El lanzamiento de Tennis World Tour vino cargado de problemas en todas sus plataformas. No obstante, el caso de Switch se hacía particularmente notorio y desagradable, con bugs y glitchs que sacaban completamente de la partida. Tras unos cuantos meses desde su salida al mercado y una gran cantidad de parches a sus espaldas, es hora de comprobar qué tal funciona el título y si se merece la redención que desea o no.
Golpes imposibles
En la fecha en la que escribimos este análisis, no es que existan una gran variedad de juegos de tenis en la consola híbrida de Nintendo. Tennis World Tour busca encontrar su nicho de jugadores en la “simulación”, lejos de lo arcade y desenfrenado de otros juegos de tenis como Mario Tennis Aces. No obstante, el problema fundamental del juego viene en ese tira y afloja entre la simulación y lo arcade. Es cierto que, al principio, el jugador se siente un poco pez en el juego, puesto que controlar el movimiento del jugador, la dirección de la bola, la fuerza y otra serie de factores como los saques o restar bien no son tarea fácil. Eso sí, el juego busca que aprendamos lo antes posible, para ello tiene una serie de retos/desafíos que podremos ir probando y que nos ayudarán muchísimo a la hora de empezar. La mayoría de ellos funcionan como tutoriales.
Por otro lado, la disposición de los botones para ejercer los golpes típicos de este gran deporte son perfectos, tampoco era muy difícil, pero se agradece. A poco que tengamos un poco de conocimiento sobre el tenis y juguemos un par de partidas, nos daremos cuenta de qué sutil movimiento efectuar para dejar a nuestro adversario con la boca abierta. A todo ello, deberemos de estar muy atentos a nuestra barra de energía o stamina, la cual se irá agotando a medida que peloteemos con más o menos fuerza. ¿Queremos imprimirle a la bola mucha fuerza y que nuestro rival no llegue? Un golpe más fuerte sería lo aconsejable, pero perderemos más energía que si somos sutiles y esperamos un error no forzado de nuestro rival. Ya juguemos en modo portátil o en TV, los controles son ágiles y responden bien, aunque hay ciertas ocasiones donde, sin motivo aparente, nuestro jugador parece no querer darle a la bola y la deja pasar. Este hecho me ha sacado de mis casillas en algunas ocasiones, habrán sido unas 10 o así, ínfimo si tengo en cuenta la enorme cantidad de partidos que he disputado, pero es algo que mejorar y mencionar.
Uno de los principales problemas que sí debemos destacar es, precisamente, la falta de realismo que hay en la mayoría de los partidos. Ya juguemos en la dificultad más elevada o en la más baja, la mayoría de golpes que se llevan a cabo son un tanto irreales. Es imposible, incluso para los jugadores de tenis más laureados, alcanzar ciertas bolas o hacer ciertos golpes. Tennis World Tour se basa casi por completo en pelotear hasta la saciedad y esperar un error del rival, algo que, a poco que sepamos de tenis, sabemos que no es del todo así y que hay mucha más variedad. El estilo agresivo apenas suele tener cabida porque nos deja sin energía a las primeras de cambio. Sin embargo, tampoco tiene mucha cabida dicha forma de jugar porque tanto nuestro rival como nosotros mismos somos capaces de responder a, prácticamente, todas las bolas, sean como sean y lleguen con la fuerza que lleguen. He visto revés a una mano desde el fondo de la pista que ni Rafa Nadal o Roger Federer consiguen (vamos, ni los personajes de Mario Tenis Aces con sus super movimientos son capaces de tales golpes). Este hecho sí que choca, más cuando sabemos la gran cantidad de parches y trabajo en actualizaciones que el estudio ha realizado para con el juego, pero es algo que se repetirá en todos los partidos y que, por desgracia, no he sido capaz de adaptarme a ello en las horas que llevo disputadas.
¿Quién no quiere ser el número 1?
Si algo nos motiva para seguir jugando, ese es su modo carrera. En esta modalidad deberemos crear nuestro propio personaje y llevarlo hasta la cima. Es cierto que me ha parecido un poco pobre la forma en la que podemos diseñar nuestro avatar, prácticamente será uno de los que vienen predefinidos por defecto. Como no podía ser de otra forma, una vez en faena no todo será jugar al tenis. Deberemos de escoger en qué invertir nuestro tiempo para conseguir mejorar como tenista. Podremos entrenar, negociar ciertos contratos con publicistas o patrocinadores, jugar partidos de exhibición y, la guinda, torneos. Eso sí, hay que tener cuidado con eso de querer jugarlo todo, puesto que el cansancio hará mella en nuestro personaje y será algo que notemos cuando juguemos.
El hecho de participar en partidos, torneos y demás nos costará dinero. Cuanto mejor sea el torneo, más dinero tendremos que invertir, por lo que cuidado con ser muy ambiciosos antes de tiempo. A medida que nuestro personaje mejore, conseguiremos cartas, estas cartas son potenciadores de nuestro juego (mejor saque, menor gasto de energía, etc.) lo que genera un toque RPG nimio, pero interesante. Como ya hemos dicho, es el modo en el que pasaremos más tiempo, y llega a cansar un poco jugar siempre, o casi siempre, contra jugadores genéricos. Es cierto que el juego dispone de caras conocidas, principalmente la de Roger Federer, pero hasta que lleguemos a la cima tocará mucho partido contra jugadores clónicos.
Doble falta en el apartado gráfico
Algo que podréis notar a simple vista es la precariedad de su apartado gráfico. El modelado de la grada, así como el de algunos tenistas es desastroso y muy muy pobre. Inclusive la pista, diferenciar entre tierra batida y césped será solo por el color y no habrá diferencias sustanciales en el juego en función del terreno donde juguemos, grave error. El movimiento de los personajes a veces es tosco y las repeticiones evidencian que el juego sigue muy lejos de lo que debería de llegar a ser. Si jugamos en modo portátil, el despiporre es el doble y he notado una falta de nitidez bastante grave. Además, no os salvaréis de caras que se deforman porque sí, lo cual hará que os entre risa y enfado al mismo tiempo.
En lo que respecta al sonido, la banda sonora es notable y tiene temas bastante buenos. El problema vuelve en los partidos, con golpes silenciosos (el sonido de ese golpe se pierde por completo en la nada) o gritos, aplausos y demás miscelánea que aparecen tarde. Se nota que hay mucho trabajo pendiente, aún llevando tiempo en el mercado y teniendo muchas actualizaciones a las espaldas.
Un online en pañales
Si bien encontrar partida es algo medianamente rápido, los problemas de lag harán que las desconexiones sean más frecuentes de lo esperado. No solo podremos disputar partidas rápidas entre amigos o con cualquier desconocido, también disponemos de un modo temporada y diversos torneos en línea. Además, se nos proponen objetivos personales para superar en un tiempo determinado.
En el modo temporada, semejante a FIFA, tendremos que ganar una serie de partidos para ir ascendiendo a nuestro jugador. Es bastante interesante porque sabemos que enfrente tenemos a un jugador de otra parte del mundo cuya victoria o derrota son igual de importantes que para nosotros. Por otro lado, los torneos son más directos y, además, podremos crearlos nosotros mismos. Sin embargo, he notado muy desangelada esta opción, puesto que la comunidad no es demasiado amplia (o, al menos, esa era la sensación). Como ya hemos recalcado, pese a tener una buena conexión a Internet, las desconexiones son muy frecuentes, unas veces será nuestro rival y otras veces nosotros.
Conclusiones finales
La redención a Tennis World Tour es difícil, por no decir imposible, dársela. Estamos ante un juego que se nota inacabado, con multitud de bugs y errores que empañan una jugabilidad que, si nos mentalizamos que tiene poco de simulación, llega a ser medianamente divertida. Su apartado visual desastroso, los sonidos que no aparecen o llegan tarde y un online un tanto deshabitado y con problemas de conexión, hacen de este juego un título muy poco llamativo donde lo único destacable es su modo carrera y algunas licencias de ciertos tenistas.
Tennis World Tour está disponible en físico y digital a un precio de 50 euros y ocupa un total de 4,2 GB.
La entrada [Análisis] Tennis World Tour se publicó primero en Nintenderos.com - Nintendo Switch y 3DS.
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Golpes imposibles
En la fecha en la que escribimos este análisis, no es que existan una gran variedad de juegos de tenis en la consola híbrida de Nintendo. Tennis World Tour busca encontrar su nicho de jugadores en la “simulación”, lejos de lo arcade y desenfrenado de otros juegos de tenis como Mario Tennis Aces. No obstante, el problema fundamental del juego viene en ese tira y afloja entre la simulación y lo arcade. Es cierto que, al principio, el jugador se siente un poco pez en el juego, puesto que controlar el movimiento del jugador, la dirección de la bola, la fuerza y otra serie de factores como los saques o restar bien no son tarea fácil. Eso sí, el juego busca que aprendamos lo antes posible, para ello tiene una serie de retos/desafíos que podremos ir probando y que nos ayudarán muchísimo a la hora de empezar. La mayoría de ellos funcionan como tutoriales.
Por otro lado, la disposición de los botones para ejercer los golpes típicos de este gran deporte son perfectos, tampoco era muy difícil, pero se agradece. A poco que tengamos un poco de conocimiento sobre el tenis y juguemos un par de partidas, nos daremos cuenta de qué sutil movimiento efectuar para dejar a nuestro adversario con la boca abierta. A todo ello, deberemos de estar muy atentos a nuestra barra de energía o stamina, la cual se irá agotando a medida que peloteemos con más o menos fuerza. ¿Queremos imprimirle a la bola mucha fuerza y que nuestro rival no llegue? Un golpe más fuerte sería lo aconsejable, pero perderemos más energía que si somos sutiles y esperamos un error no forzado de nuestro rival. Ya juguemos en modo portátil o en TV, los controles son ágiles y responden bien, aunque hay ciertas ocasiones donde, sin motivo aparente, nuestro jugador parece no querer darle a la bola y la deja pasar. Este hecho me ha sacado de mis casillas en algunas ocasiones, habrán sido unas 10 o así, ínfimo si tengo en cuenta la enorme cantidad de partidos que he disputado, pero es algo que mejorar y mencionar.
Uno de los principales problemas que sí debemos destacar es, precisamente, la falta de realismo que hay en la mayoría de los partidos. Ya juguemos en la dificultad más elevada o en la más baja, la mayoría de golpes que se llevan a cabo son un tanto irreales. Es imposible, incluso para los jugadores de tenis más laureados, alcanzar ciertas bolas o hacer ciertos golpes. Tennis World Tour se basa casi por completo en pelotear hasta la saciedad y esperar un error del rival, algo que, a poco que sepamos de tenis, sabemos que no es del todo así y que hay mucha más variedad. El estilo agresivo apenas suele tener cabida porque nos deja sin energía a las primeras de cambio. Sin embargo, tampoco tiene mucha cabida dicha forma de jugar porque tanto nuestro rival como nosotros mismos somos capaces de responder a, prácticamente, todas las bolas, sean como sean y lleguen con la fuerza que lleguen. He visto revés a una mano desde el fondo de la pista que ni Rafa Nadal o Roger Federer consiguen (vamos, ni los personajes de Mario Tenis Aces con sus super movimientos son capaces de tales golpes). Este hecho sí que choca, más cuando sabemos la gran cantidad de parches y trabajo en actualizaciones que el estudio ha realizado para con el juego, pero es algo que se repetirá en todos los partidos y que, por desgracia, no he sido capaz de adaptarme a ello en las horas que llevo disputadas.
¿Quién no quiere ser el número 1?
Si algo nos motiva para seguir jugando, ese es su modo carrera. En esta modalidad deberemos crear nuestro propio personaje y llevarlo hasta la cima. Es cierto que me ha parecido un poco pobre la forma en la que podemos diseñar nuestro avatar, prácticamente será uno de los que vienen predefinidos por defecto. Como no podía ser de otra forma, una vez en faena no todo será jugar al tenis. Deberemos de escoger en qué invertir nuestro tiempo para conseguir mejorar como tenista. Podremos entrenar, negociar ciertos contratos con publicistas o patrocinadores, jugar partidos de exhibición y, la guinda, torneos. Eso sí, hay que tener cuidado con eso de querer jugarlo todo, puesto que el cansancio hará mella en nuestro personaje y será algo que notemos cuando juguemos.
El hecho de participar en partidos, torneos y demás nos costará dinero. Cuanto mejor sea el torneo, más dinero tendremos que invertir, por lo que cuidado con ser muy ambiciosos antes de tiempo. A medida que nuestro personaje mejore, conseguiremos cartas, estas cartas son potenciadores de nuestro juego (mejor saque, menor gasto de energía, etc.) lo que genera un toque RPG nimio, pero interesante. Como ya hemos dicho, es el modo en el que pasaremos más tiempo, y llega a cansar un poco jugar siempre, o casi siempre, contra jugadores genéricos. Es cierto que el juego dispone de caras conocidas, principalmente la de Roger Federer, pero hasta que lleguemos a la cima tocará mucho partido contra jugadores clónicos.
Doble falta en el apartado gráfico
Algo que podréis notar a simple vista es la precariedad de su apartado gráfico. El modelado de la grada, así como el de algunos tenistas es desastroso y muy muy pobre. Inclusive la pista, diferenciar entre tierra batida y césped será solo por el color y no habrá diferencias sustanciales en el juego en función del terreno donde juguemos, grave error. El movimiento de los personajes a veces es tosco y las repeticiones evidencian que el juego sigue muy lejos de lo que debería de llegar a ser. Si jugamos en modo portátil, el despiporre es el doble y he notado una falta de nitidez bastante grave. Además, no os salvaréis de caras que se deforman porque sí, lo cual hará que os entre risa y enfado al mismo tiempo.
En lo que respecta al sonido, la banda sonora es notable y tiene temas bastante buenos. El problema vuelve en los partidos, con golpes silenciosos (el sonido de ese golpe se pierde por completo en la nada) o gritos, aplausos y demás miscelánea que aparecen tarde. Se nota que hay mucho trabajo pendiente, aún llevando tiempo en el mercado y teniendo muchas actualizaciones a las espaldas.
Un online en pañales
Si bien encontrar partida es algo medianamente rápido, los problemas de lag harán que las desconexiones sean más frecuentes de lo esperado. No solo podremos disputar partidas rápidas entre amigos o con cualquier desconocido, también disponemos de un modo temporada y diversos torneos en línea. Además, se nos proponen objetivos personales para superar en un tiempo determinado.
En el modo temporada, semejante a FIFA, tendremos que ganar una serie de partidos para ir ascendiendo a nuestro jugador. Es bastante interesante porque sabemos que enfrente tenemos a un jugador de otra parte del mundo cuya victoria o derrota son igual de importantes que para nosotros. Por otro lado, los torneos son más directos y, además, podremos crearlos nosotros mismos. Sin embargo, he notado muy desangelada esta opción, puesto que la comunidad no es demasiado amplia (o, al menos, esa era la sensación). Como ya hemos recalcado, pese a tener una buena conexión a Internet, las desconexiones son muy frecuentes, unas veces será nuestro rival y otras veces nosotros.
Conclusiones finales
La redención a Tennis World Tour es difícil, por no decir imposible, dársela. Estamos ante un juego que se nota inacabado, con multitud de bugs y errores que empañan una jugabilidad que, si nos mentalizamos que tiene poco de simulación, llega a ser medianamente divertida. Su apartado visual desastroso, los sonidos que no aparecen o llegan tarde y un online un tanto deshabitado y con problemas de conexión, hacen de este juego un título muy poco llamativo donde lo único destacable es su modo carrera y algunas licencias de ciertos tenistas.
Tennis World Tour está disponible en físico y digital a un precio de 50 euros y ocupa un total de 4,2 GB.
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