Las autoridades responsables del Parque Natural del Delta del Ebro y del de Els Ports han decidido poner coto a los drones que sobrevuelan estos terrenos. Lo han hecho para evitar que la proliferación del uso de RPAS, tanto profesionales como recreativos, afecte a algunas especies presentes en estos espacios, como las aves y ciertos mamíferos.
La Generalitat de Cataluña, que tiene competencia sobre los parques, cita estudios que señalan cómo estas especies de aves y mamíferos pueden verse afectadas su el vuelo de los drones se produce en un entorno muy próximo. El ruido de las hélices, aparte de la visión de estos dispositivos, se cita como un factor inhibidor para el comportamiento de los animales.
El ruido y la visión podrían llevar a la inmovilidad a estas especies, debido al miedo que experimenten, y también puede provocarles un aumento del ritmo cardíaco. Además, las autoridades se muestran preocupadas ante el riesgo de que una de estas aeronaves no tripuladas impacte contra algún animal.
Por ahora la Generalitat no ha citado casos concretos, con lo que parece que se trata más de una medida preventiva, en previsión de que el número de RPAS se incremente, como apuntan todos los indicadores, y el problema vaya a más.
Para resolver esta cuestión de momento se ha tomado una aproximación informativa. Las autoridades han publicado material divulgativo, para aficionados y empresas. En este se aconsejan una serie de buenas prácticas que básicamente consisten en cumplir con la nueva legislación. También se recuerda que para el uso de drones dentro de los Parques Naturales del Delta del Ebro y de Els Ports se necesita una autorización de los gestores del parque.
Imagen: CLIMADAT
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La Generalitat de Cataluña, que tiene competencia sobre los parques, cita estudios que señalan cómo estas especies de aves y mamíferos pueden verse afectadas su el vuelo de los drones se produce en un entorno muy próximo. El ruido de las hélices, aparte de la visión de estos dispositivos, se cita como un factor inhibidor para el comportamiento de los animales.
El ruido y la visión podrían llevar a la inmovilidad a estas especies, debido al miedo que experimenten, y también puede provocarles un aumento del ritmo cardíaco. Además, las autoridades se muestran preocupadas ante el riesgo de que una de estas aeronaves no tripuladas impacte contra algún animal.
Por ahora la Generalitat no ha citado casos concretos, con lo que parece que se trata más de una medida preventiva, en previsión de que el número de RPAS se incremente, como apuntan todos los indicadores, y el problema vaya a más.
Para resolver esta cuestión de momento se ha tomado una aproximación informativa. Las autoridades han publicado material divulgativo, para aficionados y empresas. En este se aconsejan una serie de buenas prácticas que básicamente consisten en cumplir con la nueva legislación. También se recuerda que para el uso de drones dentro de los Parques Naturales del Delta del Ebro y de Els Ports se necesita una autorización de los gestores del parque.
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