La desarrolladora Stoic Studio prometió un juego que supliera los fallos del primero, tales como una mejor jugabilidad en los estratégicos combates y una mejoría en la toma de decisiones e historia. ¿Lo han conseguido?
Una secuela en cuanto a lo narrativo
El comienzo de este juego se encuadra justo después del primer The Banner Saga, por lo que, si no habéis jugado al primero, es muy posible que os perdáis. Existe una opción en el menú de inicio a modo de “resumen“, pero, no será capaz de solventar todas las preguntas que nos surgirán a medida que transcurra la aventura. Sin ir más lejos, el juego comienza con “Capítulo 8”, lo que deja claro hacia quien va dirigido este juego.
La narrativa es muy densa, pero nada aburrida. Como en el primero, muestra cómo un grupo de clanes humanos, unidos a los Varls (gigantes), buscan refugio en la gran capital de Arberrang, pero ¿de qué huyen? Lo hacen de dos grandes peligros: una gigantesca serpiente que está desquebrajando el mundo; y de los “dredge“. El anterior juego acababa con la muerte del “inmortal” Bramador, líder de los dredge, sin embargo, estos siguen vagando allá por donde estemos, ello se debe a motivos que, por cuestión de spoilers, no vamos a indicar en el análisis.
Una novela donde escribiremos la historia
Nos encontramos dentro de una novela de fantasía nórdica, con sus mitos, leyendas y dioses. Nos traslada, de forma encomiable, al mundo donde nos desea transportar y nos genera una gran angustia y fatiga el tener que pensar qué decisiones tomar para que lleguen la máxima cantidad de humanos y Varls al destino final.
El juego tiene una ingente cantidad de toma de decisiones y, creednos, ninguna de ellas es sencilla. Pensad que estáis llevando a una caravana de cientos de personas y que todas ellas son necesarias. Sin embargo, a medida que transcurra el tiempo, se os irán planteando cuestiones bastante duras, pero, todas ellas, con consecuencias que se verán reflejadas en la historia.
Los personajes están muy bien tratados, con especial mención para Rook quien, tras lo pasado en el anterior juego, tiene que lidiar con una pesada carga a sus espaldas. demás, se ha tratado de marcar sobradamente todas aquellas características e idiosincrasia de todos los grupos, como pueden ser los humanos aristócratas, los clanes más sencillos, los propios Varls y otra serie de criaturas que no deseamos comentar por aquí porque es un gustazo descubrir por uno mismo.
Un RPG por turnos de toda la vida
A parte de las decisiones y la propia narrativa, el otro 50% del juego son sus combates. Estos han mejorado muchísimo con lo que respecta a la primera entrega, mostrando entornos más orgánicos y con obstáculos que nos harán pensar dos veces el siguiente movimiento a elegir.
Los enemigos no son sencillos, sobre todo en el nivel de dificultad más alto, y buscarán aquellas unidades que sean más débiles para atacarlas primero, sin embargo, ahí es donde puede recalar la estrategia, en escoger bien nuestras unidades y el orden en el que van a atacar. La cantidad de la que disponemos es bastante amplia y todo tienen alguna particularidad que nos permiten sacar una ventaja en el combate. No obstante, nos iremos dando cuenta que, con el paso de las horas, usaremos siempre a las mismas unidades, principalmente, a los arqueros, escuderos, lanceros y a los Varls, que son las unidades que más daño hacen.
Al igual que en la primera parte, todas las unidades, amigas o enemigas, cuentan con una barra que mide la armadura y la salud, pudiendo ser atacada cualquiera de las dos. ¿Qué ventaja tiene atacar a una respecto a la otra? Como norma, nuestros ataques no suelen infligir demasiado daño, sin embargo, si reducimos a cero la armadura de un enemigo, o nos lo hacen a nosotros, los golpes que se asesten serán mortales.
A pesar de todo, nuestras unidades no morirán como ocurre en otras entregas, como Darkest Dungeon. Si caen en combate, sólo deberán reposar unos días en la caravana. Lo considero uno de los puntos negativos del juego dado que no te genera mucho sentimiento de pérdida, lo que le quita bastante tensión a las propias batallas.
Gestionar como un buen líder
Un apartado que tensiona sobremanera es la forma de cuidar de nuestras caravanas. Parece sencillo al comienzo, pero pronto saldremos de esta idea. Durante el transcurso de los días, la gente a nuestro cargo necesitará más comida, obviamente, a más gente, más cantidad será requerida. Sin embargo, la comida se adquiere con los mismos puntos con los que subimos de nivel a nuestros personajes, lo que nos hará dudar en ciertas situaciones. Además, sólo podremos obtener comida comprándola en el mercado de ciertos pueblos y ciudades (bastante alejadas entre sí, pudiendo pasar días hasta que lleguemos a uno) o bien que los ciudadanos lo encuentren…aunque también se pueden perder recursos de forma aleatoria por el camino…
A todo ello, la moral de nuestra gente se reducirá si lleva mucho tiempo caminando sin acampar y sin comer, por lo que estaremos mucho tiempo pensando si es mejor no parar para no agotar los recursos o parar y subir la moral a nuestra gente. Todo un desafío.
Una maravilla audiovisual… o casi…
El juego cuenta con traducción al castellano y, sin lugar a duda, han hecho un gran trabajo en ella, algo que había que mejorar de la anterior entrega. Los parajes y estampas que seremos capaces de vislumbrar en nuestro trayecto serán majestuosas. Una sucesión de bosques, praderas, montañas y otra serie de localizaciones que no comentaremos para no aguar la fiesta a nadie. Mención aparte tienen los propios personajes, un diseño artístico magnífico y muy particular. Sin embargo, en los combates, tal vez se repitan demasiado los escenarios y carezcan de esa belleza que tiene el resto del juego.
En cuanto al sonido, una de cal y otra de arena. Mientras que nos encontramos con bellas orquestas y una banda sonora que, por lo general, nos brinda momentos que nos ponen la piel de gallina (especial mención para los dos últimos capítulos), otras veces no aparece del todo, llegando a solventarse una épica batalla sin que, prácticamente, se oiga una canción que nos anime en ella.
Un juego especial, lindo y único
The Banner Saga 2 es un videojuego con identidad propia. No nos cuenta una historia insulsa, no nos suelta clichés ni nada por el estilo, es un juego arriesgado en cuanto a su narrativa y, a veces, nos perdemos, un poco, debido a lo mismo. A pesar de todo, da gusto introducirse en este mundo y sentir la presión de ser un líder que debe guiar a sus gentes lejos de la Oscuridad que se cierne sobre ellos…aunque sepas que, a veces, no podrás conseguirlo. Las batallas resultan complejas y estratégicas, pero, sobre todo, divertidas y muy desafiantes. Un juego que hará las delicias de todos aquellos que en su día jugaron a su antecesor y, también, para los que se incorporen nuevos.
La entrada [Análisis] The Banner Saga 2 se publicó primero en Nintenderos.com - Nintendo Switch, 3DS, Wii U.
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Una secuela en cuanto a lo narrativo
El comienzo de este juego se encuadra justo después del primer The Banner Saga, por lo que, si no habéis jugado al primero, es muy posible que os perdáis. Existe una opción en el menú de inicio a modo de “resumen“, pero, no será capaz de solventar todas las preguntas que nos surgirán a medida que transcurra la aventura. Sin ir más lejos, el juego comienza con “Capítulo 8”, lo que deja claro hacia quien va dirigido este juego.
La narrativa es muy densa, pero nada aburrida. Como en el primero, muestra cómo un grupo de clanes humanos, unidos a los Varls (gigantes), buscan refugio en la gran capital de Arberrang, pero ¿de qué huyen? Lo hacen de dos grandes peligros: una gigantesca serpiente que está desquebrajando el mundo; y de los “dredge“. El anterior juego acababa con la muerte del “inmortal” Bramador, líder de los dredge, sin embargo, estos siguen vagando allá por donde estemos, ello se debe a motivos que, por cuestión de spoilers, no vamos a indicar en el análisis.
Una novela donde escribiremos la historia
Nos encontramos dentro de una novela de fantasía nórdica, con sus mitos, leyendas y dioses. Nos traslada, de forma encomiable, al mundo donde nos desea transportar y nos genera una gran angustia y fatiga el tener que pensar qué decisiones tomar para que lleguen la máxima cantidad de humanos y Varls al destino final.
El juego tiene una ingente cantidad de toma de decisiones y, creednos, ninguna de ellas es sencilla. Pensad que estáis llevando a una caravana de cientos de personas y que todas ellas son necesarias. Sin embargo, a medida que transcurra el tiempo, se os irán planteando cuestiones bastante duras, pero, todas ellas, con consecuencias que se verán reflejadas en la historia.
Los personajes están muy bien tratados, con especial mención para Rook quien, tras lo pasado en el anterior juego, tiene que lidiar con una pesada carga a sus espaldas. demás, se ha tratado de marcar sobradamente todas aquellas características e idiosincrasia de todos los grupos, como pueden ser los humanos aristócratas, los clanes más sencillos, los propios Varls y otra serie de criaturas que no deseamos comentar por aquí porque es un gustazo descubrir por uno mismo.
Un RPG por turnos de toda la vida
A parte de las decisiones y la propia narrativa, el otro 50% del juego son sus combates. Estos han mejorado muchísimo con lo que respecta a la primera entrega, mostrando entornos más orgánicos y con obstáculos que nos harán pensar dos veces el siguiente movimiento a elegir.
Los enemigos no son sencillos, sobre todo en el nivel de dificultad más alto, y buscarán aquellas unidades que sean más débiles para atacarlas primero, sin embargo, ahí es donde puede recalar la estrategia, en escoger bien nuestras unidades y el orden en el que van a atacar. La cantidad de la que disponemos es bastante amplia y todo tienen alguna particularidad que nos permiten sacar una ventaja en el combate. No obstante, nos iremos dando cuenta que, con el paso de las horas, usaremos siempre a las mismas unidades, principalmente, a los arqueros, escuderos, lanceros y a los Varls, que son las unidades que más daño hacen.
Al igual que en la primera parte, todas las unidades, amigas o enemigas, cuentan con una barra que mide la armadura y la salud, pudiendo ser atacada cualquiera de las dos. ¿Qué ventaja tiene atacar a una respecto a la otra? Como norma, nuestros ataques no suelen infligir demasiado daño, sin embargo, si reducimos a cero la armadura de un enemigo, o nos lo hacen a nosotros, los golpes que se asesten serán mortales.
A pesar de todo, nuestras unidades no morirán como ocurre en otras entregas, como Darkest Dungeon. Si caen en combate, sólo deberán reposar unos días en la caravana. Lo considero uno de los puntos negativos del juego dado que no te genera mucho sentimiento de pérdida, lo que le quita bastante tensión a las propias batallas.
Gestionar como un buen líder
Un apartado que tensiona sobremanera es la forma de cuidar de nuestras caravanas. Parece sencillo al comienzo, pero pronto saldremos de esta idea. Durante el transcurso de los días, la gente a nuestro cargo necesitará más comida, obviamente, a más gente, más cantidad será requerida. Sin embargo, la comida se adquiere con los mismos puntos con los que subimos de nivel a nuestros personajes, lo que nos hará dudar en ciertas situaciones. Además, sólo podremos obtener comida comprándola en el mercado de ciertos pueblos y ciudades (bastante alejadas entre sí, pudiendo pasar días hasta que lleguemos a uno) o bien que los ciudadanos lo encuentren…aunque también se pueden perder recursos de forma aleatoria por el camino…
A todo ello, la moral de nuestra gente se reducirá si lleva mucho tiempo caminando sin acampar y sin comer, por lo que estaremos mucho tiempo pensando si es mejor no parar para no agotar los recursos o parar y subir la moral a nuestra gente. Todo un desafío.
Una maravilla audiovisual… o casi…
El juego cuenta con traducción al castellano y, sin lugar a duda, han hecho un gran trabajo en ella, algo que había que mejorar de la anterior entrega. Los parajes y estampas que seremos capaces de vislumbrar en nuestro trayecto serán majestuosas. Una sucesión de bosques, praderas, montañas y otra serie de localizaciones que no comentaremos para no aguar la fiesta a nadie. Mención aparte tienen los propios personajes, un diseño artístico magnífico y muy particular. Sin embargo, en los combates, tal vez se repitan demasiado los escenarios y carezcan de esa belleza que tiene el resto del juego.
En cuanto al sonido, una de cal y otra de arena. Mientras que nos encontramos con bellas orquestas y una banda sonora que, por lo general, nos brinda momentos que nos ponen la piel de gallina (especial mención para los dos últimos capítulos), otras veces no aparece del todo, llegando a solventarse una épica batalla sin que, prácticamente, se oiga una canción que nos anime en ella.
Un juego especial, lindo y único
The Banner Saga 2 es un videojuego con identidad propia. No nos cuenta una historia insulsa, no nos suelta clichés ni nada por el estilo, es un juego arriesgado en cuanto a su narrativa y, a veces, nos perdemos, un poco, debido a lo mismo. A pesar de todo, da gusto introducirse en este mundo y sentir la presión de ser un líder que debe guiar a sus gentes lejos de la Oscuridad que se cierne sobre ellos…aunque sepas que, a veces, no podrás conseguirlo. Las batallas resultan complejas y estratégicas, pero, sobre todo, divertidas y muy desafiantes. Un juego que hará las delicias de todos aquellos que en su día jugaron a su antecesor y, también, para los que se incorporen nuevos.
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