La firma china DJI actualizado el software de sus drones de forma automática para incluir en ellos zonas restringidas al vuelo. Así, la compañía hace uso de esta prerrogativa técnica, que anunció el pasado año a mediados del mes de mayo, para proteger los Juegos Olímpicos de Invierno, que se celebran en la ciudad de Pyongyang, la capital de Corea del norte.
La empresa, cuyos drones tiene una popularidad cercana al 70% a nivel global, quiere asegurarse de que sus productos no causan ningún problema durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno 2018. Y lo ha hecho con una actualización de software, que impide a sus drones volar por encima de ciertas áreas o acercarse a zonas no permitidas por el gobierno norcoreano.
La actualización funciona de forma automática. El paquete de software se envía desde los sistemas de DJI a todos los drones de su marca y los usuarios tienen que aprobarla si quieren seguir volando. Por cierto que no sirve para escaquearse permanecer desconectado de Internet, como señaló el fabricante en su momento. La compañía ha señalado, en un comunicado, que la seguridad es su prioridad y que está dando los pasos necesarios para que sus usuarios operen dentro de la ley, no solo en estas olimpiadas de invierno, sino en otros eventos masivos.
Las zonas no-fly, que afectan sobre todo a las instalaciones deportivas, se han definido en base a la distancia sugerida por las autoridades de aviación de Corea del Norte. No es la primera vez que se toman este tipo de medidas en grandes eventos. En 2016 ya se establecieron restricciones de vuelo para los drones tanto en la Eurocopa de Francia como en la cumbre del G7 en Japón.
DJI actualizó por primera vez sus drones a mediados del pasado año. Su actuación fue tan determinante que aquellos que no actualizasen su software verían cómo sus drones quedaban prácticamente imposibilitados. Solamente podrían volar a 50 metros de distancia y a 30 metros de altura.
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La empresa, cuyos drones tiene una popularidad cercana al 70% a nivel global, quiere asegurarse de que sus productos no causan ningún problema durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno 2018. Y lo ha hecho con una actualización de software, que impide a sus drones volar por encima de ciertas áreas o acercarse a zonas no permitidas por el gobierno norcoreano.
La actualización funciona de forma automática. El paquete de software se envía desde los sistemas de DJI a todos los drones de su marca y los usuarios tienen que aprobarla si quieren seguir volando. Por cierto que no sirve para escaquearse permanecer desconectado de Internet, como señaló el fabricante en su momento. La compañía ha señalado, en un comunicado, que la seguridad es su prioridad y que está dando los pasos necesarios para que sus usuarios operen dentro de la ley, no solo en estas olimpiadas de invierno, sino en otros eventos masivos.
Las zonas no-fly, que afectan sobre todo a las instalaciones deportivas, se han definido en base a la distancia sugerida por las autoridades de aviación de Corea del Norte. No es la primera vez que se toman este tipo de medidas en grandes eventos. En 2016 ya se establecieron restricciones de vuelo para los drones tanto en la Eurocopa de Francia como en la cumbre del G7 en Japón.
DJI actualizó por primera vez sus drones a mediados del pasado año. Su actuación fue tan determinante que aquellos que no actualizasen su software verían cómo sus drones quedaban prácticamente imposibilitados. Solamente podrían volar a 50 metros de distancia y a 30 metros de altura.
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