Noticia Hemav lanza su Fundación amparada por dos proyectos internacionales

“Nuestro objetivo es mostrar los buenos usos de los drones a la sociedad”, con estas palabras define Marc Aicart, director de Hemav Foundation, el propósito de la fundación creada por la empresa barcelonesa.

Hemav, considerada como la cuarta empresa de servicios de drones a nivel mundial y que está presente en siete países latinoamericanos, además de en Francia y Portugal, ha presentado su Fundación, con el objetivo de “ejecutar todas las acciones de responsabilidad social corporativa que Hemav no consigue abarcar”.

La organización, sin ánimo de lucro, tiene dos vertientes principales, tal y como explica Marc Aicart a ToDrone. La primera de ellas consiste en un programa educativo. “Estamos desarrollando todo un sistema educativo en torno al dron para enseñar en las escuelas”, apunta el director de la Fundación.

La otra cara de Hemav Foundation son las aplicaciones sociales o medioambientales. La idea es que sean proyectos innovadores, donde los drones tengan un papel principal. En estos momentos la organización tiene en marcha dos de ellos, que tienen una proyección internacional clara.

La iniciativa Freeda se ha cocinado junto a la ONG Proactiva Open Arms, dedicada a rescatar a los inmigrantes que tratan de cruzar el Mediterráneo en embarcaciones ligeras. Con el fin de ayudar en su labor a esta ONG, la organización ha creado un dron de reconocimiento, preparado para la búsqueda de personas y embarcaciones en mar abierto.

El proyecto consta de tres soluciones. La primera de ellas es un dron autónomo, que además está preparado para recorrer largas distancias. Su misión consiste en despegar del barco de Proactiva Open Arms y buscar por los alrededores. “Cuando encuentra alguna embarcación mediante un sensor térmico, lo que hace es enviar la foto en tiempo real al barco y les envía la posición. Así ellos ya saben dónde está y qué rumbo lleva”, comenta Aicart.


Empleando varios drones de este tipo al mismo tiempo se puede tener una vigilancia prácticamente permanente de las zonas más conflictivas, según apuntan desde la Fundación. Pero hay un segundo tipo de dron. La ONG necesita mostrar al mundo su labor, así que requiere un dron que grabe imágenes. Una vez que el grupo de la ONG está en zona de rescate el dispositivo vuela y registra la operación. Hasta ahora los vídeos de los rescates se grababan desde la GoPro de uno de los miembros del equipo, mientras se realizaba el rescate, lo que evidentemente es un documento de mucho menos valor.

La tercera solución será un dron cautivo, enchufado por cable, que subirá 100 metros en altura desde la cubierta del barco. Así detectará embarcaciones que no detectarían los tripulantes del barco.

Proyectos con necesidad de profesionales cualificados


Por el momento las actividades de la Fundación se financian mediante becas y otros medios (Aicart es el único trabajador con sueldo pagado por la organización). Sin embargo, se han lanzado a una campaña de crowdfunding, con el objetivo de 100.000 euros para este proyecto. “El objetivo final es que haya equipos de profesionales, porque al final cuando pongamos un dron en el Mediterráneo, este va a tener que volar mucho y hacer cosas complejas”, comenta el director de Hemav Foundation. “Así que vamos a necesitar ingenieros y gente con experiencia”.

Para el otro proyecto internacional que la Fundación tiene entre manos también se requieren pilotos experimentados. Se trata de combatir las plagas de langosta en zonas desérticas de África, como Mauritania, Chad y alguna parte de Marruecos.

En colaboración con la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación), la organización trata de mejorar el proceso de control de plagas. Para ello han empleado un dron de ala fija con un sensor multiespectral, que permite ver dónde están las zonas verdes, donde las langostas van a criar. Otro dron multirrotor permitirá ver las langostas y un tercero estará dedicado a fumigar. Esto último antes se hacía mediante un avión, un método que destroza todo el entorno, o mediante personas con mochilas a la espalda. Han ido a Mauritania en marzo y harán un segundo viaje en octubre.

Imagen: Hemav

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