El gameplay es la experiencia de juego diseñada. Esta es una de las enseñanzas básicas que se me enseñaron en mi primer año de mi carrera de creación de videojuegos. Esta experiencia de juego no sólo se refiere al control de un personaje o el diseño de niveles, sino que habla también de la suma de elementos surgida también de la presentación que puede ofrecer un título.
¿Por qué hago mención a este concepto? Porque N++ es un juego que a mi opinión, se centra tanto en los aspectos jugables que al final desaprovecha lo que formalmente llamaríamos gameplay al descuidar los demás aspectos.
Armamento de ninja
N++ es un juego de plataformas en el que controlamos a un pequeño muñecote ninja que debe superar una serie de niveles todos centrados en una misma estructura general. Hay una puerta. Hay un interruptor que abre la puerta. Toca el interruptor y toca la puerta. Fuera de esta planteamiento, no hay reglas salvo la de no morir una terrible y dolorosa muerte.
No hay ninguna razón que te motive a hacer cada nivel. Por no haber, no hay casi ningún elemento a nivel visual y la música no es que esté muy presente tampoco. Si hay algo, eso sí, es una gigantesca cantidad de niveles, puesto que N++ se jacta de tener más de mil escenarios completamente distintos, ya sean diseñados para aclimatar al jugador a los controles de este título, para ofrecer desafíos o hasta para presentar niveles centrados en un multijugador cooperativo o incluso competitivo en forma de carreras entre los distintos jugadores.
Y si quieres más niveles, entonces no te preocupes, porque N++ también cuenta con un editor de niveles y un sistema en línea que nos permite jugar a las creaciones que otros usuarios han llegado a construir. Definitivamente, no nos podemos quejar por contenido cuando estamos hablamos de N++.
Tampoco nos podemos quejar de controles, el elemento principal en el que se sustenta esta obra. N++ basa todo su plataformeo en un sistema de controles que se basa en gran parte en el uso de la inercia para poder saltar grandes distancias ya sea desde un suelo firme o desde una pared vertical. El juego se centra en un plataformeo puro que sostiene sus pilares en unos controles que, afortunadamente, consiguen impulsar el atractivo de esta obra.
Vagancia visual y sonora
Aun así, si hablamos de atractivo, no podemos no mencionar la paupérrima presentación con la que N++ cuenta. Su desarrollador, ante todo, ha priorizado el diseño equilibrado de niveles antes que el trabajo en un apartado gráfico que consiga ser detallado, aparte de una banda sonora que consiga adaptarse a la situación en la que se encuentra nuestro pequeño monigote.
Por tanto, el juego cuenta con una estética que podríamos calificar de “minimalista”. Pero sinceramente, llamar de esta manera a este estilo visual sería casi un insulto para los juegos con una buena estética minimalista como el recientemente reseñado Just Shapes and Beats.
En ningún momento he sentido un interés de parte del desarrollador de N++ por crear una interfaz visual interesante o por crear objetos estimulantes a nivel visual. Sé que es difícil crear estos elementos cuando no te especializas en ninguna posición artística, pero aún a pesar de ello, creo que N++ no consigue cautivar en ningún momento en un aspecto puramente visual. Y esto es algo que no puedo dejar pasar cuando podemos encontrarnos con juegos como VVVV, que aún sin una gran potencia gráfica, siguen siendo interesantes a nivel gráfico.
Es más, diría que visualmente, el juego puede llegar a ser molesto para los ojos al aplicar algunos filtros de colores que no consiguen hacer distinguir con claridad cada objeto del juego. Aparte, estos filtros pueden resultar molestos en general para ciertas personas según sus gustos o su nivel de tolerancia.
Estas quejas sobre una presentación gráfica aburrida y poco inspirada también se pueden aplicar con facilidad al apartado sonoro, con ningún tema que resalte. Todas las tonadas que podemos encontrarnos en N++ tienen una única función, hacer hueco. No te hacen sentir nada, no te alegran, no te excitan. Simplemente son canciones relajadillas hechas con un sintetizador para que te pongas a saltar una y otra vez.
Gameplay y moderación
Todo esto rompe con el ya anteriormente mencionado concepto del gameplay. Porque puede que el control de tu personaje esté bien y los niveles sean muchos, pero la presentación rompe gran parte del potencial de esta obra, creando algo muy contraproducente para este título, una enorme sensación de tedio. Y un título con tanto contenido que ofrecer no debe tener como principal fallo el hecho de que pueda dar llegar a resultar cargante o aburrido a los jugadores.
Como se suele decir, todo en la vida es bueno con moderación. Agradezco mucho la gran cantidad de niveles que este juego nos llega a ofrecer, pero creo que el desarrollador podría haber conseguido una mejor obra si hubiese empleado parte de esos esfuerzos en un mejor apartado visual y sonoro, creando de esta manera una experiencia que pudiese ser más satisfactoria para todo tipo de jugadores.
Aparte de este gran error que el juego posee, también podemos notar otros fallos de cierta envergadura que pueden empeorar de nuevo la experiencia en su conjunto, como el modo de creación de escenarios siendo extremadamente poco intuitivo y tosco, aparte de explicaciones de los distintos modos que resultan poco claras, llevando a la confusión de los jugadores.
Conclusiones
N++ presenta una base muy sólida. Tiene unos controles muy bien trabajados junto a una enorme cantidad de niveles, aparte de varios modos extra en los que gastar tu tiempo. Definitivamente, N++ es un paquete más que decente que seguramente llegue a encandilar a un gran número de personas, especialmente a los aficionados al género de las plataformas.
A pesar de todo ello, creo que este juego es una perfecta definición de potencial perdido y de sobreespecialización. N++ pierde gran parte de su encanto no por culpa de algún fallo a la hora de construirlo, sino principalmente porque dicho encanto no ha sido construido en primer lugar. Y quiérase o no, si un juego no nos presenta nada interesante en materia visual y sonora, puede llegar a resultar tedioso.
Esta es la gran espina que me ha clavado N++. Una espina que espero que su desarrollador consiga sacar en su próximo título. Sé que tiene la capacidad de crear niveles con diseños interesantes así que la próxima vez, quiero ver cómo evoluciona otorgando a su próximo proyecto una presentación que puede que no sea necesariamente compleja, pero al menos llega a ser encantadora y agradable. ¡Un modo historia puede que incluso también consiga estar bien!
La entrada [Análisis] N++ se publicó primero en Nintenderos.com - Nintendo Switch, 3DS, Wii U.
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¿Por qué hago mención a este concepto? Porque N++ es un juego que a mi opinión, se centra tanto en los aspectos jugables que al final desaprovecha lo que formalmente llamaríamos gameplay al descuidar los demás aspectos.
Armamento de ninja
N++ es un juego de plataformas en el que controlamos a un pequeño muñecote ninja que debe superar una serie de niveles todos centrados en una misma estructura general. Hay una puerta. Hay un interruptor que abre la puerta. Toca el interruptor y toca la puerta. Fuera de esta planteamiento, no hay reglas salvo la de no morir una terrible y dolorosa muerte.
No hay ninguna razón que te motive a hacer cada nivel. Por no haber, no hay casi ningún elemento a nivel visual y la música no es que esté muy presente tampoco. Si hay algo, eso sí, es una gigantesca cantidad de niveles, puesto que N++ se jacta de tener más de mil escenarios completamente distintos, ya sean diseñados para aclimatar al jugador a los controles de este título, para ofrecer desafíos o hasta para presentar niveles centrados en un multijugador cooperativo o incluso competitivo en forma de carreras entre los distintos jugadores.
Y si quieres más niveles, entonces no te preocupes, porque N++ también cuenta con un editor de niveles y un sistema en línea que nos permite jugar a las creaciones que otros usuarios han llegado a construir. Definitivamente, no nos podemos quejar por contenido cuando estamos hablamos de N++.
Tampoco nos podemos quejar de controles, el elemento principal en el que se sustenta esta obra. N++ basa todo su plataformeo en un sistema de controles que se basa en gran parte en el uso de la inercia para poder saltar grandes distancias ya sea desde un suelo firme o desde una pared vertical. El juego se centra en un plataformeo puro que sostiene sus pilares en unos controles que, afortunadamente, consiguen impulsar el atractivo de esta obra.
Vagancia visual y sonora
Aun así, si hablamos de atractivo, no podemos no mencionar la paupérrima presentación con la que N++ cuenta. Su desarrollador, ante todo, ha priorizado el diseño equilibrado de niveles antes que el trabajo en un apartado gráfico que consiga ser detallado, aparte de una banda sonora que consiga adaptarse a la situación en la que se encuentra nuestro pequeño monigote.
Por tanto, el juego cuenta con una estética que podríamos calificar de “minimalista”. Pero sinceramente, llamar de esta manera a este estilo visual sería casi un insulto para los juegos con una buena estética minimalista como el recientemente reseñado Just Shapes and Beats.
En ningún momento he sentido un interés de parte del desarrollador de N++ por crear una interfaz visual interesante o por crear objetos estimulantes a nivel visual. Sé que es difícil crear estos elementos cuando no te especializas en ninguna posición artística, pero aún a pesar de ello, creo que N++ no consigue cautivar en ningún momento en un aspecto puramente visual. Y esto es algo que no puedo dejar pasar cuando podemos encontrarnos con juegos como VVVV, que aún sin una gran potencia gráfica, siguen siendo interesantes a nivel gráfico.
Es más, diría que visualmente, el juego puede llegar a ser molesto para los ojos al aplicar algunos filtros de colores que no consiguen hacer distinguir con claridad cada objeto del juego. Aparte, estos filtros pueden resultar molestos en general para ciertas personas según sus gustos o su nivel de tolerancia.
Estas quejas sobre una presentación gráfica aburrida y poco inspirada también se pueden aplicar con facilidad al apartado sonoro, con ningún tema que resalte. Todas las tonadas que podemos encontrarnos en N++ tienen una única función, hacer hueco. No te hacen sentir nada, no te alegran, no te excitan. Simplemente son canciones relajadillas hechas con un sintetizador para que te pongas a saltar una y otra vez.
Gameplay y moderación
Todo esto rompe con el ya anteriormente mencionado concepto del gameplay. Porque puede que el control de tu personaje esté bien y los niveles sean muchos, pero la presentación rompe gran parte del potencial de esta obra, creando algo muy contraproducente para este título, una enorme sensación de tedio. Y un título con tanto contenido que ofrecer no debe tener como principal fallo el hecho de que pueda dar llegar a resultar cargante o aburrido a los jugadores.
Como se suele decir, todo en la vida es bueno con moderación. Agradezco mucho la gran cantidad de niveles que este juego nos llega a ofrecer, pero creo que el desarrollador podría haber conseguido una mejor obra si hubiese empleado parte de esos esfuerzos en un mejor apartado visual y sonoro, creando de esta manera una experiencia que pudiese ser más satisfactoria para todo tipo de jugadores.
Aparte de este gran error que el juego posee, también podemos notar otros fallos de cierta envergadura que pueden empeorar de nuevo la experiencia en su conjunto, como el modo de creación de escenarios siendo extremadamente poco intuitivo y tosco, aparte de explicaciones de los distintos modos que resultan poco claras, llevando a la confusión de los jugadores.
Conclusiones
N++ presenta una base muy sólida. Tiene unos controles muy bien trabajados junto a una enorme cantidad de niveles, aparte de varios modos extra en los que gastar tu tiempo. Definitivamente, N++ es un paquete más que decente que seguramente llegue a encandilar a un gran número de personas, especialmente a los aficionados al género de las plataformas.
A pesar de todo ello, creo que este juego es una perfecta definición de potencial perdido y de sobreespecialización. N++ pierde gran parte de su encanto no por culpa de algún fallo a la hora de construirlo, sino principalmente porque dicho encanto no ha sido construido en primer lugar. Y quiérase o no, si un juego no nos presenta nada interesante en materia visual y sonora, puede llegar a resultar tedioso.
Esta es la gran espina que me ha clavado N++. Una espina que espero que su desarrollador consiga sacar en su próximo título. Sé que tiene la capacidad de crear niveles con diseños interesantes así que la próxima vez, quiero ver cómo evoluciona otorgando a su próximo proyecto una presentación que puede que no sea necesariamente compleja, pero al menos llega a ser encantadora y agradable. ¡Un modo historia puede que incluso también consiga estar bien!
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