A veces, nuestra cabeza se sumerge en grandes dilemas morales, que no sabemos responder. Hoy vamos a plantearte algunas de estas preguntas. Ojo, no hay ninguna respuesta correcta, así que simplemente, puedes entretenerte un rato pensando en qué harías tú. También puedes utilizarlas para conocer un poco más a la gente que te rodea. Porque igual piensas que tienes muchas cosas en común, y luego no coincidís en nada de esto.
Dragón
Esta es fácil, aunque no tenga respuesta correcta, porque depende de las cuestiones personales de cada uno: ¿preferirías tener un dragón, o ser un dragón?
Tener un dragón sería algo molón, pero puede tener sus riesgos, y si no, que se lo digan a la Khaleesi. Pero si nosotros fuéramos ese dragón, sabríamos cómo comportarnos, y probablemente nos daría igual todo, así que, ¿qué hacer? Ambas cosas tienen su punto bueno.
Sexo con una cabra
No, no te estamos preguntando si tendrías sexo con una cabra. Pero por ahí van los tiros. Tienes dos opciones: tener sexo con una cabra, y que nadie lo supiera, o no tener sexo con una cabra, pero que el resto del mundo pensara que sí. Y no, no nos referimos a esta sensual cabra que vemos en la foto.
Es una de esas preguntas que van muy bien para aquellos sabihondillos que dicen que les da igual lo que la gente diga. Sobre todo si son muy remilgados, puede llegar a ser divertido plantearles la pregunta y ver cómo los engranajes de su cerebro se van moviendo poco a poco.
Y sí, muchas de las preguntas de este artículo van de sexo. Se siente, pero esta clase de dilemas van mejor con sexo.
Esas dulces sirenas
Sí, esta es difícil. Te despiertas en una isla desierta. Y te encuentras con un tío buenorro, o la chica con la que siempre has soñado, lo que a ti más te encante. ¿Qué elegirías, que fuera mitad pez de cintura para arriba, o de cintura para abajo?
En el caso de las mujeres, realmente están intentando que se elija entre un amor emocional, o un amor físico. En el caso de los hombres… nah, no lo pensarán tanto. Aunque quién sabe, viendo que por el mundo hay gente que mantiene relaciones amorosas (incluidas sexuales), con un delfín, todo puede pasar en esta vida.
Larga vida o mil vidas
La pregunta es bastante enrevesada: ¿Qué preferirías, una vida de mil años, o diez vidas de cien años? La respuesta depende de varios factores, como de si los demás también viven de esta forma, o del miedo a la muerte que tenga una persona.
Imaginemos que de esas vidas, la mitad terminan con una muerte horrenda y dolorosa. Pues en ese sentido preferiría una vida larga con una muerte final decente. Pero, ¿y si de esa vida larga te toca vivir cien años de sufrido cáncer? El problema se lía aún más. O ten en cuenta que de una vida de 1000 años, unos 200 años serás un viejo decrépito. Uf, este tipo de cosas dan escalofríos.
En cualquier caso, también dependería de cómo afrontamos la soledad.
Ser de piernas
¿Qué preferirías? ¿Tener tantas piernas como dedos? ¿O tantos dedos como piernas? Da igual lo que elijas, serás un rarito de por vida. Porque si eliges dos dedos, es decir, uno en cada mano, realmente tendrías muñones y no podrías hacer nada. Mientras que sí tienes diez piernas… igual te hacen correr más rápido, no sé.
El problema es: imagínate hacerte la pedicura para diez piernas. No ganas suficiente dinero para una manicura de cincuenta uñas.
Vida sin dinero
Esta es de las fáciles: ¿prefieres una vida en la que no te debas preocupar por el dinero, o una vida con pokemon? Incluso para los que no seáis fans de pokemon, la respuesta siempre son los pokemon.
A ver, a ver… teniendo una vida en la que no te debas preocupar por el dinero, no te garantizan que sea un mundo en el que tú seas rico. Sin embargo, una vida con pokemon también podría ser equivalente a eso: tendrías un Pikachu para dar corriente a todos tus cargadores, cualquier pokemon de agua para tener eso, agua, y un pokemon fuego para calentar comida. ¿Qué más hay que pensar?
Ah, y con pokemon, podrías tener tu propio dragón. No me digas que aún esta´s pensando en la otra opción, porque aquí no es nada factible.
Ser multilingüe
Todos hemos querido ser multilingües. La pregunta es: ¿Preferirías poder hablar cualquier idioma de forma fluida? ¿O poder hablar con los animales?
Aquellos desalmados a los que no les gustan los animales lo tendrán fácil. Pero, ¿y esas personas con mascotas? Siempre hemos pensando, en algún momento, que nos gustaría, de verdad que nos gustaría, entender a nuestra mascota aunque solo fuese por una vez. Difícil decisión. Porque también hay que pensar que entender la forma de hablar de una persona, no quiere decir que entendamos su forma de pensar. Y entender cualquier idioma para entender todas las estupideces que dicen… es un dilema.
Evidencias
Esta pregunta es intrincada. ¿Prefieres una vagina en la frente, o una fila de penes en tu espalda, como un estegosaurio? No, no digas que ninguna, porque tienes que elegir una.
Puede que no sea una cosa importante, pero… ¿además de esa vagina o de esos penes, tendrías también en el lugar habitual? En un mundo en el que todos los machos fueran así, la verdad es que sería más cómodo tener la vagina en la frente. Pero claro, eso son suposiciones. Y, ¿todos los penes eyacularían a la vez? Eso sí que es un horror.
Susurros o gritos
Si tuvieras que elegir entre gritar el resto de tu vida, o hablar en susurros, en vez de tener un tono normal, ¿qué harías?
Probablemente, la gran mayoría de gente elegiría los susurros, puesto que no te hacen pasar tanta vergüenza social como lo harían los gritos. Queramos o no, cuando tenemos un familiar sordo que no quiere admitirlo, y va gritando por la calle, nos causa vergüenza ajena. Así que esa es una de las lógicas. ¿Coincide con la tuya?
Comer, esa es la cuestión
Esta es una de esas preguntas escatológicas terribles: ¿Preferirías comer chocolate con sabor a caca, o caca con sabor a chocolate?
Esto es bizarro, y puede que hasta den ganas de devolver, así que no vamos a hacer ningún comentario más.
Y la pregunta del millón
Y la pregunta que más ha sonado y más traumas ha generado, va ahora. Y sentimos, de verdad, si antes no la has oído, por lo que te vamos a hacer pensar. Imagina que tu madre y tu novia (o tu padre y tu novio, o la opción que se ajuste a tus gustos) se intercambian de cuerpos, y solo puedes solucionarlo acostándote con uno de ellos. ¿Te acostarías con el cuerpo de tu madre y la mente de tu novia? ¿O con la mente de tu madre y el cuerpo de tu novia?
Algunas de las personas que escucharon esta pregunta murieron del trauma, o se dieron a la bebida. Es algo en lo que no quieres pensar, y das gracias porque esa situación es muy poco probable que se de, pero… argh.
La entrada Preguntas imposibles de responder aparece primero en Ocio.
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Dragón
Esta es fácil, aunque no tenga respuesta correcta, porque depende de las cuestiones personales de cada uno: ¿preferirías tener un dragón, o ser un dragón?
Tener un dragón sería algo molón, pero puede tener sus riesgos, y si no, que se lo digan a la Khaleesi. Pero si nosotros fuéramos ese dragón, sabríamos cómo comportarnos, y probablemente nos daría igual todo, así que, ¿qué hacer? Ambas cosas tienen su punto bueno.
Sexo con una cabra
No, no te estamos preguntando si tendrías sexo con una cabra. Pero por ahí van los tiros. Tienes dos opciones: tener sexo con una cabra, y que nadie lo supiera, o no tener sexo con una cabra, pero que el resto del mundo pensara que sí. Y no, no nos referimos a esta sensual cabra que vemos en la foto.
Es una de esas preguntas que van muy bien para aquellos sabihondillos que dicen que les da igual lo que la gente diga. Sobre todo si son muy remilgados, puede llegar a ser divertido plantearles la pregunta y ver cómo los engranajes de su cerebro se van moviendo poco a poco.
Y sí, muchas de las preguntas de este artículo van de sexo. Se siente, pero esta clase de dilemas van mejor con sexo.
Esas dulces sirenas
Sí, esta es difícil. Te despiertas en una isla desierta. Y te encuentras con un tío buenorro, o la chica con la que siempre has soñado, lo que a ti más te encante. ¿Qué elegirías, que fuera mitad pez de cintura para arriba, o de cintura para abajo?
En el caso de las mujeres, realmente están intentando que se elija entre un amor emocional, o un amor físico. En el caso de los hombres… nah, no lo pensarán tanto. Aunque quién sabe, viendo que por el mundo hay gente que mantiene relaciones amorosas (incluidas sexuales), con un delfín, todo puede pasar en esta vida.
Larga vida o mil vidas
La pregunta es bastante enrevesada: ¿Qué preferirías, una vida de mil años, o diez vidas de cien años? La respuesta depende de varios factores, como de si los demás también viven de esta forma, o del miedo a la muerte que tenga una persona.
Imaginemos que de esas vidas, la mitad terminan con una muerte horrenda y dolorosa. Pues en ese sentido preferiría una vida larga con una muerte final decente. Pero, ¿y si de esa vida larga te toca vivir cien años de sufrido cáncer? El problema se lía aún más. O ten en cuenta que de una vida de 1000 años, unos 200 años serás un viejo decrépito. Uf, este tipo de cosas dan escalofríos.
En cualquier caso, también dependería de cómo afrontamos la soledad.
Ser de piernas
¿Qué preferirías? ¿Tener tantas piernas como dedos? ¿O tantos dedos como piernas? Da igual lo que elijas, serás un rarito de por vida. Porque si eliges dos dedos, es decir, uno en cada mano, realmente tendrías muñones y no podrías hacer nada. Mientras que sí tienes diez piernas… igual te hacen correr más rápido, no sé.
El problema es: imagínate hacerte la pedicura para diez piernas. No ganas suficiente dinero para una manicura de cincuenta uñas.
Vida sin dinero
Esta es de las fáciles: ¿prefieres una vida en la que no te debas preocupar por el dinero, o una vida con pokemon? Incluso para los que no seáis fans de pokemon, la respuesta siempre son los pokemon.
A ver, a ver… teniendo una vida en la que no te debas preocupar por el dinero, no te garantizan que sea un mundo en el que tú seas rico. Sin embargo, una vida con pokemon también podría ser equivalente a eso: tendrías un Pikachu para dar corriente a todos tus cargadores, cualquier pokemon de agua para tener eso, agua, y un pokemon fuego para calentar comida. ¿Qué más hay que pensar?
Ah, y con pokemon, podrías tener tu propio dragón. No me digas que aún esta´s pensando en la otra opción, porque aquí no es nada factible.
Ser multilingüe
Todos hemos querido ser multilingües. La pregunta es: ¿Preferirías poder hablar cualquier idioma de forma fluida? ¿O poder hablar con los animales?
Aquellos desalmados a los que no les gustan los animales lo tendrán fácil. Pero, ¿y esas personas con mascotas? Siempre hemos pensando, en algún momento, que nos gustaría, de verdad que nos gustaría, entender a nuestra mascota aunque solo fuese por una vez. Difícil decisión. Porque también hay que pensar que entender la forma de hablar de una persona, no quiere decir que entendamos su forma de pensar. Y entender cualquier idioma para entender todas las estupideces que dicen… es un dilema.
Evidencias
Esta pregunta es intrincada. ¿Prefieres una vagina en la frente, o una fila de penes en tu espalda, como un estegosaurio? No, no digas que ninguna, porque tienes que elegir una.
Puede que no sea una cosa importante, pero… ¿además de esa vagina o de esos penes, tendrías también en el lugar habitual? En un mundo en el que todos los machos fueran así, la verdad es que sería más cómodo tener la vagina en la frente. Pero claro, eso son suposiciones. Y, ¿todos los penes eyacularían a la vez? Eso sí que es un horror.
Susurros o gritos
Si tuvieras que elegir entre gritar el resto de tu vida, o hablar en susurros, en vez de tener un tono normal, ¿qué harías?
Probablemente, la gran mayoría de gente elegiría los susurros, puesto que no te hacen pasar tanta vergüenza social como lo harían los gritos. Queramos o no, cuando tenemos un familiar sordo que no quiere admitirlo, y va gritando por la calle, nos causa vergüenza ajena. Así que esa es una de las lógicas. ¿Coincide con la tuya?
Comer, esa es la cuestión
Esta es una de esas preguntas escatológicas terribles: ¿Preferirías comer chocolate con sabor a caca, o caca con sabor a chocolate?
Esto es bizarro, y puede que hasta den ganas de devolver, así que no vamos a hacer ningún comentario más.
Y la pregunta del millón
Y la pregunta que más ha sonado y más traumas ha generado, va ahora. Y sentimos, de verdad, si antes no la has oído, por lo que te vamos a hacer pensar. Imagina que tu madre y tu novia (o tu padre y tu novio, o la opción que se ajuste a tus gustos) se intercambian de cuerpos, y solo puedes solucionarlo acostándote con uno de ellos. ¿Te acostarías con el cuerpo de tu madre y la mente de tu novia? ¿O con la mente de tu madre y el cuerpo de tu novia?
Algunas de las personas que escucharon esta pregunta murieron del trauma, o se dieron a la bebida. Es algo en lo que no quieres pensar, y das gracias porque esa situación es muy poco probable que se de, pero… argh.
La entrada Preguntas imposibles de responder aparece primero en Ocio.
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