No existe fan de John Wick que no conozca la escena Dragon's Breath de la cuarta película. Es un espectáculo cargado de violencia, originalidad y mucho fuego. Pero solo era un tiroteo más en una casa cualquiera antes de inspirarse en el videojuego Hong Kong Massacre. "La pelea en el apartamento no estaba funcionando. Era solo una pelea en un apartamento" pensó Chad Stahelski, director de la película.
Fue un quebradero de cabeza desde el minuto uno. El diseño del escenario fue muy complicado: altura de las paredes, el suelo, iluminación e incluso los colores de cada habitación, planteó el siguiente desafío: ¿cómo crear el escenario de forma que se apreciase perfectamente todo lo que ocurría desde arriba? Y también había que encontrar una forma de iluminarlas para que todo se apreciase bien. Todo el escenario se montó (que no diseñó) en una tarde-noche de un domingo.
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La descubrí en Pentiment y, tras reencontrarla en Avowed, no entiendo cómo todo RPG de fantasía no tiene esta sencilla función
Fue el director de la película quien tuvo la idea que definiría esta escena: "Al carajo, voy a meter fuego a la gente", como recoge el medio Vulture. Y lo hizo literalmente, porque solo cortó la escena rodada en plano secuencia para meter fuego a uno de los especialistas. Sobra decir que no pudieron utilizar cartuchos incendiarios Dragon's Breath reales, así que utilizaron un lanzallamas para tener una referencia del fogonazo de la escopeta y que iluminase la habitación con cada disparo. No todo fueron efectos práctico, los efectos de las chispas y el plomo incandescente de los cartuchos fue añadido con efectos digitales, como otras muchas cosas de la escena.
Debía rodarse en una sola toma (a excepción del corte comentado) mediante una técnica llamada Spidercam: una cámara que se mueve por una serie de claves tensados sobre la escena. Esto implicaba que cada error devolvía a todo el equipo al punto de salida. Stahelski planteó utilizar dobles de acción para no machacar a Keanu Reeves, que interpreta a John Wick, pero este se negó en rotundo: "No, yo quiero hacerlo. Yo quiero hacer esto". El director le previno sobre el precio de cada error y Reeves respondió: "Bueno, eso significa que no puedo equivocarme" y acto seguido se fue al gimnasio para entrenar. La preparación de la coreografía (de todos) necesitó tres semanas de ensayos.
Scott Rogers, coordinador de los especialistas en John Wick 4, señaló que "la toma sería mucho más aburrida [sin el Dragon's Breath]. No duraría ni la mitad". Tardaron tres días en rodarla al completo y el director no tuvo claro que la incluiría en la película (pensaba cortarla) hasta que la vio con los efectos especiales. Y menos mal que fue así, porque nos habríamos perdido una de las mejores escenas tanto de la película como de la franquicia. No conozco a nadie que la viese en el cine y no acabase con la mandíbula desencajada. No solo porque la perspectiva te pilla de sorpresa, sino porque es tan caótica (dentro de su orden) que necesitas varios visionados para ver cada detalle.
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La noticia "Al carajo, voy a meter fuego a la gente": un videojuego y un lanzallamas convirtieron una escena sosa de John Wick 4 en un espectáculo brutal fue publicada originalmente en Vida Extra por Alberto Martín .
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