Si tienes la sensación de que tu música en Spotify podría sonar mejor, lo normal es que tengas razón: la aplicación permite tocar muchos ajustes de calidad de audio, volumen y efectos que, bien configurados, marcan una diferencia enorme. No hace falta ser audiófilo para notarlo; basta con conocer dónde está cada opción y qué implica activarla.
En las últimas versiones, Spotify ha ido añadiendo mejoras importantes, entre ellas el esperado audio sin pérdida en formato FLAC, que se suma a los perfiles clásicos de calidad (Baja, Normal, Alta y Muy alta). A eso hay que añadir el ecualizador, la normalización de volumen, el modo ahorro de datos y algunos trucos para ordenador, móvil y altavoces que te permiten exprimir al máximo la app.
Niveles de calidad de audio en Spotify: qué significa cada uno
Spotify ofrece varios niveles de calidad que determinan cuánta información de audio se transmite o se descarga y, por tanto, cómo se escucha la música. Estos niveles afectan tanto a la reproducción en streaming por WiFi y datos móviles como a las descargas para escuchar sin conexión.
En los planes estándar, Spotify trabaja con compresión con pérdidas, es decir, se descarta parte de la información original del archivo para que pese menos. Los niveles habituales son:
- Automática: la app ajusta la calidad en función de la conexión a Internet. Si la red va justa, bajará la calidad para evitar cortes.
- Baja: entorno a 24 kbit/s, pensada para ahorrar al máximo datos y batería, sacrificando bastante detalle de sonido.
- Normal: aproximadamente 96 kbit/s, suficiente para escuchar música de fondo pero lejos de una calidad alta.
- Alta: alrededor de 160 kbit/s, ya se nota un salto respecto a los modos anteriores, adecuada para la mayoría de escenarios cotidianos.
- Muy alta: hasta 320 kbit/s, disponible para cuentas Premium, que es el tope de calidad comprimida que Spotify ha ofrecido durante años.
Con la introducción del audio sin pérdida, se suma un escalón nuevo:
- Sin pérdida: reproducción y descargas en FLAC de hasta 24 bits/44,1 kHz (calidad de CD mejorada). En este modo no se elimina información del archivo original, de modo que la fidelidad al máster es mucho mayor.
Aunque la opción de audio sin pérdida se acerca a lo que ofrecen servicios centrados en alta fidelidad, hay que tener en cuenta que la mayoría de plataformas de la competencia ya llevaban tiempo ofreciendo niveles similares o incluso superiores (por ejemplo, perfiles HiFi u opciones Hi-Res con tasas de bits bastante por encima de las de Spotify).
¿Dónde se configura la calidad de audio en Spotify?
La sección clave para controlar cómo suena todo es el apartado de Configuración de calidad de audio, tanto en el móvil como en la aplicación de escritorio. Desde ahí puedes diferenciar qué calidad usar en WiFi, cuál cuando usas datos móviles y qué nivel aplicar a lo que te descargas.
En la app de móvil (iOS y Android), debes abrir Spotify y tocar en tu foto o nombre de perfil, situada en la parte superior. Al desplegarse el menú de opciones, entra en Ajustes y privacidad y desplázate hasta la sección llamada algo como Calidad de audio o Calidad de medios, donde verás los distintos selectores de calidad para streaming por WiFi, streaming por datos y descargas.
En la aplicación de escritorio, el camino es muy similar: haz clic en tu foto de perfil en la parte superior de la ventana y entra en Configuración. Al bajar un poco encontrarás el bloque Calidad de audio, desde el que puedes fijar niveles independientes para Calidad de streaming y Descargas.
En ambos casos, si tu cuenta es Premium, verás disponibles las opciones Muy alta y Sin pérdida, tanto para la escucha en línea como para las canciones que guardes para oír sin conexión. Si usas la versión gratuita, los límites de calidad son más modestos y no podrás acceder al modo sin pérdida.
Audio sin pérdida (FLAC) en Spotify: qué es y qué necesitas
El gran cambio de Spotify en los últimos tiempos ha sido la incorporación de un nivel de audio sin pérdida basado en FLAC de hasta 24 bits y 44,1 kHz. A diferencia de los formatos con pérdida (como el mp3 u Ogg a 320 kbit/s), aquí la plataforma conserva prácticamente todos los datos presentes en el máster original.
Para el oyente, esto se traduce en más matices, mejor separación de instrumentos y una escena sonora más rica, siempre que el resto de la cadena de audio esté a la altura. Las voces suelen sonar más naturales, los graves se definen mejor y los detalles de fondo se perciben con mayor claridad.
Spotify ha empezado a activar este modo sin pérdida de forma gradual en más de 50 países, incluyendo España, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Japón o Austria, entre otros. Si eres Premium, la app te mostrará una notificación cuando tu cuenta tenga acceso a esta función.
Cuando reproduces una pista en este formato, la aplicación indica que el audio se está enviando en modo Lossless o Sin pérdida. En dispositivos compatibles con Spotify Connect también podrás ver este distintivo cuando el contenido viaje en esa calidad a través de redes WiFi o conexiones por cable.
¿Cómo activar el audio sin pérdida en móvil y tablet?
Una vez que Spotify haya habilitado la opción en tu cuenta Premium, puedes configurar el streaming y las descargas sin pérdida desde el propio teléfono. El proceso es muy directo y apenas te llevará un momento, pero conviene entender qué estás activando.
En tu dispositivo iOS o Android, abre Spotify y toca tu foto de perfil en la esquina superior. A continuación, entra en Ajustes y privacidad y localiza la sección dedicada a Calidad de medios o Calidad de audio. En ese apartado verás las opciones para ajustar el audio en streaming y el de las descargas.
Dentro de los menús desplegables de Calidad de audio en streaming podrás elegir Sin pérdida para la reproducción por WiFi y también para los datos móviles, siempre que quieras. Algo similar ocurre con la opción de descargas: si seleccionas Sin pérdida, las canciones se almacenarán en FLAC, ocupando bastante más espacio que en las calidades con pérdida.
Hay que tener en cuenta que el modo sin pérdida dispara el consumo de datos. Mientras que una calidad Muy alta ronda unos 2,4 MB por minuto, el formato FLAC puede llegar a los 36 MB por minuto de reproducción. Si no tienes una tarifa generosa, lo mejor es limitar el audio sin pérdida al WiFi y usarlo sobre todo para música descargada.
¿Cómo activar el audio sin pérdida en el ordenador?
En la versión de escritorio, la configuración es similar de sencilla. Abrir la aplicación en tu PC o Mac y hacer clic en tu imagen de usuario en la parte superior es el primer paso para entrar en los ajustes.
Una vez en el menú de Configuración, solo tienes que bajar hasta encontrar el apartado Calidad de audio. Verás dos menús desplegables principales: uno para la Calidad de streaming y otro para las Descargas. En ambos, si tu plan y tu versión de la app lo permiten, aparecerá la opción Sin pérdida junto al resto de niveles.
Seleccionando Sin pérdida en esos menús, las pistas se reproducirán y se descargarán en formato FLAC hasta 24 bits/44,1 kHz, siempre que tu conexión y tu equipo lo soporten. En ordenadores de sobremesa y portátiles suele resultar más fácil aprovechar esta calidad, sobre todo si utilizas un buen DAC externo y unos altavoces o auriculares con cable.
Es importante recordar que la clase de calidad que elijas en el ordenador no se aplica automáticamente a los demás dispositivos. Cada móvil, tablet u otro equipo donde tengas Spotify instalado necesita que configures la calidad de audio manualmente de forma independiente.
Requisitos y dispositivos compatibles con el audio sin pérdida
El modo sin pérdida no está disponible en cualquier versión ni en todos los equipos, así que conviene revisar la compatibilidad. Para empezar, necesitas ser usuario Premium; la versión gratuita no incluye esta función.
En cuanto a software, Spotify indica que debes tener como mínimo la versión 9.0.58 o superior en la app para móvil y la 1.2.67 o superior en la aplicación de ordenador. Además, algunos dispositivos de terceros y sistemas de sonido con Spotify Connect también son compatibles con el modo sin pérdida, aunque lo habitual es consultar la documentación del fabricante.
No todo el contenido de Spotify se sirve en este formato: el audio sin pérdida no se aplica a vídeos musicales, pódcasts ni audiolibros. Solo el catálogo de canciones y álbumes disponibles en FLAC se podrá reproducir a esa calidad. La forma de conexión al dispositivo también influye mucho en el resultado final.
Factores que afectan a la calidad sin pérdida
Aunque actives la opción de Audio sin pérdida en la configuración, existen varios elementos que pueden limitar la calidad real con la que escuchas. El primero es tan básico como la grabación original: si el máster del disco no se produjo con buena calidad, el milagro no va a venir de la app.
Otro factor clave es la compatibilidad del dispositivo. No todos los altavoces, auriculares ni receptores que se anuncian como “alta resolución” son capaces de gestionar una señal FLAC de 24 bits/44,1 kHz sin degradarla. Es recomendable comprobar siempre en las especificaciones del fabricante qué formatos y tasas de muestreo admite.
El tercer punto es el tipo de conexión que usas. Un enlace por Bluetooth suele recomprimir el audio, incluso aunque partas de un FLAC sin pérdidas. Códecs como aptX, LDAC o LHDC ayudan a mantener mayor calidad, pero aún así se trabaja con compresión. Para exprimir realmente el modo sin pérdida, la recomendación es utilizar conexión por cable (jack, USB, óptico) o disfrutar de Spotify Connect a través de redes WiFi estables.
Por último, la calidad de la conexión a Internet es determinante. Spotify sugiere disponer de al menos entre 1,5 y 2 Mbps estables para una reproducción fluida sin cortes ni buffering en audio sin pérdida. Si la red se satura o el WiFi es inestable, la app puede bajar puntualmente la calidad para evitar interrupciones.
Configuración de calidad de audio, ahorro de datos y descargas
Ajustar la calidad de audio significa elegir entre mejor sonido o menor consumo, y la ventaja es que Spotify te permite definir perfiles distintos según la situación. Por ejemplo, puedes fijar Sin pérdida o Muy alta para WiFi y limitarte a Normal o Alta para datos móviles.
La aplicación incluye además un modo de ahorro de datos pensado para conexiones ajustadas. Al activarlo, la calidad de las canciones desciende automáticamente y se reducen otros consumos secundarios de la app. Es una buena idea cuando no quieres controlar manualmente cada opción, pero si buscas la mejor calidad posible, lo más recomendable es mantenerlo desactivado cuando tengas WiFi o tarifa generosa.
En cuanto a descargas, puedes decidir si quieres almacenar la música en el dispositivo con calidad alta, muy alta o sin pérdida. Cuanto mayor sea la calidad, más espacio ocuparán las canciones y más tardarán en descargarse. Para quienes escuchan mucho el mismo repertorio, descargar en sin pérdida por WiFi y oír luego sin conexión es una manera muy cómoda de disfrutar de la máxima calidad sin agotar datos móviles.
Normalización de volumen: por qué importa
La función de normalizar volumen ajusta automáticamente los niveles de sonido entre diferentes canciones para evitar saltos bruscos. Sin este ajuste, puede ocurrir que un tema antiguo suene más bajo que uno reciente, o que un álbum masterizado muy alto sobresalga respecto al siguiente.
En la app de móvil, puedes encontrar esta opción de normalización en la sección de Reproducción dentro de Configuración. Suele presentarse como un interruptor que puedes activar o desactivar, y en algunos casos permite elegir la intensidad (por ejemplo, volumen alto, normal o bajo).
Para quienes escuchan listas variadas, sesiones largas o música de fondo, mantener activa la normalización resulta cómodo porque evita estar subiendo y bajando el volumen constantemente. Por el contrario, si quieres respetar al máximo la dinámica original de los discos, puedes desactivarla y dejar que cada álbum se reproduzca tal y como fue masterizado.
Ecualizador: cómo retocar el sonido a tu gusto
Otro apartado fundamental para moldear el audio es el ecualizador integrado de Spotify en móviles. Desde la configuración de la app, en el bloque de Reproducción o Sonido, encontrarás la opción Ecualizador, que te permite modificar la respuesta en graves, medios y agudos.
En la interfaz móvil, verás diferentes presets o perfiles predefinidos como Rock, Pop, Jazz y otros estilos. Cada uno ajusta las bandas de frecuencia de manera diferente para adaptarse al tipo de música. Esta es la forma más rápida de cambiar el carácter del sonido sin complicarte.
Si lo prefieres, también puedes personalizar el ecualizador manualmente. Por ejemplo, para música electrónica, suele funcionar bien realzar un poco los graves para darle más pegada; para clásica, en cambio, conviene mimar las frecuencias medias y altas para apreciar mejor cuerdas, voces y detalles finos. Los ajustes concretos van a gusto de cada oído y del equipo que utilices.
En la app de escritorio, Spotify no incluye todavía un ecualizador nativo, pero existe la posibilidad de recurrir a software externo como Equalizer APO en Windows o eqMac en macOS y también consultar listados de mejores reproductores de audio. Estos programas permiten establecer curvas de ecualización globales para todo el sistema, de modo que afecten también al sonido de Spotify.
Reproducción sin pausas, crossfade y transición entre canciones
Si te molesta el silencio entre un tema y otro o te gusta que las canciones se encadenen suavemente, la opción de reproducción sin pausas o crossfade es para ti. Spotify puede solapar unos segundos del final de una pista con el inicio de la siguiente.
Para activar esta función, ve a la Configuración de Reproducción en la app móvil o de escritorio y busca la sección de crossfade. Ahí podrás habilitarla y definir cuántos segundos quieres que se superpongan ambas canciones.
Un margen de entre 5 y 8 segundos suele ofrecer una transición fluida, ideal para playlists de fiesta, entrenamientos o sesiones largas. En cambio, si escuchas álbumes conceptuales o piezas clásicas donde las pausas forman parte de la obra, puede interesarte mantener las transiciones estándar para respetar la estructura original.
Optimizar el dispositivo para sacar más partido a Spotify
No todo depende de la aplicación: el propio sistema operativo y el hardware influyen muchísimo en cómo se oye Spotify.
- En un ordenador con Windows, por ejemplo, puedes entrar en el Panel de control de sonido, seleccionar tu dispositivo de reproducción, abrir sus propiedades avanzadas y elegir la máxima calidad permitida, como 24 bits y 192 kHz, si está disponible.
- En macOS, el equivalente es la herramienta Configuración de Audio MIDI, donde también puedes fijar el formato de salida (frecuencia de muestreo y profundidad de bits) al nivel más alto soportado por tu tarjeta de sonido y tus altavoces o auriculares.
- En smartphones, especialmente los de gama media y alta, es interesante revisar si existe algún modo de audio Hi-Res o similar en los ajustes. Activarlo ayuda a que el dispositivo trate las señales de alta calidad de forma adecuada, sin recortes innecesarios.
Quienes quieren ir un paso más allá pueden plantearse el uso de un DAC externo (convertidor digital-analógico), que se conecta por USB o similar. Estos aparatos mejoran notablemente la conversión de la señal digital al sonido analógico que llega a los auriculares, y son especialmente recomendables si piensas aprovechar el modo sin pérdida en Spotify de forma intensiva.
Auriculares, altavoces y códecs: el papel del equipo
La calidad final que percibes está muy condicionada por los auriculares o altavoces que uses. Si escuchas con cascos muy básicos, la diferencia entre un mp3 corriente y un FLAC bien grabado será poco evidente.
Para aprovechar de verdad el audio sin pérdida, lo ideal es contar con auriculares Hi-Fi con cable o altavoces de buena gama. Los modelos Bluetooth han mejorado mucho y algunos integran códecs avanzados como aptX, LDAC o LHDC, pero casi siempre aplican algún grado de compresión. Para uso diario en movilidad funcionan muy bien; para sacar todo el jugo a un archivo sin pérdida, un cable sigue siendo lo más fiable.
También juega un papel importante el DAC integrado en el móvil u ordenador. Muchos equipos montan conversores sencillos, suficientes para un uso básico, pero que se quedan cortos si quieres audio de gran calidad. Aquí es donde un DAC dedicado o integrado en amplificadores y receptores de gama alta marca la diferencia.
En equipos domésticos compatibles con Spotify Connect, si el fabricante certifica compatibilidad con audio sin pérdida, asegúrate de que el firmware está actualizado y revisa en el menú del dispositivo si hay que activar manualmente algún modo de alta resolución. Para cualquier duda, suele ser buena idea consultar la página de soporte del propio fabricante.
Problemas habituales y preguntas frecuentes sobre audio sin pérdida
Pese a configurar todo correctamente, es posible que aparezcan cortes, errores de reproducción o problemas de buffering cuando usas el modo sin pérdida. Esto suele deberse a una conexión de red inestable o insuficiente para mover archivos tan pesados en tiempo real.
En esos casos, una solución rápida es bajar un nivel la calidad de audio desde la configuración de Spotify, al menos de forma temporal, para recuperar la fluidez. También conviene comprobar que el router, el WiFi o la red móvil estén funcionando con normalidad y que no haya otros dispositivos saturando el ancho de banda.
Hay usuarios que afirman no notar ninguna diferencia al activar el modo sin pérdida. Esto puede ocurrir por varios motivos: uso de auriculares discretos, altavoces integrados de baja calidad, conexión por Bluetooth con códecs poco eficientes o simplemente porque la grabación original no presenta un salto tan grande respecto a la versión comprimida.
Si utilizas dispositivos de terceros con Spotify Connect, es importante saber que la calidad que configuras en la app del móvil o el ordenador no siempre se aplica de forma directa a esos equipos. En muchos casos, la calidad final depende de la configuración interna del propio aparato, por lo que hay que revisar sus ajustes de red y audio específicos.
Algunos sistemas, además, están diseñados para adaptarse automáticamente: si detectan problemas de almacenamiento en búfer o cortes, pueden reducir la calidad de forma dinámica para preservar la continuidad de la reproducción. Por eso, aunque elijas “Sin pérdida”, en ciertas circunstancias la calidad efectiva podría ser algo menor.
Combinando una configuración cuidada de Spotify, una conexión estable, equipo decente y el nuevo modo de audio sin pérdida, es posible darle a tus canciones un salto de calidad notable y disfrutar de una experiencia mucho más cercana a lo que el artista y el estudio tenían en mente, tanto en casa con buenos altavoces como en movilidad con auriculares que estén a la altura. Comparte esta guía para que otros usuarios sepan mejorar el audio en Spotify.
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