De la mano del estudio Climax Studio Ltd y publicado por Outright Games Limited nos llega esté título basado en la última película de DreamWorks, Cómo entrenar a tu Dragón 3, y que recibe el nombre de Dragones: El amanecer de los nuevos jinetes.
El título ya nos indica que, pese a tratarse de una franquicia conocida por todos en el mundo de la animación, no tiene la pretensión de emular lo visto en la pantalla de cine, algo de agradecer en este tipo de juegos que, en su mayoría, intentar forzar las mecánicas jugables más populares del momento para adaptarlas a un guion cinematográfico.
Sabiendo esto, es lógico hacernos las siguientes preguntas: ¿Qué es Dragones: El amanecer de los nuevos jinetes y a qué público va dirigido?
El juego
Como podréis imaginar, el título no escapa de la influencia de la franquicia de animación, situándose en un punto poco definido de la última película, Cómo entrenar a tu dragón 3, por lo que si no la habéis visto, os llevareis algún que otro spoiler.
Nos tocará controlar a “Escritorzuelo“, un chico que, tirando de tópicos, aparece de la nada sin recordar ni su propio nombre y que, por razones que escapan a mi comprensión, se encuentra justo al lado de un dragón quimera, que desde el primer momento decide ser nuestro amigo sin más, con unos poderes muy superiores a los dragones a los que estamos acostumbrados a ver a lo largo de las 3 películas y la serie de animación.
Dejando de lado el guion, por llamarlo de alguna forma, comenzaremos a defender el campamento de la isla Refugio, con ayuda de nuestro dragón quimera, de bandidos y cazadragones. Nuestro objetivo es, en esencia, usar los poderes de nuestro dragón para poder avanzar a través de los mapas, congelando lagos, activando mecanismos con el poder de electricidad… etc, hasta llegar al punto marcado en el mapa, vencer a un pequeño jefe de zona y volver.
Hay mazmorras, parajes con pequeños puzles en los que la respuesta suele ser usar el poder de turno de nuestro dragón y trampas por doquier que buscan darle algo de vida los mapas que, a excepción de esto y enemigos clónicos cada pocos pasos, estarán desiertos.
Apartado técnico
Si bien el título no cuenta con un guion decente o un apartado visual especialmente favorecedor, cabe pensar que podría tener un apartado técnico notable que lo haga atractivo a los jugadores. Desgraciadamente, no es asi.
Es con diferencia el peor apartado del juego. Desde los menús de opciones ya se intuye que no hay mucho amor tras este título pero, en cuanto tomas el control del personaje, te cuestionaras las razones por las que una empresa que nos tiene acostumbrados a tanta calidad como es DreamWorks ha dado el visto bueno a este proyecto.
Las colisiones son muy malas, la vista del juego no favorece nada la experiencia, los enemigos no tienen inteligencia artificial ni nada por el estilo, solo se limitan a seguir un patrón bastante malo y simple, y la mecánica principal del juego, la lucha cuerpo a cuerpo, no está bien resuelta ni con el personaje principal ni con el dragón.
Es un despropósito que solo logra salvarse un poco gracias a su apartado artístico que, pese a no ser nada del otro mundo, se ve ensalzado por la ausencia o mala gestión del resto de recursos del juego.
La isla sin dragones
En la pantalla de título se nos muestran algunas aguadas con dibujos pertenecientes al arte conceptual del videojuego, y lo destaco nada más empezar el párrafo porque, artísticamente, es lo más relevante que veremos a lo largo del título. Los modelados son muy toscos, las texturas muy pobres y se tiende a reutilizar los mismos elementos una y otra vez. Tampoco ayuda que los personajes conocidos reciban un rediseño que los simplifica mucho ni la ausencia casi total de dragones poblando una isla que se considera un santuario de dragones, un despropósito más del guion.
Según avancemos, nuestro dragón crecerá y adquirirá poderes y habilidades, como volar, pero esto no hará otra cosa que, contra todo pronóstico, empeorar nuestra experiencia de juego con modelados aéreos aun peores, limitaciones aún más evidentes y un control nefasto.
Llegados a este punto del análisis te preguntarás: ¿hay algo peor?; la respuesta es sí. Los personajes que conocemos harán apariciones muy esporádicas tras las cuales se esfumarán con una mala escusa, y lo preferiréis, los que se quedan te darán largas para que realices el recado de turno en solitario y, como mucho, te echarán una mano supliendo el papel de tiendas ambulantes. Es realmente triste ver a Astrid, personaje valiente que no rehuiría una batalla, esperar en la puerta de una mazmorra para intercambiarte hierbas que recoges por el camino a espadazo limpio por pociones.
Creo que no es necesario mencionar que, pese a contar con la licencia oficial de DreamWorks, no cuenta ni con la banda sonora original ni con sus voces. Restando así el poco atractivo que podría llegar a tener tras conocer todos los detalles mencionados anteriormente.
Conclusión
Dragones: El amanecer de los nuevos jinetes es un videojuego del montón, cuyo principal atractivo radica en ver si mejora conforme avanzas en su historia, algo que no sucede en ningún momento, y cuyo apartado técnico tiene carencias importantes. Es un título que no puedo recomendar ni a los seguidores de la franquicia de animación, carente de cualquier atisbo de carisma o calidad y con altibajos en su dificultad.
Podéis encontrar el título tanto en formato físico como digital en la eShop a un precio recomendado de 39,99€ y ocupa un total de 660,60 MB. El juego está traducido al castellano y es compatible con el mando pro de Nintendo Swich.
La entrada [Análisis] DreamWorks Dragones: El amanecer de los nuevos jinetes se publicó primero en Nintenderos.com - Nintendo Switch y 3DS.
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El título ya nos indica que, pese a tratarse de una franquicia conocida por todos en el mundo de la animación, no tiene la pretensión de emular lo visto en la pantalla de cine, algo de agradecer en este tipo de juegos que, en su mayoría, intentar forzar las mecánicas jugables más populares del momento para adaptarlas a un guion cinematográfico.
Sabiendo esto, es lógico hacernos las siguientes preguntas: ¿Qué es Dragones: El amanecer de los nuevos jinetes y a qué público va dirigido?
El juego
Como podréis imaginar, el título no escapa de la influencia de la franquicia de animación, situándose en un punto poco definido de la última película, Cómo entrenar a tu dragón 3, por lo que si no la habéis visto, os llevareis algún que otro spoiler.
Nos tocará controlar a “Escritorzuelo“, un chico que, tirando de tópicos, aparece de la nada sin recordar ni su propio nombre y que, por razones que escapan a mi comprensión, se encuentra justo al lado de un dragón quimera, que desde el primer momento decide ser nuestro amigo sin más, con unos poderes muy superiores a los dragones a los que estamos acostumbrados a ver a lo largo de las 3 películas y la serie de animación.
Dejando de lado el guion, por llamarlo de alguna forma, comenzaremos a defender el campamento de la isla Refugio, con ayuda de nuestro dragón quimera, de bandidos y cazadragones. Nuestro objetivo es, en esencia, usar los poderes de nuestro dragón para poder avanzar a través de los mapas, congelando lagos, activando mecanismos con el poder de electricidad… etc, hasta llegar al punto marcado en el mapa, vencer a un pequeño jefe de zona y volver.
Hay mazmorras, parajes con pequeños puzles en los que la respuesta suele ser usar el poder de turno de nuestro dragón y trampas por doquier que buscan darle algo de vida los mapas que, a excepción de esto y enemigos clónicos cada pocos pasos, estarán desiertos.
Apartado técnico
Si bien el título no cuenta con un guion decente o un apartado visual especialmente favorecedor, cabe pensar que podría tener un apartado técnico notable que lo haga atractivo a los jugadores. Desgraciadamente, no es asi.
Es con diferencia el peor apartado del juego. Desde los menús de opciones ya se intuye que no hay mucho amor tras este título pero, en cuanto tomas el control del personaje, te cuestionaras las razones por las que una empresa que nos tiene acostumbrados a tanta calidad como es DreamWorks ha dado el visto bueno a este proyecto.
Las colisiones son muy malas, la vista del juego no favorece nada la experiencia, los enemigos no tienen inteligencia artificial ni nada por el estilo, solo se limitan a seguir un patrón bastante malo y simple, y la mecánica principal del juego, la lucha cuerpo a cuerpo, no está bien resuelta ni con el personaje principal ni con el dragón.
Es un despropósito que solo logra salvarse un poco gracias a su apartado artístico que, pese a no ser nada del otro mundo, se ve ensalzado por la ausencia o mala gestión del resto de recursos del juego.
La isla sin dragones
En la pantalla de título se nos muestran algunas aguadas con dibujos pertenecientes al arte conceptual del videojuego, y lo destaco nada más empezar el párrafo porque, artísticamente, es lo más relevante que veremos a lo largo del título. Los modelados son muy toscos, las texturas muy pobres y se tiende a reutilizar los mismos elementos una y otra vez. Tampoco ayuda que los personajes conocidos reciban un rediseño que los simplifica mucho ni la ausencia casi total de dragones poblando una isla que se considera un santuario de dragones, un despropósito más del guion.
Según avancemos, nuestro dragón crecerá y adquirirá poderes y habilidades, como volar, pero esto no hará otra cosa que, contra todo pronóstico, empeorar nuestra experiencia de juego con modelados aéreos aun peores, limitaciones aún más evidentes y un control nefasto.
Llegados a este punto del análisis te preguntarás: ¿hay algo peor?; la respuesta es sí. Los personajes que conocemos harán apariciones muy esporádicas tras las cuales se esfumarán con una mala escusa, y lo preferiréis, los que se quedan te darán largas para que realices el recado de turno en solitario y, como mucho, te echarán una mano supliendo el papel de tiendas ambulantes. Es realmente triste ver a Astrid, personaje valiente que no rehuiría una batalla, esperar en la puerta de una mazmorra para intercambiarte hierbas que recoges por el camino a espadazo limpio por pociones.
Creo que no es necesario mencionar que, pese a contar con la licencia oficial de DreamWorks, no cuenta ni con la banda sonora original ni con sus voces. Restando así el poco atractivo que podría llegar a tener tras conocer todos los detalles mencionados anteriormente.
Conclusión
Dragones: El amanecer de los nuevos jinetes es un videojuego del montón, cuyo principal atractivo radica en ver si mejora conforme avanzas en su historia, algo que no sucede en ningún momento, y cuyo apartado técnico tiene carencias importantes. Es un título que no puedo recomendar ni a los seguidores de la franquicia de animación, carente de cualquier atisbo de carisma o calidad y con altibajos en su dificultad.
Podéis encontrar el título tanto en formato físico como digital en la eShop a un precio recomendado de 39,99€ y ocupa un total de 660,60 MB. El juego está traducido al castellano y es compatible con el mando pro de Nintendo Swich.
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