Es la actriz de moda. Queremos saber de ella, y todo cuanto nos llega, nos encanta. Sí, todo. Pero, para aquellos incultos descerebrados que nos preguntan, ¿por qué nos encanta JLaw? Pues aquí les damos unos cuantos motivos.
Porque su expresividad es lo mejor que existe
Una de las cosas que más nos gusta hacer es ver todas esas páginas de cotilleos, que normalmente odiamos, para ver qué es lo que comentan de esta chica. Nunca suele ser nada malo, y mira que nuestra querida JLaw ha padecido como nadie los efectos del Celebgate, entre otras cosas.
Y es que uno de sus mayores puntos a favor, es la expresividad que tiene. Es lo mejor que hay, y una de las mejores capacidades que puede tener un actor. Porque no se puede tener la misma expresividad que un tablón de madera, como le ocurre a Kristen Stewart.
En cambio, Jennifer Lawrence puede reír, llorar, poner muecas de asco, o cualquier otra cara estúpida, que le sale de lo más natural y hace que nos caiga mejor.
Porque le encanta la comida
La naturalidad es una de las señas de identidad de Lawrence. Es una chica con la que, salvo por el físico, todas nos podríamos identificar. Porque dice en voz alta lo que todas pensamos.
En este caso, una frase ya lo dice todo: “al final del día no hay nada que pueda hacerme sentir mejor que comida basura y un reality en la tele”. Sí, porque todos tenemos nuestras debilidades y nuestros oscuros secretos.
Solo que ella los dice en voz alta.
Porque sus comparaciones son lo más
Esto va en la línea de lo anterior. Aunque a la mayoría de las personas, una comparación absurda le sale de lo más forzado, a Jennifer le sale con toda la espontaneidad del mundo, de una forma sincera y agradable, y esto hace que nos riamos aún más.
No sabemos en qué contexto estaba hablando, pero lo que decía era lo siguiente: “Era como un chihuahua, solamente temblando. Como cuando están muy excitados, que se agitan y se mean, ¿sabes?”
En una actriz que sea demasiado remilgada, queda incluso obsceno, pero ver y oír a JLaw diciendo esto es como si se sintiera en su salsa.
Porque mete la pata con total naturalidad
Todas estas razones se podrían resumir en una sola: Jennifer Lawrence nos encanta solamente porque es como todo el mundo. No quiere posicionarse como un ser superior, sino que sabe que su lugar está a la misma altura que el resto.
Es un vídeo muy difundido, en el que está en una conferencia, y va a tomarse uno de esos caramelitos de menta (tipo smint). Pero al abrir la caja… ¡premio! Saltan todos por los aires.
Su primera reacción es la de asombro y la de comprobar, disimuladamente, si alguien ha visto lo que ha pasado. Pero luego sigue a lo suyo y le da a su compañero de reparto, la mitad de los caramelos. Adorable.
Porque sus sarcasmos son su lengua materna
Ya nos gustaría a todos ser más sarcásticos de vez en cuando, sin quedar como completos idiotas, pero no todos somos Jennifer Lawrence. Uno de los gifs más populares es el del “OK”, sarcástico.
Por ejemplo, una vez que estaba posando, uno de los fotógrafos empezó a gritar: “Mira aquí, Jesse, mira aquí”. A lo que ella contestó con una de sus muecas y diciendo: “Síp, llamame Jesse”. Sobre todo con los periodistas, y siempre con buen humor, saca alguna puya afilada.
Porque se pone en modo fangirl como todas
Jennifer es fan de John Stamos, y muchos fans saben de esa anécdota: en una fiesta, Lawrence vio a Stamos, y empezó a llamarle “Tío Jesse” (su personaje en “Padres Forzosos”). Después, durante toda la noche, estuvo siguiéndole y mirándole el culo.
Lo mejor de todo es que no se corta nada en decir lo que piensa, y queramos o no, esto es digno de admirar.
Y así nos damos cuenta de que no somos tan distintas (salvo por el dinero y por el caché)
Porque sabe de qué va Halloween
Nada de brujas putillas, Jennifer sabe qué es lo que se lleva en Halloween: ¡las brujas de verdad! Es de agradecer que no sea como el resto de gente, que aprovecha Halloween para ir más buscona de lo normal: enfermera sexy, gatita sexy, bruja sexy, zombie sexy, etc.
No, no, no. Halloween es para pasarlo de miedo, y eso solo lo puedes hacer con un buen disfraz. ¿Y qué mejor disfraz que aquel que te permite ir a los sitios rodando?
Porque odia hacer ejercicio
Sabemos que le gusta jugar a algunos deportes, pero eso no quiere decir que haga ejercicio por gusto. Y esto ya lo dice ella, y es una de sus frases más populares: “Odio a la gente que dice ‘soy adicto al ejercicio’. Me gustaría pegar a la gente que dice eso”.
¿Y quién no querría pegar un puñetazo al dueño de esas palabras? Porque gracias a él, el resto quedamos peor.
Beber en el trabajo, ¿por qué no?
Uno de los mejores momentos que nos dio JLaw fue el de la noche que ganó el Oscar. Es verdad que esa noche pasaron muchas cosas, pero entre ellas, cuando fue a pronunciar su discurso, empezó a trabarse.
¿Su respuesta? Lo siento, justo me he tomado un chupito”. Y claro, ya se sabe. Se empiezan con los chupitos, y se acaba lamiendo sal de la cabeza de tu estatuilla.
No es la primera vez, sino que durante una gira, también se tomó un par de copas, y cuando la entrevistaron, dijo que era la primera vez que bebía en el trabajo y que era muuuy divertido.
Porque todas las entrevistas son geniales con ella
En las entrevistas con JLaw puede pasar cualquier cosa. También os dejamos el vídeo de esto, porque es sensacional, aunque está completamente en inglés.
En el vídeo, el periodista empieza a entrevistarla por haber ganado un Oscar. De repente vemos cómo Jack Nicholson se queda mirándola desde atrás, y se va acercando para verla de cerca. Se intercambian saludos, felicitaciones, y él suelta: “te pareces a vieja novia que tuve”. Ella contestó lo que le salió del alma: “Ah, ¿no tengo pinta de nueva novia?”. Él sonríe y dice: “Pensaré en ello”.
Lo mejor viene después, porque como fangirl que es, no se puede creer lo que acaba de decir. Entonces, después de los “Oh dios mío” de turno, le pregunta por lo bajo al periodista: “¿sigue ahí?”, para que el actor salte “estaré esperando”. No tiene desperdicio.
Y en general, todas las galas
Ya sea por las muecas, por las declaraciones, o por sus salidas de tono, la diversión está asegurada con Jennifer. Es una persona que, por mucho que lo intentes, no te puede caer mal. Por ejemplo, cuando en una gala, el vestido se le rasgó (o se le bajó, no está muy claro si era de dos piezas), lo único que pudo decir ella fue: “menos mal que llevaba ropa interior”.
También nos hace reír por cosas tan simples como que le diga a sus amigos que su espléndido vestido tiene bolsillos, y que por tanto, puede guardar comida.
O esa vez que le dijo a un periodista que olía a patatas fritas, y luego casi se lo come a él, porque ella quería patatas fritas. Efectivamente, mandaron a alguien a por patatas fritas para Jennifer.
Porque es igual de vaga que el resto de los mortales
A veces creemos que ser actor es muy duro, porque tienes que estar todo el rato entrenando, y poniéndote en forma. Otras veces, pensamos que es un trabajo de lo más sencillo. Pero es como cualquier trabajo. Hay días buenos, y días malos. Días en los que trabajas, y fines de semana.
La filosofía de la actriz es de las mejores que hemos oído en los últimos tiempos: “Si no tengo nada que hacer en todo el día, ni siquiera me pongo los pantalones”.
Y porque fue protagonista de la caída más famosa de los Oscar
Fue la caída más glamurosa que hayamos visto. Recoger un premio, con un vestido de princesa precioso, para acabar de cabeza contra las escaleras. Y sí, ahí ya se había bebido el chupito, (o algo más), así que puede que esa fuera la razón.
No todo el mundo puede afrontar una caída como esa, en la que sabes seguro que todo el mundo en Estados Unidos ha visto cómo casi te comes un escalón.
Pero su discurso, su simpatía y su naturalidad lo arregló, y por eso, cada vez más, nos gusta Jennifer Lawrence.
La entrada 13 motivos por los que nos encanta Jennifer Lawrence aparece primero en Ocio.
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Porque su expresividad es lo mejor que existe
Una de las cosas que más nos gusta hacer es ver todas esas páginas de cotilleos, que normalmente odiamos, para ver qué es lo que comentan de esta chica. Nunca suele ser nada malo, y mira que nuestra querida JLaw ha padecido como nadie los efectos del Celebgate, entre otras cosas.
Y es que uno de sus mayores puntos a favor, es la expresividad que tiene. Es lo mejor que hay, y una de las mejores capacidades que puede tener un actor. Porque no se puede tener la misma expresividad que un tablón de madera, como le ocurre a Kristen Stewart.
En cambio, Jennifer Lawrence puede reír, llorar, poner muecas de asco, o cualquier otra cara estúpida, que le sale de lo más natural y hace que nos caiga mejor.

Porque le encanta la comida
La naturalidad es una de las señas de identidad de Lawrence. Es una chica con la que, salvo por el físico, todas nos podríamos identificar. Porque dice en voz alta lo que todas pensamos.
En este caso, una frase ya lo dice todo: “al final del día no hay nada que pueda hacerme sentir mejor que comida basura y un reality en la tele”. Sí, porque todos tenemos nuestras debilidades y nuestros oscuros secretos.
Solo que ella los dice en voz alta.

Porque sus comparaciones son lo más
Esto va en la línea de lo anterior. Aunque a la mayoría de las personas, una comparación absurda le sale de lo más forzado, a Jennifer le sale con toda la espontaneidad del mundo, de una forma sincera y agradable, y esto hace que nos riamos aún más.
No sabemos en qué contexto estaba hablando, pero lo que decía era lo siguiente: “Era como un chihuahua, solamente temblando. Como cuando están muy excitados, que se agitan y se mean, ¿sabes?”
En una actriz que sea demasiado remilgada, queda incluso obsceno, pero ver y oír a JLaw diciendo esto es como si se sintiera en su salsa.

Porque mete la pata con total naturalidad
Todas estas razones se podrían resumir en una sola: Jennifer Lawrence nos encanta solamente porque es como todo el mundo. No quiere posicionarse como un ser superior, sino que sabe que su lugar está a la misma altura que el resto.
Es un vídeo muy difundido, en el que está en una conferencia, y va a tomarse uno de esos caramelitos de menta (tipo smint). Pero al abrir la caja… ¡premio! Saltan todos por los aires.
Su primera reacción es la de asombro y la de comprobar, disimuladamente, si alguien ha visto lo que ha pasado. Pero luego sigue a lo suyo y le da a su compañero de reparto, la mitad de los caramelos. Adorable.

Porque sus sarcasmos son su lengua materna
Ya nos gustaría a todos ser más sarcásticos de vez en cuando, sin quedar como completos idiotas, pero no todos somos Jennifer Lawrence. Uno de los gifs más populares es el del “OK”, sarcástico.
Por ejemplo, una vez que estaba posando, uno de los fotógrafos empezó a gritar: “Mira aquí, Jesse, mira aquí”. A lo que ella contestó con una de sus muecas y diciendo: “Síp, llamame Jesse”. Sobre todo con los periodistas, y siempre con buen humor, saca alguna puya afilada.

Porque se pone en modo fangirl como todas
Jennifer es fan de John Stamos, y muchos fans saben de esa anécdota: en una fiesta, Lawrence vio a Stamos, y empezó a llamarle “Tío Jesse” (su personaje en “Padres Forzosos”). Después, durante toda la noche, estuvo siguiéndole y mirándole el culo.
Lo mejor de todo es que no se corta nada en decir lo que piensa, y queramos o no, esto es digno de admirar.
Y así nos damos cuenta de que no somos tan distintas (salvo por el dinero y por el caché)

Porque sabe de qué va Halloween
Nada de brujas putillas, Jennifer sabe qué es lo que se lleva en Halloween: ¡las brujas de verdad! Es de agradecer que no sea como el resto de gente, que aprovecha Halloween para ir más buscona de lo normal: enfermera sexy, gatita sexy, bruja sexy, zombie sexy, etc.
No, no, no. Halloween es para pasarlo de miedo, y eso solo lo puedes hacer con un buen disfraz. ¿Y qué mejor disfraz que aquel que te permite ir a los sitios rodando?

Porque odia hacer ejercicio
Sabemos que le gusta jugar a algunos deportes, pero eso no quiere decir que haga ejercicio por gusto. Y esto ya lo dice ella, y es una de sus frases más populares: “Odio a la gente que dice ‘soy adicto al ejercicio’. Me gustaría pegar a la gente que dice eso”.
¿Y quién no querría pegar un puñetazo al dueño de esas palabras? Porque gracias a él, el resto quedamos peor.

Beber en el trabajo, ¿por qué no?
Uno de los mejores momentos que nos dio JLaw fue el de la noche que ganó el Oscar. Es verdad que esa noche pasaron muchas cosas, pero entre ellas, cuando fue a pronunciar su discurso, empezó a trabarse.
¿Su respuesta? Lo siento, justo me he tomado un chupito”. Y claro, ya se sabe. Se empiezan con los chupitos, y se acaba lamiendo sal de la cabeza de tu estatuilla.
No es la primera vez, sino que durante una gira, también se tomó un par de copas, y cuando la entrevistaron, dijo que era la primera vez que bebía en el trabajo y que era muuuy divertido.

Porque todas las entrevistas son geniales con ella
En las entrevistas con JLaw puede pasar cualquier cosa. También os dejamos el vídeo de esto, porque es sensacional, aunque está completamente en inglés.
En el vídeo, el periodista empieza a entrevistarla por haber ganado un Oscar. De repente vemos cómo Jack Nicholson se queda mirándola desde atrás, y se va acercando para verla de cerca. Se intercambian saludos, felicitaciones, y él suelta: “te pareces a vieja novia que tuve”. Ella contestó lo que le salió del alma: “Ah, ¿no tengo pinta de nueva novia?”. Él sonríe y dice: “Pensaré en ello”.
Lo mejor viene después, porque como fangirl que es, no se puede creer lo que acaba de decir. Entonces, después de los “Oh dios mío” de turno, le pregunta por lo bajo al periodista: “¿sigue ahí?”, para que el actor salte “estaré esperando”. No tiene desperdicio.

Y en general, todas las galas
Ya sea por las muecas, por las declaraciones, o por sus salidas de tono, la diversión está asegurada con Jennifer. Es una persona que, por mucho que lo intentes, no te puede caer mal. Por ejemplo, cuando en una gala, el vestido se le rasgó (o se le bajó, no está muy claro si era de dos piezas), lo único que pudo decir ella fue: “menos mal que llevaba ropa interior”.
También nos hace reír por cosas tan simples como que le diga a sus amigos que su espléndido vestido tiene bolsillos, y que por tanto, puede guardar comida.
O esa vez que le dijo a un periodista que olía a patatas fritas, y luego casi se lo come a él, porque ella quería patatas fritas. Efectivamente, mandaron a alguien a por patatas fritas para Jennifer.

Porque es igual de vaga que el resto de los mortales
A veces creemos que ser actor es muy duro, porque tienes que estar todo el rato entrenando, y poniéndote en forma. Otras veces, pensamos que es un trabajo de lo más sencillo. Pero es como cualquier trabajo. Hay días buenos, y días malos. Días en los que trabajas, y fines de semana.
La filosofía de la actriz es de las mejores que hemos oído en los últimos tiempos: “Si no tengo nada que hacer en todo el día, ni siquiera me pongo los pantalones”.

Y porque fue protagonista de la caída más famosa de los Oscar
Fue la caída más glamurosa que hayamos visto. Recoger un premio, con un vestido de princesa precioso, para acabar de cabeza contra las escaleras. Y sí, ahí ya se había bebido el chupito, (o algo más), así que puede que esa fuera la razón.
No todo el mundo puede afrontar una caída como esa, en la que sabes seguro que todo el mundo en Estados Unidos ha visto cómo casi te comes un escalón.
Pero su discurso, su simpatía y su naturalidad lo arregló, y por eso, cada vez más, nos gusta Jennifer Lawrence.
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