Uno de los FPS más esperados del año era Star Wars Battlefront, el trabajo de DICE y Electronic Arts. ¿Está a la altura de la franquicia? ¿Y del resto de competidores?Electronic Arts y DICE lo tenían todo de cara con Star Wars Battlefront. El cercano estreno de la séptima y esperadísima entrega de la saga cinematográfica ponía el foco sobre el juego para todo aquel aficionado acérrimo de La Guerra de las Galaxias y, además, se revivía una saga que, en sus días, fue uno de los grandes (y más tempranos) multijugadores online en consola.
El estudio sueco es conocido por excelentes videojuegos como Mirror’s Edge pero, por encima de todo, es la saga Battlefield la que les ha convertido en una de las principales potencias creativas bajo el amparo de EA. Así, aunque diferentes, lo lógico era esperar una entrega que mezclara conceptos de los Battlefront de antaño y de los actuales y aclamados Battlefield. Además, el largo tiempo de desarrollo (casi cuatro años) y las expectativas generadas por desarrolladora y productora apuntaban a que nos encontraríamos con uno de los mejores first person shooter de los últimos años.
Lo primero que llama la atención, al igual que ocurriera en la beta abierta, es un apartado técnico apabullante. Aquí, la fotogrametría (hablaremos de ello en Hipertextual) hace de las suyas y sirve para presentar uno de los mejores aspectos gráficos vistos nunca en un videojuego; el trabajo de DICE, en estrecha colaboración con LucasFilms, es espectacular y es de los pocos juegos de la presente generación que sí deja claro que estamos ya a otro nivel.
Encaré la fase beta sin saber muy bien a qué atenerme con esta suerte de reboot de la saga (dejar a un lado las entregas numeradas es una señal cla) y, aunque los mimbres me convencieron, hubo ciertas decisiones de diseño que quedaron muy lejos de parecerme algo positivo. Y, por desgracia, esto no solo se mantiene en el juego final si no que, dependiendo del modo o mapa, las cosas van a peor. Star Wars Battlefront es un juego que pretende llegar a todo el público posible: desde el niño de seis años que se inicia en los multijugadores hasta el padre de familia que, ilusionado por el retorno de la saga, busca meterse en las batallas de Ender o Hoth. Esto no es criticable per se, faltaría más, pero sí influye en que el producto final toma ciertas decisiones, con tal de contentar a todo el mundo, que es fácil que rechacemos si venimos de cualquier otro FPS competitivo lanzado en la última década.
En pos de llegar a un mayor público, se ha simplificado en exceso
La creación y progresión de nuestro personaje es un tanto extraña, echando mano de pocas (y sobre todo, poco diferenciadas) armas y un sistema de cartas que es funcional y tiene sentido con según qué accesorios pero que pierde lógica a la hora de utilizar, por ejemplo, el rifle francotirador. Me sigue pareciendo sumamente extraño encontrarme con tiempos de refresco (cooldown) a la hora de utilizar dicho arma o algún que otro accesorio más: rompe el ritmo de la partida y son demasiadas las veces en las que nos vemos afectados por ello.
La primera partida a Star Wars Battlefront es paradigmática: al ser un neófito que no pasa del primer rango no tendremos ningún accesorio o bonus del que echar mano y dependeremos única y exclusivamente de nuestro arma (sí, en singular), dejando la sensación de estar ante un enfoque tremendamente simplista en una época donde los FPS competitivos cuentan cada vez con más capas. Obviamente, conforme ganemos nuestros primeros niveles ya tendremos acceso a las star cards pero el juego quedará lejos de ganar en profundidad jugable.
Por desgracia, esa falta de profundidad queda lejos de ser una buena noticia: títulos de corte competitivo como Counter Strike: Global Offensive o Halo 5 son tremendamente simples en apariencia pero, a la hora de la verdad, se convierten en FPS sumamente profundos en los que cada arma tiene una identidad y utilidad muy marcadas, cada sección del mapa es idónea para un momento de la partida y donde, sobre todo, reina el equilibrio y prima la habilidad del jugador. Star Wars Battlefront lo apuesta todo, como decía, a llegar a millones de personas y no le importa sacrificar personalidad, profundidad y, a la postre, calidad como first person shooter. Decisiones como que los vehículos (estos se controlan de forma mucho más sencilla e intuitiva) o power-ups (no tendría demasiado sentirlo llamarles rachas) sean una suerte de chapas que aparecen el escenario de forma semi-aleatoria y no algo que busquemos y consigamos intencionadamente gracias a nuestro desempeño es, cuanto menos, criticable. El juego es divertido y puede enganchar durante un buen número de horas pero si uno rasca la superficie encuentra demasiadas incongruencias. Y algo parecido ocurre con los modos de juego: mientras que algunos son relativamente originales y muy divertidos, otros parecen pensados a última hora y no ofrecen demasiado.
Queda, claro, una representación prácticamente impecable de la franquicia Star Wars(¿qué hace Luke Skywalker con su traje negro y sable de luz verde en Hoth?) en lo gráfico y, sobre todo, sonoro; DICE no decepciona y vuelve a rayar a un nivel altísimo y, tanto en efectos como en música (aquí mucho del mérito es del gran John Williams, evidentemente), Star Wars Battlefront es todo un regalo para los aficionados de la franquicia.
Por último, no podíamos olvidarlo, está el elefante en la habitación: Star Wars Battlefront es un juego exageradamente falto de contenido. No solo se ha dejado atrás el trabajado modo para un jugador y las batallas aéreas por el camino si no que, en cuanto a modalidades y mapas, el trabajo de DICE y EA se siente demasiado cojo. Y que se haya anunciado un pase de temporada con bastante más contenido que el propio juego solo hace que acrecentar el malestar sobre este hecho. 6Al final del día, Star Wars Battlefront es un FPS. Sí, por encima es un juego que representa el universo de la saga pero, en el fondo, es un juego de corte competitivo que llega al mercado para codearse con Call of Duty, Halo, Counter Strike o Battlefield. Y no solo yerra al no ofrecer una experiencia a la altura (en contenido o profundidad) si no que, sin heredar lo bueno de Battlefront o Battlefield, termina quedando en terreno de nadie. Si le quitáramos el skin de Star Wars estaríamos ante un FPS mediocre que podría pasar, sin ningún tipo de duda, por un humilde free2play más. Y esa pereza, esa forma de sacar crédito a una propiedad intelectual que vende por si sola, es lo peor que podrían haber hecho EA y DICE.- Escandaloso en lo técnico. El juego que mejor luce en lo que va de generación. - Recreación casi perfecta del universo Star Wars. Una gozada en lo visual y sonoro. - Contenido muy escaso en todos los aspectos: mapas, modos, personalización, etc. - La poca variedad de armas y objetos no permite jugar de formas diferenciadas. - Demasiado simple en apariencia y en esencia. - Se pierden señas de identidad de la franquicia.
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