Noticia Análisis del MacBook 2015: esta vez no pudo ser

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Ahí estaba yo, sentado en una sala rodeado de periodistas de todo el mundo en el evento de Apple cuando anunciaron la nueva MacBook. Inmediatamente me emocioné y sentí que todo lo que quisiera de un portátil se había cumplido: un dispositivo lo suficientemente pequeño pero con una pantalla Retina de tamaño razonable (12 pulgadas), sumamente delgado, muy pero muy liviano, con batería suficiente para aguantar todo el día y ni una sola parte que se mueve.

No solo eso, es que es el portátil más bonito que he visto y que se ha fabricado. El modelo de prueba que tengo es de color oro, mirarlo es admirarlo. Es un logro increíble de ingeniería y una prueba más de que es posible mejorar lo inmejorable. Un minuto antes del anuncio, el MacBook Air parecía no tener rival, al menos en términos de diseño. Un minuto después se ve un poco viejo.
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En la práctica el MacBook es un dispositivo complicado que no ha terminado de cumplir las expectativas que yo tenía. Muchas voces críticas han aparecido después del lanzamiento, algunas se enfocan en el nuevo mecanismo del teclado y otras en la decisión de incluir un solo puerto que además es nuevo (USB Type C), pero ninguno de estos aspectos me ha resultado negativo. El problema es que es lento, más lento de lo que yo puedo soportar. Las implicaciones de construir un producto tan delgado son altas pero en mi opinión Apple ha lanzado al mercado un producto que no estaba listo para producción, debieron esperar 6 meses (entraré en detalles sobre este punto en particular más adelante). El problema tiene relación con el procesador que incluye, justamente uno de los pocos elementos de hardware del que aún no terminan de tener total control (los fabrica Intel).

Esto no tiene nada que ver con que el MacBook es el portátil del futuro, creo que en 2015 la tecnología está en el lugar correcto para construir dispositivos con estas características y ser lo suficientemente eficientes en términos de desempeño. Tampoco creo que debemos considerar que “el futuro” es aquel en el cual solo usamos un puerto. Esto ya es presente en tablets y resulta irónico que justamente aquellos que estamos más cerca de la tecnología (porque la reseñamos) nos cueste entender y hasta nos cueste aceptar cambios como este.## Teclado

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Para poder construir un portátil tan delgado Apple ha tomado la decisión de re-diseñar el teclado para que el recorrido vertical (la distancia que las teclas se mueven cuando las presionas) sea mucho menor sin perder la sensación física de escritura. Los teclados que casi todos usamos se basan en un mecanismo de tijera, que es el que hace que puedas presionar los botones y estos vuelvan a su posición original cuando levantas el dedo. El problema de este sistema es que requiere de cierta cantidad mínima de espacio y tiende a volverse impreciso con el tiempo.

Apple encontró la solución por medio de un un nuevo “mecanismo de mariposa” con una supuesta serie de ventajas: es más preciso, requiere menos recorrido y es basado en una sola pieza lo cual facilita su montaje y es menos propenso a fallar.

En la práctica es raro (fanáticos de los teclados mecánicos llorarán del dolor) pero debo aceptar que poco a poco te acostumbras y entiendes que simplemente es una forma diferente de hacer las cosas. Personalmente me recuerda un poco a la controversia alrededor del cambio a teclados chiclet que hizo Apple hace unos años.

A lo largo de los días el nuevo teclado no ha sido problema y termino escribiendo al mismo ritmo de lo que con otros. En mi día a día suelo usar dos tipos de teclado por lo que estoy acostumbrado a diferentes sensaciones.

A medida que Apple se dirija al diseño de dispositivos más delgados es normal que busque maneras de reducir espacios, por lo que no deberá extrañarnos la aparición de este teclado en próximas MacBook Air o MacBook Pro.

Trackpad


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No solo han transformado el funcionamiento del teclado, también lo han hecho con el trackpad, desde el punto de vista de hardware la motivación es la misma: buscar maneras de hacerlo funcionar en espacios más reducidos. Apple lo ha solucionado haciendo que simplemente no tenga ninguna parte movible. El trackpad ahora es una superficie grande de vidrio pero al presionarlo no se hunde.

Ahora la sensación de click es una ilusión. Tu mano y tu cerebro creen que al presionar en el trackpad este se hunde, pero en realidad no. La sensación se consigue por medio de sensores de presión que detectan donde pones el —o los— dedos y por medio de una tecnología que llaman Taptic Engine sientes como haces click, aún cuando no hay partes que se mueven.

Esto da dos ventajas importantes. Por un lado el click ya no se hace en la mitad para abajo del trackpad, toda la superficie es igual de clicable lo cual mejora considerablemente la experiencia de uso general de ese componente, pero lo más interesante está en que ahora se puede crear sensación de profundidad. Haces un clic y si sigues presionando es como si hubieras aún más el trackpad. Eso te permite tener nuevas formas de interacción con la interfaz gráfica.

También permite crear retroalimentación física. Por ejemplo, en un software de diseño, cuando alineas elementos o arrastras un objeto y llegas a una línea de guía, literalmente lo sientes en el trackpad.

A efectos prácticos el trackpad funciona como uno normal. También hay un corto tiempo en que te tienes que acostumbrar a un ligero cambio de sensación, pero no es dramático. Al menos no en mi caso.## Pantalla

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La MacBook incluye una pantalla Retina de 2304x1440 pixeles a una densidad de 226 pixeles por pulgada y una relación de aspecto de 16:10, esto último es bienvenido si consideramos que la MacBook Air de 11 pulgadas es 16:9, una proporción que no termina de funcionar bien en pantallas pequeñas.

La pantalla es lo que esperas de Apple cuando se trata de Retinas, los colores vivos, la tipografía perfecta, ya no ves pixeles individuales. Si usas una MacBook de estas y vuelves al MacBook Air, te parecerá arcaica.

Las pantallas Retina de Apple nos tienen acostumbrado a ofrecer lo mejor de lo mejor en portátiles, eso es bueno y malo. Bueno porque sabes que visualizas de la mejor manera posible toda la información que estás viendo. Malo porque cualquier cosa menor te parece una mierda. Malo porque estamos tan acostumbrados “a lo bueno” que a la hora de reseñarlo o valorarlo, no tenemos mucho que decir a menos que funcione mal.

USB Type C


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El USB Type C ha sido el objeto de la controversia una vez lanzado el MacBook. No voy a cansarlos contándoles que Apple suele ser la compañía que generalmente impulsa el cambio en puertos para periféricos o dispositivos de almacenaje externo. Ya todos sabemos lo que ocurrió con la iMac o con la primera MacBook sin bahía para CD/DVD.

Este es básicamente el mismo cambio. Es la búsqueda de la necesidad de tener tantos huecos a los lados de una industria que desesperadamente necesita que los portátiles dejen de tener tantos huecos para realmente poder ser más delgados. ¿Por qué la industria tiende hacia menos volumen? Porque el consumidor lo pide.

Todos queremos portátiles o tablets o smartphones más livianos, todos queremos que pesen menos, que tengan menos presencia en nuestros bolsillos, bolsos o mochilas.

Para poder lograr eso se necesita una solución que permita que el fabricante haga un solo hueco y no ocho (como la actual MacBook Pro 15: Magsafe, 2 Thunderbolts, 2 USBs, audio de 3,5 mm, HDMI y lector de tarjetas SD).

La solución es el USB Type C, un nuevo puerto USB extremadamente versátil que además de conectar periféricos te permite cargar el portátil y transmitir video. Es una absoluta genialidad. El usar el mismo puerto USB para cargar o para conectar periféricos tiene una ventaja derivada interesante. Por ejemplo, desde ahora es posible usar baterías externas destinadas a smartphones para cargar el MacBook. Una batería de 10.000 mAh da para casi dos cargas. De hecho puedes conectarla al puerto USB de otro portátil y cargar la batería.

Personalmente me encanta su existencia y no puedo esperar al día en que todos los dispositivos, todos, incluyendo iPhones, iPads, PCs, teléfonos Android, todo, todo, todo, tenga un USB Type C. Este sí es el conector universal que todos esperamos.

Sí, ahora mismo hay que usar adaptadores para conectar periféricos, pero… ¡por favor! no es para tanto. Si los de Apple te parecen caros, están apareciendo toda clase de ofertas super baratas que hacen lo mismo o más y mejor. De popularizarse tampoco hay que esperar mucho para que todo lo que se venda tenga este tipo de puerto.

Dejémoslo ir, no es grave ni preocupante, es simplemente hacia donde la tecnología tiene que ir. Todo el tiempo estamos quejándonos del dolor de cabeza que resulta tener tantos cables, viene una empresa, lo soluciona ¿y nos seguimos quejando? Venga ya.

Procesador


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El procesador de la nueva MacBook, es su talón de aquiles. Apple ha buscado una solución que no requiera instalar un ventilador y optaron por incluir un Intel Core M de 1,1 GHz en su configuración base o 1,2 GHz como opción. Esos 100 MHz extras hacen que el portátil cueste 300 dólares / euros más.

¿Qué implica tener un portátil tan delgado sin ventilador? Dos cosas: tener que usar un procesador que genera la menor cantidad de calor posible y, en caso que se caliente mucho por la intensidad de procesos, hacer que baje su rendimiento para que se enfríe.

Apple insiste en que el MacBook no es un portátil para usar Photoshop, editar audio en Logic o video en Final Cut Pro, sí, lo entiendo. El problema es que en las tareas más simples posibles la máquina simplemente no da el ancho. Más de siete pestañas en Chrome y todo se pone muy lento. Más de cinco o seis aplicaciones abiertas al mismo tiempo y el rendimiento cae al punto de verme forzado en cerrar una o dos. Esto me ocurre con aplicaciones como Slack, TweetBot, Ulysses o Things, es decir, nada realmente complicado.

El problema de falta de procesador es notorio en prácticamente cualquier tipo de tarea, desde las más simples hasta las más complicadas. Durante día y medio tuve que prácticamente dejar el MacBook sin usar, pero conectado a la corriente y abierta porque Photos.app usaba el 50% del procesador tan solo para importar fotos de Photos.app y el otro 30-40% lo ocupaba Dropbox para sincronizar mis archivos. Nunca me había ocurrido algo así en un Mac nuevo. Y si lo comparas con el desempeño normal de otros modelos de MacBook o un iMac es muchísimo más evidente.

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Al principio de esta reseña escribí que el MacBook no debió ser lanzado ahora sino esperar unos seis meses y lo digo porque el Intel Core M claramente no está a la altura de las necesidades. Pensado por Intel para impulsar portátiles y últraportátiles, no ha cumplido la premisa (Intel inicialmente prometía que estos procesadores permitirían cosas como 30 horas de autonomía). Ya en marzo AppleInsider hizo un análisis preliminar del desempeño del procesador, arriesgado considerando que no tenían la máquina como evidencia del artículo pero que resultó ser correcto: ni ofrece una ventaja de desempeño real, ni es particularmente eficiente para ahorrar energía (la MacBook tiene unas nueve horas de vida por carga).

Al mismo tiempo es uno de los pocos componentes que Apple sigue sin tener control real. Ni de sus ciclos de actualización, ni forma alguna de adaptarlo a necesidades como ocurre con los SoC que usan para el iPhones y iPads. Te hace pensar si tal vez es hora que Apple vuelva a controlar el proceso de fabricación del microprocesador en sus Macs.

Tal vez esperando seis meses hubiese sido posible que Intel se ponga al día y fabrique un procesador lo suficientemente eficiente y lo suficientemente poderoso para hacer funcionar una máquina de estas características. Veremos qué ocurre el próximo año.

En general creo que tienes un problema cuando vendes un portátil de 1300 dólares / 1450 euros que es más lento que el modelo de 2015 del MacBook Air 11".6.5
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Y ese es el problema: es muy lenta. Es un portátil realmente excepcional en todos los demás sentidos: su construcción es de primera, su pantalla es maravillosa, prácticamente no pesa, su batería dura lo suficiente, (aunque sigue sin equipararse con un iPad), en todos esos sentidos es el ultra-portátil perfecto pero nada de eso tiene valor cuando simplemente es muy lenta.

Algunos han comparado el nuevo MacBook con la primera generación del MacBook Air pero me parece injusto. El primer Air tenía muchas carencias (poquísima memoria RAM, poquísimo disco duro, poquísima batería) que este portátil no tiene.

Lo que ocurre es que Apple empieza a tener el mismo problema que tuvo en la época de los procesadores PowerPC: nunca encontró forma de meter un G5 en un PowerBook, simplemente se calentaba demasiado (recordemos el sistema de refrigeración del PowerMac G5, imposible adaptarlo a un portátil). Ahora no veo manera realista de hacer funcionar un i5 en un portátil tan delgado y sin ventilador. Pero los Core M no terminan de ser suficientes.

Cuando se anunció estaba convencido que compraría una. Después de tres semanas de uso, lamentablemente no será el caso. Ojalá 2016 nos traiga un MacBook que cumpla la promesa. * Su diseño es maravilloso, el portátil más bonito que he usado. * Suma y extremadamente liviana. * La pantalla Retina es una maravilla para trabajar.* Es muy lenta, inclusive en el navegador o tareas simples. * Extraño el MagSafe, entiendo la pérdida de la tecnología pero aún así lo extraño.

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