A lo largo de toda Dragon Ball, Akira Toriyama nos dejó momentos únicos e irrepetibles, pero, sin duda alguna, uno de los momentos más icónicos de la recta final de la serie fue la fusión de Vegeta y Goku con los pendientes Potara. Sin embargo, pocos saben que estos pendientes nunca fueron concebidos para este propósito, sino para algo más simple.
Y es que, tal y como contó en una entrevista de Dragon Ball Daizenshuu 6, el autor no tenía en mente que los pendientes Potara tuvieran un uso más allá de ser el adorno de los Kaio-Shin. No fue hasta que necesitó otra forma de fusión cuando se le ocurrió la idea de utilizar estos accesorios como medio para unir a dos personas.
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"Me preguntaba qué debía hacer; siempre había estado dibujando pendientes en los Kaioshin, así que pensé: 'quizá pueda darles uso'. Hasta ese momento eran simplemente adornos", comentó Toriyama, quien reiteró en esa misma entrevista que iba improvisando sobre la marcha muchos de sus conceptos.
De hecho, el propio autor afirmó que, aunque esto parezca su mayor debilidad, también es su mayor virtud, ya que es en estos momentos, cuando se encuentra entre la espada y la pared, que mejor le surgen las ideas. Y es que, cuando escribía en un capítulo del manga que el siguiente iba a ser espectacular, lo cierto es que no tenía ni idea de lo que sucedería, pero así se obligaba a sí mismo a idear algo a la altura de las expectativas.
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La noticia Akira Toriyama se encontró en una encrucijada en el arco final de Dragon Ball, así que transformó unos simples adornos en una de las mejores genialidades de la serie fue publicada originalmente en Vida Extra por Iván González .
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