Noticia [Análisis] Donkey Kong Country: Tropical Freeze

Cuando Donkey Kong Country: Tropical Freeze se presentó para la ya enterrada Wii U, muchos se alegraron de que Retro Studios volviera estar al frente de una de las sagas más importantes de la industria, pero otros pensaron que su talento podría, o debería, aprovecharse en otros menesteres.

El renacimiento de la saga Country en Wii trajo consigo uno de los plataformas más queridos por los usuarios, y supuso una lección de cómo debe regresar una saga que llevaba en nevera desde la tercera entrega en el año 96, con sucesivas remasterizaciones en distintas plataformas.



La pregunta que teníamos es… ¿Queda algo nuevo por ver en Donkey Kong Country? ¿Puede Retro Studios sorprendernos y hacernos disfrutar como ya lo hicimos a los mandos de Super Nintendo a principios de los noventa?

Poned atención a este análisis, porque vamos a poner la lupa sobre Donkey Kong Country: Tropical Freeze en Nintendo Switch, para diseccionar qué es, qué supone y cómo se ha hecho esta obra maestra de Retro Studios.

Frescor tropical


Donkey Kong Country: Tropical Freeze cuenta la historia de los Frigómadas en su intento, exitoso, de arrasar y conquistar la Isla Kong, donde viven Donkey Kong, Diddy y el resto de sus amigos.

Un barco se aproxima en la lejanía, y un dragón de hielo congela la isla Kong expulsando a todos los simios a otra isla cercana. Mientras ven cómo su hogar queda totalmente congelado, los Frigómadas invaden la isla Kong, y la misión de Donkey, Dixie, Diddy, Cranky y ahora también Funky, será recuperarla y devolverla a la normalidad.

Se trata de una historia diferente y distinta a la de los anteriores juegos de Donkey Kong, y aunque el hielo forme parte fundamental del juego, ni mucho menos las fases se centrarán en entornos invernales. De hecho, se fusiona con acierto el ambiente tropical con el hielo, algo que en la realidad es complicado, pero que resulta de forma fantástica en Tropical Freeze.



Los personajes, a excepción de Donkey y Diddy Kong, sufren un lavado de cara y un marcado de la personalidad, en especial Funky Kong, jugable exclusivamente en Nintendo Switch en el Modo Funky.

Dixie y Cranky Kong tienen por fin tanto protagonismo como Diddy, siendo el segundo de ellos la gran novedad del Tropical Freeze original de Wii U. Después de tantos años viendo cómo Cranky no paraba de quejarse y echar la bronca a Donkey Kong desde su silla, ahora coge su bastón y se pone a repartir mamporros por todo el archipiélago de Tropical Freeze.

Aunque Funky Kong siempre ha estado en las entregas de Donkey Kong Country, nunca ha sido protagonista. También le llega el momento con un modo que comentaremos más adelante, y con una personalidad arrolladora que ya conocíamos, pero que ahora queda mucho más marcada.

Arte simio en Switch


Una vez más, recibimos una versión de un juego que se lanzó en Wii U, y aunque se tratara de una consola de sobremesa, Nintendo Switch la supera en potencia, y es el momento perfecto para pulir los pequeños defectos técnicos que tenía la versión original.

Comenzando por la resolución, que sube hasta los 1080 píxeles verticales, y terminando por un solido framerate de 60 imágenes por segundo, que no cae en ningún momento. Se ha optimizado de forma magistral todos los elementos del entorno para que, representando el mayor número de elementos, no se resienta el rendimiento del juego. Así, podemos ver cómo algunas burbujas, efectos de humo o el agua al salpicar, corre a un framerate menor. Por suerte, Retro Studios ha sabido donde no desaprovechar recursos, y la menor calidad de algunos elementos está seleccionada cuidadosamente para que no estropeé, ni lo más mínimo, la experiencia de juego.

Eso si, la resolución en modo portátil no alcanza los 720p, y si somos puristas y nos acostumbramos al modo televisor, notaremos una pequeña reducción de nitidez en este modo.



Como ya hemos comentado antes, aunque el tema principal del juego sea la llegada de los Frigómadas a la isla Kong, y su posterior Kongelación, ni mucho menos se trata de un videojuego donde todas las pantallas sean en entornos helados.

A lo largo de la aventura pasaremos por varias islas, cada una de ellas con una temática distinta, que nos pondrán en una genial variedad de situaciones nunca vista en la saga.

Cada nivel es distinto en lo relativo a la composición, la paleta de colores, la elección de los elementos tanto de interacción como los que no, e incluso la vegetación y materiales representados, siendo cada uno de los mundos un ecosistema creado con mucho cuidado, diseñado para que todo encaje a la perfección y se ajuste a la realidad en la medida de lo posible.

El lenguaje visual también se utiliza para advertir al jugador sobre la dificultad de las pantallas, dejando muy claro los entornos peligrosos con elementos que evocan a ello. Puede ser muy “gamer-friendly”, pero estamos hablando de un juego que, aunque tenga una dificultad muy alta, está destinado a que pueda disfrutarlo todo tipo de público.

Los menús son grandes y llamativos, siempre dejando ver la parte trasera de la interfaz. Como curiosidad, los funcionan a un número de imágenes por segundo menor que 60, entendemos que para mantener la estabilidad y no haya problemas de rendimiento. Aquí vemos un pequeño tirón al abrirse, y aunque desentone un poco con la enorme fluidez del juego, no llega a ser molesto para el jugador.



Se ha optado por un diseño artístico muy voluminoso, como acostumbran a tener los últimos juegos en tres dimensiones desarrollados por Nintendo, y que lo acercan al aspecto de las películas de animación actuales. Esto llama más la atención en los preciosos escenarios, con texturas muy detalladas en alguna de sus zonas, un montón de elementos curiosos que pasan desapercibidos si no nos paramos a mirar.

El juego tampoco incita a darse prisa (a excepción del modo contrarreloj). Al contrario que en los títulos de Super Mario Bros, aquí no tendremos tiempo límite para completar una fase, y podremos detenernos a investigar todo lo que queramos, aunque desde aquí os recomendamos observar con detalle todos los elementos de las fases, incluidos los fondos, muchos de ellos con elementos móviles que dan una profundidad impresionante.

Vuelve a los mandos de la banda sonora David Wise, el creador de la música de los originales Donkey Kong Country o Star Fox Adventures entre otros. Sin miedo a equivocarnos, creemos que el británico ha creado una de las mejores bandas sonoras en un título de Nintendo en los últimos años.

Las composiciones tienen una calidad altísima, con todo tipo de instrumentos sonando (especialmente étnicos), siendo muy pegadizas todas ellas. No son nuevas en su totalidad, ya que podemos encontrar versiones remasterizadas de algunos clásicos, como la canción ya mítica que suena en las fases submarinas, en los Donkey Kong Country originales.



Además de esto, la música no es la misma ni durante el mismo nivel: tendremos secciones donde la melodía cambia, modificando el ritmo, el tono o los instrumentos. No es solo un aporte musical más, si no que se ha adaptado para que, dependiendo de la forma en la que se juegue, suenen diferentes melodías.

Para los efectos sonoros se ha vuelto a los orígenes. Aunque tenemos nuevas voces para Donkey Kong, Funky y demás, el clásico sonido que suena al coger un plátano o una letra Kong será el mismo que escuchamos en las aventuras originales en Super Nintendo, aunque remasterizado. Golpe simio directo a la nostalgia.

La ley de la jungla


La existencia de la saga Donkey Kong Country no está destinada a ser un juego más de plataformas con otro protagonista. No es una segunda versión de Mario, o una tercera de Kirby.

Se trata de un plataformas con unas bases jugables lentas, centradas en la exploración y la habilidad, y con posibilidad de juego rápido pero muy controlado cuando llega a dominarse.

Desde el título original, el concepto ya permitía utilizar pequeñas técnicas que, con las acciones básicas, estiraba la forma de jugar enormemente, incluso con tendencia a convertirse en un título fetiche de los speedrunners.

Esto es algo que permanece hoy en día: los enemigos y otros elementos comienzan sus acciones una vez el jugador llega a ciertas partes de la pantalla, lo que permite aprenderse los niveles para disfrutar aun más el genial modo Contrarreloj.

Como todos los plataformas en dos dimensiones, el objetivo será salir de las fases. Las peculiaridades de Donkey Kong Country llegan cuando tenemos incluso más de dos salidas por fase, representando mundos con una buena cantidad de secretos.



Aunque la clave de Donkey Kong es la exploración y el coleccionismo. ¿Os gusta completar los juegos al 100%? Pues este podréis completarlo al 200%. En todas las fases tendremos distintos elementos coleccionables.

Por un lado, las letras Kong que desafían nuestra habilidad y riesgo. Por otro, las piezas de puzle, que retarán nuestra capacidad de exploración y la recompensarán con fantásticos dioramas 3D que podremos ver en la galería. Y por último y para los más rápidos, tendremos un modo Contrarreloj para cada fase con desafíos propuestos por Nintendo, con una dificultad muy alta y solo accesibles para los jugadores que pongan empeño.

Y por si esto fuera poco, una vez completemos la aventura tendremos un modo extra de dificultad, con un único punto de vida y teniendo que recoger, una vez más, las letras Kong perdidas por las fases.

Todos estos retos se representarán en un apartado del menú dedicado a ello, y es que Retro Studios ha tenido muy claro que los jugadores de Donkey Kong Country: Tropical Freeze querrán conseguir ese 200%.


No es un juego fácil de dominar, y tras probar otros títulos de plataformas 2D, puede parecer un control duro, lento y con poca profundidad. Mirad bien: con las acciones básicas, moverse, saltar, rodar y golpear, combinadas entre si, el juego se transforma en una bestia que gana en personalidad a Super Mario Bros. Eso sí, no es un juego para impacientes, y correr sin control como ocurre en otros plataformas no suele salir bien.

Un asunto que no se ha solucionado respecto a la versión de Wii U es el menú de juego, concretamente su distribución y accesibilidad. Si queremos jugar en modo multijugador, tendremos que salir de la partida y volver a entrar. O si queremos cambiar de personaje, tendremos que hacerlo desde una sección del menú poco intuitiva. Tampoco ayuda los pasos intermedios por los menús, que en ocasiones se hacen demasiado pesados.

Por suerte, los tiempos de carga, y al menos en la versión digital para Switch, se han reducido a más de la mitad.

Análisis ahora con modo Funky


Vamos a tocar el tema más polémico sobre esta remasterización para Nintendo Switch. La gran novedad respecto a la versión original es la inclusión del modo Funky, pero ¿qué es exactamente el modo Funky?

Esto puede dar lugar a interpretaciones erróneas por parte de los jugadores más avanzados. Ahora, Donkey Kong Country: Tropical Freeze se divide en dos partes: un modo clásico, que ya conocíamos de Wii U, y un modo Funky, totalmente separado respecto al original y más accesible para los jugadores menos experimentados.

Por la naturaleza del juego original, es posible que muchos jugadores (especialmente los más pequeños) no pudieran disfrutarlo debido a su dificultad, y creedme, es una pena.



El modo Funky ha llegado para resolver este problema. Ahora, los jugadores que busquen una experiencia completa y clásica la tendrán en el modo original, y los que simplemente quieran disfrutar de un pequeño reto, tendrán disponible el modo Funky. Una vez se empiece una partida y se seleccione uno de los modos, no podrá modificarse.

Los tiempos contrarreloj tampoco estarán combinados. Esto también resulta algo positivo para los jugadores experimentados: en el modo Funky existirán nuevas formas de completar las fases de forma más rápida y crear nuevos estilos de Contrarreloj con presenten en la versión para Wii U.

El modo Funky es un gran añadido para el juego sin ninguna duda, casi necesario, haciéndolo accesible a mucho más público, muy calculado y sin perjudicar a los jugadores que busquen una experiencia clásica.

Arquitectos de sueños en la isla


Personalmente, creo que el diseño de niveles de este juego requiere un apartado en sí mismo para hablar de ello.

Tiempo después del lanzamiento de Donkey Kong Country: Tropical Freeze en Wii U, el Youtuber Mark Brown se dedicó a diseccionar el diseño de niveles del juego, y descubrió el gigantesco trabajo que llevaba tras de sí.

En el juego, cada nivel trata las mecánicas como si fueran una herramienta para enseñar al jugador a jugar, complicándolas a través de la fase e incluso combinándolas. Estas son únicas, y es muy raro encontrarlas repetidas en más de una fase, por lo que se han creado un montón de ingeniosas formas de jugar que, básicamente, sirven para sorprender e inspirar al jugador.

Puede parecer contenido desaprovechado, pero la composición, duración de las fases, su exploración y la necesidad de repetirlas para descubrir todos sus secretos, está pensado al milímetro para provocar ciertas reacciones, como por ejemplo el querer conseguir todos los objetos coleccionables.


El diseño de las fases muestra una evolución durante las mismas, en los primeros compases presentando las principales mecánicas que encontraremos sin peligro, para después ir complicándolas y mezclándolas. Y lo remarcamos, diferentes en casi todas las fases del juego, más de 60.

Los mundos también están estructurados para que tengan una coherencia con sus fases. Por ejemplo, el mundo 5 está tomado por una foca con un gusto especial por los helados. Pues en cada una de las fases, veremos el proceso de fabricación de estos caprichos del jefazo, pasando por pantallas de plataformas donde se recoge la fruta, en otras se trocea, se licua, se hace gelatina y por último se congelan para hacer los helados. En el jefe final podremos encontrarnos al jefe comiendo uno.

Los demás mundos tienen sus propias historias, aunque dejaremos que las descubráis por vosotros mismos.

Sin duda, podemos aseguraros que Donkey Kong Country: Tropical Freeze es uno de los juegos con mejor diseño de niveles de la historia.

Koongperando


Y además de esto, el juego no se queda en una aventura en solitario. Tendremos varias formas de interconectar jugadores, pudiendo unirse un segundo jugador en modo local, y con cualquier configuración de mandos, desde el menú externo del juego, y tomar el control de cualquiera de los compañeros de Donkey Kong. También estará disponible en el modo Funky, pero un jugador tendrá que llevar, obligatoriamente, a Donkey o a Funky Kong.

Creemos que es un juego que se disfruta mucho más en modo cooperativo, tanto por la cooperación entre los jugadores, como por la capacidad de explorar de forma independiente el escenario.



El modo Contrarreloj también tiene su propio componente online. En Nintendo Switch, el juego utilizará nuestra cuenta Nintendo para registrar los records, y se guardarán de forma independiente en cada modo la repetición, la medalla que se ha obtenido y si hemos superado los niveles sin daño.

Las tablas de clasificación nos permitirán filtrar entre los mejores resultados de la fase, los amigos que tengamos agregados a Nintendo Switch y tiempos similares a los nuestros.

Oh, banana


Ni es un plataformas cualquiera, ni es un juego más del mono de Nintendo. Tropical Freeze está en la cumbre de la saga Donkey Kong Country, con un diseño de mundos y niveles tan excepcional que no se nos ocurre ningún otro plataformas 2D a la altura.

Nintendo Switch ha permitido poner al día el apartado técnico mejorando la resolución y fijando el rendimiento a 60 imágenes por segundo, sin diferencias negativas notables al jugar en modo portátil.

Acostumbrados a los plataformas frenéticos, como Super Mario Bros o Rayman, Donkey Kong Country nos propone algo distinto: centrarnos en la habilidad, los movimientos calculados, el dominio de un sistema de control único y la exploración de un entorno maravilloso lleno de secretos y elementos coleccionables.

Una verdadera suerte para todos aquellos que no pudieron disfrutar de esta obra maestra en Wii U, que ahora pueden disfrutarlo de una forma mucho más accesible y amigable en Nintendo Switch, pero que, si se atreven, también encontrarán un reto colosal.

Donkey Kong Country: Tropical Freezze tiene un peso de 6,6Gb de memoria, y un precio recomendado de 59,99€.


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