La empresa Topcon colabora con los guardas forestales en los Pirineos para controlar la población de cabras montesas en la zona. Se trata de estudiar el número de individuos que tiene esta especie, así como ciertos aspectos, como las enfermedades que podrían tener.
Topcon utiliza drones para realizar este seguimiento. Desde el aire las aeronaves son capaces de fotografiar y capturar imágenes de los animales. Estas cabras montesas, cuya denominación es sarrios o rebecos, son una clase que no se da en muchas otras áreas. El Pirineo de Huesca, concretamente en la zona del Aneto (a 3.404 metros de altitud), es una de ellas.
La utilidad de los drones en este trabajo consiste en que con ellos es más fácil avistar a los animales objeto de estudio. Y es que el área es abrupta y difícilmente accesible, con lo que una visión desde el aire cobra un gran valor.
Los drones suponen un ahorro considerable de esfuerzo de campo. Los investigadores no tienen que trabajar tanto de forma manual, con los propios animales. Esto no quiere decir que puedan dejar de hacer ciertas tareas que solo un especialista humano puede realizar cuando está cerca de uno de los ejemplares de estudio. Pero se necesita menos gente para contar a los individuos que forman las poblaciones y se hacen menos desplazamientos. Es un ahorro de tiempo y también de costes.
Imagen: “malandrin”
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Topcon utiliza drones para realizar este seguimiento. Desde el aire las aeronaves son capaces de fotografiar y capturar imágenes de los animales. Estas cabras montesas, cuya denominación es sarrios o rebecos, son una clase que no se da en muchas otras áreas. El Pirineo de Huesca, concretamente en la zona del Aneto (a 3.404 metros de altitud), es una de ellas.
La utilidad de los drones en este trabajo consiste en que con ellos es más fácil avistar a los animales objeto de estudio. Y es que el área es abrupta y difícilmente accesible, con lo que una visión desde el aire cobra un gran valor.
Los drones suponen un ahorro considerable de esfuerzo de campo. Los investigadores no tienen que trabajar tanto de forma manual, con los propios animales. Esto no quiere decir que puedan dejar de hacer ciertas tareas que solo un especialista humano puede realizar cuando está cerca de uno de los ejemplares de estudio. Pero se necesita menos gente para contar a los individuos que forman las poblaciones y se hacen menos desplazamientos. Es un ahorro de tiempo y también de costes.
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