La fotografía es un arte con muchas ramas, pero lo fundamental es disparar en el lugar y en el momento apropiado. Prueba de ello son algunas de estas imágenes, que te enseñamos a continuación, y que te harán sonreír, por lo menos.
El reparto de la cigüeña
Si la próxima vez, tus hijos te dicen que cómo es posible que la cigüeña reparte bebés, puedes enseñarle esta fotografía. El bebé es feliz, y es normal, conoce a su nueva familia. No ha podido despedirse de la señora cigüeña, pero en la fotografía solo le ha faltado estar dentro de un hatillo.
Para que luego digan que el milagro de la vida es bonito. Imagina recibir así a los niños. Sería algo que también es emotivo. No irías a un hospital, sino que esperarías mirando el cielo el día acordado con la señora cigüeña.
El caso del extraño perro telequinético
Nos encantan estas fotografías en las que de verdad, han encontrado “el momento justo”. En este caso, parece que el perro está usando sus poderes telquinéticos para mantener la bola en el aire. La cara de susto, y de alerta hace que nos dé algo de miedo.
Otra opción es que esté colocado hasta las cejas, y reacciona así ante cualquier cosa que se le tire.
Te pillé
Podríamos decir que esta es una de esas fotos de “cortar y pegar”. Pero no, porque ese descuido del soldado de en medio, hace que sepamos que no es una repetición de un solo soldado.. ¿soviético? No lo sabemos bien.
En cualquier caso, dan ganas de intentar encestar una pelota de pimpón en su boca.
El destino lo hizo
Este es el tipo de imágenes que enternecen a las mujeres, y nos hace pensar que hay algo llamado “destino”, ahí fuera. ¿Que todavía no te has fijado en qué es lo extraño? Pues entonces pon atención a las sombras, y a su procedencia. Existen artistas que hacen este tipo de juegos de luz, con montones de basura, pero en este ejemplo, preferimos pensar que es cosa del destino, aunque es muy probable que no lo sea.
Por otro lado, parece que hasta el perro se ha dado cuenta de esa extraña conexión.
Y la foto quedó para la poste-ridad
Vale, es un chiste muy malo, pero a mí me encantaría tener esa fotografía. Es explícita, y clara, y no te puedes parar de reír. Si un día estás triste, esto te sirve para alegrarte el día. Y vaya que si te lo arregla, porque sabes que ese día, alguien lo pasó peor que tú.
Prueba de ello deben ser los dientes que le faltan a ese ciclista.
Va asomando el tiburón
Estas imágenes son impresionantes, porque sabes que todo sucede muy deprisa, y ver la fotografía de un tiburón a punto de romper el agua para salir a la superficie, te produce una mezcla que va entre el pavor y el asombro. El fotógrafo que hizo esto debe tener un premio, porque es magnífica.
Aunque no lo parezca, las fotografías de animales son mucho más difíciles, puesto que hay un alto grado de improvisación, de peligro, y de tener que salir corriendo en cualquier momento de la escena. Solo por si acaso, y para no ser comidos.
Yo también quería salir en la foto
Ese pez tenía afán de protagonismo, y por eso, hizo lo que hizo. Además, así ha quedado una foto de lo más original, y muy pero que muy chula en el fondo del mar. No sabemos si ese pececito ahora está en un acuario, o está vivo, pero se ha ganado nuestro corazón.
Porque esa pose de chulería no lo tiene nadie. Y no muchos pueden presumir tampoco de tener una fotografía así.
¿Qué dices que pasa si mezclas mentos y cola?
Esto es lo que produce la curiosidad: accidentes así. La foto es magnífica porque justo ha captado el “momento previo a”, cuando sabes que en dos segundos, el niño empezará a llorar. Pero eh, ahora saben qué es lo que pasa cuando mezclas mentos y refrescos de cola.
Al menos le ha dado en la cabeza, y no en la cara de pleno. Y es por estas fotografías por las que luego las madres no quieren dejar solos a sus hijos.
Así que en esto nos diferenciamos
Los monos son listos sí, y este ha sabido ser paciente y colocarse en el lugar adecuado para ver las magníficas vistas. O igual estaba tan tranquilo comiendo, y en el momento adecuado ha girado la cabeza, pero se le ha quedado una cara estúpida de “ohhh, así que es esto lo que es ser un humano”.
O igual está pensando en la primera fotografía e intenta relacionar los hechos: “Entonces, ¿qué pinta aquí la cigüeña esa?”
¡Chorro va!
Esta es una imagen desafortunada para el protagonista, pero que suele causar mucha gracia. Nunca calculamos bien la potencia de los chorros de agua, y pasa lo que pasa. ¿No os pasa eso en esas piscinas gigantes, tipo Aquopolis, donde había pistolas de agua gigantes a modo de cañones? O al menos a nosotros nos lo parecía.
Lo único que podemos pensar al ver esta foto es: “por lo menos lleva el chaleco salvavidas”. Y por otro lado, lamentamos perdernos la cara del monitor de “para qué les dejaré a los niños la estúpida manguera”.
Se le ve el miedo en la mirada
La naturaleza es increíble, y asusta mucho. Y si no, que se lo digan a este pez, que sabe inmediatamente cuál va a ser su destino. La fotografía, en cuestiones técnicas, también es increíble, porque el uso del blanco y negro ha sido de lo más inteligente, y el primer plano es bueno.
La inexistencia de sentimientos en los ojos del pájaro y el temor en los ojos del pez es algo que nos fascina. ¿A vosotros no? Bueno, tal vez solo sea un pájaro comiéndose un pez.
Tengo un perro-dragón
Esta foto nos hace mucha gracia. El perro está tan feliz mordiendo su palo, que al hacer esta foto, parece que tengamos un dragón. Pero ¿nunca lo has pensado? No volveríamos a necesitar mechero, o ya podemos perdernos en la jungla, que no tendremos problemas con hacer una hoguera, mientras nuestra mascota esté con nosotros.
Incluso en las cosas más básicas, como por ejemplo, hacer una hoguera en casa, como es el caso de esta foto. Ahora bien, tiene dos perros. Imagina que mientras uno suelta fuego, el otro escupa agua. Y así es como nacieron los pokémon.
Al mal tiempo, buena cara
Sí, eso debieron pensar los publicistas, porque el mal tiempo puede crear las actividades más insospechadas. Peores cosas habremos visto. Pero vamos, la pareja de la foto se lo está pasando bien. Igual es que sabe que eso es mejor que el parque acuático que están anunciando, desde luego.
Esto no es una persona
Bien podría ser un homenaje a Magritte, o producto de la casualidad, pero este señor no sabe que le están haciendo una fotografía en el momento justo. Lo que no sabemos es que qué es realmente el sombrero: ¿una pegatina en la ventana? ¿Un anuncio en el andén?
Puede que nunca lo sepamos, así que podemos tomar el ejemplo del propio Magritte, y decir: “esto no es un sombrero”.
Mi periquito y yo
Cuando te complementas con tu mascota, lo sabes. Y ella también. Por eso, a la hora de hacerse fotos, puedes encontrarte este tipo de instantáneas y no te sorprenden. Porque os complementáis. El tipo parece sorprendido, pero no os engañéis, es el asombro de que el pájaro le haya quitado el protagonismo.
O está asombrado porque ha descubierto que su mascota tiene un agujero en la cabeza, y realmente es su ojo el que pasa a través de ella, y lo que contemplamos. Qué escalofriante imagen.
Hay que tener buenas piernas
Sí, a veces te exigen demasiado para ciertos trabajos. Y todos sabemos que no todo puede ocupar el puesto de un barman. Y si no, que se lo digan a este, que gracias a un espejo, ha parecido ganar dos bonitas piernas. Ojo, que incluso así, le quedan bien, aunque sea un poco rarito.
Seguramente él pensaría: “para qué me habré metido a camarero”.
Creo que no te reconozco
Sí, ser perro es muy duro, pero ser perro pintado de tiza, todavía más, porque no hay nadie que le reconozca. Pero eh, si ese perro dibujado a la tiza ha conseguido hacer un amigo, y alguien le ha olfateado el culo, es que el resto de los mortales también tenemos una oportunidad para encontrar otros amigos, en los sitios más insospechados.
Filosofía pura, amigos.
La mujer caballo
Cuando vemos fotografías de perspectivas extrañas, debemos voltear la cabeza o analizar bien la foto para saber qué es lo que está pasando. Y aquí podemos ver un gran ejemplo. El caballo ha girado la cabeza, y a cubierto la cabeza de la mujer.
Por eso, lo que obtenemos aquí es una mujer caballo en condiciones. O puede que sea realmente una mujer con una de esas máscaras de caballo que están tan de moda.
Antes de estallar
Las fotografías del agua son difíciles de captar en el momento justo. Pero aquí lo han conseguido, porque el niño sabe lo que va a suceder, pero todavía no ha sucedido. Además, es sorprendente cómo el agua va tomando forma, hasta lo que pasa después, que se desparrama el líquido por todas partes.
El niño sabe qué es lo que va a pasar, y se encoge, pero en ese instante, aún no lo sabe. Es como el gato de Schrodinger.
Al agua patos
Esta fotografía nos encanta, porque es el justo medio entre la serenidad del paisaje, y la acción que está a punto de pasar. Sabemos que toda esa calma se romperá en cuanto el hombre salte en el agua, pero no, aún no ha saltado.
Es una fotografía de lo más estética y que particularmente a nosotros, nos encanta. Y para ti, ¿cuál ha sido tu favorita?
La entrada 20 increíbles fotos tomadas en el momento justo aparece primero en Ocio.
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Si la próxima vez, tus hijos te dicen que cómo es posible que la cigüeña reparte bebés, puedes enseñarle esta fotografía. El bebé es feliz, y es normal, conoce a su nueva familia. No ha podido despedirse de la señora cigüeña, pero en la fotografía solo le ha faltado estar dentro de un hatillo.
Para que luego digan que el milagro de la vida es bonito. Imagina recibir así a los niños. Sería algo que también es emotivo. No irías a un hospital, sino que esperarías mirando el cielo el día acordado con la señora cigüeña.
El caso del extraño perro telequinético
Nos encantan estas fotografías en las que de verdad, han encontrado “el momento justo”. En este caso, parece que el perro está usando sus poderes telquinéticos para mantener la bola en el aire. La cara de susto, y de alerta hace que nos dé algo de miedo.
Otra opción es que esté colocado hasta las cejas, y reacciona así ante cualquier cosa que se le tire.
Te pillé
Podríamos decir que esta es una de esas fotos de “cortar y pegar”. Pero no, porque ese descuido del soldado de en medio, hace que sepamos que no es una repetición de un solo soldado.. ¿soviético? No lo sabemos bien.
En cualquier caso, dan ganas de intentar encestar una pelota de pimpón en su boca.
El destino lo hizo
Este es el tipo de imágenes que enternecen a las mujeres, y nos hace pensar que hay algo llamado “destino”, ahí fuera. ¿Que todavía no te has fijado en qué es lo extraño? Pues entonces pon atención a las sombras, y a su procedencia. Existen artistas que hacen este tipo de juegos de luz, con montones de basura, pero en este ejemplo, preferimos pensar que es cosa del destino, aunque es muy probable que no lo sea.
Por otro lado, parece que hasta el perro se ha dado cuenta de esa extraña conexión.
Y la foto quedó para la poste-ridad
Vale, es un chiste muy malo, pero a mí me encantaría tener esa fotografía. Es explícita, y clara, y no te puedes parar de reír. Si un día estás triste, esto te sirve para alegrarte el día. Y vaya que si te lo arregla, porque sabes que ese día, alguien lo pasó peor que tú.
Prueba de ello deben ser los dientes que le faltan a ese ciclista.
Va asomando el tiburón
Estas imágenes son impresionantes, porque sabes que todo sucede muy deprisa, y ver la fotografía de un tiburón a punto de romper el agua para salir a la superficie, te produce una mezcla que va entre el pavor y el asombro. El fotógrafo que hizo esto debe tener un premio, porque es magnífica.
Aunque no lo parezca, las fotografías de animales son mucho más difíciles, puesto que hay un alto grado de improvisación, de peligro, y de tener que salir corriendo en cualquier momento de la escena. Solo por si acaso, y para no ser comidos.
Yo también quería salir en la foto
Ese pez tenía afán de protagonismo, y por eso, hizo lo que hizo. Además, así ha quedado una foto de lo más original, y muy pero que muy chula en el fondo del mar. No sabemos si ese pececito ahora está en un acuario, o está vivo, pero se ha ganado nuestro corazón.
Porque esa pose de chulería no lo tiene nadie. Y no muchos pueden presumir tampoco de tener una fotografía así.
¿Qué dices que pasa si mezclas mentos y cola?
Esto es lo que produce la curiosidad: accidentes así. La foto es magnífica porque justo ha captado el “momento previo a”, cuando sabes que en dos segundos, el niño empezará a llorar. Pero eh, ahora saben qué es lo que pasa cuando mezclas mentos y refrescos de cola.
Al menos le ha dado en la cabeza, y no en la cara de pleno. Y es por estas fotografías por las que luego las madres no quieren dejar solos a sus hijos.
Así que en esto nos diferenciamos
Los monos son listos sí, y este ha sabido ser paciente y colocarse en el lugar adecuado para ver las magníficas vistas. O igual estaba tan tranquilo comiendo, y en el momento adecuado ha girado la cabeza, pero se le ha quedado una cara estúpida de “ohhh, así que es esto lo que es ser un humano”.
O igual está pensando en la primera fotografía e intenta relacionar los hechos: “Entonces, ¿qué pinta aquí la cigüeña esa?”
¡Chorro va!
Esta es una imagen desafortunada para el protagonista, pero que suele causar mucha gracia. Nunca calculamos bien la potencia de los chorros de agua, y pasa lo que pasa. ¿No os pasa eso en esas piscinas gigantes, tipo Aquopolis, donde había pistolas de agua gigantes a modo de cañones? O al menos a nosotros nos lo parecía.
Lo único que podemos pensar al ver esta foto es: “por lo menos lleva el chaleco salvavidas”. Y por otro lado, lamentamos perdernos la cara del monitor de “para qué les dejaré a los niños la estúpida manguera”.
Se le ve el miedo en la mirada
La naturaleza es increíble, y asusta mucho. Y si no, que se lo digan a este pez, que sabe inmediatamente cuál va a ser su destino. La fotografía, en cuestiones técnicas, también es increíble, porque el uso del blanco y negro ha sido de lo más inteligente, y el primer plano es bueno.
La inexistencia de sentimientos en los ojos del pájaro y el temor en los ojos del pez es algo que nos fascina. ¿A vosotros no? Bueno, tal vez solo sea un pájaro comiéndose un pez.
Tengo un perro-dragón
Esta foto nos hace mucha gracia. El perro está tan feliz mordiendo su palo, que al hacer esta foto, parece que tengamos un dragón. Pero ¿nunca lo has pensado? No volveríamos a necesitar mechero, o ya podemos perdernos en la jungla, que no tendremos problemas con hacer una hoguera, mientras nuestra mascota esté con nosotros.
Incluso en las cosas más básicas, como por ejemplo, hacer una hoguera en casa, como es el caso de esta foto. Ahora bien, tiene dos perros. Imagina que mientras uno suelta fuego, el otro escupa agua. Y así es como nacieron los pokémon.
Al mal tiempo, buena cara
Sí, eso debieron pensar los publicistas, porque el mal tiempo puede crear las actividades más insospechadas. Peores cosas habremos visto. Pero vamos, la pareja de la foto se lo está pasando bien. Igual es que sabe que eso es mejor que el parque acuático que están anunciando, desde luego.
Esto no es una persona
Bien podría ser un homenaje a Magritte, o producto de la casualidad, pero este señor no sabe que le están haciendo una fotografía en el momento justo. Lo que no sabemos es que qué es realmente el sombrero: ¿una pegatina en la ventana? ¿Un anuncio en el andén?
Puede que nunca lo sepamos, así que podemos tomar el ejemplo del propio Magritte, y decir: “esto no es un sombrero”.
Mi periquito y yo
Cuando te complementas con tu mascota, lo sabes. Y ella también. Por eso, a la hora de hacerse fotos, puedes encontrarte este tipo de instantáneas y no te sorprenden. Porque os complementáis. El tipo parece sorprendido, pero no os engañéis, es el asombro de que el pájaro le haya quitado el protagonismo.
O está asombrado porque ha descubierto que su mascota tiene un agujero en la cabeza, y realmente es su ojo el que pasa a través de ella, y lo que contemplamos. Qué escalofriante imagen.
Hay que tener buenas piernas
Sí, a veces te exigen demasiado para ciertos trabajos. Y todos sabemos que no todo puede ocupar el puesto de un barman. Y si no, que se lo digan a este, que gracias a un espejo, ha parecido ganar dos bonitas piernas. Ojo, que incluso así, le quedan bien, aunque sea un poco rarito.
Seguramente él pensaría: “para qué me habré metido a camarero”.
Creo que no te reconozco
Sí, ser perro es muy duro, pero ser perro pintado de tiza, todavía más, porque no hay nadie que le reconozca. Pero eh, si ese perro dibujado a la tiza ha conseguido hacer un amigo, y alguien le ha olfateado el culo, es que el resto de los mortales también tenemos una oportunidad para encontrar otros amigos, en los sitios más insospechados.
Filosofía pura, amigos.
La mujer caballo
Cuando vemos fotografías de perspectivas extrañas, debemos voltear la cabeza o analizar bien la foto para saber qué es lo que está pasando. Y aquí podemos ver un gran ejemplo. El caballo ha girado la cabeza, y a cubierto la cabeza de la mujer.
Por eso, lo que obtenemos aquí es una mujer caballo en condiciones. O puede que sea realmente una mujer con una de esas máscaras de caballo que están tan de moda.
Antes de estallar
Las fotografías del agua son difíciles de captar en el momento justo. Pero aquí lo han conseguido, porque el niño sabe lo que va a suceder, pero todavía no ha sucedido. Además, es sorprendente cómo el agua va tomando forma, hasta lo que pasa después, que se desparrama el líquido por todas partes.
El niño sabe qué es lo que va a pasar, y se encoge, pero en ese instante, aún no lo sabe. Es como el gato de Schrodinger.
Al agua patos
Esta fotografía nos encanta, porque es el justo medio entre la serenidad del paisaje, y la acción que está a punto de pasar. Sabemos que toda esa calma se romperá en cuanto el hombre salte en el agua, pero no, aún no ha saltado.
Es una fotografía de lo más estética y que particularmente a nosotros, nos encanta. Y para ti, ¿cuál ha sido tu favorita?
La entrada 20 increíbles fotos tomadas en el momento justo aparece primero en Ocio.
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