El iPhone 6 es la mayor evolución en la historia de los smartphones de Apple. Mejora en todos y cada uno de los aspectos a sus antecesores, y supone que, por primera vez desde el iPhone 5, Apple rompa su línea continuista para traer al mercado un terminal que es sobresaliente en todos sus aspectos. Si echamos la vista atrás, y ponemos en perspectiva los sucesivos lanzamientos del iPhone, cada uno de los modelos ha seguido una evolución lógica de lo que los usuarios esperábamos de un teléfono de Apple. Desde el lanzamiento del iPhone original, pocos han sido los cambios disruptivos en la línea de terminales de Apple, y la mayoría de estos cambios casi siempre han venido por la parte del software, que daba valor al conjunto y complementaba unos terminales que en cada generación ya eran cuasi perfectos.
El salto del iPhone 3GS al iPhone 4 y su pantalla Retina fue sin duda unos de esos cambios. Cambió el mercado y obligó a la competencia a replantear la calidad de las pantallas que llevaban al mercado. El iPhone 5 y la subida a las 4 pulgadas, a pesar de que ya había terminales en el mercado de ese tamaño, fue otro de los pequeños pasos de Apple para dar a los usuarios lo que queríamos. iPhone 5S, Chip A7 de 64bits y Touch ID, pequeños pasos de gigante, que pilaron a la competencia desprevenida y volvieron a azotar al avispero, pero eran pequeños pasos al fin y al cabo. Hasta ahora.
Hace tiempo que la guerra de los megapíxeles, de los procesadores y de la RAM está escrita sobre papel mojado, y sin duda el iPhone 6 es el mayor exponente de ello. Sobre este papel de especificaciones, podría decirse que hay otros terminales por encima, pero una vez en la mano, el binomio iOS 8 e iPhone 6 no tiene rival. Y no lo tiene porque uno no puede entender el iPhone si no lo hace al mismo nivel con iOS: todo es fluido, y todo funciona como esperábamos, incluso para los más exigentes.
Si tengo que definir de alguna forma al iPhone 6 lo hago como la mayor evolución del iPhone de la historia. Después de probarlo, toquetearlo y usarlo a fondo, uno tiene la sensación de estar ante un conjunto perfecto, El iPhone 6 es la evolución lógica del iPhone que habíamos visto con las generaciones anteriores pero llevada al extremo. Y no solo por el crecimiento de la pantalla. Este nuevo iPhone mejora en todos los aspectos a sus antecesores, y desde luego está llamado a ser el terminal de referencia de la nueva Apple, con permiso del iPhone 6 Plus.
Antes de empezar, quiero dejar claro que esta no va a ser una reseña de especificaciones técnicas y pruebas de rendimiento, nits de pantalla y test de estrés. Esta es un reseña que viene directamente del día a día, del uso práctico y real y de las posibilidades que ofrece el nuevo iPhone 6 a los usuarios. Apple ha lanzado un terminal para el mercado real, lejos de las especificaciones abultadas y las features de éxito por novedad, y yo he querido hacer lo mismo con esta reseña. Cuando tuve el iPhone 6 en mi mano por primera vez me pregunté como sería llevar un terminal con iOS de 4,7” pulgadas en el bolsillo durante el día a día. Esta reseña es, sin duda, la respuesta a esa pregunta. ## Diseño: el iPhone más bonito hasta la fecha ##
Lo primero que llama la atención del nuevo iPhone 6, como no podía ser de otra forma, es su pantalla, que no solo crece desde las 4 pulgadas del iPhone 5 hasta las 4,7 pulgadas, sino que además la pantalla está conformada por un cristal curvo que convierte el frontal del iPhone 6 en el más bonito que hemos visto hasta ahora. Lo cierto es que la curvatura del cristal en sus bordes no solo es una cuestión meramente estética, sino que además hace al iPhone mucho más cómodo en la mano y simplifica el manejo del terminal, al convertirse en una parte natural de los gestos del usuario.
Este cristal curvo, unido a la disminución del grosor del terminal -que pasa de de los 0,76cm del iPhone 5s a los 0,69cm del iPhone 6-, y a unos bordes que rompen con las líneas cuadradas de la generación anterior, pasando a ser redondeados, convierten al iPhone 6 en uno de los terminales más cómodos en la mano de todos los que he probado. Si el iPhone 5 y 5S eran un pieza de ingeniería, el diseño del iPhone 6 lo es de joyería. Realmente se siente muy cómodo en la mano.
Con los nuevos bordes más redondeados y delgados, los botones de volumen han pasado a tener una forma alargada -parecida a la del iPhone 3G y 3GS-, pero su construcción se ha mantenido en un aluminio del mismo color que la cascara posterior. También ha cambiado la posición del botón de bloqueo/encendido, de la parte superior al borde derecho, mucho más conveniente para un terminal de pantalla grande, puesto que responde a una acción y posición mucho más natural.
Este diseño lo complementa una parte posterior en aluminio, fabricado en una sola pieza, que aporta mayor robustez al terminal del que a simple vista aparenta. Si hay algún pero que sacarle a la parte posterior del terminal en lo que al diseño se refiere, son las líneas blancas que conforman las antenas del iPhone 6. No acaban de convencerme del todo, y creo que Apple podía haberlas disimulado un poco más, tal como hizo HTC con el One M8. De hecho, en según qué color estas se notan más y rompen con la línea de diseño del terminal; eso sí, tampoco son ningún drama: están ahí, y con el paso de los días se notan más naturales y aportan personalidad al conjunto, aunque habrá algunos usuarios que nos gustará nada esta opción tomada por Apple. Por otro lado, y en términos generales, el resultado es sorprendente: no hay aristas ni juntas visibles más allá de las antenas. Apple ha hecho un gran trabajo a la hora de diseñar el iPhone 6, y cualquier que lo tenga en mano se dará cuenta de ello.
Otro de los aspectos del diseño que se ha exagerado es el aro metálico que rodea la cámara. No es lo ideal desde luego, al fin y al cabo se trata de una protuberancia en la que acaban repercutiendo todos los pequeños golpes que pueda recibir el terminal; pero es algo menor una vez tomas la primera foto y ves de lo que es capaz la cámara del iPhone. Está ahí sí, y de la misma forma que las antenas, se vuelve más natural con el paso de los días. De hecho, para aquellos que utilicen funda, no será un problema puesto que este aro queda al mismo nivel que la funda y pasa totalmente desapercibido.
Una de las cuestiones que si me ha sorprendido gratamente del iPhone 6 es el volumen del altavoz inferior que, comparado con el del iPhone 5s, es más elevado, se escucha mejor y tiene más fuerza. Supongo que el nuevo diseño y las mejoras en el altavoz y en el hardware tiene mucho que ver, pero es algo de agradecer aunque se trate de una cuestión menor.
En líneas generales es un terminal muy bonito, de hecho, es el iPhone más bonito que ha sacado Apple al mercado y recuerda irremediablemente al modelo original. Su construcción es sólida, y es muy cómodo para ser manejado con una mano. Su delgadez, unida al crecimiento de la pantalla y a los bordes redondeados, hacen que sea algo más resbaladizo que las generaciones anteriores, pero sin duda se trata de un conjunto muy equilibrado. En este sentido, se nota más resistente que el iPhone 5 y 5s que, acostumbrado a que al mínimo golpe la carcarsa y los laterales se dañasen, en el caso del iPhone 6 parece ser un problema solventado.
Las fundas oficiales de Apple, que comparte un diseño exquisito al mismo nivel del terminal, son una solución fácil para estos pequeños peros de los más exigentes, pero no son algo necesario ni vital: el iPhone 6 está muy bien construido, presume de un diseño muy elegante y estilizado y es un de los terminales más sólidos en la mano que la compañía ha lanzado al mercado. A día de hoy, pocos terminales más bonitos que el iPhone 6 podemos encontrar, y desde luego, la lista es mucho más reducida si atendemos a los materiales de su construcción: aluminio anodizado, acero inoxidable y vidrio.
Todo el diseño exterior del iPhone 6 se fusiona a la perfección con el sistema operativo. Lo cierto es que las mejoras que ha introducido Apple en iOS 8 -aplicaciones adaptadas, gestos multitouch, etc.- forman parte del conjunto que conforma el iPhone 6. Funciones como Reachability, que son más avanzadas de lo que parecen, bajando la interfaz del iPhone para que tengamos al alcance botones específicos de la parte superior, y volviendo solo a su posición cuando la acción está ejecutada, forman parte de esa simbiosis de cómo el diseño del terminal se combina con el sistema operativo. En este sentido, poco se puede decir del mimo que Apple pone a la hora de fabricar sus productos.
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4,7 pulgadas, un paso de gigante para Apple
La pantalla del iPhone 6 ha crecido hasta las 4,7 pulgadas, y su resolución hasta los 1334x750 con 326ppp, pero lo cierto es que esto se trata de un cambio menor al que Apple ha bautizado como Retina HD. Lo interesante de la pantalla del nuevo terminal de Apple está en las mejoras que ha incluido la compañía y que desde luego repercuten en el día a día con el terminal.
No es un pantalla 1080p como en el caso del iPhone 6 Plus, pero las mejoras en el contraste, en el balance de blancos y brillo, hacen que se vea y se sienta mucho mejor que la de la generación anterior, incluyendo la mejora total del espectro sRGB. En este sentido, las mejoras en el contraste vienen de la mano de la forma en la que Apple ha diseñado y fabricado esta pantalla, cambiando la alineación y la posición de los cristales en la estructura, lo que da como resultado negros más puros y mejor legibilidad del texto.
Y se nota bastante, sobre todo en exteriores; aunque sigue siendo uno de los fallos de las pantallas actuales, cumple bastante con lo que esperamos de un móvil de este rango de precio. Eso sí, esta última mejora hay que agradecérsela a la inclusión de un filtro de polarización en las primeras capas de la pantalla que supone un antes y un después en el uso del terminal en exteriores.
Junto con la nueva pantalla, y al igual que con Reachability, Apple ha incluido una nueva característica en el iPhone 6 y 6 Plus que permite aumentar el tamaño de los elementos de la interfaz para que estén al mismo nivel que en los terminales anteriores. Con Zoom de pantalla, podremos hacer más grande los iconos y el texto, pero también perderemos la posibilidad de ver más contenido al mismo tiempo o añadir una fila más de iconos a nuestra pantalla de inicio.
Zoom de pantalla es opcional y puede ser configurado por el usuario desde el menú ajustes. Funciona muy bien, y lo cierto es que es bastante interesante, pero Apple debería haber potenciado más esta características para permitir a los desarrolladores cambiar sus apps cuando el usuario use esta característica, en vez de aumentar toda la interfaz. Es un primer paso, y seguro que veremos más sobre este tipo de características en el futuro.## A8 y M8: la evolución esperada ##
Decía al principio que, sobre las especificaciones técnicas en bruto, hay terminales de la competencia que prometen más que los números del iPhone 6. Pero al final, en el día a día, su rendimiento es imbatible; y lo es por la sencilla razón de que cada componente de hardware está estudiado al milímetro para que vaya en consonancia con el sistema operativo y sus necesidades. No sobra nada, y quitando un par de detalles, tampoco falta.
El iPhone 6 monta un procesador A8 de 64bis a 1.4 GHz fabricado en 20nm que es la evolución del A7 estrenado con el iPhone 5s. Sobre el papel, Apple promete que es 50 veces más rápido que el anterior, pero lo cierto es que en el día a día es imperceptible. Dejen que me explique. Su rendimiento es sobresaliente, y lo cierto es que si Apple no diese números, poco o nada cambiaría la percepción del usuario. El sistema se mueve de forma muy ágil y las aplicaciones, al mismo nivel. Aparte de un par de situaciones puntuales, -que las achaco a algún que otro bug de iOS 8- el sistema funciona perfecto. Es rápido, muy rápido si con comparamos con el 5s:
Tanto la ejecución de aplicaciones, como el sistema y multitarea, siguen funcionado de forma perfecta respecto a la versión anterior, y en el día a día, apenas se notan estas mejoras. Cuando realmente nos damos cuentas del potencial del iPhone es a la hora de ejecutar aplicaciones y juegos pesados: las pantallas de cargan reducen su duración al mínimo y todo funciona más fluido.
En este sentido, el procesado de fotos es mucho más rápido; y ya no hablemos del modo ráfaga, que es donde se nota la inclusión de un chip más rápido para el procesado. Lógicamente, muchas de las mejoras de la cámara, fuera de su apartado técnico que comentaré más adelante, se las debemos al A8: la inclusión de Focus Pixel, la mejoras en el enfoque continuo del terminal -que es impresionante en el día a día-, la detección facial y la reducción de ruido en imágenes oscuras son donde el A8 saca todo su potencial y hace que el usuario tenga la sensación de que esta características es, sin duda, útil y práctica en su día a día.
Lo mismo se puede aplicar al procesador gráfico del A8 que, en conjunción con la inclusión de Metal en iOS 8 y la pantalla más grande, hace que los juegos se vean mejor que nunca. De hecho es una gozada jugar en una pantalla más grande a juegos que hasta ahora era impensable jugar, y lo cierto es que estas mejoras hacen que juegos para el iPhone dejen por los suelos a algunos títulos de PS3 con unos años a sus espaldas.
El coprocesador M8 es otra de las mejoras invisibles que se notan en el día. Este componente de Apple, ha evolucionado desde el M7 del 5s y ahora incluye un barómetro que se une a los ya presentes giroscopios, acelerómetro y brújula para medir la actividad física del usuario.
Comparado con el 5, que no dispone de este coprocesador, la mejora es evidente, tanto el precisión como en rendimiento. Mientras en el primero necesitas un app en segundo plano de forma constante, el M8, al igual que sucedía con el M7, es mucho más preciso y eficiente y, si además le sumamos la app Health de Apple, el binomio es perfecto: un diario de nuestra actividad física que no necesita que el usuario haga nada. Es preciso -todo lo que puede ser sin ser un dispositivo dedicado-, no gasta batería y además sirve para aligerar la carga del procesador principal; lo que se traduce en un aumento de la autonomía del iPhone 6. No obstante, y al igual que con el M7, deberán ser los desarrolladores los que saquen todo el potencial de este nuevo coprocesador.
¿Pegas? A pesar de que el hardware del iPhone 6 cumple con lo esperado, se echa en falta algo más de RAM. No son pocas las situaciones en las que me he encontrado con recargas constantes de páginas en Safari y algún que otro crash de apps por este problema -tal como apuntan los logs de errores del sistema-, pero en general es algo menor que no debería afectar al uso diario del terminal.
Batería: mejor, pero no sobresaliente
Pensaba incluir la batería dentro del apartado rendimiento, básicamente porque el A8 y el M8 son los culpables del salto que ha dado el iPhone en cuanto a duración y consumo de batería. Aun así, el salto cualitativo, pese a no ser brutal, es muy interesante, y bien merece un apartado propio.
Vaya por delante que la batería del iPhone 6 no es la mejor del mercado, ni mucho menos. Pero para los usuarios de las generaciones anteriores del iPhone suponen un salto cualitativo bastante notable. Estos días con el iPhone 6, la batería, de 1810 mAh (6.91Wh), ha durado de forma sobrada, un día completo. Y eso contando con el uso intensivo que se le da al terminal en los primeros día cuando queremos probar cada detalle.
Cerca de 7 horas de uso y más de 16 en espera con un uso relativamente intensivo en el día. Esa es la media de duración que he tenido una vez pasadas las pruebas exhaustivas de los primeros días. Nada mal si lo comparamos con el 5s y con el 5, que tras actualizar a iOS 8 encontraba situaciones de tener que cargar el terminal dos veces al día de forma bastan repetida. Como decía, no es una gran mejora, pero es más que bienvenida. De hecho, soy de la opinión que hubiera preferido sacrificar un poco el grosor a cambio de una batería mayor, pero lo cierto es que en conjunto es bastante equilibrada y debe ser el camino a seguir por Apple en el futuro. Aun así, nunca será suficiente para los usuarios más exigentes.
La mejor cámara que podemos llevar en el bolsillo
Hasta ahora, todo lo que hemos reseñado responde a una evolución esperada, que convierte al iPhone 6 en un terminal mejor que anterior. Pero, si hay una característica que de verdad hace del iPhone 6 el mejor smartphone del mercado, es su cámara, que mantiene los 8MPX del 4S pero los lleva al extremo. Es la mejor cámara en un smartphone, y tras haber estado probando también el Xperia Z3, que presume de tener una de las mejores del mercado con 20MPX e ISO de 12800, uno se da cuenta que, de nuevo, los números sobre el papel no sirven para nada. La cámara del iPhone 6 es, en una palabra, espectacular.
El iPhone 6 monta una cámara de 8MPX, pixeles de 1,5 micrones, apertura de ƒ/2,2, grabación en 1080p HD a 60 fps, cámara lenta a 240 fps, modo ráfaga y time-lapse, Focus Pixels y flash TrueTone, que en conjunto lo convierten en la mejor cámara de un smartphone que he tenido en la mano.
Lo que más llama la atención de la cámara, más allá de su notable calidad, es la rapidez del enfoque. Las mejoras en el enfoque continuo del iPhone 6 hacen que la mayoría de fotos salga nítidas, algo que se traduce en mejores fotos más rápido. El Focus Pixels se nota, puesto que ya en la primera toma te das cuenta cómo ha mejorado la detección de elementos en la imagen -como los rostros- y la exposición respecto a la cámara del iPhone 5s, que ya era bastante buena. Estas mejoras en la detección de rostros y de la compensación de la exposición también están presentes en el modo ráfaga, por lo que permite sacar fotos muy rápido y de mucha calidad.
Pero dónde realmente se nota la nueva cámara del iPhone 6 es en las escenas nocturnas, mucho más nítidas y sin apenas ruido. Esto hay que agradecérselo a las mejoras en el sensor y en la construcción de la lente, que apoyada en el chip A8 y en sus cinco elementos, hacen un gran trabajo en escenas nocturnas o nubladas e interiores. Eso sí, muchas de las mejoras en la cámara vienen de la mano de iOS 8, como el control de la exposición que, apoyado en el sistema operativo, permite variar hasta cuatro números ƒ vía software para mejorar la exposición de escenas oscuras o iluminadas, a elección del usuario. De todas las que he probado, no hay una cámara más rápida que la del iPhone 6, y en el día a día, esto es es lo que realmente importa.
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Apple ha hecho un gran trabajo con las fotos que toma el iPhone 6, unas mejoras que hacen de su cámara la mejor del mercado, pero sin duda, en esta generación el premio se lo lleva las mejoras introducidas en la grabación de vídeo. Si el iPhone 5s estrenaba la posibilidad de grabar vídeos a cámara lenta a 120fps, en el iPhone 6 este número sube hasta los 240fps, manteniendo la posibilidad de usar la velocidad anterior.
A pesar de que el iPhone 6 no cuenta con el OIS del iPhone 6 Plus, los vídeos son bastante nítidos, y sorprende gratamente lo bien que mantiene el enfoque incluso en movimiento. Por la noche es sobresaliente, y el apartado de los 240fps es sublime en todos los aspectos:
No es una características que vayamos a usar muy a menudo, pero se agradece enormemente que esté ahí: embellece las posibilidades de la cámara y deja claro que, a nivel de vídeo -dejando fuera el 4K-, el iPhone sigue sin tener rival. Si la cámara del iPhone 5s ya era buena, Apple ha llevado la del 6 al siguiente nivel, y sin duda es el apartado que se lleva la palma en este terminal, al que no me canso de calificar como sobresaliente. Para ejemplo, el sistema de Focus Pixels ya comentado:
La cámara delantera también ha recibido una puesta a punto, que complementa el conjunto fotográfico del terminal. Según Apple, ahora captura un 80% más de luz que la anterior, pero en el día a día, apenas se nota. Tiene mejor calidad, pero tampoco es un cambio significativo. Lo que si es un acierto es incluir en esta cámara el control de exposición, a través de la app cámara de iOS 8, y la detención de rostros mejoradas. También es bienvenida la inclusión del modo ráfaga, que agradecerán los más asiduos a los selfies y el modo en HDR en los vídeos, que llega de la mano con la compatibilidad de Hyperlapse de Instagram. En general, es bastante correcta; pero al final es una cámara que no vamos a usar al mismo nivel que la trasera.9.5El iPhone 6 es uno de los terminales más equilibrados que podemos encontrar en el mercado. Dejando de lado el crecimiento de la pantalla, lo cierto es que Apple ha llegado a un nivel de exigencia tal, que apenas se nota una gran diferencia en cuanto a rendimiento del iPhone 5s.
Ahora bien, de igual forma que el salto a las 4 pulgadas del iPhone 5 supuso un cambio en forma en la que utilizábamos el iPhone, el salto a las 4,7 pulgadas cambia radicalmente el concepto pero mantiene su esencia. Necesitábamos una pantalla grande y Apple ha incluido dos versiones con pantalla grande; el iPhone 6 es la respuesta de la compañía a un mercado cada día más exigente y a la vez más enfocado a los materiales más exquisitos. La cámara, las mejoras en la batería y en la pantalla complementan una lista de características que, pese a no ser lo mejor sobre el papel, convierten la experiencia en sobresaliente.
En el tiempo que llevo con el iPhone 6, me he dado cuenta que es suficiente para las necesidades de cualquier usuario, incluso para los más exigentes. Al igual que con otros productos de la compañía, todo está pensado al milímetro y encaja de una forma casi simbólica: desde el cristal curvo de la pantalla hasta los acabados metálicos de su parte posterior y lateral, hacen del iPhone 6 una combinación perfecta entre el diseño industrial puro y la más alta joyería.
¿Tiene sus pegas? Claro, ningún terminal es perfecto: las antenas rompen un poco el diseño del conjunto, el aro de la cámara no es lo más ideal por su posición ni por su tamaño... pero al final son detalles menores que estoy seguro no influirán en la balanza a la hora de tomar la decisión de compra de la mayoría de usuarios.
Como conclusión, creo que el iPhone 6 es el terminal perfecto para el día: tanto por tamaño, pantalla, cámara, compatibilidad con redes y opciones de almacenamiento, como por las posibilidades que ofrece iOS 8, es sin duda una de las compras que más recomiendo, más si estáis pensado en comprar un terminal o renovar vuestro antiguo iPhone. A día de hoy, el único rival que tiene el iPhone 6 es el Plus.- Diseño, materiales y construcción. - Tamaño y pantalla. - Cámara: procesado de imágenes y enfoque continuo. - Posibilidad de grabar a 240fps. - Duración de la batería respecto a la generación anterior.- Las antenas tan visibles rompen el diseño trasero. - El aro de la cámara. - Se echa en falta un poco más de memoria RAM.
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