Para lograr una gran inversión es lógico pensar que lo que hay detrás es un gran trabajo de investigación para conseguir hacerse de oro. Sin embargo, hay decisiones que se toman en la vida que con el paso de los años se pueden convertir en historias increíbles. Eso le ocurrió a Anthony Scaramucci, quien fue director de comunicación de la Casa Blanca durante la era de Donald Trump en 2017, donde duró tan solo diez días en su puesto, pero antes de eso ya era alguien muy metido en el mundo financiero.
Todo empezó en 1992, cuando Scaramucci decidió tener un buen gesto con su hijo recién nacido y le abrió una cuenta bancaria que la vinculó a un puñado de acciones de Microsoft, valoradas en aquel entonces en 1.200 dólares. Lo único que pidió al banco fue que reinvirtiera automáticamente cualquier dividendo que generaran esas acciones, aunque la compañía ni siquiera los repartiera en aquella época, pero sus instrucciones fueron muy claras… y se olvidó del asunto por completo.
En Vida Extra
Pokémon GO quiere despedir el 2025 por todo lo alto y diciembre llega cargadísimo de sorpresas y eventazos
Su intención era seguir de cerca la evolución que iba teniendo aquella pequeña inversión, pero en ese año no había alertas del móvil y tantas facilidades para seguir lo que sucedía minuto a minuto. Así pues, entre mudanzas, cambios de dirección, toneladas de papeleos, se olvidó de la existencia de esa cuenta, como si nunca se hubiera creado. Además, tampoco ayudó el hecho de que el banco no contactó con él, por lo que durante 30 años no le hizo ningún caso.
Fue entonces cuando, unos 26 o 27 años más tarde, se encontró de casualidad con los documentos que estaban vinculados a esta inversión. Al revisarlos, Scaramucci no daba crédito a lo que estaba presenciando, porque esta pequeña inversión se transformó en una cifra astronómica. Él creía que había ganado unos 88.000 dólares, que ya es una burrada, pero fue cuando su hijo le corrigió y le dijo que la cifra de verdad eran 288.000 dólares. Casi 240 veces más de lo invertido inicialmente.
Esta situación no solo vino por el crecimiento de Microsoft a lo largo de estas tres décadas, sino del efecto de otros dos factores que influyeron en gran medida: la llegada de los dividendos desde 2003, que se reinvirtieron como Scaramucci solicitó, y el hecho de que se olvidara de esta cuenta. Más que nada porque, como ha admitido, de haber recordado que tenía acciones, probablemente las habría vendido durante los años más flojos de la empresa. En cambio, como no lo hizo, el tiempo jugó a su favor y hasta alcanzar un triunfo que, probablemente, no olvidará en la vida al ser el mejor descuido que le ha ocurrido.
En VidaExtra | "Una de las empresas más eficientes de todos los tiempos": Valve genera 50 millones de dólares por empleado y deja en ridículo a Apple, Meta o Microsoft
En VidaExtra | Microsoft Rewards replantea y elimina su mejor recompensa de su programa de fidelización. ¿Qué va a pasar ahora?
En VidaExtra | "Todos lo odiaban": Bungie tuvo que pasar por el aro de Microsoft para cambiarle el nombre a Halo
-
La noticia Compró acciones de Microsoft por 1.200 dólares para su hijo, pero se olvidó del asunto. 30 años después, ha conseguido una auténtica fortuna fue publicada originalmente en Vida Extra por Sergio Cejas (Beld) .
Continúar leyendo...