Noticia Análisis de Nest: El termostato que ha cambiado las reglas del juego

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Si tienes un termostato en casa, es hora de que le eches un vistazo y de que le hagas caso. Seguro que llevabas tiempo sin fijarte en él. Ese aparatito que se encuentra en las paredes de nuestros hogares pasa inadvertido en muchas ocasiones. Queremos ahorrar en electricidad y no encender el aire acondicionado o la calefacción. Nos da pereza levantarnos de la cama para encender el aire caliente si nos estamos congelando. O simplemente no queremos encenderlo, porque luego nos vamos de casa y se nos olvida apagarlo.

A todos estos conflictos pone solución Nest, el termostato inteligente de Alphabet (Google) que fue ideado por la misma mente que nos trajo el iPod: Tony Fadell, y que luego decidió adentrarse en un mercado un tanto diferente, el del hogar inteligente.

Tras varios años triunfando en Estados Unidos, Nest ha desembarcado en el mercado europeo para conquistar nuestros hogares y, su historial demuestra, que tiene muchas posibilidades de lograr su objetivo.

Nota: este análisis ha sido realizado con un Nest de EEUU y temperatura en grados Fahrenheit .

Todo hogar inteligente necesitará un Nest


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Tener un termostato inteligente es un requisito en todo hogar en el que se aprecie la domótica. Nest está destinado a todo tipo de consumidores, pero especialmente a aquellos que deseen ahorrar. En mi casa, con luces automatizadas, televisores inteligentes 4K y enchufes controlables desde el teléfono, no podía faltar este invento. Si eres amante de la tecnología, como yo, lo sabrás apreciar.

Nest incorpora un sistema que aprende de nuestros hábitos. Puede sonar a que el cacharro nos espía, pero en realidad aprende de nosotros para hacer que el entorno sea mucho más cómodo. Por ejemplo, si te levantas todos los días a las 7 de la mañana y no te gusta que haga frío por la casa mientras te preparas para ir al trabajo, seguro que enciendes un rato el aire y lo apagas justo antes de irte. Pues bien, tras varios días encendiendo el aire caliente a las 7AM y apagándolo, digamos, a las 8AM, Nest empieza a realizar todas estas actividades por sí mismo. Es decir, cuando te levantes, la calefacción se encenderá sola y se apagará cuando salgas por la puerta, porque aprende de nuestros hábitos. No hará falta que lo programes (aunque también se puede hacer) y, si te decantas por el modo ecológico, Nest decidirá cuáles son las temperaturas idóneas en tu casa para que ahorres. Lo que más me gusta de Nest es que sabe cuándo regreso al trabajo y, en estos días de invierno, se agradece que te reciba con un poco de calor para acomodarte en casa tranquilamente. Ahora es cuando más de un lector dirá lo típico de “cuánto os ha pagado Nest por escribir este reportaje publicitario”, pero, querido lector, aquí Nest no ha pagado. Nest, realmente, es una maravilla en este apartado. Tiene sus ventajas, pero aún no es perfecto, como descubrirás un poco más abajo.

En estos tiempos en los que nos echamos a temblar cuando viene la factura de la luz, Nest se compromete a ayudarnos con este mal trago. ¿Cómo controlamos esto? En el portal de Nest obtenemos un informe que nos va indicando cuánto hemos gastado de electricidad cada día. Cuando veamos una hojita verde encendida en el termostato, significa que estamos ahorrando kilovatios. Sinceramente, encuentro esta opción interesante, para controlar el gasto, pero cuando te viene la factura y el precio de la electricidad ha variado tanto, te das cuenta de que es difícil mantener el gasto controlado.

Dicho lo importante, pasamos a detallar cómo es Nest en el día a día, desde su instalación, hasta sus funciones más interesantes.

Una instalación sencilla


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Muchos se echarán atrás cuando piensen en que tienen que instalar un nuevo termostato en el hogar. De hecho, yo era uno de esos porque nunca se me han dado bien las manualidades caseras. Antes de que Nest llegara a mis manos, decidí mirarme todo tipo de vídeos de instalación en YouTube para asegurarme de que iba a ser capaz de ponerlo, sustituyendo a mi antiguo termostato. La mayoría de reviews coincidían en lo mismo: es fácil de instalar y no debería llevar más de media hora.

Lo primero que debes hacer es asegurarte de que Nest es compatible con tu voltaje, algo que puedes comprobar desde la web de la compañía. Si es así, no habrá problemas a la hora de instalarlo. Acuérdate, también, de apagar la electricidad del aire en tu casa antes de ponerte manos a la obra. Retira tu antiguo termostato (asegúrate de hacer una foto de todos los cables), marca los cables con las pegatinas que vienen en Nest, para luego acoplarlos al nuevo termostato.

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He aquí donde puede venir la parte complicada. Si tu termostato anterior se encontraba directamente atornillado a la pared, entonces simplemente tienes que reemplazar el uno por el otro. Pero si tu termostato oculta un hueco o caja eléctrica en la pared, entonces te verás obligado a usar la placa blanca que viene con Nest. Desafortunadamente, éste fue mi caso (aunque no suele suceder de manera frecuente). Me encanta cómo luce Nest acoplado en la pared, sin ningún obstáculo visual de por medio, pero la placa le quita cierto refinamiento al termostato inteligente. Tuve suerte de que mi pared fuera blanca, ya que iba a juego con la placa. Si te encuentras en la misma situación, pero no te atrae la placa que viene con Nest, puedes comprar otra diferente (existen varias webs que venden placas específicas para Nest).

El resto es cuestión de volver a atornillar, acoplar los mismos cables y tu Nest se encenderá. Es ahí cuando te darás cuenta de lo hermoso que es este termostato, comparado con la caja que tenías antes en la pared, a la que ni prestabas atención. Nest te hará algunas preguntas básicas, como por ejemplo cuál es tu red Wi-Fi, y otras un poco más complicadas (te surgirán dudas que podrás resolver desde la misma pantalla). En este aspecto, Nest quiere ser accesible a todo tipo de usarios.

Diseño, ergonomía y navegación


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La generación actual de Nest (la tercera, que es la que tenemos en España) está disponible en varios colores: metálico, negro, blanco y cobre, para que puedas ajustarlo a todo tipo de ambientes y decoración que tengas en la habitación donde quieras colocarlo. En mi caso escogí el modelo metálico, que es el tradicional, pero que le da un aspecto moderno a mi apartamento, más teniendo en cuenta que todas las paredes son blancas. Así, el termostato sobresale (y los invitados, por cierto, también saben apreciar esta obra de ingeniería moderna).

Nest es un aparato ergonómico. Tras un año viviendo en mi apartamento actual, todavía no me había molestado en descifrar cómo programar mi antiguo termostato. Lo intenté un par de veces y no obtuve éxito alguno. Sin embargo, Nest te invita a experimentar y su interfaz es sumamente sencilla. Su pantalla no es táctil, navegamos a través de él con su rueda externa. Si la giramos hacia la izquierda, reduciremos la temperatura y, si la giramos hacia la derecha, aumentamos los grados. Presionamos sobre la rueda para confirmar la temperatura deseada y para seleccionar si queremos activar la calefacción, el aire acondicionado, el modo ecológico o ajustar un mínimo y un máximo de temperatura.

Otro de los aspectos que más me gusta de Nest es que pueda detectar mi movimiento por el salón, que es donde lo tengo situado. Sus sensores me reconocen desde cualquier esquina y enciende la pantalla para mostrarme el clima (aunque también puedes seleccionarlo para que te muestre la hora en formato analógico o digital o temperatura interior). Esta opción se puede volver un poco pesada si tu salón no es muy grande , ya que cada vez que pases por delante de Nest, la pantalla se enciende.

Punto positivo: aplicación y portal Nest


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Uno de los mayores portentos de Nest lo encontramos en su completa aplicación, disponible para dispositivos Android y iPhone. Cuando abrimos la aplicación de Nest, no encontramos un acceso directo al termostato, sino que aterrizamos en una pantalla de inicio que nos muestra todos los dispositivos de la marca Nest que tenemos instalados (puede que tengas también una cámara de seguridad o un detector de humos).

Para acceder al termostato pulsamos sobre el botón que muestra la localización del mismo. A continuación, en la siguiente pantalla podemos seleccionar la temperatura que deseamos en ese momento o tenemos la opción de encenderlo, apagarlo o programarlo rápidamente en cuestión de segundos. Yo utilizo la aplicación principalmente cuando me voy a la cama por las noches. Justo antes de dormirme, la abro y apago el aire. Desde la misma app podemos controlar el gasto y el progreso que hemos logrado al respecto. Desde la web de Nest.com puedes realizar, exactamente, las mismas tareas. De esta manera puedes controlar el termostato desde cualquier lugar.

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En este sentido, el termostato hace un gran trabajo. Además, se puede combinar con otros accesorios de Nest para que el sistema resulte más cómodo (pero esta parte no la veo tan útil si utilizas herramientas como la programación automática). Por ejemplo, si tienes una cámara Nest, puedes usar tu localización para que el termostato se encienda automáticamente cuando entres por casa.

Grandes funciones por parte de Nest en este apartado, sin embargo, le falta algo importante para llegar a la perfección.

Punto negativo: no se integra con Homekit


Es aquí donde Nest se queda atrás. Parece que desde Alphabet no tienen interés en facilitar las cosas a los usuarios de iPhone (es lo que tiene ser rival de Apple). Nest no presenta integración con Homekit, por lo que no podemos manejarlo cómodamente desde el ecosistema de Apple o con los comandos de voz Siri.

Sin embargo, si tienes un altavoz Echo de Amazon por casa, sí que podrás controlar la temperatura mediante Alexa.

Conclusiones: ¿Debería comprarlo?


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Si tienes un termostato en casa la respuesta es clara: sí. Es hora de dar el salto a un aparato inteligente que va a facilitarte el día a día. Es fácil de instalar e incluso los menos habilidosos con la tecnología aprenderán a manejarlo rápidamente.

Además, puedes instalar varios termostatos Nest en casa (si tienes varias plantas) y manejar cada uno de manera individualizada. Si hay varios miembros en el hogar, cada uno podrá acceder al termostato con una cuenta diferente.

Su precio es de 250 euros y lo puedes comprar aquí, pero si realmente consigues controlar el gasto, entonces resultará ser una buena inversión.

El artículo Análisis de Nest: El termostato que ha cambiado las reglas del juego ha sido originalmente publicado en Androidsis.

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