Noticia Tuenti, una OMV perdida en su historia

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Definida como "descaradamente móvil", la nueva era de Tuenti sigue buscando su identidad dentro del mundo de las OMV.


Cuesta decirlo, pero ya han pasado casi once años desde que algunos de los primeros emprendedores de España pusiesen en marcha uno de los proyectos más ambiciosos, a la par que exitosos, del país.

Hoy, Tuenti vuelve a presentar su nuevo posicionamiento en el mercado. Lo que muchos llamarían "más de lo mismo", por su largo y quizá tormentoso haber, es un cambio de estética y una serie de tarifas que quieren intentar competir con las de su gran rival MásMóvil. A la par que intentar diferenciarse lo máximo posible de Movistar y seguir siendo el laboratorio de ideas de la compañía.

Llegan en tres variantes: LOL, OMG y WTF. Ofrecen 1, 4 y 7 GB a 6, 14 y 21 euros respectivamente. En todos los casos, llamadas a cero céntimos (que no gratuitas) y conectividad 4G con cobertura Movistar sin permanencia.

Poco a poco se van pareciendo a lo que quieren aspirar, pero una pregunta sigue sobrevolando a la empresa: ¿cuánto tiempo seguirán siendo Tuenti? Durante los primeros años, por estrategia de arrastre, tenía sentido mantener el identificativo de la red social. Sin embargo, ¿no carece de sentido hoy en día? Quizá para la próxima vuelta de tuerca que, de realizarse, sería una más a su larguísima lista de cambios.

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Una historia de muchos posicionamientos


Fue en 2006 cuando Zaryn Dentzel, Félix Ruiz, Joaquín Ayuso, Kenny Bentley y Adeyemi Ajao crearon Tuenti. Una red social que tuvo el honor de superar, dentro de las fronteras de España, al propio Facebook con 15 millones de usuarios registrados. Fue casi un milagro, un hecho inesperado, que un proyecto made in Spain basado en la experiencia de Facebook creado dos años antes alcanzase la magnitud que llegó a tener. Simple, concisa y para veinteañeros, tenía todo lo necesario para vivir dentro de la red social sin necesidad de migrar a otras diferentes. Siempre y cuando tus amigos no viviesen en otro país, no había razón para usar un Facebook que, por aquellos momentos, se antojaba demasiado complejo y extraño para muchos. Algunos románticos, de hecho, siguen echando de menos las virtudes de búsqueda de amigos de la cesada red social.

La única salida que pudo ver Tuenti en aquella época para sobrevivir fue la de cambiar completamente de modelo de negocio

Entre 2009 y 2012, Tuenti vivió sus años dorados: su pico de usuarios, tanto activos como registrados, se rozó a lo largo de esos tres años. Se cerró una ronda de financiación de 9 millones de euros, algo inimaginable por aquel momento. Telefónica, que adquirió el 85% de la compañía en 2010, en un intento para entrar por la puerta grande de las redes sociales después del fracaso estrepitoso de un irresoluto Keteke pudo saborear las mieles del éxito durante un tiempo.

Pero entonces, ocurrieron algunas cosas importantes. La primera de ellas, Facebook empezó a coger tracción entre usuarios cada vez más jóvenes. La actividad de la red social, centrada en su origen, se fundamentaba en el público universitario; el de todo el mundo. Cuántos más usuarios ganaba la compañía de Zuckerberg, más perdía la española puesto que las fronteras locales de Tuenti se hacían demasiado pequeñas para aquellos usuarios que empezaron en el colegio, siguieron en la universidad y, un día se fueron de Erasmus, y descubrieron que fuera de España se acababa la fiesta. Los más jóvenes tampoco encontraban la necesidad e unirse a Tuenti, saltándose el paso que sí dieron los que nacieron antes que ellos.

En una suerte de contagio progresivo, el terreno de Tuenti iba reduciéndose poco a poco. Ya por 2012, sus fundadores vieron la necesidad de renovar completamente la red social y traspasar las fronteras; pero ya era demasiado tarde para ellos. En este punto, Zaryn Dentzel ha explicado en muchas ocasiones que uno de sus mayores fallos fue pensar que nadie les quitaría del puesto de líderes; incluyendo en esta lista al incombustible Facebook.

Y siguió...


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Cambio de tercio y venta absoluta: en 2013 se dejó todo el capital de la compañía en manos de Telefónica por un total de 70 millones de euros. El objetivo de la multinacional por fin se hacía realidad; contaba con una red social plagada de jóvenes y con influencia, aunque ya menguante, para trastear con la idea de tener su propia operadora móvil virtual. Ya se venía estudiando desde 2010 con una fase de pruebas e invitaciones limitadas, pero no fue hasta 2012, una vez obtenido el 100% del capital de la compañía, que Tuenti se convirtiese en Tuenti Móvil, –para luego volver a ser Tuenti–. Una mezcla de red social y OMV, que no tardaría en dejar de ser lo primero (hubo que esperar hasta 2016 para que diesen carpetazo a una red social sin apenas usuarios y muchos gastos) para intentar rejuvenecer a Telefónica y poder competir con tantas otras operadoras móviles.

Algo que no han terminado de hacer nunca realmente. Sus tarifas con minutos y megas, tarjetas SIM gratis, financiación de móviles y devolución del dinero a fin de mes por los megas no usados, –esta última oferta se sacó en 2016–, la inclusión de un más que tardío 4g y una fuerte apuesta por el VoIP no terminan de convencer a muchos usuarios del entorno más próximo a Tuenti. Como operadora no ha publicado su volumen de usuarios, pero en 2015 se cerraban entorno a los 230.000 aproximadamente. Un número insuficiente que no paraba de bajar y que sirvió para que hasta en México se echase el cierre de la empresa.

Quién les ha visto y quién les ve.

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