
Compartir archivos con rapidez y sin quebraderos de cabeza se ha vuelto un básico en el día a día, tanto si trabajas con fotos y documentos como si pasas vídeos a un amigo en el sofá. En ese escenario, AirDrop (Apple) y Quick Share (Google/Samsung) se han convertido en los dos grandes referentes del intercambio inalámbrico cercano. Ambos funcionan muy bien, pero tienen enfoques, límites y ventajas distintas que conviene conocer para elegir con criterio.
En las últimas actualizaciones se han acelerado los cambios: Nearby Share pasó a llamarse Quick Share y ganó integración, alcance y funciones (como códigos QR y una interfaz más clara), mientras que AirDrop mantiene su trono dentro del ecosistema Apple gracias a su velocidad, sencillez y seguridad. A continuación, repasamos todas las diferencias clave, compatibilidades, trucos y novedades que se han ido filtrando y anunciando para que tengas una foto completa y actualizada.
Qué son AirDrop y Quick Share hoy
AirDrop es el sistema de envío de archivos nativo de Apple, presente en iPhone, iPad y macOS (y con cierta interacción desde Apple Watch en modelos compatibles), pensado para compartir de forma directa y sin configurar redes comunes. Utiliza Bluetooth y Wi‑Fi en paralelo para descubrir dispositivos, establecer el enlace y acelerar las transferencias, y no impone límites de tamaño ni de tipo de archivo en los envíos entre dispositivos Apple.
Quick Share es la evolución del antiguo Nearby Share: nació como solución de Samsung en 2020 y en 2024 se unificó con la propuesta de Google, heredando el nombre de la función de Samsung. Su objetivo es ser el estándar de intercambio cercano en Android, con soporte amplio y un añadido crucial: extensión oficial a ChromeOS y Windows mediante app, además de nuevas funciones de calidad de vida como vistas previas, tiempos estimados, envío a múltiples receptores y códigos QR.
Compatibilidad y ecosistema
AirDrop lleva su exclusividad al ecosistema Apple. Si usas iPhone, iPad y Mac, la experiencia será integrada, sencilla y sin límites en tamaño o tipos de archivos. Esta propiedad es su mayor fortaleza y también su límite: fuera de Apple, no existe cliente oficial para Windows ni Android.
Quick Share apuesta por la universalidad dentro de Android y más allá. Está integrado a nivel de sistema en la mayoría de móviles Android con Google Play Services, aunque fabricantes sin servicios de Google como Huawei o con Android inferior a 6.0 quedan fuera. También funciona en ChromeOS y en Windows con una aplicación oficial de Google, y algunos fabricantes (como LG) facilitan su uso mediante herramientas preinstaladas. El resultado es un puente directo entre Android, Chromebook y PC.
¿Y en macOS? A día de hoy, no existe cliente oficial de Quick Share para Mac. Hay alternativas de terceros como NearDrop para recibir archivos desde Android y soluciones multiplataforma como LocalSend. No son tan integradas como el cliente nativo, pero ayudan a cubrir esa carencia mientras Google lanza soporte oficial.
Conectividad, alcance y velocidad
Ambas soluciones combinan Bluetooth y Wi‑Fi. Bluetooth detecta dispositivos cercanos y negocia la conexión, mientras que Wi‑Fi (directo) se encarga de la transferencia a máxima velocidad. AirDrop lleva años siendo muy pulido en este aspecto, y Quick Share ha reforzado su sistema con la integración de Google y Samsung.
El alcance efectivo: en AirDrop suele rondar los 9 metros (~30 pies), suficiente para una habitación o pequeña oficina. En Quick Share, pruebas y documentación indican un alcance en torno a 15 metros (~50 pies), lo cual ofrece más margen en espacios amplios. Ojo: en algunos casos, la detección inicial requiere mucha proximidad (~30 cm), probablemente por la forma en que Bluetooth realiza el descubrimiento o por configuraciones de privacidad.
Velocidad real: AirDrop destaca por su rapidez con archivos grandes entre iPhone y Mac, y Quick Share también es muy veloz. Un ejemplo práctico muestra que se pueden transferir 500 MB en unos 20 segundos, logrando aproximadamente 25 MB/s. En general, a distancias cortas, Quick Share es muy competitiva y más que suficiente para el uso diario.
Facilidad de uso e interfaz

AirDrop sobresale por su sencillez: seleccionas el archivo, tocas Compartir, y aparece el dispositivo cercano para confirmar. No hay códigos, emparejamientos complicados ni pasos extras. Es un proceso familiar en iOS y macOS.
Quick Share ha simplificado mucho su uso. Desde el menú Compartir en Android, es muy visible y accesible, además de tener un acceso directo en los ajustes rápidos para activar la recepción o abrir su interfaz. Las novedades recientes incluyen una interfaz unificada: al pulsar Quick Share desde los ajustes rápidos, puedes elegir entre “enviar” o “recibir”. En la vista de recibir, otros dispositivos verán tu nombre y foto (solo contactos), facilitando su localización.
Desde Quick Share también puedes seleccionar archivos directamente para enviarlos, sin necesidad de abrir otras apps. Además, incluye la opción de enviar mediante código QR: genera un código que el receptor escanea para solicitar archivos. Esto es muy útil en casos en los que no hay contactos predefinidos o la detección no funciona a la primera.
Privacidad y seguridad
AirDrop permite ajustar quién puede encontrarte: solo contactos, todos o nadie. Además, siempre requiere confirmación para aceptar archivos, lo que reduce envíos no deseados y protege la privacidad.
Quick Share también ofrece controles granulares: puedes definir visibilidad para nadie, solo contactos o todos. En el último caso, la visibilidad se limita a 10 minutos para evitar exposición prolongada. El descubrimiento necesita Bluetooth, y las transferencias se realizan por Wi‑Fi directo, sin requerir Internet.
Funciones añadidas y utilidades prácticas
AirDrop destaca por su velocidad, integración completa y ausencia de límites en tamaño o tipo de archivo. En el ecosistema de Apple, compartir vídeos 4K o documentos grandes es muy sencillo y directo.
Quick Share incorpora herramientas extra: previsualizaciones, tiempos estimados de llegada (ETA) y envío a múltiples dispositivos agilizan la colaboración. Su opción de QR facilita el intercambio con desconocidos o en situaciones donde no funciona la detección automática. Además, tiene un panel de ajustes internos en Android para cambiar el nombre del dispositivo, gestionar quién puede verlo y permitir el uso de datos móviles si no hay Wi‑Fi.
Modo nube (Samsung): Además del envío directo, permite transferencias temporales a la nube desde SmartThings. Tiene límites claros: 1 GB por archivo y 2 GB diarios, pensado para transferencias puntuales cuando las conexiones locales no son posibles.
Soporte multiplataforma real: Android, Windows, ChromeOS y el “caso Mac”
Android y ChromeOS: Quick Share está integrado o se accede a través de servicios de Google, con un botón específico en el menú compartir y ajustes particulares en Configuración. En tablets y Chromebooks, funciona de manera similar: elige, comparte, acepta.
Windows: Google ofrece una aplicación oficial de Quick Share descargable desde su web para PC, que requiere controladores actualizados de Bluetooth y Wi‑Fi. Algunos fabricantes, como LG, incluyen utilidades preinstaladas que facilitan la experiencia. De Android a PC funciona muy bien y se ha convertido en una opción práctica para uso frecuente.
macOS: No hay un cliente oficial. Soluciones como NearDrop sirven para recibir archivos enviados desde Android al Mac, mostrando un icono en la barra de estado. En sentido opuesto, la opción oficial sigue ausente. LocalSend es una alternativa gratuita y de código abierto que permite transferencias entre varios sistemas, útil en casos donde no hay una opción nativa.
Rendimiento, alcance y pequeños matices que marcan diferencia
Los ejemplos reales importan: en pruebas con teléfonos actuales, como Pixel 8 y Pixel 8 Pro, se han alcanzado medias de ~25 MB/s en transferencias de 500 MB en unos 20 segundos. La velocidad depende del hardware (antenas, radios, chip Wi-Fi), interferencias y la distancia.
El alcance declarado: Quick Share funciona hasta aproximadamente ~15 metros (50 ft), frente a los ~9 metros (30 ft) habituales en AirDrop. En entornos con obstáculos, la experiencia puede ser similar. La detección inicial en Quick Share puede requerir mucha proximidad, a veces ~30 cm, por lo que conviene tener en cuenta este comportamiento.
En cuanto a estabilidad: AirDrop lleva años perfeccionado en Apple y generalmente no presenta problemas en su ecosistema. Quick Share, tras su integración con Google, ha madurado rápidamente y ahora ofrece una experiencia estable y consistente, especialmente de Android a Android y de Android a Windows.
Historia, contexto y por qué ahora todo encaja
AirDrop debutó en 2011 con Mac OS X Lion, y poco después en iOS: un sistema sencillo para transferir sin cables ni configuraciones complicadas. Fue un cambio radical en la forma de compartir archivos.
Android tardó en definir su camino. Hubo varias iniciativas de terceros, como Bump (adquirido por Google en 2013), y soluciones fragmentadas por diferentes fabricantes. Nearby Share llegó en 2020, aunque su adopción fue diversa y poco memorable en sus comienzos.
Samsung lanzó Quick Share en 2020, con un buen enfoque. En enero de 2024, Google y Samsung formalizaron su colaboración, unificando la marca y mejorando estándares: interfaz más sencilla, integración con QR, funciones de privacidad y expansión a PC. Desde entonces, las mejoras han sido constantes, haciendo que la experiencia sea más transparente y universal.
Novedades: interfaz unificada y códigos QR
La interfaz actual (vista en versiones beta de Google Play Services) divide claramente “recibir” y “enviar” en el acceso rápido, mostrando tu dispositivo en modo recibir con foto solo para contactos y permitiendo seleccionar archivos directamente. Esta organización reduce pasos y aumenta la facilidad de uso, incluso si el destinatario no es tu contacto.
Los códigos QR facilitan todavía más el intercambio en situaciones donde la detección automática no funciona: generas el código, el otro escanea y solicita los archivos. Es especialmente útil cuando no hay contacto previo o la detección no funciona a la primera. La función se implementa lentamente y requiere Play Services 24.49.33 o superior.
Casos comunes y recomendaciones

Si usas únicamente productos Apple (iPhone, Mac, iPad), AirDrop es la opción lógica: es rápido, estable y sin límites de tamaño. No requiere instalaciones adicionales ni preocuparse por compatibilidades.
Si combinas Android y Windows/ChromeOS, Quick Share es tu mejor aliado: con app de PC oficial, buena velocidad y funciones avanzadas como previsualizaciones, ETA, envío múltiple y QR. De Android a Android, funciona de manera muy efectiva y confiable.
Para quienes usan Android y Mac, la estrategia es más híbrida: puedes usar NearDrop para recibir en macOS o LocalSend para transferencias locales multinterfaz. La ausencia de un cliente oficial de Google para Mac aún se nota.
Cómo usar Quick Share sin complicaciones
Desde Android, selecciona el archivo, toca Compartir y elige Quick Share. El móvil buscará dispositivos cercanos; cuando aparezca el destinatario, tócales y espera la aprobación. No necesitas Internet: la transferencia se realiza vía Wi‑Fi directo, usando Bluetooth solo para detección.
Desde el panel de ajustes rápidos, puedes activar recibir o abrir la interfaz para enviar. En modo recibir, tu nombre y dispositivo serán visibles para facilitar la identificación y podrás aceptar o rechazar archivos fácilmente.
Mediante código QR, abre Quick Share y selecciona “Usar un código QR” si lo tienes. Se generará un código que el destinatario escaneará para solicitar archivos. Es especialmente útil en interacciones con desconocidos o cuando la detección automática falla.
Consejo de privacidad: si activas la visibilidad “para todos”, recuerda que se desactiva automáticamente a los 10 minutos para evitar exposiciones en lugares públicos.
Diferencias clave, de un vistazo argumentado
Alcance: Quick Share llega a ~15 metros, frente a los ~9 metros de AirDrop; sin embargo, la detección inicial en Quick Share puede exigir una proximidad muy cercana (~30 cm), dependiendo de las condiciones.
Velocidad: AirDrop mantiene la posición en la mayoría de los casos dentro del ecosistema Apple. Quick Share es muy rápido a cortas distancias, logrando medias de ~25 MB/s en dispositivos modernos y transferencias habituales.
Compatibilidad: AirDrop es exclusivo de Apple. Quick Share es multiplataforma, abarcando Android, Windows y ChromeOS, aunque actualmente no existe cliente oficial para Mac.
Funciones: Quick Share ofrece previsualizaciones, ETA, envío múltiple y QR, además de su modo nube en ecosistemas Samsung, que tiene límites en tamaño de archivos y cantidad de envíos diarios.
En definitiva, la elección entre AirDrop y Quick Share dependerá principalmente del ecosistema en el que te mueves. Si eres usuario exclusivo de Apple, AirDrop sigue siendo la opción más eficiente y sin complicaciones. Para quienes combinan Android y PC, Quick Share se presenta como la alternativa más práctica y versátil. Y, para un flujo entre plataformas distintas, las soluciones como NearDrop o LocalSend ayudan a cerrar la brecha con funciones útiles aunque menos integradas.
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