La patente que ha registrado Amazon en la oficina correspondiente de Estados Unidos se refiere al lanzamiento de paquetes desde el aire. El escenario sería un dron que va a hacer una entrega a un particular. Para que el producto caiga en el sitio donde debe la compañía ha patentado una tecnología que permite al paquete descender verticalmente.
Lo normal es que cuando un dron en movimiento deje caer un paquete, este haga una parábola hasta su destino. Pero este método puede resultar en imprecisiones. La tecnología de Amazon haría que el dron aplicara una fuerza al paquete para corregir la parábola prevista.
Si la carga se encuentra con algún obstáculo en su camino, incluso puede modificar su trayectoria para esquivarlo. Esto lo haría gracias a un sistema de sensores que monitorizarían el descenso. Una superficie de control podría alterar la caída. Ni que decir tiene sería una tecnología que Amazon querría recuperar después de la entrega, algo que no se especifica cómo se haría.
Es difícil separar el futurismo que encierra las patentes de Amazon de la realidad. Pero lo cierto es que indican una tendencia clara. Los drones cada vez se ven más como vehículos para transportar paquetes. Tal vez el gigante del comercio electrónico no los implemente a corto plazo, pero no cabe duda de que estudia la iniciativa a fondo.
El aluvión de patentes que Amazon ha registrado en los últimos meses también es un reflejo de la evolución del mercado. Los repartos con drones comienzan a ser una opción viable. Las normativas se ajustan y las empresas se preparan. Aún no existe un marco que permita hacer entregas en ciudades de la forma en que proyecta Amazon, pero el sector toma forma.
Resulta especialmente interesante el trabajo que se puede hacer en espacios cerrados. Ya que la tecnología avanza más rápido que la normativa, algunas empresas se han concentrado en la logística dentro de almacenes y fábricas. Por cierto, a Amazon también le interesa este extremo, y mucho.
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Lo normal es que cuando un dron en movimiento deje caer un paquete, este haga una parábola hasta su destino. Pero este método puede resultar en imprecisiones. La tecnología de Amazon haría que el dron aplicara una fuerza al paquete para corregir la parábola prevista.
Si la carga se encuentra con algún obstáculo en su camino, incluso puede modificar su trayectoria para esquivarlo. Esto lo haría gracias a un sistema de sensores que monitorizarían el descenso. Una superficie de control podría alterar la caída. Ni que decir tiene sería una tecnología que Amazon querría recuperar después de la entrega, algo que no se especifica cómo se haría.
Es difícil separar el futurismo que encierra las patentes de Amazon de la realidad. Pero lo cierto es que indican una tendencia clara. Los drones cada vez se ven más como vehículos para transportar paquetes. Tal vez el gigante del comercio electrónico no los implemente a corto plazo, pero no cabe duda de que estudia la iniciativa a fondo.
El aluvión de patentes que Amazon ha registrado en los últimos meses también es un reflejo de la evolución del mercado. Los repartos con drones comienzan a ser una opción viable. Las normativas se ajustan y las empresas se preparan. Aún no existe un marco que permita hacer entregas en ciudades de la forma en que proyecta Amazon, pero el sector toma forma.
Resulta especialmente interesante el trabajo que se puede hacer en espacios cerrados. Ya que la tecnología avanza más rápido que la normativa, algunas empresas se han concentrado en la logística dentro de almacenes y fábricas. Por cierto, a Amazon también le interesa este extremo, y mucho.
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