: “¿Es un pájaro, es un avión?” por darle un margen de duda. Aunque no lo hay realmente, todos tenemos claro que es un avión.
El doble siempre es mejor
Tras tanto clásico de carne y hueso, pensemos un poco en la animación. Muchas películas Disney son dignas de estar en esta lista, pero hablaremos del fail más claro. “Aladdin” posee un fallo bastante curioso que encontramos cuando uno de los pretendientes de Jasmine se marcha del palacio hastiado de tanto mal trato. Esta escena es mítica en nuestros recuerdos de juventud: cómo el ornamentado príncipe se iba con un pantalón roído y destrozado a la altura del trasero.
Quizá podríamos decir que quedó grabado ese estampado de corazones rojos sobre fondo blanco. Por ello en el recuerdo queda por sentado que el tigre de esta princesa Disney tenía en la boca el trozo de tela del pantalón. Pero las imágenes hablan por sí solas. Sólo podemos hacer dos teorías que le den sentido: o el forro del pantalón era igual que la tela de los calzoncillos, o éste hombre se temía lo que iba a pasar y decidió dos pares de calzoncillos para cuidarse en males. Si vas a Agrabah, lleva siempre dos pares.
Wissota son los padres
Cuántas mujeres han soñado con una relación idílica tras ver “Titanic” y cuántos hombres han soñado con dibujar a una mujer desnuda tras dicha película. Dirás: “Paso de página, que ya conozco de sobra el fail de que había sitio para los dos en la tabla” No, no venimos a enfatizar eso, si no otro gran error cinematográfico.
En este caso el fallo reside en uno de los diálogos entre los amados, Jack habla a Rose sobre un hermoso lago que intentó cruzar, en la zona donde vivía. Todo bien hasta ahí, no tiene mayor trascendencia, excepto si eres tiquismiquis en cuanto a adelantos temporales.
Dicho lago es el Lago Wissota (Wisconsin) y es un lago artificial, creado por el hombre en 1918, seis años después del hundimiento del Titanic.
Niños especialitos
A lo largo de esta lista de errores queda bien claro que es muy complejo cuadrar bien las escenas entre encuadre y encuadre (ya sea porque hubo un descanso entre uno y otro, porque no se fijaron, etc). “El resplandor” posee diversos fallos de este tipo, pero hablaremos del más curioso con el hijo de los personajes principales, Danny Torrance.
En una escena el pequeño Danny está jugando con sus juguetes en el suelo, con un dibujo muy llamativo y una repetición concreta. Quizá el infante tenía un trastorno (¡anda, como su padre!) obsesivo compulsivo, porque en un simple cambio de cámara decide que no debe jugar en ese sentido del dibujo.
Un cambio radical muy extraño, no tanto como la película en sí, pero deberían haber cuidado esa disposición del suelo.
No me cortes el romanticismo
Uno de los besos más increíbles de la gran pantalla se encuentra en la película de “Spider-man”. Todos conocen ese beso del revés, precioso por su originalidad y excitante por cada pequeño matiz. Pero volvemos a los fallos secuenciales.
Al principio había un vagabundo, que demostrase la inmundicia de ese callejón. Pero al segundo, antes del beso, ya no está. Es comprensible: esa escena no hubiera sido lo mismo si Spiderman hubiese recibido ese beso mientras veía a un vagabundo tirado en una pose de lo más indigna.
Ya me imagino al director: “Quitad al borracho, ya luego repetimos la anterior secuencia sin él” Y se les pasó…
La entrada Los errores más graciosos del cine aparece primero en Ocio.
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Educados piratas
“Piratas del Caribe” es una de las sagas bucaneras más relevantes: una película de acción entretenida tanto para los más pequeños como para los padres que los acompañan al cine. En definitiva, no necesitamos decir nada más que su nombre para que todos sepan la trama (e incluso los diálogos de cada escena) de esta película.
El error del que tenemos que hablar es de uno de los fails más comunes, pero menos apropiados con la trama, se encuentra en la primera entrega “Piratas del Caribe: la maldición de la Perla Negra”. En un momento concreto de la película, el carismático Jack y la preciosa Elizabeth Swann se encuentran en una escena de lo más tensa, sobre la Perla capitaneada por Barbossa. La escena es el mayor cliché de las películas de piratas: hacer saltar por la fina tabla de madera a las personas que retienes.
Primero hacen que se lance al mar Elizabeth, ahí se encuentra el fail: estos piratas, tiran primero por educación a la mujer, pero además de eso, le ponen una viga de seguridad. Ante todo, consideración por Lady Elizabeth.
“Tiburón”, viajante en el tiempo
Uno de los clásicos del cine de miedo. ¿Cuántas pobres personas dejaron de ir a la playa por esta película, atemorizados de que su propia sangre tiñese las aguas del mar? Esa señora banda sonora que nos hace fingir tener aletas cada vez que estamos en la piscina para atemorizar a nuestros amigos y familiares.
Esta significativa obra tenía problemas obvios de efectos especiales, por el año en el que se creó. Pero “Tiburón” nos otorga un fail muy llamativo, digno de una precuela futurista, donde la trama sería cómo el tiburón viaja en el tiempo. Éste fallo se debe a los carteles informativos de la película.
La primera víctima sucedió el 01/07/1974 y la segunda el 29/06/1974. ¡Tiburón era todo un artista! No sólo mata al azar, ciego de hambre, si no que además, para crear mayor incertidumbre, viaja en el tiempo para cambiar el orden de sus víctimas en la lista de fallecidos.
Gladiadores considerados
“Gladiador” es una de esas obras que emocionan, que hacen hervir la sangre, con un afán guerrero insólito en nuestras propias personas. Una de esas películas en las que necesitas toda tu fuerza de voluntad para no levantarte y gritar al televisor, mientras cortas tu rodaja de chorizo con toda la furia que tu alma alberga. La sangre, el polvo levantándose a cada movimiento de los combatientes y la muerte inevitable de alguno de ellos.
Por eso mismo, este fail pega tan poco con la película. En una de las escenas uno de los gladiadores cae al suelo casi rendido, podemos ver que boqueando por oxígeno, con su rostro descubierto. Sin embargo, en la siguiente escena, el casco se ha cerrado y le tapa la cara. Qué elegante por parte de los gladiadores de la época en pensar en la censura de hoy día. Si matas a alguien, que al menos no se vea feo en pantalla; algo así como tapar la cara de tu amigo en una foto de Facebook porque sale destrozado tras una noche de jolgorio.
Brad Pitt, ¡glotón!
Por supuesto no el actor, que tiene que mantener ese cuerpazo, sino su papel como Rusty Ryan. Éste increíble ladrón, del equipo de “Ocean’s Eleven”, posee grandes aptitudes del engaño, además de su indudable belleza.
Rusty ha presumido de ropa, mujeres y sonrisas, pero tiene algo que el resto de ladrones envidiaría. Una capacidad digna de ser premiada: ¡puede hacer aparecer cualquier tipo de consumición o alimento en sus manos! Los dos fotogramas realmente tienen mucha lógica, ¿quién no quiere unos donuts después de una copa de vino? Por favor, que alguien le de un premio por esta capacidad innata de saciar uno de los mayores placeres del mundo, la comida.
Psch, que se te ve la bolsa
Eso debieron susurrar al director mientras se grababa “Alien: el octavo pasajero”. Esta película, como al igual que otras tantas películas ochenteras, fueron muy criticadas. Debe comprenderse la complejidad de los efectos especiales de la época y la falta de años de perfeccionamiento del maquillaje; pero considerando todo esto, Alien es una saga de culto para muchos cinéfilos.
Se pasa siempre por alto ciertos elementos, aunque esta película tuvo ciertas meteduras de pata entre fotograma y fotograma. Sin embargo, hay que comentar el error en la escena más importante de la película. Precisamente por la importancia de ésta fue pasada por alto por muchas personas (ya que procesaban sólo el impacto).
Sí, hablamos de la imagen en la que el alien sale del interior del Hurt. Mientras éste pobre hombre temblaba y chillaba sobre la mesa, estando el actor totalmente metido en su papel, la camiseta se levantó y dejó ver la bolsa de sangre sintética utilizada. Eso es un señor fail.
¿Es un pájaro…?
Hablemos ahora de una de las películas más conocida por sus fallos que por su historia o los guapos actores de la misma. Efectivamente, hablamos de Troya, esa película cargada de anacronismos, como relojes de pulsera, coches de fondo y… ¡aviones!
Estos griegos y troyanos eran unos genios, ya lo dicen todos y no escuchamos: todo ya se inventó en el pasado.
Sin embargo esto es un poco excesivo, incluso podemos jugar con la mítica pregunta: “¿Es un pájaro, es un avión?” por darle un margen de duda. Aunque no lo hay realmente, todos tenemos claro que es un avión.
El doble siempre es mejor
Tras tanto clásico de carne y hueso, pensemos un poco en la animación. Muchas películas Disney son dignas de estar en esta lista, pero hablaremos del fail más claro. “Aladdin” posee un fallo bastante curioso que encontramos cuando uno de los pretendientes de Jasmine se marcha del palacio hastiado de tanto mal trato. Esta escena es mítica en nuestros recuerdos de juventud: cómo el ornamentado príncipe se iba con un pantalón roído y destrozado a la altura del trasero.
Quizá podríamos decir que quedó grabado ese estampado de corazones rojos sobre fondo blanco. Por ello en el recuerdo queda por sentado que el tigre de esta princesa Disney tenía en la boca el trozo de tela del pantalón. Pero las imágenes hablan por sí solas. Sólo podemos hacer dos teorías que le den sentido: o el forro del pantalón era igual que la tela de los calzoncillos, o éste hombre se temía lo que iba a pasar y decidió dos pares de calzoncillos para cuidarse en males. Si vas a Agrabah, lleva siempre dos pares.
Wissota son los padres
Cuántas mujeres han soñado con una relación idílica tras ver “Titanic” y cuántos hombres han soñado con dibujar a una mujer desnuda tras dicha película. Dirás: “Paso de página, que ya conozco de sobra el fail de que había sitio para los dos en la tabla” No, no venimos a enfatizar eso, si no otro gran error cinematográfico.
En este caso el fallo reside en uno de los diálogos entre los amados, Jack habla a Rose sobre un hermoso lago que intentó cruzar, en la zona donde vivía. Todo bien hasta ahí, no tiene mayor trascendencia, excepto si eres tiquismiquis en cuanto a adelantos temporales.
Dicho lago es el Lago Wissota (Wisconsin) y es un lago artificial, creado por el hombre en 1918, seis años después del hundimiento del Titanic.
Niños especialitos
A lo largo de esta lista de errores queda bien claro que es muy complejo cuadrar bien las escenas entre encuadre y encuadre (ya sea porque hubo un descanso entre uno y otro, porque no se fijaron, etc). “El resplandor” posee diversos fallos de este tipo, pero hablaremos del más curioso con el hijo de los personajes principales, Danny Torrance.
En una escena el pequeño Danny está jugando con sus juguetes en el suelo, con un dibujo muy llamativo y una repetición concreta. Quizá el infante tenía un trastorno (¡anda, como su padre!) obsesivo compulsivo, porque en un simple cambio de cámara decide que no debe jugar en ese sentido del dibujo.
Un cambio radical muy extraño, no tanto como la película en sí, pero deberían haber cuidado esa disposición del suelo.
No me cortes el romanticismo
Uno de los besos más increíbles de la gran pantalla se encuentra en la película de “Spider-man”. Todos conocen ese beso del revés, precioso por su originalidad y excitante por cada pequeño matiz. Pero volvemos a los fallos secuenciales.
Al principio había un vagabundo, que demostrase la inmundicia de ese callejón. Pero al segundo, antes del beso, ya no está. Es comprensible: esa escena no hubiera sido lo mismo si Spiderman hubiese recibido ese beso mientras veía a un vagabundo tirado en una pose de lo más indigna.
Ya me imagino al director: “Quitad al borracho, ya luego repetimos la anterior secuencia sin él” Y se les pasó…
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