Noticia Diez recreativas de naves para viajar hasta el infinito y más allá

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En la película ‘The Last Starfigther’ (1984) una máquina recreativa servía de velado entrenamiento para fichar pilotos intergalácticos. No me extraña, los matamarcianos eran el sueño de cualquier niño criado al amparo de sables laser. Te permitían viajar a las estrellas a bordo de cazas espaciales y solo eras un mocoso que apenas levantaba dos palmos del suelo. Nunca cinco duros dieron para tanto.

Os traemos a continuación diez recreativas de naves. No es esta lista un ranking ni se busca polémica por las evidentes ausencias. Simplemente se trata de recuerdos, de muy buenos recuerdos, de cuando las máquinas arcade nos llevaban a los confines de la galaxia sin haber terminado siquiera la escuela primaria.

Space Invaders




Año: 1978
Compañía: Taito
El dato: aunque el éxito de ‘Star Wars’ un año antes tiene mucho que ver con el bombazo comercial de ‘Space Invaders’, el clásico de Taito de 1978 apuntaba más hacia la ciencia ficción de serie B de los años 50. Mis primeros recuerdos delante de una recreativa están relacionados con esta invasión de icónicos extraterrestres. Maravillosa Sci Fi que pasaba a ser puro terror cuando no había manera de acertar a ese último pequeñajo que se acercaba a una velocidad endiablada a nuestra debilitada posición.


Galaxian




Año: 1979
Compañía: Midway
El dato: hay dos recreativas que dejaron grabado a fuego en mi cerebro musiquilla y efectos de sonido. Una es el comecocos (por entonces no sabía nada de ese tal ‘Pac Man’), la otra ‘Galaxian’. Desde el FX de presionar Start hasta el rollo mosquitero de las naves atacantes pasando por el run run machacón de la banda sonora, ‘Galaxian’ está, desde principios de los 80, impregnado en mi ADN de jugón (por entonces no sabía nada de gamers).


Phoenix




Año: 1980
Compañía: Taito
El dato: Phoenix era tremendo. Mezclaba el rollo mosquitos tocapelotas de Galaxian con el acercamiento amenazante de Space Invaders. Pajarracos que dejar sin alas y enemigos finales en forma de nave nodriza terminaban de redondear la jugada.


Defender




Año: 1980
Compañía: Williams Electronics
El dato: siempre miré con mucho respeto ‘Defender’. Era demasiado para mí. Yo era muy pequeño, y aquello de poder ir hacia la izquierda y la derecha a toda velocidad, la dificultad de toquetear cinco botones, la teletransportación, el mapa donde atisbabas a los enemigos, el rescate de astronautas, los amenazantes FX… Lo dicho, demasiado para mí. Sus gráficos me fascinan hoy igual que en 1980, y casi siento ese miedo infantil dentro de mí cuando lo veo en movimiento.


Scramble




Año: 1981
Compañía: Konami
El dato: Scramble era pura angustia. Había que destrozar tanques de fuel para llenar tu depósito, que se iba vaciando de forma inexorable. Sabías que terminarías de morros en el suelo, la cosa era llegar lo más lejos posible. Disparo horizontal y bombas con inercia… Llegó un momento en el que tenía memorizado el tempo de cada toque de botón para no dejar escapar un solo objetivo. Me estoy poniendo nervioso de solo pensarlo.


Galaga




Año: 1981
Compañía: Namco
El dato: ‘Galaga’ era como ‘Galaxian’ pero más sofisticado. Tenía más dinamismo, era más rápido e incluía novedades como el rapto de naves y fases de bonus. Todo mucho más loco pero incapaz, en mi caso, de que olvidara a su antecesor.


Star Wars




Año: 1983
Compañía: Atari
El dato: el milagro ocurría en 1983, en plena efervescencia de la moda de La Guerra de las Galaxias’ (ese mismo año se cerraba la entonces trilogía con ‘El retorno del Jedi’). Un sueño hecho realidad, atacar la Estrella de la Muerte a los mandos de un Ala X, a base de gráficos vectoriales que parecían venir del futuro… O de una galaxia muy, muy lejana.


After Burner




Año: 1989
Compañía: SEGA
El dato: volvemos a la tierra, pero con un juego de otro planeta. Tres años después de ver en el cine ‘Top Gun’ por fin podía ponerme a los mandos de un caza de combate. Puro frenetismo en un espectacular arcade de disparos que parecía a años luz de mis primeras experiencias en los recreativos… Y eso que nunca pude jugar en el mueble original (atentos al minuto siete del vídeo).


Alpha Mision II




Año: 1991
Compañía: SNK
El dato: ‘Alpha Mision II’ apareció ya en la edad dorada de las consolas de 16 bits (la Super Nintendo, aunque todavía tardaría un año en llegar a Europa, ya hacía estragos en Japón). Aún así los recreativos todavía marcaban la diferencia. En ese campo, Neo Geo era sinónimo de poder. Señores de los sprites y de hinchadas paletas de colores. Todavía había que tirar de monedas para ciertas experiencias extremas.


Last Resort




Año: 1992
Compañía: SNK
El dato: Un año después de ‘Alpha Mision II’ llegaba ‘Last Resort’, una bestia parda que tiraba de scroll lateral y de potenciadores a lo ‘R-Type’. Todo un clásico para barrer por aire y por tierra a base de fuerza bruta a cualquier enemigo final por vitaminado de pixels que estuviese.


A partir de aquí, habiendo cambiado las visitas a los arcades por las visitas a la barra, me perdí la lenta decadencia que vendría después. Aunque las mujeres ya habían aparecido en mi vida para nublar todo lo demás, aquellas máquinas que todavía podía encontrar en la discoteca se llevaron aún unas cuantas de mis monedas. ¿En cuáles echasteis vosotros las vuestras?

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La noticia Diez recreativas de naves para viajar hasta el infinito y más allá fue publicada originalmente en Vidaextra por José María Villalobos.

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