Las fotos antiguas, con ese color, y esa calidad, ya ponen los pelos de punta. Pero si le añades disfraces, retratos tétricos, o máscaras anti-gas, todo se vuelve mucho peor. Y si no, mira este artículo, en el que te mostraremos algunas de las fotos antiguas más espeluznantes que existen. Y por supuesto, todas son reales.
La nadadora
No sé a vosotros, pero a nosotros, el hecho de meternos en una piscina con una máscara no me parece buena idea, por mucho que tenga agujeros para la nariz. Y como añadido, la boca está pintada. Pintada.
Sí, se supone que servía para protegernos… ¿de qué? ¿De la luz solar? ¿De la posibilidad de vivir en caso de que empezara a entrar agua en la máscara?
A lo largo de este artículo nos daremos cuenta de la insana obsesión que existía hace décadas por llevar la cara cubierta. No vaya a ser que nos asustemos de algo peor.
Máscaras… ¿anti-qué?
Otra de máscaras. Y no, no son los hermanos pequeños de los de Daft Punk, o eso creemos. La inscripción en el traje nos hace pensar que así eran los uniformes de los trabajadores en las carreras de coches.
Vamos, que serían o pilotos, o mecánicos en los boxes, o una forma primitiva de estos trabajos. Y para carnaval no está tan mal: un colador por cabeza y tubos de aspiradora por orejas y boca. Aún así, el de la derecha parece mucho más molón. Y si no, mirad sus gafas.
Halloween adulto
Las fotos antiguas de Halloween y carnavales ponen los pelos de punta. No sabemos si es por lo inexpresivo (o demasiado expresivo) de las máscaras antiguas, o por esa sensación de inmovilidad. Demasiado tétrico, en conclusión.
El caso es que si nos encontramos con esta banda de tipos en un bosque, saldríamos corriendo.
Aunque pensándolo bien, lo peor sería que no fueran disfraces y que se vistieran así siempre, porque sí.
Esto no sé qué es
Hemos mirado tres o cuatro veces esta fotografía, pero seguimos sin llegar a la conclusión de qué es esto. ¿Tal vez una visión futurista? ¿Un prototipo de las gafas de Google? Pero en ese caso, ¿por qué la señora tiene la cabeza metida en una especie de bote de conservas?
Puede que sea una especie de gafas de rayos x, a ver si consigue leer a través de un plástico , o puede que la misma señora tenía poderes de rayos x (como Cíclope), y eso fuera un prototipo de gafas de protección. Algo así como: “¡Consiga leer un libro sin chamuscarlo!”
El abuelo era un zombie
Los retratos familiares eran aterradores. Y si no, mirad la cara del niño, que parece que está resignado a sufrir la peor de las torturas. Puede que luego tenga el tesoro que supone una fotografía (sobre todo en esos tiempos), con tus abuelos, pero… vaya fotografía.
En concreto, mirad al señor. Es un señor con un gesto autoritario, unos ojos claros o en blanco espeluznantes, y al lado tiene a su esposa, una señora que se parece a la del anuncio de la fabada.
Como no sabemos de qué país es esta foto, también tenemos la duda de si respondían a esa tradición de fotografiar a los muertos. Es decir, en el momento de la foto, ¿estaban vivos o muertos?
Ha llegado el doctor
Esta es una foto de la Primera Guerra Mundial. Sabemos que es un doctor porque lleva una cruz que lo indica, en una manga del traje. En realidad, es un radiólogo, y de ahí ese uniforme tan raro.
Aún así, si te tienen que hacer una radiografía, y de repente aparece por la puerta un hombre vestido así, tal vez mueras de un infarto. Pero bueno, entonces ya no te haría falta la radiografía.
Siempre mirando el lado bueno de las cosas.
La mujer y la calabaza
Esta fotografía es más bizarra que tétrica: ¿por qué esta mujer está tan feliz? Sabemos que lo que hay al lado es una calabaza, o debería serlo. Al menos por los tallos que hay sobre ella, y los surcos.
Aún así, surgen dudas: ¿cómo se ha tallado tan perfectamente? ¿Han hecho que creciera así con un molde de su cara? Igual es por eso por lo que está tan feliz. O igual es que por fin tiene un amigo.
Penitentes
Cuando ves la foto a primera vista, no puedes evitar que se te erice el vello. Sin embargo esta foto es de España, tomada en Cuenca en los años 40, por José Ortiz Echagüe, durante la época de Semana Santa.
Es decir, son penitentes en procesión. Aún así, no podemos negar la fuerza que tiene la fotografía, que es fantástica, y transmite una sensación muy difícil de describir: el silencio, pero no una quietud, sino una emoción mucho más profunda.
Y eso es lo que hace que nos sintamos inquietos.
Máscara Mickey
En los años 40, se hicieron en Estados Unidos este tipo de máscaras, para que los niños no se sintieran muy incómodos con ella. Eso lo conseguía, pero también conseguía que fueran los demás, a su alrededor, los que se sintieran incómodos.
Esto se debió al miedo de un ataque con gas, por lo que fueron de lo más vendidos. La mayoría eran de personajes de Disney, como Mickey Mouse o el Pato Donald, pero había más tipos. Incluso había algunas que eran para bebés, lo que causa también un gran desasosiego.
Luego dicen de los disfraces de ahora, pero los de antes eran mucho más terroríficos. Y sin llegar a ser disfraces.
Foto de familia
Sí, es una gran foto de familia. ¿Tal vez de un pueblo? ¿De un instituto? No lo sabemos, pero aún así resulta de lo más desconcertantes con las máscaras.
Puede ser de la misma época que la fotografía anterior de los Mickey. Pero ni siquiera la escena de la película “V de Vendetta”, donde salen todos con las máscaras, llega a ser tan potente como esta, que causa una gran inquietud.
No me hubiera gustado estar en el lugar del fotógrafo.
Lo último que escuchó fue un ‘oink’
Lo que nos resulta tan incómodo de las máscaras son la mirada. Esa mirada fría y vacía, pero que parece que nos observa. Igual la persona que está dentro se encuentra dormida, o con los ojos cerrados, pero a nosotros nos incomoda y nos pone nerviosos.
No sabemos si esto fue lo que pensaría el del uniforme, pero llega a ser bizarro: ¿por qué el cerdo lleva gafas de esquí? ¿O es un antifaz para dormir? ¿Y ese pelo?
A lo mejor en este caso es mejor que dejemos las preguntas sin responder.
En un futuro no muy lejano
Hay gente que necesita cierto tipo de espacio para concentrarse. Pero de ahí a ponerse una máscara, nos parece un poco excesivo. Se supone que este aparato, el Isolator, te ayuda a focalizarte. Pero tranquilo, no te quedarás sin aire, porque tiene su propia bombona de oxígeno.
Bueno, yo creo que es efectivo. Te concentras para terminar el trabajo lo más rápido posible, pero no por concentrarte, sino para poder quitarte de la cabeza esa trampa mortal.
Desconocemos si se llegó a comercializar, pero puede que dentro de unos años, con el cambio climático, podría llegar a ser útil.
La entrada 12 fotos antiguas que ponen los pelos de punta aparece primero en Ocio.
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La nadadora
No sé a vosotros, pero a nosotros, el hecho de meternos en una piscina con una máscara no me parece buena idea, por mucho que tenga agujeros para la nariz. Y como añadido, la boca está pintada. Pintada.
Sí, se supone que servía para protegernos… ¿de qué? ¿De la luz solar? ¿De la posibilidad de vivir en caso de que empezara a entrar agua en la máscara?
A lo largo de este artículo nos daremos cuenta de la insana obsesión que existía hace décadas por llevar la cara cubierta. No vaya a ser que nos asustemos de algo peor.
Máscaras… ¿anti-qué?
Otra de máscaras. Y no, no son los hermanos pequeños de los de Daft Punk, o eso creemos. La inscripción en el traje nos hace pensar que así eran los uniformes de los trabajadores en las carreras de coches.
Vamos, que serían o pilotos, o mecánicos en los boxes, o una forma primitiva de estos trabajos. Y para carnaval no está tan mal: un colador por cabeza y tubos de aspiradora por orejas y boca. Aún así, el de la derecha parece mucho más molón. Y si no, mirad sus gafas.
Halloween adulto
Las fotos antiguas de Halloween y carnavales ponen los pelos de punta. No sabemos si es por lo inexpresivo (o demasiado expresivo) de las máscaras antiguas, o por esa sensación de inmovilidad. Demasiado tétrico, en conclusión.
El caso es que si nos encontramos con esta banda de tipos en un bosque, saldríamos corriendo.
Aunque pensándolo bien, lo peor sería que no fueran disfraces y que se vistieran así siempre, porque sí.
Esto no sé qué es
Hemos mirado tres o cuatro veces esta fotografía, pero seguimos sin llegar a la conclusión de qué es esto. ¿Tal vez una visión futurista? ¿Un prototipo de las gafas de Google? Pero en ese caso, ¿por qué la señora tiene la cabeza metida en una especie de bote de conservas?
Puede que sea una especie de gafas de rayos x, a ver si consigue leer a través de un plástico , o puede que la misma señora tenía poderes de rayos x (como Cíclope), y eso fuera un prototipo de gafas de protección. Algo así como: “¡Consiga leer un libro sin chamuscarlo!”
El abuelo era un zombie
Los retratos familiares eran aterradores. Y si no, mirad la cara del niño, que parece que está resignado a sufrir la peor de las torturas. Puede que luego tenga el tesoro que supone una fotografía (sobre todo en esos tiempos), con tus abuelos, pero… vaya fotografía.
En concreto, mirad al señor. Es un señor con un gesto autoritario, unos ojos claros o en blanco espeluznantes, y al lado tiene a su esposa, una señora que se parece a la del anuncio de la fabada.
Como no sabemos de qué país es esta foto, también tenemos la duda de si respondían a esa tradición de fotografiar a los muertos. Es decir, en el momento de la foto, ¿estaban vivos o muertos?
Ha llegado el doctor
Esta es una foto de la Primera Guerra Mundial. Sabemos que es un doctor porque lleva una cruz que lo indica, en una manga del traje. En realidad, es un radiólogo, y de ahí ese uniforme tan raro.
Aún así, si te tienen que hacer una radiografía, y de repente aparece por la puerta un hombre vestido así, tal vez mueras de un infarto. Pero bueno, entonces ya no te haría falta la radiografía.
Siempre mirando el lado bueno de las cosas.
La mujer y la calabaza
Esta fotografía es más bizarra que tétrica: ¿por qué esta mujer está tan feliz? Sabemos que lo que hay al lado es una calabaza, o debería serlo. Al menos por los tallos que hay sobre ella, y los surcos.
Aún así, surgen dudas: ¿cómo se ha tallado tan perfectamente? ¿Han hecho que creciera así con un molde de su cara? Igual es por eso por lo que está tan feliz. O igual es que por fin tiene un amigo.
Penitentes
Cuando ves la foto a primera vista, no puedes evitar que se te erice el vello. Sin embargo esta foto es de España, tomada en Cuenca en los años 40, por José Ortiz Echagüe, durante la época de Semana Santa.
Es decir, son penitentes en procesión. Aún así, no podemos negar la fuerza que tiene la fotografía, que es fantástica, y transmite una sensación muy difícil de describir: el silencio, pero no una quietud, sino una emoción mucho más profunda.
Y eso es lo que hace que nos sintamos inquietos.
Máscara Mickey
En los años 40, se hicieron en Estados Unidos este tipo de máscaras, para que los niños no se sintieran muy incómodos con ella. Eso lo conseguía, pero también conseguía que fueran los demás, a su alrededor, los que se sintieran incómodos.
Esto se debió al miedo de un ataque con gas, por lo que fueron de lo más vendidos. La mayoría eran de personajes de Disney, como Mickey Mouse o el Pato Donald, pero había más tipos. Incluso había algunas que eran para bebés, lo que causa también un gran desasosiego.
Luego dicen de los disfraces de ahora, pero los de antes eran mucho más terroríficos. Y sin llegar a ser disfraces.
Foto de familia
Sí, es una gran foto de familia. ¿Tal vez de un pueblo? ¿De un instituto? No lo sabemos, pero aún así resulta de lo más desconcertantes con las máscaras.
Puede ser de la misma época que la fotografía anterior de los Mickey. Pero ni siquiera la escena de la película “V de Vendetta”, donde salen todos con las máscaras, llega a ser tan potente como esta, que causa una gran inquietud.
No me hubiera gustado estar en el lugar del fotógrafo.
Lo último que escuchó fue un ‘oink’
Lo que nos resulta tan incómodo de las máscaras son la mirada. Esa mirada fría y vacía, pero que parece que nos observa. Igual la persona que está dentro se encuentra dormida, o con los ojos cerrados, pero a nosotros nos incomoda y nos pone nerviosos.
No sabemos si esto fue lo que pensaría el del uniforme, pero llega a ser bizarro: ¿por qué el cerdo lleva gafas de esquí? ¿O es un antifaz para dormir? ¿Y ese pelo?
A lo mejor en este caso es mejor que dejemos las preguntas sin responder.
En un futuro no muy lejano
Hay gente que necesita cierto tipo de espacio para concentrarse. Pero de ahí a ponerse una máscara, nos parece un poco excesivo. Se supone que este aparato, el Isolator, te ayuda a focalizarte. Pero tranquilo, no te quedarás sin aire, porque tiene su propia bombona de oxígeno.
Bueno, yo creo que es efectivo. Te concentras para terminar el trabajo lo más rápido posible, pero no por concentrarte, sino para poder quitarte de la cabeza esa trampa mortal.
Desconocemos si se llegó a comercializar, pero puede que dentro de unos años, con el cambio climático, podría llegar a ser útil.
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