Noticia Análisis de Fitbit Aria, la báscula Wi-Fi

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Monitorización de la actividad diaria. Cinco palabras que hemos escuchado hasta la saciedad en los últimos años. ¿Realmente es necesario tanta monitorización? Dejando a un lado este debate fabricantes como Fitbit apuestan por el sí, lanzando al mercado productos especialmente dedicados para ello. Fitbit Aria es uno de los más veteranos, destinado a superar las barreras de las básculas tradicionales añadiendo una serie de características para los más asiduos a la monitorización.Fitbit ha sido y es uno de los grandes del sector de la monitorización. Sus dispositivos, empezando desde el Ultra hasta la pulsera Force (que tuvo que salir del mercado debido a sus problemas en la fabricación), han sido siempre referentes. Un espejo en el que Samsung, Apple y muchas otras grandes del mundo de la tecnología se han mirado para fabricar sus propias soluciones. Con una comunidad sin igual, lo cierto es que adquirir un producto de Fitbit para monitorizar tu actividad diaria es un acierto seguro.

Pero la monitorización no sólo se queda en saber cuántos pasos caminamos, cuántas calorías consumimos o cuantas plantas hemos subido. Fitbit apuesta por monitorizarnos también en nuestro hogar mediante la báscula Aria. Peso, porcentaje de grasa corporal e IMC; tres nuevos datos que se suman a los ya medidos y que sirven para conseguir una visión más integral de nuestra salud.

Lo cierto es que, con el auge en las últimas décadas del culto por la salud y un cuerpo perfecto, era inevitable que este tipo de productos salieran al mercado. Aunque a título personal, siento una desazón en mi interior: ¿de verdad era necesario llevar al extremo la monitorización de nuestras constantes vitales? ¿Es necesario incluir Wi-Fi a una báscula? Un encarecimiento del producto que convierte a la Fitbit Aria en un producto al alcance de muy pocos usuarios. ##Diseño

Visualmente, Fitbit Aria supera con creces las expectativas que podemos tener sobre cómo es una báscula. Es cierto, no lo voy a negar: es excesivamente grande y pesada. Pero vitaminar una báscula con el software necesario para llevar los cálculos de nuestros datos y además incluir conectividad Wi-Fi parece que no podía tener un tamaño inferior. Pese a todo, al ser un hardware estático, que no se moverá más que un par de veces de lugar a lo largo de toda su vida útil, lo cierto es que su excesivo peso o tamaño no nos resultarán un handicap a tener en cuenta.

Con una parte trasera en plástico (donde encontramos también la posición de las pilas), el protagonismo de la Fitbit Aria está en su parte delantera. Realizada en cristal, encontramos un fino dibujo casi imperceptible al ojo humano, al menos en la versión blanca, que le da un toque minimalista pero muy decorativo. La pantalla LED, rodeada por un arco metálico, es grande y perfecta para aquellas personas que tienen problemas de visión. Además es retroiluminada en azul, lo que permitirá que podamos ver la información incluso con la luz apagada.

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##Monitorización

Es en este punto donde se encuentra el auténtico "corazón" de la Fitbit Aria. Y es que por muy bonita o fea que pueda parecer una báscula, es su funcionalidad la que la hacen verdaderamente útil. La báscula de Fitbit se podría considerar de precisión supina, ya que bajo su apariencia encontramos tres variables imprescindibles si queremos cuidar nuestra forma física: peso, grasa corporal y IMC. En el caso del peso, no hay mucho más que menciona pero las otras dos variables tienen su importancia.

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En primer lugar, la grasa corporal que se mide a través de electrodos repartidos por la superficie de la báscula. Estos envían una carga eléctrica por nuestro cuerpo y la reciben para luego realizar los cálculos. Importante recordar que para medirla será necesario descalzarnos. En cuanto a la IMC, será el peso que manualmente introduzcamos la que mida el Índice de Masa Corporal asociado al peso y a la grasa corporal. Ambos datos, junto al peso, serán las tres variables principales del Fitbit Aria que es capaz de diferencias hasta 8 perfiles diferentes de usuario. Numero mayor del que podemos encontrar en la mayoría de familias y tan sólo con subirse a la báscula.

Conectividad


Es aquí donde encontramos uno de los grandes talones de Aquiles de la Fitbit Aria. En lugar de una conexión mediante Bluetooth como encontramos en otros productos de la marca Fitbit, en este caso se realizará mediante Wi-Fi. Así nos ahorraremos tener un dispositivo intermedio unido cada vez que nos pesemos. Lamentablemente la configuración es extremadamente complicada de llevar a cabo. Aunque siguiendo los pasos del manual parece sencillo, tendremos que llevar a cabo varios pasos diferentes que podrían haberse reducido en exceso.

Otras características


Una vez nos pesemos todos los datos se sincronizarán con nuestra cuenta de Fitbit. Es aquí donde sigue la magia de la Fitbit Aria ya que estos completarán nuestro perfil. De forma muy visual podremos ver la evolución de nuestro peso, IMC y porcentaje de grasa corporal. Además se introduce el concepto de gamificación y logros al igual que con los monitores de actividad Ultra, Zip, One y Flex. Cuantos más kilos pierdas (hasta llegar a tu objetivo) y más veces te peses; más insignias ganarás y podrás presumir de ellas frente a tus contactos.

Fitbit Aria no sólo se comunica con la propia aplicación de Fitbit sino que también se lleva bien con otro puñado de servicios y apps. Endomondo, TactioHealth, Lose it!, My Fitness Pal y muchas más servirán como nexo de unión entre los datos que recoja el dispositivo sobre nuestro peso. Una importación que, pese a todo, seguirá conservando los datos en forma de backup en nuestra cuenta de Fitbit.

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6Fitbit Aria es un hardware para sibaritas. Para el tipo de usuario que ya posee un monitor de actividad Fitbit pero siente que aun quiere algo más y tiene dinero. Este último dato es importante ya que el precio de Aria es bastante restrictivo para lo que realiza pues, excepto el porcentaje de grasa corporal, tanto el peso (con una báscula normal) como el IMC (que puede calcularse de forma sencilla) pueden introducirse a mano en la aplicación para ser monitorizados. Es por ello que quizás, desde su lanzamiento en 2012, Fitbit no ha lanzado el sucesor de Aria ya que las tenues ventas y aceptación de la misma por parte de los usuarios hacen ver que se trata de un producto que tiene poca cabida en el mercado.

Comprar: Fitbit Aria $129 | 119€- Diseño excelente en cristal y plástico. - Perfiles personalizados para 8 usuarios diferentes. - Posibilidad de medir el porcentaje de grasa corporal.- Excesivo peso y tamaño en comparación con otras básculas. - Problemas de configuración en la conectividad Wi-Fi. - Precio no al alcance de todos los bolsillos.

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