
Pocas cosas son tan satisfactorias como que un videojuego que dominas introduzca algo que te pone los pies en la tierra. Es una sensación genial porque descubres que todavía puede darte guerra después de cientos horas, casi miles en este caso. Y más cuando hace tiempo que había renunciado a que mi franquicia favorita lo hiciese: The Division.
El dlc Battle for Brooklyn de The Division 2 trajo consigo a un nuevo grupo de Cazadores que me pusieron entre la espada y la pared. Tanto fue sí que tuve que prescindir de mi build principal (electrónica, sería un Nigromante en otros RPG), que considero tan buena que casi no ha necesitado cambios en años, y me obligó a mejorar otra que tenía en el banquillo. Los Cazadores hackean tus aparatos.
Pues ha vuelto a hacerlo. Se nota que Massive ha recuperado muchos desarrolladores de Avatar: Frontiers of Pandora y Star Wars: Outlaws, porque se han puesto las pilas con The Division 2. Este año no solo han mejorado el evento de Halloween con más decoración por el mapeado, contenido estético y un evento en varias fases, también han añadido un Cazador tras un puzle y mucho farmeo.
Un cazador un poquito rarete
El Perrero es uno de los cazadores más raritos y poderosos que me he cruzado en The Division 2. Me pilló con el pie cambiado y consiguió matarme de la forma más humillante, algo que ningún otro cazador ha conseguido desde hace años. Y no solo fue porque me pillase con mi build de electrónica y hackease todos mis dispositivos, también porque no hay otro enfrentamiento igual.
Lo único que no me gusta de este evento de Halloween hasta el momento es la forma que ha ideado Massive de encontrar al Perrero: matar a una serie de Mini-Sabuesos, que son los robots en forma de perros de los Colmillos Negros que llevan ametralladoras y lanzagranadas incorporados. Tienes que matarlos en ciertas ubicaciones hasta que dejan caer la misión de su dueño. Es muy repetitivo y aburrido.
El enfrentamiento contra el Perrero se divide en dos fases. Durante la primera tienes que matar a un montón de mini-sabuesos que dan vueltas y no te hacen nada, excepto uno que emite pequeñas explosiones incendiarias. Son inofensivos, pero son la nueva definición de "esponja de balas" en un videojuego. Muchos agentes creen que son adorables, para mí dan un mal rollo que lo flipas.


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La segunda fase es el encuentro con el Perrero y ahora entenderás por qué me parece lo suficiente turbio para estar dentro del evento de Halloween: el Perrero te ataca como cualquier Cazador. Lleva una escopeta AA-12 y es dificultad Heroica, así que no puedes hacerte el chulo porque te envía al lobby con unos pocos disparos.
Pero lo más turbio de todo es que le acompañan un montón de mini-sabuesos, cada uno con su propia habilidad. Tienen escudos momentáneos, invisibilidad, explosiones incendiarias y otros sencillamente no hacen nada. Hay formas de engañar a la IA para luchar desde sitios seguros, pero en condiciones normales no puedes quedarte quiero ni un momento porque el Perrero no dejará de moverse para flanquearte mientras todos sus perros te persiguen como juguetes poseídos de Toy Story.
El Perrero me mató durante nuestro primer encuentro. Intenté resistir todo lo que pude, pero no hubo manera. Además, tiene el Lanzaquímicos corrosivo para sacarte de cobertura en caso de que encuentres un punto en el que sus perros no puedan alcanzarte. Morí acorralado y de la forma más humillante posible. Fue un duro golpe para mi orgullo, porque tiendes a creer que nada puede contigo tras más de 1.500 horas de juego.
Volví, por supuesto. Y no me anduve con chiquitas: llevaba una build de daño y el arma exótica llamada Rey de las Balas, una ametralladora que no necesita ser recargada y que te devuelve 100 balas por cada 100 impactos. No pude ganar con maña, así que recurrí a la fuerza bruta. Tras más de 1.300 balas y algunos momentos tensos, el Perrero murió. Volvió a morir hasta cinco veces más porque con cada una consigues una pieza de ropa.

Los Cazadores de Battle for Brooklyn fueron combates muy estimulantes, pero ninguno es tan emocionante y turbio como este. Puedes hacerlo en grupo y no es tanto drama, pero en solitario puede ser una pesadilla. Ver a los perritos andando hacia mí mientras el Perrero descargaba su escopeta me recordó a la escena de los juguetes zombie de Toy Story. Ubisoft ha tardado seis años en darme un evento de Halloween divertido y desafiante. Ya era hora... Había perdido la esperanza.
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La noticia Al fin puedo decir que me han partido la cara con estilo después de seis años de decepciones ininterrumpidas fue publicada originalmente en Vida Extra por Alberto Martín .
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