Nuestra memoria es traicionera. A veces, intentamos olvidar cosas, y no lo conseguimos, pero sí que tendemos a olvidar algunas etapas vergonzosas de nuestra vida, que incluyen haber bailado temas en la playa, o en las discotecas de verano. Temas que, cuando escuchas ahora, te dan vergüenza. Estas canciones son algunas de ellas. Y sí, son realmente horteras.
Baila el Chiki Chiki
Puede que este tema sea el más reciente de esta lista, y aún no lo hayamos olvidado. Y esto da mucha más vergüenza, porque sabíamos lo que hacíamos, cuando mandamos a Rodolfo Chikilicuatre a que nos representara en Eurovisión. Pero en estos casos, los españoles solemos tener mucho más humor que el resto de Europa, y quedamos los últimos.
Europa se toma muy en serio el tema de Eurovisión, y mira por dónde, no comprendieron nuestra parodia. Todos lo sabíamos. Pero aún así, eso no quitó que nuestra canción principal del 2008 fuese esta, incluida como canción del verano. Cumplía los requisitos, eso sí: estribillo sencillo y pegadizo, y un baile para aprenderse.
Ese verano lo petamos en la discoteca haciendo el maikejason, y aunque hoy nos da vergüenza ajena, no vamos a hacer que lo olvides tan fácilmente, siete años después.
Opá, yo viazé un corrá
España es un país de tradiciones, y aunque nos vamos modernizando, a todo le damos un toque rústico. Y El Koala es un ejemplo, que define lo que hace como “rock rústico”. En realidad, no le falta razón, y ese tono de pueblo hace que a todo el mundo le haga gracia, desde al abuelo que se identifica con esa rusticidad, hasta a los jóvenes, a los que les gusta que el paleto de pueblo también pueda llegar a tener un disco de oro.
Por eso en el 2006, una de las canciones que más sonaron fue el “opá”, como lo conocíamos cariñosamente. Casi una década ha pasado de eso, y todos recordamos la cara del amigo guiri escuchando esa canción en terracitas de verano y discotecas.
Igual no se podría considerar como una canción de verano, porque no había un baile específico, pero rompía todos los moldes y sonaba igual en la playa.
El baile del pañuelo
En España nos gusta las cosas masticadas, y si en la letra de la canción, que ya es pegadiza, ya nos dice cómo movernos, pues esto lo peta. Y aunque Leonardo Dantés sea, precisamente, dantesco, vio que su canción de “El baile del pañuelo” estaba arrasando en todas las discotecas.
No podemos culparlo, el ritmo era pegadizo, y era fácil de bailarlo. No lo niegues, tú también lo bailaste.
Mayonesa
Los ritmos latinos son nuestra perdición, y aunque al principio los aceptamos, en poco tiempo nos arrepentimos de ellos. Así pues, esta canción, la de “Mayonesa”, causó furor, pero hoy en día nos da una vergüenza tremenda admitir que, aunque éramos pequeños, la habíamos bailado delante de los mayores.
Lo peor de todo es que años después nos enteramos de su significado. Nuestras mentes infantiles no se dieron cuenta de que era un poco raro que dedicaran una canción entera a una mayonesa, pero lo bailabamos, causando risas al resto de la familia.
Aserejé
Podríamos concluir que la canción del verano va entre ese ritmo frenético mezclado con otros ritmos latinos o rústicos. El aserejé es una prueba de ello, y mira que es una canción hortera, pero es la más exportada hacia el resto del mundo, desde la Macarena.
De vez en cuando, se puede oír de fondo en una serie, o en una película, y a los españoles ya nos identifican con esta canción. Luego se creen que significa algo, y deciden aprender español, y así nos va. Cuánto daño hicieron las Ketchup.
Papi chulo
No entendemos por qué esta canción de una tal Lorna, ha llegado a ser una canción del verano. Bueno sí, porque en verano, también nos gusta que la canción de pie a arrimar un poco la cebolleta en la discoteca, o en el caso de las chicas, ser un pelín zorrones, y esta canción lo permitía.
Sí, decían que el raggaetón hizo mucho daño, y no mentían. Puede que estos fueran los inicios de su llegada, junto “a ella le gusta la gasolina”.
Tócame el Windows
Brody hizo algunas canciones que nos hicieron gracia en su momento. Como nos gusta también el toque sucio, pues este “tócame el Windows”, que tiene un ritmo discotequero, fue de lo más sonado en las discotecas de playa. “Yo soy el disco duro del amor, estoy superduro…” y lo que sigue.
Volvemos a ver el vídeo pocos años después, y nos avergonzamos de este ser. Pero ojo, los hay peores.
Hasiendo el amor
Y este tipo de canciones son las que más vergüenza dan. Dinio, ese ser que entró a España de la mano de Marujita Díaz, vio en España el filón para ser él mismo -un chulo de manual- y así, triunfar en España. Aunque ahora no se le ve demasiado por la televisión, y damos gracias por ello, lo tuvimos en exceso durante la primera década del 2000.
Porque una cosa era repetir una frase graciosa: “la noche me confunde”, pero otra muy distinta fue cantar en las discotecas esta canción de “hasiendo el amor” [sic]
Los micrófonos
Y si ya nos daba vergüenza ajena Dinia, también tuvo su contraparte femenina en la canción, y esa fue Tata Golosa con su canción de los micrófonos. En realidad, podríamos decir que esa canción solo trata de decir palabras aleatorias, y luego, “micrófono”. Como cuando éramos pequeños y decíamos “caca, culo, pedo, pis”. Y a eso podíamos añadirle “los micrófonos”.
Choni a más no poder, la Tata Golosa esta, se pensaba que la canción era sensual. Y alguien más lo creería, porque sonó en las discotecas de forma brutal y sin piedad.
Con poco me lo monto
Aunque muchas de las canciones del verano acabaron siendo canciones de anuncio, en este caso fue todo lo contrario, pues la canción del anuncio de Fanta Naranja, y su niño repelente, fue de lo más popular. Y después, los bares y discotecas vieron que esa canción era de un grupo llamado Zodiacs, y decidieron hacerla canción del verano.
En un país donde nos gusta lo gratis, una canción que te indica cómo ahorrar por la cara, no podía menos que triunfar.
Del pita del
¿Fue primero el anuncio, o la canción? En realidad da igual, porque gracias a Coca-Cola, nos iniciamos en ese mundo de Bollywood, que aunque nos parecía ridículo, nos causaba cierta gracia. De hecho, nosotros mismos no nos avergonzamos de esta canción, si estamos con los de nuestra generación.
Solo si debemos explicar a los más jóvenes el por qué teníamos que bailar esto en locales y garitos, es cuando nos damos cuenta de que en realidad, es vergonzoso.
Amo a Laura
Una canción promocional de la MTV que lo dio todo hasta llegar a ser canción del verano. Hubo muchas dudas al principio: “¿esto qué es?”, “¿qué intentan vendernos?”. Pensamos que igual se trataba de un intento de la Iglesia, al más puro estilo de los Simpson, para ser célibes hasta el matrimonio.
Pero no, todo fue una campaña de la MTV, y eran actores contratados. Seguramente te sonará la chica de azul, ya que es Lara Álvarez, que trabajó como periodista en Deportes Cuatro. El resto se intenta formar en la música de una forma algo más decente que la banda ficiticia, “Los Happiness”. Lo mejor de todo esto fueron las parodias de esta parodia que salieron por la red.
Boooomba
De esto no tenemos tanta vergüenza, porque esta canción la tenemos tan integrada en nuestras memorias, que nos parece algo decente, y el prototipo de “canción del verano”. Aún así, sí que nos da vergüenza este señor, King África, que sin disfraz debe ser de lo más triste que existe.
Pero eso no quita que hasta día de hoy, su canción siga sonando, o de vez en cuando hagamos la coña y gritemos “Booooomba”.
Dragostea Din Tei
Si tuviéramos que formar una canción del verano definitiva, juntaría todos los idiomas que hemos aprendido gracias a estas canciones. Estos chicos, los de O-Zone, cantaron en rumano, y revolucionaron nuestro verano. Por eso luego no nos sorprendió que una canción como el “Gangnam Style” fuera todo un éxito, a pesar de la barrera del idioma.
El “Dragostea din tei” en realidad es una de esas canciones de amor, que, junto a un evidente ritmo tecno, triunfó en todas partes. Seguro que aún recuerdas, aunque sea, el estribillo.
La entrada Canciones horteras que fueron “canción del verano” aparece primero en Ocio.
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Baila el Chiki Chiki
Puede que este tema sea el más reciente de esta lista, y aún no lo hayamos olvidado. Y esto da mucha más vergüenza, porque sabíamos lo que hacíamos, cuando mandamos a Rodolfo Chikilicuatre a que nos representara en Eurovisión. Pero en estos casos, los españoles solemos tener mucho más humor que el resto de Europa, y quedamos los últimos.
Europa se toma muy en serio el tema de Eurovisión, y mira por dónde, no comprendieron nuestra parodia. Todos lo sabíamos. Pero aún así, eso no quitó que nuestra canción principal del 2008 fuese esta, incluida como canción del verano. Cumplía los requisitos, eso sí: estribillo sencillo y pegadizo, y un baile para aprenderse.
Ese verano lo petamos en la discoteca haciendo el maikejason, y aunque hoy nos da vergüenza ajena, no vamos a hacer que lo olvides tan fácilmente, siete años después.
Opá, yo viazé un corrá
España es un país de tradiciones, y aunque nos vamos modernizando, a todo le damos un toque rústico. Y El Koala es un ejemplo, que define lo que hace como “rock rústico”. En realidad, no le falta razón, y ese tono de pueblo hace que a todo el mundo le haga gracia, desde al abuelo que se identifica con esa rusticidad, hasta a los jóvenes, a los que les gusta que el paleto de pueblo también pueda llegar a tener un disco de oro.
Por eso en el 2006, una de las canciones que más sonaron fue el “opá”, como lo conocíamos cariñosamente. Casi una década ha pasado de eso, y todos recordamos la cara del amigo guiri escuchando esa canción en terracitas de verano y discotecas.
Igual no se podría considerar como una canción de verano, porque no había un baile específico, pero rompía todos los moldes y sonaba igual en la playa.
El baile del pañuelo
En España nos gusta las cosas masticadas, y si en la letra de la canción, que ya es pegadiza, ya nos dice cómo movernos, pues esto lo peta. Y aunque Leonardo Dantés sea, precisamente, dantesco, vio que su canción de “El baile del pañuelo” estaba arrasando en todas las discotecas.
No podemos culparlo, el ritmo era pegadizo, y era fácil de bailarlo. No lo niegues, tú también lo bailaste.
Mayonesa
Los ritmos latinos son nuestra perdición, y aunque al principio los aceptamos, en poco tiempo nos arrepentimos de ellos. Así pues, esta canción, la de “Mayonesa”, causó furor, pero hoy en día nos da una vergüenza tremenda admitir que, aunque éramos pequeños, la habíamos bailado delante de los mayores.
Lo peor de todo es que años después nos enteramos de su significado. Nuestras mentes infantiles no se dieron cuenta de que era un poco raro que dedicaran una canción entera a una mayonesa, pero lo bailabamos, causando risas al resto de la familia.
Aserejé
Podríamos concluir que la canción del verano va entre ese ritmo frenético mezclado con otros ritmos latinos o rústicos. El aserejé es una prueba de ello, y mira que es una canción hortera, pero es la más exportada hacia el resto del mundo, desde la Macarena.
De vez en cuando, se puede oír de fondo en una serie, o en una película, y a los españoles ya nos identifican con esta canción. Luego se creen que significa algo, y deciden aprender español, y así nos va. Cuánto daño hicieron las Ketchup.
Papi chulo
No entendemos por qué esta canción de una tal Lorna, ha llegado a ser una canción del verano. Bueno sí, porque en verano, también nos gusta que la canción de pie a arrimar un poco la cebolleta en la discoteca, o en el caso de las chicas, ser un pelín zorrones, y esta canción lo permitía.
Sí, decían que el raggaetón hizo mucho daño, y no mentían. Puede que estos fueran los inicios de su llegada, junto “a ella le gusta la gasolina”.
Tócame el Windows
Brody hizo algunas canciones que nos hicieron gracia en su momento. Como nos gusta también el toque sucio, pues este “tócame el Windows”, que tiene un ritmo discotequero, fue de lo más sonado en las discotecas de playa. “Yo soy el disco duro del amor, estoy superduro…” y lo que sigue.
Volvemos a ver el vídeo pocos años después, y nos avergonzamos de este ser. Pero ojo, los hay peores.
Hasiendo el amor
Y este tipo de canciones son las que más vergüenza dan. Dinio, ese ser que entró a España de la mano de Marujita Díaz, vio en España el filón para ser él mismo -un chulo de manual- y así, triunfar en España. Aunque ahora no se le ve demasiado por la televisión, y damos gracias por ello, lo tuvimos en exceso durante la primera década del 2000.
Porque una cosa era repetir una frase graciosa: “la noche me confunde”, pero otra muy distinta fue cantar en las discotecas esta canción de “hasiendo el amor” [sic]
Los micrófonos
Y si ya nos daba vergüenza ajena Dinia, también tuvo su contraparte femenina en la canción, y esa fue Tata Golosa con su canción de los micrófonos. En realidad, podríamos decir que esa canción solo trata de decir palabras aleatorias, y luego, “micrófono”. Como cuando éramos pequeños y decíamos “caca, culo, pedo, pis”. Y a eso podíamos añadirle “los micrófonos”.
Choni a más no poder, la Tata Golosa esta, se pensaba que la canción era sensual. Y alguien más lo creería, porque sonó en las discotecas de forma brutal y sin piedad.
Con poco me lo monto
Aunque muchas de las canciones del verano acabaron siendo canciones de anuncio, en este caso fue todo lo contrario, pues la canción del anuncio de Fanta Naranja, y su niño repelente, fue de lo más popular. Y después, los bares y discotecas vieron que esa canción era de un grupo llamado Zodiacs, y decidieron hacerla canción del verano.
En un país donde nos gusta lo gratis, una canción que te indica cómo ahorrar por la cara, no podía menos que triunfar.
Del pita del
¿Fue primero el anuncio, o la canción? En realidad da igual, porque gracias a Coca-Cola, nos iniciamos en ese mundo de Bollywood, que aunque nos parecía ridículo, nos causaba cierta gracia. De hecho, nosotros mismos no nos avergonzamos de esta canción, si estamos con los de nuestra generación.
Solo si debemos explicar a los más jóvenes el por qué teníamos que bailar esto en locales y garitos, es cuando nos damos cuenta de que en realidad, es vergonzoso.
Amo a Laura
Una canción promocional de la MTV que lo dio todo hasta llegar a ser canción del verano. Hubo muchas dudas al principio: “¿esto qué es?”, “¿qué intentan vendernos?”. Pensamos que igual se trataba de un intento de la Iglesia, al más puro estilo de los Simpson, para ser célibes hasta el matrimonio.
Pero no, todo fue una campaña de la MTV, y eran actores contratados. Seguramente te sonará la chica de azul, ya que es Lara Álvarez, que trabajó como periodista en Deportes Cuatro. El resto se intenta formar en la música de una forma algo más decente que la banda ficiticia, “Los Happiness”. Lo mejor de todo esto fueron las parodias de esta parodia que salieron por la red.
Boooomba
De esto no tenemos tanta vergüenza, porque esta canción la tenemos tan integrada en nuestras memorias, que nos parece algo decente, y el prototipo de “canción del verano”. Aún así, sí que nos da vergüenza este señor, King África, que sin disfraz debe ser de lo más triste que existe.
Pero eso no quita que hasta día de hoy, su canción siga sonando, o de vez en cuando hagamos la coña y gritemos “Booooomba”.
Dragostea Din Tei
Si tuviéramos que formar una canción del verano definitiva, juntaría todos los idiomas que hemos aprendido gracias a estas canciones. Estos chicos, los de O-Zone, cantaron en rumano, y revolucionaron nuestro verano. Por eso luego no nos sorprendió que una canción como el “Gangnam Style” fuera todo un éxito, a pesar de la barrera del idioma.
El “Dragostea din tei” en realidad es una de esas canciones de amor, que, junto a un evidente ritmo tecno, triunfó en todas partes. Seguro que aún recuerdas, aunque sea, el estribillo.
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