Las autoridades chinas llevan tiempo diseñando planes de emergencias para casos de terremotos. El país asiático ha tenido a lo largo de su historia muchos problemas con este tipo de catástrofes naturales. Y, como es lógico, la búsqueda de supervivientes se convierte en una prioridad en estos casos, por encima de cualquier perspectiva de reconstrucción.
Lo inmediato y lo importante es encontrar a aquellos que siguen con vida. Para esto China ha vuelto la vista hacia los drones. Estos dispositivos tienen la capacidad de hacer el trabajo de forma mucho más efectiva. El rastreo de personas es más rápido y esto resulta crucial. Y es que en la primera media hora posterior al seísmo el porcentaje de gente que se localiza con vida es del 90%. Pasadas 24 horas el número baja al 81% y cinco días más tarde solo hay un 7% de supervivencia.
Para acelerar la búsqueda de personas los drones trabajan peinando el terreno en amplias batidas, vuelos de una hora de duración. En este tiempo cubren un espacio de algo más de tres kilómetros cuadrados.
Su misión consiste en escanear los edificios demolidos y las pilas de escombros en busca de supervivientes, empleando cámaras de precisión. Pero también otras tecnologías visuales, como la luz infrarroja, así como sensores multiespectrales e hiperespectrales.
Estas imágenes se envían a centros de análisis de datos para que se procesen prácticamente en tiempo real. En cuanto se descubre algo salta la alarma y se avisa a los servicios de emergencias que se encuentran a pie de campo.
En China las autoridades están satisfechas del resultado que dan los drones cuando ha sido necesario emplearlos. La búsqueda es más rápida y más fácil que con las técnicas anteriores.
Imagen: Animals Asia
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Lo inmediato y lo importante es encontrar a aquellos que siguen con vida. Para esto China ha vuelto la vista hacia los drones. Estos dispositivos tienen la capacidad de hacer el trabajo de forma mucho más efectiva. El rastreo de personas es más rápido y esto resulta crucial. Y es que en la primera media hora posterior al seísmo el porcentaje de gente que se localiza con vida es del 90%. Pasadas 24 horas el número baja al 81% y cinco días más tarde solo hay un 7% de supervivencia.
Para acelerar la búsqueda de personas los drones trabajan peinando el terreno en amplias batidas, vuelos de una hora de duración. En este tiempo cubren un espacio de algo más de tres kilómetros cuadrados.
Su misión consiste en escanear los edificios demolidos y las pilas de escombros en busca de supervivientes, empleando cámaras de precisión. Pero también otras tecnologías visuales, como la luz infrarroja, así como sensores multiespectrales e hiperespectrales.
Estas imágenes se envían a centros de análisis de datos para que se procesen prácticamente en tiempo real. En cuanto se descubre algo salta la alarma y se avisa a los servicios de emergencias que se encuentran a pie de campo.
En China las autoridades están satisfechas del resultado que dan los drones cuando ha sido necesario emplearlos. La búsqueda es más rápida y más fácil que con las técnicas anteriores.
Imagen: Animals Asia
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