Noticia Siri, la oportunidad perdida de Apple

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De gran producto para uso militar a un estado actual donde se ha convertido en una mera característica más de iOS. Así ha sido la historia de Siri hasta la fecha, una oportunidad perdida en el ecosistema de productos y servicios de Apple.


2014 será recordado por muchos fans de Apple como el año del Apple Watch, el primer wearable de la compañía; el aumento de pulgadas en la pantalla de los iPhone 6/6 Plus o del minimalismo en OS X Yosemite. Incluso habrá otros que les vendrá a la memoria hitos tales como el lanzamiento de Apple Pay como pasarela de pago móvil o incluso la estrambótica compra de Beats por parte de la compañía de Cupertino, pero lo que es seguro es que nadie se acordará de él. Efectivamente, hablamos de Siri, ese asistente de voz que nació como una revolución en el mundo de los dispositivos móviles pero que ha tenido un recorrido tan corto como el de las salas de cine en tres dimensiones. De protagonista a actor secundario. ¿Qué ha pasado con Siri en la gama de productos y servicios de Apple?

Un oscuro comienzo en DARPA


Al contrario de lo que muchos creen, Siri no nació en el seno de Apple sino que fue varios años después de su creación cuando la compañía de Cupertino se fijó en él. Sus desarrolladores, SRI International, concibieron Siri como un proyecto de investigación sobre la inteligente artificial financiado por la más que opaca DARPA. Como tantos otros proyectos, Siri nació con el objetivo de aplicarse a un entorno militar Por aquél entonces la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa de Estados Unidos se encontraba enfrascada en CALO, un proyecto con el objetivo de integrar asistentes congnitivos capaces de aprender y organizar los conocimientos adquiridos en las diferentes tecnologías de defensa del país. Iniciado en Mayo del 2003, más de 300 investigadores se unieron para crear una nueva generación de asistentes capaces de aprender de la interacción con los seres humanos: tanto nuestros hábitos a la hora de hablar u órdenes más comunes hasta razonar sobre lo que se les pedía hacer de forma similar a la que una persona podría hacerlo. ¿El objetivo? Aprender y proporcionar un valor en la toma de decisiones, así como facilitar las mismas en entornos de alta presión. Sus desarrolladores dividieron el trabajo que debía realizar el asistente en seis niveles diferentes:

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  • Organizar y priorizar la información.
  • Preparar nuevos documentos de información.
  • Servir de asistente para facilitar la comunicación entre personas.
  • Automatizar las tareas rutinarias para ahorrar tiempo.
  • Observación de las preferencias del usuario.
  • Asignar recursos de forma eficiente.

SRI International fue el nexo de unión entre todos estos investigadores, coordinando el esfuerzo de los mismos para lograr un producto final que pudiera convivir con una persona y aprender de ella. Y lo consiguió. Después de numerosas evaluaciones el sistema CALO era capaz de servir de asistente de administración facilitando las tareas diarias del usuario en cuestión.

El programa PAL (Asistente personalizado capaz de aprender) fue todo un éxito, hasta tal punto que SRI decidió crear Siri Inc. en 2007 para llevar la misma tecnología hacia los consumidores. Como en muchas otras ocaciones, un producto con una finalidad militar llegó a los consumidores después de haber terminado el recorrido para que el que fue concebido. En varias rondas de inversores, consiguieron más de 24 millones de dólares para realizar el proyecto de forma viable. Así nació lo que más tarde se conocería como Siri, al menos en Estados Unidos donde estuvo operativa la aplicación.

Siri y Apple, una historia de amor


Siri fue lanzado en la tienda de aplicaciones de Apple como una app más que los usuarios podían descargarse. Integrada con OpenTable y Google Maps entre otros servicios, la aplicación se movía a medio camino entre el reconocimiento de voz y el asistente virtual para hacer reservas en restaurantes o buscar ubicaciones en el mapa. En ningún momento sus desarrolladores pudieron imaginar que Apple se enamoraría por completo de la aplicación hasta tal punto que en 2010, después de una larga negociación, la compañía de Cupertino adquirió Siri.

En ese preciso momento el romance comenzó y los ingenieros de Apple empezaron a ver de qué era capaz Siri y cómo podrían integrarlo, por aquél entonces, en el futuro iOS 5.
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Un año después y en una edulcorada presentación un día antes de la muerte del CEO Steve Jobs, se presentó el iPhone 4S como primer dispositivo capaz de usarlo para una incipiente introducción a un asistente capaz de anotar recordatorios, llamar por teléfono, programar alarmas, buscar en Internet y demás. Aunque los numerosos problemas de interacción con Siri, la imposibilidad de instalarlo en dispositivos anteriores al iPhone 4S y la falta de soporte con idiomas más allá del inglés no le granjearon muchos seguidores en sus primeros años de vida.

En los años siguientes, con la llegada de iOS 6 y iOS 7, las características de Siri mejoraron enormemente con la posibilidad de enviar directamente mensajes a Twitter y Facebook, presentarnos datos de películas o deportes, buscar restaurantes a tu al rededor y por supuesto, dictar todo tipo de texto a través del teclado de iOS. Esta última ha sido una de las características más utilizadas por los usuarios hasta la fecha pero a ojos de la comunidad de desarrolladores, Apple nunca logró llevar a Siri al papel protagonista que se merecía. Principalmente por la férrea barrera de la compañía por no liberar la API del sistema para que otras aplicaciones además de las nativas pudieran hacer uso de Siri.

La respuesta del mercado: Google Now y Cortana


Pero la rueda ya había comenzado a girar y los usuarios de otros dispositivos también querían asistentes de voz potentes y útiles. Así nacieron Google Now y, más recientemente, Cortana de Microsoft. Google Now es el asistente más potente mientras que Cortana el más natural al hablar Ambos asistentes de voz que tienen mucho que decir y que en algunos casos superan a Apple.

Por ejemplo Google Now y su capacidad de búsqueda en la red. Con toda la maquinaria de Google a su disposición, el mejor asistente de cara a buscar información en Gmail, Google Maps o el buscador es sin lugar a dudas la opción disponible para Android. Por otra parte Microsoft, consciente de sus debilidades y en plena transformación, supo entender a la perfección lo que los usuarios buscaban: sencillez y funcionalidad. Nadie quiere mantener una conversación con un asistente de voz (a menos que te llames Joaquin Phoenix) porque no entiende tus comandos de voz. Cortana posee una relación diferente con el usuario, haciendo que las peticiones no tengan que ser tan mecánicas de tal manera que se pueda hablar prácticamente de forma natural sin miedo a que no te entienda.

Ambos suponen un duro golpe para Apple que ha visto cómo de nuevo, en un mercado que el comenzó, la competencia le ha llevado la delantera. Y las cosas no parece que vayan a cambiar, al menos a corto plazo con la actual estrategia de Cupertino.

Un futuro esperanzador (pero con barreras)


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La historia de cómo un asistente destinado a entornos militares con un gran éxito se convirtió en una mera características más de iOS causa tristeza en muchos. ¿Por qué? La razón es bien simple: Apple está desaprovechando una de las grandes bazas de diferenciación entre Android, Windows Phone y iOS. Siri posee el potencial de superar las barreras de lo que entendemos por asistente virtual por convertirse en todo un asistente inteligente capaz de facilitarnos las cosas día a día. Más allá de las risas que podamos hacer diciéndole a Siri cosas como "te quiero" o "quiero casarme contigo", en muchos casos la posibilidad de disponer de un principio de inteligencia virtual en iOS podría ser el comienzo de una nueva forma de interactuar con el sistema.

Pero aun queda mucho camino por recorrer para eso, un camino que pasa por una liberación de la API a desarrolladores. Y no me refiero a la pantomima que Apple ha realizado en iOS 8, permitiendo que HomeKit se integre con Siri. Un sinsentido puesto que hay miles de ideas de desarrolladores que quisieran integrar en sus aplicaciones. Por qué no tuitear desde Tweetbot, responder mensajes de WhatsApp, realizar llamadas por Skype o programar tareas en Things a través de Siri. En el actual paradigma no se pueden poner tal clase de barreras que lastran el desarrollo de la herramienta.

Pese a todo, aún hay un ápice de esperanza. Con iOS 8 Siri ha vuelto a recuperar parte de su protagonismo perdido en los últimos años. CarPlay, la unión entre el mundo de la automación y Apple, ha permitido que Siri recupere funciones de cara a que los conductores puedan mantener en todo momento los ojos puestos en la carretera mientras realizan comandos sencillos con el asistente de voz de Apple. Sin una API abierta a los desarrolladores, Siri seguirá siendo una "anécdota" Además el futuro Apple Watch, cuya comercialización se espera para mediados del 2015, también hará uso de Siri al más puro estilo David Hasselhoff. Por ejemplo podremos hablar al reloj para dictar mensajes de textos, recibir instrucciones para llegar a una dirección o localizar restaurantes y otros locales.

El futuro de Siri es esperanzador pero todavía es necesario trabajar más profundamente. El empecinamiento por parte de Apple por restringir el uso de Siri hace que su expansión y adopción por parte de los usuarios sea ínfimo a lo que podría ser. ¿Estrategia comercial o falta de visión? No es la primera vez que Apple va por detrás del mercado, como en el caso de las pantallas superiores a las 4 pulgadas o el NFC, pero 2014 nos ha demostrado que en la compañía también saben reconocer cuando es momento de cambiar y apostar por lo que el mercado quiere sin necesidad de prostituirse a los designios de la competencia. 2015 es la oportunidad para Apple y Siri, una oportunidad que no pueden dejar escapar.

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