Noticia Cómo dar mantenimiento al sistema de refrigeración de nuestra laptop

Leyendo los comentarios a los dos últimos post del colega KZKG^Gaara (1 & 2), aparece un problema recurrente en muchos usuarios de portátiles: el calentamiento del equipo, que luego es achacado al Sistema Operativo que están utilizando. A partir de mi experiencia personal, me atrevo a asegurar, que el principal factor culpable de este calentamiento, suele ser por lo regular, el estado del sistema de refrigeración del CPU, más allá del uso de un SO en particular.

En ocasiones, al comentar este tema con algunas personas y sugerirles que realicen un mantenimiento del equipo para conseguir un mejor desempeño, por lo regular me responden con “pero eso es muy complicado” o “no me atrevo, para hacerlo hay que ser un técnico experimentado” o algo por el estilo. Sin dejar de apreciar el trabajo de los técnicos ni decir que cualquier tarea la puede hacer cualquier persona, si me atrevo a decir que esta en particular es una operación, que con el cuidado y la atención adecuada, está al alcance de aquellos que se lo propongan, es para esas personas para las que escribo esta pequeña guía a fin de ayudarlos en sus empeños.

Para empezar, una breve descripción de qué es el sistema de refrigeración en un portátil y cómo funciona. Como en el caso de cualquier computadora, un portátil requiere un disipador en contacto con el CPU (y en algunos casos también con algunos chips y/o GPU) al que se transmita el calor generado por esos elementos, el cual será luego disipado mediante el flujo de aire generado por un ventilador que permitirá que la temperatura del equipo se mantenga dentro de los límites permisibles de operación. Lo que sucede en el caso de los portátiles es que, por necesidades de diseño, estos elementos (disipador y ventilador) son de tamaño reducido y no siempre están ubicados exactamente sobre el CPU, ni son capaces de cumplir su función si no están en perfecto funcionamiento.


Disipador. En este caso actúa sobre el CPU y sobre otro componente del extremo inferior derecho



Por lo compacto de los diseños de los portátiles, por regla general, los elementos de disipación de calor están situados en los bordes exteriores de los equipos, adyacentes a los orificios de salida del aire caliente, mientras que los orificios por donde entra el aire exterior frío, por lo regular están en la parte inferior del equipo. A partir de esta distribución es fácil concluir que una obstrucción en cualquiera de estos dos puntos (entrada del aire frío o salida del aire caliente) provoca un calentamiento excesivo del equipo.

Recomendaciones de uso



Muchas personas acostumbran a utilizar sus portátiles apoyándolos sobre las piernas, colocándolos sobre la cama, butacas, cojines o en cualquier otro sitio donde estemos cómodos, lo que provoca que los orificios de entrada del sistema de refrigeración queden obstruidos, provocando además que sean absorbidos filamentos de tejido, polvo, etc. que terminarán acumulándose en las aletas del disipador hasta formar una especie de fieltro que bloqueará completamente la salida del aire.


Vista inferior de una Dell Latitude ATG d630. Con el número 6 el orificio de entrada de aire del sistema de refrigeración



Para evitar esto, se recomienda colocar el portátil sobre una superficie lisa y sólida, que puede ser un cristal, una pieza de madera o plástico, que evite la obstrucción de los orificios antes mencionados, además de proveer una superficie estable sobre la que colocar el equipo; de hecho, existen en el mercado bandejas para colocar los portátiles que ayudan a su refrigeración, aunque no soy de los fanáticos de su uso.

Bueno, entrando ya en materia, si estamos decididos a darle mantenimiento al sistema de refrigeración de un portátil, estos son los pasos elementales que debemos seguir:


1- Obtener el Manual de Servicio del equipo en cuestión



Como es lógico pensar, todos los portátiles no son iguales y el procedimiento de desarme a seguir para llegar hasta el sistema de refrigeración es distinto en cada caso, por lo que lo primero siempre será conseguir el Manual de Servicio del equipo al que vamos a dar mantenimiento. Este por lo general podemos descargarlo del sitio web del fabricante del portátil o realizando una búsqueda en la red, ya que normalmente están disponibles sin demasiada dificultad.

Un ejemplo de términos de búsqueda puede ser:
dell+latitude+d630+”service manual”

Una vez conseguido el manual, debemos leer cuidadosamente los pasos a seguir para llegar hasta el sistema de refrigeración, ubicarnos en qué debemos hacer exactamente en cada paso y no continuar hasta que no estemos positivamente convencidos de haber entendido a cabalidad los pasos a seguir. Para aclarar dudas podemos contar con las guías que aparecen en iFixit y con vídeos en Youtube que explican estos procedimientos en el equipo que vamos a desarmar o en otros de la misma serie del fabricante.

En mi experiencia, este es uno de los pasos más importantes y al que menos atención se le presta, lo que ocasiona luego problemas más graves; mi consejo, el tiempo que “perdamos” en este paso nos evitará dolores de cabeza y lamentos más tarde.

2- Confirmar que tenemos las herramientas y materiales necesarios


Aunque pueda parecer una tontería, debemos asegurarnos de que tenemos los destornilladores adecuados para los tornillos del equipo que vamos a desarmar, el tipo y medida de los tornillos aparece en el Manual de Servicio, pero adicionalmente podemos comprobarlo, comparando los destornilladores con los tornillos. En el caso de algunos equipos, necesitaremos destornilladores algo “especiales”, como sucede con algunos equipos HP. Un detalle que ayuda es contar con destornilladores con punta imantada o proceder a imantarlas, lo que nos ayudará a retirar y colocar los tornillos con más facilidad.


Una forma sencilla de imantar la punta de un destornillador es frotando la misma sobre un iman. Para ello podemos utilizar los imanes de un disco duro roto que previamente hayamos desarmado


Otra cosa es asegurarnos de tener pasta térmica, que resultará imprescindible, pues una vez retirado el disipador, no podremos instalarlo otra vez si no colocamos nuevamente pasta térmica sobre las superficies de contacto. Este es un paso inviolable, así que si no tienes pasta térmica, ni se te ocurra comenzar el desarme. Para los que no conozcan a profundidad, se trata de un material que se consigue fácilmente en cualquier tienda de componentes de informática y que viene en una gran variedad de presentaciones y precios, y de la que por lo regular existen dosis mínimas con precios de algunos céntimos que resultan suficientes para el propósito esperado.

También necesitaremos algunas servilletas o un pedazo de tela de algodón que no suelte pelusas, así como una brocha suave o pincel (ambos limpios y perfectamente secos) para realizar la limpieza

Por último, siempre es bueno contar con alguna pinza de punta fina pues es posible que la necesitemos para manipular algunos conectores pequeños que encontraremos en el equipo.

3- Preparar el puesto de trabajo


Este paso resulta de gran ayuda, pues si no contamos con buenas condiciones que nos faciliten realizar el trabajo y organizarnos adecuadamente, podemos complicarnos en una tarea relativamente fácil; mis recomendaciones son: contar con una mesa de trabajo con una adecuada iluminación, si es posible, cubrirla con un paño blanco, contar con alguna lupa en caso de que no contemos con una “vista de águila” y por último, si es posible, tener cerca el monitor de nuestra PC u otro portátil para consultar el Manual de Servicio o cualquier otro material que necesitemos en caso de dudas en medio del proceso.

La recomendación de cubrir la mesa de trabajo con un paño blanco, aunque pueda parecer trivial en realidad no lo es, pues este paño cumple varias funciones: evitar que el portátil se resbale y/o se arañe sobre la mesa, evitar que los tornillos que vamos a quitar se rueden, permitiendo que podamos colocarlos en posiciones que nos ayuden a identificar su ubicación sin ningún error y por último, tener una superficie contrastante con el color de los tornillos y componentes que vamos a ir retirando.

4- Proceder al desarme del equipo


Lo primero que debemos hacer es desconectar el cargador y retirar la batería del equipo y luego presionar el botón de encendido un par de veces, para asegurarnos de que no hay carga eléctrica en los componentes del equipo.

Nunca comience a desarmar un equipo sin antes desconectar el cargador y retirar la batería

Este desarme propiamente dicho debemos hacerlo siguiendo cada uno de los pasos del Manual de Servicio, si nos atenemos a esos pasos, no debemos confrontar problemas. Es bueno recordar que, aún cuando a veces resulta necesario ejercer cierta cantidad de fuerza con algunos tornillos reacios a salir, si a la hora de retirar algún componente notamos una resistencia mayor de la debida, no debemos continuar “a lo bruto” si no detenernos y revisar si hemos seguido todos los pasos en el orden establecido y si hemos quitado todos los tornillos señalados. Aquí podemos proceder a consultar nuevamente el Manual de Servicio o cualquier otro material al respecto. Por lo regular esta revisión descubre el error cometido y nos permite continuar. En caso de que el problema persista, estamos a tiempo para abandonar pues es preferible desistir que provocar una rotura que luego tengamos que lamentar, pero en mi experiencia, si tenemos cuidado y prestamos atención, el desarme
transcurre sin mayores contratiempos.

En esta fase del trabajo es cuando debemos ser más organizados que nunca, de manera tal que nos facilite identificar la ubicación de cada tornillo y componente. En mi caso en particular, acostumbro a colocar los tornillos sobre la mesa, siguiendo el mismo patrón en que están colocados en el equipo, para a la hora de armar nuevamente, irlos ubicando en el mismo lugar en que estaban. Lo mismo hago con los componentes que se van retirando, debemos colocarlos en el mismo orden en que los quitamos y así ubicarlos sobre la mesa. Mientras más cuidados tomemos en este paso, menos problemas tendremos a la hora de armar nuevamente el portátil.

En la mayoría de los casos, uno de los pasos del desarme consiste en quitar el teclado, pero según mi experiencia, muchas veces es suficiente con retirarlo de su posición sin necesidad de desconectar las cintas que lo unen a la placa, las que pueden resultar dañadas si se manipulan inadecuadamente de forma reiterada. Caso de que debamos desconectarlo completamente, debemos prestar especial cuidado a estos conectores.


En el círculo, detalle del conector de cinta del teclado



El paso final del desarme es retirar el ventilador y el disipador para proceder a limpieza de ambos, así como al conducto de ventilación y sus orificios.

5- Limpieza propiamente dicha


Con una servilleta o paño de algodón suave que no suelte pelusas, procederemos a quitar el remanente de pasta térmica presente en el CPU y el resto de los componentes refrigerados, así como en el disipador. Debemos ser muy cuidadosos en este trabajo, pues estaremos tocando componentes muy sensibles y valiosos que, de dañarse, harán inservible nuestro equipo.

Una vez retirada la pasta térmica, procederemos a limpiar el disipador, prestando especial atención a las pequeñas placas con forma de radiador que quedan justo en el orificio de salida del conducto de ventilación, es sobre estas finas placas donde suele acumularse la suciedad, llegando en ocasiones a formar una especie de fieltro que impide la circulación del aire. Para limpiar estos elementos, podemos usar una brocha suave o pincel manejado con mucho cuidado para no doblar o dañar esas placas que son las que dispan el calor transmitiéndolo hacia el aire circulante.

Otro detalle es realizar la limpieza de los conductos y aletas del ventilador que genera el flujo de aire, para ello podemos utilizar igualmente una pequeña brocha suave o pincel, prestando especial cuidado a las paletas del ventilador que son bastante frágiles, por lo que la aplicación de fuerza NO es una opción, como tampoco el uso de alcohol u otro solvente, pues pudiera deteriorar el lubricante del ventilador y reducir su vida útil o entorpecer su funcionamiento.

Algunos equipos tienen una rejilla en el orificio de entrada de aire situado en la parte inferior del chassis la que se va obstruyendo con el polvo, por lo que debemos realizar una limpieza a fondo de la misma para recuperar su capacidad de paso de aire en la mayor medida posible.

Hecho esto, debemos, con mucho cuidado, proceder a la limpieza de los componentes cercanos al disipador y ventilador, que en ocasiones llegan también a acumular impurezas por encontrarse en el camino del flujo de aire.

6- Aplicar la nueva pasta térmica


Una vez terminada la limpieza, procederemos a aplicar pasta térmica sobre aquellos componentes en que retiramos la anterior, como mínimo, sobre el CPU y en caso de que se requiera, sobre otros chips y/o el GPU en el caso de que, por su diseño, el disipador quede en contacto con dichos componentes. La cantidad de pasta a aplicar es una gota de 2 o 3 milímetros de diámetro sobre cada componente. En el caso del CPU, por tener un área mayor, se deberá colocar una cantidad superior o 4 gotas de 2 o 3 mm distribuidas uniformemente.

Esta pasta no necesita ser esparcida, pues de eso se ocupará el disipador cuando sea instalado en su posición. Adicionalmente es bueno aclarar que poner una cantidad mayor NO hará que funcione mejor el equipo, pues se derramará por los bordes del CPU o los componentes, pudiendo llegar a causar problemas lejos de mejorar el rendimiento.

7- Volver a ensamblar el equipo


El primer paso de este re-ensamble siempre será instalar nuevamente el ventilador y disipador, asegurándonos de que el ventilador quede conectado correctamente a la placa. Por otra parte, el procedimiento de instalación del disipador debemos realizarlo de manera muy cuidadosa, de forma tal que todas las superficies a ser refrigeradas queden en contacto con él. Para ello, debemos ubicarlo en su posición y colocar los tornillos que lo retienen siguiendo un patrón cruzado y sin apretar firmemente los mismos hasta que no los coloquemos todos. Una vez colocados todos, iremos apretando cada uno de ellos cuidadosamente sin aplicar fuerza excesiva pues debemos recordar que estamos trabajando sobre componentes sensibles.

Antes de continuar, es imprescindible asegurarse de que el ventilador está correctamente instalado y conectado a la placa

El resto del proceso de armado del equipo seguirá los mismos pasos del desarme pero en sentido inverso. Debemos prestar especial atención a volver a conectar correctamente todos los componentes que fueron desconectados, así como colocar cada tornillo en el lugar donde se encontraba anteriormente. Recordemos no forzar ni aplicar fuerza excesiva en este paso, pues por lo regular, cuando algo no encaja a la primera es porque hemos hecho algo mal.

Antes de dar por concluido este paso, debemos revisar detenidamente la mesa de trabajo para asegurarnos de que no nos sobran piezas ni tornillos, en caso de que esto suceda, nos hemos saltado algún paso o hemos hecho algo mal, por lo que debemos volver atrás hasta llegar al paso que nos saltamos y corregir el error.

8- Verificar el funcionamiento


Si ya llegamos hasta aquí, es hora de colocar nuevamente la batería y presionar el botón de encendido. Puedo asegurarles que si hemos sido lo suficientemente cuidadosos y no nos hemos saltado ningún paso ni forzado ningún componente ni tornillo, tendremos nuestro portátil funcionando de nuevo, esta vez mucho más “fresco” que antes y se mantendrá así por mucho tiempo si seguimos las recomendaciones de uso dadas al principio de este artículo.

Recuerden, esta guía no es un talismán que los asegurará contra todo fallo o equivocación, pero si constituye una ayuda para los que la requieran, en cualquier caso, el atreverse a acometer esta tarea es de su completa responsabilidad, pero que al menos en mi caso, me provee de una satisfacción inmensa cuando consigo concluir exitosamente labores como esta.

Si tienes algún equipo que sufre recalentamiento es muy posible que sea por problemas con su sistema de refrigeración y puedas resolverlo siguiendo este procedimiento, ¿te atreves? Y luego, si lo haz hecho, comparte con todos la experiencia ¿te animas?


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