La enfermedad del virus del Zika, que en 2016 alcanzara niveles pandémicos en algunas regiones del mundo, como América Central, el Caribe y América del Sur, se transmite a través de la picadura del mosquito Aedes. Para controlar una epidemia de esta enfermedad lo primero es neutralizar a estos insectos, pero hasta ahora los métodos empleados tienen varios problemas.
Cuando existe riesgo de epidemia en una región y el causante es un mosquito, para prevenir nuevos casos de contagio se utiliza un método para controlar el tamaño de la población de estos insectos. El proceso es el siguiente: se llevan mosquitos estériles a los lugares donde existe la plaga y se diseminan. Hasta ahora lo hacían llevando camiones a estos sitios o de forma manual, empleando la mano de obra de operarios con mochilas especiales.
Sin embargo, los drones tienen mucho que aportar en este ámbito. Un proyecto que llevan a cabo la FAO, de la ONU, la Agencia Internacional de la Energía Atómica y la ONG WeRobotics ha puesto en práctica un método de control de población con RPAS. Han actuado en zonas donde el virus del Zika se encuentra activo y han logrado unos resultados esperanzadores.
Con un solo dron pueden tratar un área de 20 hectáreas en cinco minutos. El dispositivo transporta 50.000 mosquitos estériles y los disemina por toda la zona. El peso es menor de 10 kilos y cada dron cuesta 10.000 euros. Según los responsables del trabajo, esto reduce el precio de las operaciones a la mitad, respecto a los métodos utilizados anteriormente.
Pero además, los drones son más eficaces en la lucha contra los mosquitos del virus del Zika. ¿Por qué? Uno de los mayores problemas que tenían los otros métodos es que los mosquitos estériles llegaban en malas condiciones a la zona. Muchos morían y otros no tenían buena salud. Así no es fácil competir por las hembras. Sin embargo, los que vienen en los drones llegan en mejores condiciones, debido a un sistema de refrigeración inventado por los responsables del proyecto.
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Cuando existe riesgo de epidemia en una región y el causante es un mosquito, para prevenir nuevos casos de contagio se utiliza un método para controlar el tamaño de la población de estos insectos. El proceso es el siguiente: se llevan mosquitos estériles a los lugares donde existe la plaga y se diseminan. Hasta ahora lo hacían llevando camiones a estos sitios o de forma manual, empleando la mano de obra de operarios con mochilas especiales.
Sin embargo, los drones tienen mucho que aportar en este ámbito. Un proyecto que llevan a cabo la FAO, de la ONU, la Agencia Internacional de la Energía Atómica y la ONG WeRobotics ha puesto en práctica un método de control de población con RPAS. Han actuado en zonas donde el virus del Zika se encuentra activo y han logrado unos resultados esperanzadores.
Con un solo dron pueden tratar un área de 20 hectáreas en cinco minutos. El dispositivo transporta 50.000 mosquitos estériles y los disemina por toda la zona. El peso es menor de 10 kilos y cada dron cuesta 10.000 euros. Según los responsables del trabajo, esto reduce el precio de las operaciones a la mitad, respecto a los métodos utilizados anteriormente.
Pero además, los drones son más eficaces en la lucha contra los mosquitos del virus del Zika. ¿Por qué? Uno de los mayores problemas que tenían los otros métodos es que los mosquitos estériles llegaban en malas condiciones a la zona. Muchos morían y otros no tenían buena salud. Así no es fácil competir por las hembras. Sin embargo, los que vienen en los drones llegan en mejores condiciones, debido a un sistema de refrigeración inventado por los responsables del proyecto.
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