Elli es un colorido juego de aventuras y plataformas desarrollado y distribuido por el estudio sueco Bandana Kid. En él encarnaremos a la guardiana del tiempo Elli en su búsqueda de Ghasti, la aspirante a guardiana que ha robado los cristales temporales y que podría romper por error el espacio-tiempo. El límite de tiempo es un día, que coincide precisamente con el cumpleaños de la protagonista.
En esta persecución, recorreremos las playas, las montañas, los templos y las cuevas de la isla de Mandragora, cuyos habitantes nos ayudarán a lo largo del camino.
Ahora bien, hay que recalcar que es un plataformas mediocre cargado de bugs, como objetos que pueden atravesarse o agujeros donde tendría que haber suelo que te precipitarán a tu muerte. Esto, unido al hecho de que cualquier mínima exploración que realices te llevará a romper los límites del escenario, hace que ésta sea una experiencia cargada de glitches.
A lo largo de nuestra aventura nos encontraremos con un sinfín de puzzles, pero realmente ninguno presenta un desafío y acaban volviéndose monótonos. Además, en muchos casos se pueden saltar fragmentos enteros de juego gracias a un diseño de niveles poco cuidado, que además de dar lugar a errores, hace que todos los escenarios que visitamos sean repetitivos hasta la extenuación.
Tanto los controles como la dificultad general del juego son muy sencillos, hasta el punto en que nada supone un reto; el jugador no tardará en sentir que avanza más por obligación o curiosidad de ver el final que por interés o entretenimiento. El único aspecto realmente complicado en cuanto a jugabilidad son los controles para arrojar objetos, ya que será necesario recogerlos pulsando Y, lanzarlos con X, mover el cursor hacia derecha o izquierda con R y L, y entonces lanzarlos con X. Una secuencia inexplicablemente larga y lenta para una acción tan sencilla.
Es cierto que podremos recoger dinero (sospechosamente similar a las rupias de The Legend of Zelda) y monedas ocultas para comprar equipamiento en la tienda, pero las opciones son escasas, y la utilidad, nula: cualquier objeto que uno adquiera tendrá una función meramente estética.
Mención especial merecen las cinemáticas. Estas consisten en pequeños movimientos de cámara hacia personajes que se mueven de forma extraña y repetitiva a toda velocidad, dando la impresión de que están sufriendo un ataque. Entre escena y escena veremos una conspicua y larga transición consistente en fundidos en negro que duran tanto tiempo que parece que el juego se ha bloqueado. Lo mejor de todo es que hay un sinfín de éstas, ya que las escenas son cortas y muy simples.
Lo mejor que se puede decir de Elli es que tiene un apartado gráfico colorido y agradable, y una banda sonora relajada, que parecen inspirados en The Legend of Zelda: Breath of the Wild o en Super Mario Sunshine. La combinación de ambas crea una buena atmósfera, que por desgracia se derrumba debido a la ejecución.
Conclusión
La impresión que me dio al jugar a Elli fue que es un juego hecho a prisa y sin presupuesto, que intentaba apuntar alto pero se quedó a mitad del camino. Tal y como se encuentra ahora, diría que es un buen juego para los más pequeños, que no se centrarán tanto en estos aspectos negativos y disfrutarán de la estética de este juego sin encontrarse con grandes desafíos que entorpezcan su experiencia. Sin embargo, si eres mayor de edad encontrarás opciones mucho más interesantes que este juego, que, a mi juicio, no merece los 19,99€ por los que se vende.
La entrada [Análisis] Elli se publicó primero en Nintenderos.com - Nintendo Switch y 3DS.
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En esta persecución, recorreremos las playas, las montañas, los templos y las cuevas de la isla de Mandragora, cuyos habitantes nos ayudarán a lo largo del camino.
Ahora bien, hay que recalcar que es un plataformas mediocre cargado de bugs, como objetos que pueden atravesarse o agujeros donde tendría que haber suelo que te precipitarán a tu muerte. Esto, unido al hecho de que cualquier mínima exploración que realices te llevará a romper los límites del escenario, hace que ésta sea una experiencia cargada de glitches.
A lo largo de nuestra aventura nos encontraremos con un sinfín de puzzles, pero realmente ninguno presenta un desafío y acaban volviéndose monótonos. Además, en muchos casos se pueden saltar fragmentos enteros de juego gracias a un diseño de niveles poco cuidado, que además de dar lugar a errores, hace que todos los escenarios que visitamos sean repetitivos hasta la extenuación.
Tanto los controles como la dificultad general del juego son muy sencillos, hasta el punto en que nada supone un reto; el jugador no tardará en sentir que avanza más por obligación o curiosidad de ver el final que por interés o entretenimiento. El único aspecto realmente complicado en cuanto a jugabilidad son los controles para arrojar objetos, ya que será necesario recogerlos pulsando Y, lanzarlos con X, mover el cursor hacia derecha o izquierda con R y L, y entonces lanzarlos con X. Una secuencia inexplicablemente larga y lenta para una acción tan sencilla.
Es cierto que podremos recoger dinero (sospechosamente similar a las rupias de The Legend of Zelda) y monedas ocultas para comprar equipamiento en la tienda, pero las opciones son escasas, y la utilidad, nula: cualquier objeto que uno adquiera tendrá una función meramente estética.
Mención especial merecen las cinemáticas. Estas consisten en pequeños movimientos de cámara hacia personajes que se mueven de forma extraña y repetitiva a toda velocidad, dando la impresión de que están sufriendo un ataque. Entre escena y escena veremos una conspicua y larga transición consistente en fundidos en negro que duran tanto tiempo que parece que el juego se ha bloqueado. Lo mejor de todo es que hay un sinfín de éstas, ya que las escenas son cortas y muy simples.
Lo mejor que se puede decir de Elli es que tiene un apartado gráfico colorido y agradable, y una banda sonora relajada, que parecen inspirados en The Legend of Zelda: Breath of the Wild o en Super Mario Sunshine. La combinación de ambas crea una buena atmósfera, que por desgracia se derrumba debido a la ejecución.
Conclusión
La impresión que me dio al jugar a Elli fue que es un juego hecho a prisa y sin presupuesto, que intentaba apuntar alto pero se quedó a mitad del camino. Tal y como se encuentra ahora, diría que es un buen juego para los más pequeños, que no se centrarán tanto en estos aspectos negativos y disfrutarán de la estética de este juego sin encontrarse con grandes desafíos que entorpezcan su experiencia. Sin embargo, si eres mayor de edad encontrarás opciones mucho más interesantes que este juego, que, a mi juicio, no merece los 19,99€ por los que se vende.
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