
Continuamos con nuestras recomendaciones del género sobre libros de ciencia ficción, esta vez con un bonus track de fantasía. Tanto si estás empezando, como si eres aficionado, no deberías perderte estas grandes obras.
Al principio me gustaba mucho la novela histórica; encontraba fascinante descubrir los eventos del pasado desde otro punto de vista más entretenido que el nos muestran en el colegio. Por ejemplo, La maldición de Copérnico, de Philipp Vandenberg, consiguió que ame la física. Era la asignatura que mejores notas conseguía, prácticamente gracias a ese libro. Pero hay algo en la ciencia ficción que no encuentras en otros géneros. Hay un ejercicio de imaginación superior.
Este tipo de historias llevan al ser humano al límite, tanto físico como psicológico. Los dilemas éticos se suceden uno tras otro, y requiere que nos enfrentemos a problemas para los que nunca nos han preparado. Olvida el tópico de los aliens que intentan destruir nuestro planeta. Es el ser humano topándose con lo desconocido, improvisando, equivocándose, aprendiendo. Por supuesto, también hay amor, odio, amistad, orgullo, ambición, pero mezclado y aderezado con los ingredientes de lo imposible hecho posible. De forma que parezca real, que nos lo creamos.
Y como la mejor ciencia ficción siempre estará en los libros, allá vamos con la continuación de nuestras recomendaciones del género, esta vez con un bonus track de fantasía.
De la Tierra a la Luna, de Julio Verne

De la Tierra a la Luna arranca con el presidente del club de armas que, al haber terminado la Guerra Civil Estadounidense, sin más que hacer, y siendo experto en balística, emprende una aventura para fabricar un proyectil que envíe al hombre a la Luna. La obra es de lo más entretenida, y no solo sigue siéndolo, si no que se revaloriza con el tiempo. En este caso es como el vino, que va mejorando con los años. Encuentro sus capítulos hilarantes a la vez que visionarios, no sólo por el humor que impregna la novela, sino por lo ridículo que llegan a ser algunas situaciones con el conocimiento que tenemos hoy en día. Muy recomendable tanto para fans como para haters del género.
Crónicas Marcianas, de Ray Bradbury

Es una obra muy poética, onírica por momentos, donde tampoco faltan tintes de sátira, incluso de humor negro. Una visión pesimista del futuro, sobre hombres que se encuentran y no son capaces de comunicarse más que con violencia, llegando a ser deliciosamente tortuoso por momentos. Y es que era el reflejo del ambiente que se vivía en la época; la paranoia sobre la salud, la falta de respeto a la cultura y a la naturaleza, etc. El egoísmo y la vanidad del ser humano, el miedo de que la Tierra desaparezca por las guerras en las que se ve envuelta y por la tecnología nuclear.
Mundo Anillo, Larry Niven

Esta es una de las pocas, junto a Cita con Rama, que gana los tres grandes premios (Hugo, Locus, Nebula). La obra que encumbró a Niven y facilitó la transición a una nueva ola de la ciencia ficción, presenta un concepto no muy habitual en el que humanos y alienígenas trabajan juntos. Su misión es investigar el Mundo Anillo, una estructura imposible para nuestras referencias. Averiguar quién o cómo se ha creado, y si hay civilización en él. El problema es que la nave se destruye al aterrizar y deben encontrar la forma de salir de ahí.
Cita con Rama, de Arthur C. Clark

Rama se basa en el concepto del Cilindro O’Neill, una especie de hábitat espacial que viaja por el cosmos. Los que hayan leído los cuentos Universo y su continuación Sentido Común, de Robert A. Heinlein, les sonará este tema. Así, por momentos la historia parece girar más en torno a conceptos teóricos, como un pretexto para poner a prueba esas teorías en otros escenarios imposible. Otro de estos conceptos son los de velocidad terminal, o el efecto coriolis, por poner algunos ejemplos. Sin embargo, Arthur C. Clark se las arregla para hilvanar todo este conocimiento en una historia alucinante y atractiva.
Como comentaba arriba, gana no solo los premios Hugo, Locus y Nebula, sino también el John W. Campbell Memorial. Bien merecidos galardones para una novela que engancha desde la primera página como pocos. Te advierto que no podrás soltarlo hasta el final.
El color de la Magia, de Terry Pratchett

“No había muchas cosas que pudieran hacer de Morpork un lugar peor. El impacto directo de un meteorito, por ejemplo, se consideraría como una desinfección”
No es la primera vez que recomendamos al autor británico, ni será la última, pues no nos cansamos de leer su humor y sus aventuras. Sus grandes personajes, que van evolucionando en mini sagas dentro de la gran saga de Mundodisco. Este primer libro pertenece a la saga de Rincewind, pero luego hay otras, como la saga de las brujas, o la de la Muerte. Si debo quedarme con un personaje sería quizá este, cuya particularidad es que SIEMPRE HABLA EN MAYÚSCULAS. Y dice las cosas claras.

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