Noticia 'Tearaway': análisis

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Si todos nos quedamos maravillados con ‘Tearaway’ cuando Media Molecule dio a conocer su desarrollo es porque los creadores de ‘LittleBigPlanet’ tenían en sus manos la que parecía ser la joya de la corona de PS Vita, un juego que conseguía trasladar las posibilidades de la portátil a las mecánicas de un plataformas muy simpático.

El resultado es un sí pero no al que lo único que se le puede echar en cara es haber llegado tarde, un juego con un diseño precioso y un vistazo al pasado en el que vivir la evolución de un género desde aquellos míticos títulos de Disney para Megadrive hasta la llegada de las pantallas y superficies táctiles.



El maravilloso mundo de Tearaway


Es de recibo decir que ‘Tearaway’ es el juego de lanzamiento de PS Vita que nunca tuvimos, ese tipo de creaciones que muestra a otros desarrolladores el camino a seguir y hasta dónde pueden llegar las posibilidades de una consola. Por decirlo de otro modo, la demo técnica hecha videojuego.

Aquí encontramos todo eso y más, incluyendo en ese último punto algunos puzles muy bien pensados y un diseño magnífico en el que los retales de cartulina dan vida a un universo tan colorido como vivo, con hojas de papel moviéndose en primer plano cuando soplamos por el micrófono y puentes de cartón que se estremecen con nuestro peso.

No hay quejas para Media Molecule en ese aspecto, el trabajo es soberbio y el añadido de los coleccionables que podemos imprimir y construir en casa acaba por romper esa cuarta pared en la que se apoya el juego desde el principio gracias a la cámara. Pero como era de esperar con semejante paleta de colores, no todo es color de rosa.

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Explotando las posibilidades de PS Vita


Como si de una aventura clásica se tratara, Iota (o Atoi, dependiendo del sexo escogido para el protagonista) irá ganando poderes que irán desde el salto hasta un acordeón que nos servirá para aspirar enemigos o insuflar aire a ventiladores que acabarán moviendo plataformas.

Curiosamente le sienta mucho mejor la falta de habilidades que la suma de ellas, y es que la belleza y maestría con la que se nos hace avanzar durante los primeros compases del juego acaba perdiendo fuelle conforme avanza la aventura, llegando a situaciones tremendamente simples y repetitivas cuando estamos a punto de llegar a la meta.

Es una pena porque ideas como la de introducir el dedo en la pantalla usando la superficie táctil trasera de PS Vita siempre mantienen el mismo nivel, ya sea rompiendo el suelo para acabar con enemigos, moviendo plataformas para que Iota pueda avanzar o moviendo manivelas que modifiquen la estructura del escenario.

Lamentablemente su continuo uso acaba dejando vendido al sistema, que muchas veces tarda en reconocer nuestro dedo o convierte en algo realmente complicado apuntar con precisión. El resultado deriva en la muerte de Iota tras el empujón de un enemigo o vernos obligados a volver atrás para repetir el proceso.

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No raya al mismo nivel el uso de la pantalla táctil frontal, que aunque funciona mucho mejor que la parte trasera no goza de la misma originalidad al presentarnos desafíos relacionados con su uso.

Arrastrar caminos con el dedo o abrir regalos con los distintos coleccionables que aumentarán el grueso de horas de la aventura (poco más de una tarde para completar la historia) pierde la gracia tras la sorpresa inicial y, cuando los puzles dejan de tener esa magia del principio y todo se limita a pasar el dedo por la pantalla lo más rápido posible el control del personaje se vuelve caótico.

Tapando la pantalla la visibilidad de la posición del protagonista es casi nula y cuando la dificultad aumenta con el paso de una plataforma a otra acabaremos deseando usar el panel trasero pese a sus errores.

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La odisea de Tearaway y su cartero


Aunque su trascendencia existencial y soplo de moralina podrá hacer las delicias de los más pequeños, la eterna promesa del importante mensaje que Iota tiene que entregarnos al final de la aventura acaba siendo un “pues vale“ en toda regla que no recordaremos con el paso de los años.

La historia y sus personajes, al fin y al cabo, son sólo el Macguffin que emplea Media Molecule para introducirnos los diseños y puzles que tenían en mente, y el uso de la cámara para convertir el mundo de ‘Tearaway’ en algo más nuestro acaba siendo más anecdótico de lo esperado, limitándose a algunos de los retos que encontraremos desperdigados por el escenario y contadas secciones de la aventura.

Sí tiene su gracia que exista un mínimo de personalización, ya sea para cambiar el aspecto de Iota o para que los animales de su universo vistan de tejano o tela en vez de las cartulinas habituales gracias al uso de la cámara, pero nunca acaba suponiendo algo más que un cambio estético.

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Conclusión


Acabo el juego sin saber muy bien si estoy ante algo realmente recomendable, pero la suma de bondades que promete ‘Tearaway’ me hace imposible no hablar bien de él a cualquiera que tenga una PS Vita. No es el juego perfecto y revolucionario que PS Vita necesita para vender consolas a sacos, pero sí cuenta con suficientes alicientes para tirarse a por él de cabeza.

Es un plataformas precioso (y no es un combo al que estemos habituados durante los últimos años), aprovecha todas las características de la portátil y además llega a un precio de risa, probablemente apuntando desde el principio que, aunque con aspecto de grande, no deja de ser una propuesta más pequeña de lo esperado.



Plataformas: PS Vita
Desarrollador: Media Molecule
Compañía: Sony
Lanzamiento: 22 de noviembre de 2013
Precio: 29,95 euros (en Amazon
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, por ejemplo, lo tienen por 23,70 euros)


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La noticia 'Tearaway': análisis fue publicada originalmente en Vidaextra por R. Marquez.

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