La riqueza natural y cultural de las ciudades de América Latina es especialmente asombrosa. Esta región, que comprende un total de 20 países, permite encontrar diversidad de climas, fauna, flora y recursos minerales. Aunque cada uno de estos países cuenta con bellezas que los hacen únicos, Colombia es, sin duda, uno de los destinos preferidos de los viajeros de todo el mundo que podrán encontrar hoteles donde hospedarse con bienestar al mejor precio.
Colombia, conocida mundialmente como la cuna de la cumbia y el vallenato, también es el lugar perfecto para realizar fotografía de turismo. Ya sea que hayan sido creadas por la naturaleza o por la mano del hombre, estas maravillas te dejarán con el ojo cuadrado y más vale que tengas tu cámara a la mano para captar tan hermosos paisajes. Aunque las alternativas son muy amplias, puedes comenzar con esta lista sobre qué fotografiar en Colombia.
Laguna de Guatavita
Ubicada en el municipio de Sesquilé esta laguna, de aproximadamente kilómetro y medio de longitud, fue territorio sagrado para la cultura Muisca. En ella se realiza un ritual en donde el Zipa o cacique cubría su cuerpo con polvo de oro (mineral abundante en la región) y atravesaba la laguna en un balsa mientras que el resto del pueblo arrojaba objetos de oro y esmeraldas en ofrenda a los dioses. Este hecho se considera el origen de la leyenda El Dorado
Iglesia de Nuestra Señora de Chiquinquirá
Este edificio, de estilo gótico tardío, se encuentra de pie desde hace casi 100 años. Su hermosa arquitectura contrasta con la modernidad de la ciudad de Bogotá. Su estructura está conformada por una planta en forma de cruz rodeada de capillas con hermosas bóvedas color azul. En el exterior se puede observar a la Virgen de Chiquinquirá junto a San Andrés y San Antonio. En el interior se venera una réplica de la imagen original de la Virgen de Chiquinquirá, patrona del pueblo Colombiano.
Desierto de la Tatacoa
El desierto de la Tatacoa es uno de los paisajes colombianos más exóticos. Comprende una superficie de poco más de trecientos kilómetros cuadrados de tierra color ocre y gris. Lo que a primera vista es una zona extremadamente árida, alguna vez fue un jardín florido y repleto de árboles. Sus cañones, de hasta 20 metros de profundidad, forman un intrincado y misterioso laberinto.
Minas de sal de Nemocón
Las minas de sal de Nemocón, ubicadas en el municipio del mismo nombre, son un sitio explotado desde hace más de 500 años, las poblaciones antiguas que allí se establecieron utilizaron este mineral como objeto de intercambio comercial. Hoy en día, estas minas ubicadas a 80 metros de profundidad, son un atractivo turístico que vale la pena visitar.
Fuerte de San Fernando de Bocachica
Para ingresar a la Bahía de Cartagena es necesario acceder a través de los canales de Bocachica o Bocagrande. En el primero de ellos se encuentra el fuerte de San Fernando de Bocachica, una fortaleza en forma de herradura que fue construida para restringir el paso a través de los canales y proteger de posibles ataques. Así mismo, muchas de sus bóvedas fueron utilizadas como prisiones, debido a la gran seguridad e inteligencia militar que se desarrolló por aquella época.
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