Inversión de 10 mil millones de pesos para reducir las tarifas de conexión de banda ancha en un 10%, ese es el plan del Gobierno mexicano para volver "barato" el internet.
El acceso a servicios de banda ancha es uno de los puntos claves de la Estrategia Digital Nacional de México, que va muy de la mano con su proyecto de actualización en su red de telecomunicaciones. Sin embargo representa una inversión extraordinaria cuyos beneficios serán observados en el mediano plazo, con una meta relativamente aventurada y utópica: volver posible la conectividad a internet para la mayoría de las familias mexicanas, en especial las de bajos recursos, algo que podría sonar debatible ante otras urgencias y circunstancias que afectan actualmente a la población mexicana. El plan de implementación de una red troncal de fibra óptica, actuando en conjunto con una red compartida para el espectro de la banda de 700 MHz, destinada a servicios de banda ancha móvil, es una de las cartas fuertes del Gobierno federal para que las tecnologías de información lleguen a las zonas más remotas del país, pero uno de los puntos menos difundidos es la velada promesa de que esta mejora de infraestructura podría reducir hasta en un 10% el gasto que realizan los usuarios en servicios de conexión a internet actualmente.
Es más un proyecto de mercado que social. La realidad es que México posee algunas de las tarifas más elevadas del mundo en lo que refiere servicios de banda ancha e internet de alta velocidad, de manera que incluso una reducción de tal porcentaje podría ser no tan sustancial. Pero se trata de un proyecto en marcha y el gobierno del país tiene planeado gastar más de 10 mil millones de pesos (cerca de 833 millones de dólares), lo que se verá reflejado, en teoría, en más de 1,67 millones de hogares con acceso a estos beneficios, según informa el diario La Crónica. El proyecto tendría una duración de cinco años y tomaría parte de la infraestructura de la Comisión Federal de Electricidad para complementar la red troncal. La idea central de todo, según reporta el periódico, es que al bajar en un 10% la tarifa de conexión, sería más atractivo para un mercado de usuarios de un estrato socioeconómico menor y habría más contrataciones de estos servicios, en resumidas cuentas: no será gratuito.
El proyecto de red troncal que contempla la instalación de 35 mil kilómetros de fibra oscura por parte de la CFE, ha sido establecido y desarrollado desde el planteamiento mismo de la reforma en materia de telecomunicaciones, con miras a permitir ampliar las posibilidades de conectividad de un mayor sector de la población, a la vez que buscará estimular el mercado en un escenario de mayor competencia, con diversas compañías ofertando esta modalidad. El costo de este proyecto, que ronda los 10 mil millones de dólares, aplicados a lo largo de cinco años parece relativamente necesario, sin embargo se aleja del espíritu de la Estrategia Digital Nacional, y se inclina más por la infraestructura de mercado.
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