Activision ha anunciado su potente iniciativa para fomentar los eSports en su franquicia estrella, la Call of Duty World League
Siempre me ha llamado la atención que la franquicia FPS más jugada de la última década no haya calado hondo en ese mercado en auge que son los eSports. Que haya un nuevo Call of Duty cada año, la inestabilidad venida de una edad media de la comunidad muy inferior a otros títulos o que Activision no apoyara en condiciones su saga parecían los motivos evidentes. Pero si desde hace unos años se ha venido organizando el Call of Duty Championship a final de año, hoy Activision ha anunciado la Call of Duty World League.
La liga anunciada tendrá dos vueltas y se disputará en USA, Europa y Australia
Y aquí, ojo, parece que se ponen serios. De un modo parecido al trabajo de Riot con League of Legends, parece que se busca ofrecer una liga de carácter regional (Europa, Norteamérica y Australia) con división profesional y amateur (División Pro y División Challenge). Lo que empezará en enero de 2016, con Call of Duty: Black Ops 3, se dividirá en dos temporadas o sprints que culminarán en el Call of Duty Championship de final de año y que contarán con una bolsa de premios de alrededor de tres millones de dólares.
Un movimiento lógico pero no por ello menos arriesgado. Y es que intentar emular una infraestructura como la de Riot no es tarea fácil. Habrá que ver cómo progresa un sistema de competición en el que año a año se cambia el videojuego a jugar y si se da en el clavo con la normativa y no nos encontramos con los tan repetidos problemas en las competiciones de Call of Duty.
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