Siguen llegando títulos de toda índole que a nuestra híbrida favorita, y es que el que hoy venimos a analizar no es otro que el fruto de un legado de internet ampliamente conocido. Así es, en esta ocasión os hablaremos de Yume Nikki: Dream Diary, versión en tres dimensiones del título lanzado en 2004 y desarrollado en RPGMaker por Kikiyama que hace tiempo cautivó a gran parte de internet por su gran cantidad de detalles y su profundo simbolismo reconocido por ser bastante perturbador y que tras su paso por otras plataformas llega finalmente a Nintendo Switch. Así pues, en esta ocasión intentaremos responder a la gran pregunta, ¿esta nueva entrega es digna del legado que porta su nombre?
Una viajera a través de mundos oníricos
El título que nos concierne parte de la misma premisa que el original, es decir, sin una historia concreta; simplemente nos pondremos en la piel de una niña (llamada Madotsuki) en su habitación, que al dormir, se dispone a explorar los “mundos” que residen en sus sueños, siendo cada uno más bizarro y perturbador que el anterior, teniendo diferentes misterios y ambientaciones que aportan algo de variedad al juego en su conjunto. En concreto, al caer rendidos en nuestros sueños nos emplezaremos a una especie de centro de actividad principal donde podremos elegir entre siete puertas que son las que no llevarán a cada una de las experiencias que nos propone Yume Nikki: Dream Diary, pudiendo empezar por la que queramos. Así mismo, habrán ciertas cosas que conecten a los mundos entre sí, siendo dichos acontecimientos los que esbocen por así decirlo la historia principal.
Sin lugar a dudas, el juego más que una secuela (hubiese sido bastante complicado dado el final de la obra original), se trata de un homenaje algo tardío al juego original de PC publicado hace más de una década, adaptado a los nuevos tiempos a base de dejar de lado el humilde 2D del primero para pasar a gráficos 3D, siempre manteniendo, eso sí, los sentimientos que transmitió la entrega original, juntandolo a su vez con un festín de referencias a la cultura popular orientada hacia el género del terror.
Sumergiéndonos en un sueño
La jugabilidad sigue siendo fiel a sus raíces. Como ya os mencionamos, simplemente dormimos y exploramos a nuestra elección entornos con acertijos a resolver, enemigos a los que enfrentar y objetos con los que interactuar, todo ello con la dosis mínima de diálogo y de ayuda al jugador, estando a veces no tan claro el camino a tomar. Así pues, también están presentes los coleccionables en la forma de determinados objetos y de adiciones a nuestro diario, siendo estos factores que alargan algo la experiencia del juego en su conjunto.
Otro factor a destacar son los efectos, los cuales esta vez se representan mediante objetos determinados y podrán encontrarse en cada uno de los sueños, habiendo un total de siete (mucho menos que en la entrega original, algo que era de esperar), cumpliendo cada uno una función que desarrollará una mecánica para superar el sueño en concreto. Un par de ejemplos de efectos podrían ser una flauta para tocar música, un cuchillo para enfrentar a ciertos enemigos o cierto elemento para revelar cosas que antes estaban ocultas…
Por último, también merece la pena destacar la inclusión Super Nasu, la versión “evolucionada” del título que aparecía en la entrega original. Para acceder a él solo tendremos que interactuar con la consola que se encuentra en la habitación de Madotsuki cuando está despierta, siendo un adictivo minijuego con unos controles algo toscos pero que puede brindar un rato de diversión entre sueño y sueño.
Los tiempos cambian
Como antes os comentamos, en términos visuales el juego ha experimentado un paso del 2D al 3D, factor que ha sido una decisión artística no excenta de polémica, tomada por los desarrolladores del título para poder adaptarlo a los nuevos tiempos. A pesar de todo, el título luce todo lo bonito que puede permitirse, con una gama de colores de lo más variada pero sin descuidar su factor sombrío dada su naturaleza de título de terror. Dejando eso de lado, el título no puede evitar verse empañado por una serie de bugs que, aunque no son excesivamente graves, pueden dejar confuso al jugador en ciertos tramos de la aventura.
En términos sonoros, podemos encontrar reimaginaciones de la banda sonora perteneciente al título original así como nuevas composiciones que tienen como objetivo crear un ambiente propicio para la experiencia, siendo la mayoría tranquilas y bastante pausadas trasmitiendo a su vez un sentimiento de angustia e incertidumbre en cada paso que damos. De esa forma, podemos afirmar que aunque sea algo olvidable, hará de la experiencia que supone recorrer los mundos oníricos algo más llevadero a la vez que profundo.
Conclusión
El título del que os hemos hablado, desarrollado por KADOKAWA CORPORATION y distribuido por Active Game Media Inc. así como supervisado por el autor del juego original, Kikiyama (con diseños de personajes descartados por él originalmente) puede definirse como un cóctel entre lo viejo y querido por todos (la entrega original) y las nuevas convenciones del género, lo que ha hecho que, más que enriquecerse el título de dicha mezcla de fuentes de inspiración, se vea desdibujado y algo carente de identidad. Así pues, si quieres experimentar de primera mano y en su máximo esplendor el universo de Yume Nikki, te recomendaría la entrega original, no obstante, si eres de aquellos que ya han disfrutado de la misma y te has quedado con ganas de más, este juego podría ser un agradable reencuentro con las sensaciones que viviste entonces; puede que no te parezca tan soberbio, pero sin duda habrá momentos de lucidez en los que acabarás disfrutando de la experiencia. Así que solo queda algo por responder, ¿te atreverás a sumergirte en tus sueños más oscuros?
Yume Nikki: Dream Diary ya se encuentra disponible en formato digital en la eShop de Nintendo Switch, a un precio de 19,99 € y ocupando unos 1685,06 MB. El título, con una duración de unas 3 horas, viene completamente traducido a la mayoría de idiomas, castellano incluido, algo que no es de extrañar ya que carece prácticamente de texto.
La entrada [Análisis] Yume Nikki: Dream Diary se publicó primero en Nintenderos.com - Nintendo Switch y 3DS.
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Una viajera a través de mundos oníricos
El título que nos concierne parte de la misma premisa que el original, es decir, sin una historia concreta; simplemente nos pondremos en la piel de una niña (llamada Madotsuki) en su habitación, que al dormir, se dispone a explorar los “mundos” que residen en sus sueños, siendo cada uno más bizarro y perturbador que el anterior, teniendo diferentes misterios y ambientaciones que aportan algo de variedad al juego en su conjunto. En concreto, al caer rendidos en nuestros sueños nos emplezaremos a una especie de centro de actividad principal donde podremos elegir entre siete puertas que son las que no llevarán a cada una de las experiencias que nos propone Yume Nikki: Dream Diary, pudiendo empezar por la que queramos. Así mismo, habrán ciertas cosas que conecten a los mundos entre sí, siendo dichos acontecimientos los que esbocen por así decirlo la historia principal.
Sin lugar a dudas, el juego más que una secuela (hubiese sido bastante complicado dado el final de la obra original), se trata de un homenaje algo tardío al juego original de PC publicado hace más de una década, adaptado a los nuevos tiempos a base de dejar de lado el humilde 2D del primero para pasar a gráficos 3D, siempre manteniendo, eso sí, los sentimientos que transmitió la entrega original, juntandolo a su vez con un festín de referencias a la cultura popular orientada hacia el género del terror.
Sumergiéndonos en un sueño
La jugabilidad sigue siendo fiel a sus raíces. Como ya os mencionamos, simplemente dormimos y exploramos a nuestra elección entornos con acertijos a resolver, enemigos a los que enfrentar y objetos con los que interactuar, todo ello con la dosis mínima de diálogo y de ayuda al jugador, estando a veces no tan claro el camino a tomar. Así pues, también están presentes los coleccionables en la forma de determinados objetos y de adiciones a nuestro diario, siendo estos factores que alargan algo la experiencia del juego en su conjunto.
Otro factor a destacar son los efectos, los cuales esta vez se representan mediante objetos determinados y podrán encontrarse en cada uno de los sueños, habiendo un total de siete (mucho menos que en la entrega original, algo que era de esperar), cumpliendo cada uno una función que desarrollará una mecánica para superar el sueño en concreto. Un par de ejemplos de efectos podrían ser una flauta para tocar música, un cuchillo para enfrentar a ciertos enemigos o cierto elemento para revelar cosas que antes estaban ocultas…
Por último, también merece la pena destacar la inclusión Super Nasu, la versión “evolucionada” del título que aparecía en la entrega original. Para acceder a él solo tendremos que interactuar con la consola que se encuentra en la habitación de Madotsuki cuando está despierta, siendo un adictivo minijuego con unos controles algo toscos pero que puede brindar un rato de diversión entre sueño y sueño.
Los tiempos cambian
Como antes os comentamos, en términos visuales el juego ha experimentado un paso del 2D al 3D, factor que ha sido una decisión artística no excenta de polémica, tomada por los desarrolladores del título para poder adaptarlo a los nuevos tiempos. A pesar de todo, el título luce todo lo bonito que puede permitirse, con una gama de colores de lo más variada pero sin descuidar su factor sombrío dada su naturaleza de título de terror. Dejando eso de lado, el título no puede evitar verse empañado por una serie de bugs que, aunque no son excesivamente graves, pueden dejar confuso al jugador en ciertos tramos de la aventura.
En términos sonoros, podemos encontrar reimaginaciones de la banda sonora perteneciente al título original así como nuevas composiciones que tienen como objetivo crear un ambiente propicio para la experiencia, siendo la mayoría tranquilas y bastante pausadas trasmitiendo a su vez un sentimiento de angustia e incertidumbre en cada paso que damos. De esa forma, podemos afirmar que aunque sea algo olvidable, hará de la experiencia que supone recorrer los mundos oníricos algo más llevadero a la vez que profundo.
Conclusión
El título del que os hemos hablado, desarrollado por KADOKAWA CORPORATION y distribuido por Active Game Media Inc. así como supervisado por el autor del juego original, Kikiyama (con diseños de personajes descartados por él originalmente) puede definirse como un cóctel entre lo viejo y querido por todos (la entrega original) y las nuevas convenciones del género, lo que ha hecho que, más que enriquecerse el título de dicha mezcla de fuentes de inspiración, se vea desdibujado y algo carente de identidad. Así pues, si quieres experimentar de primera mano y en su máximo esplendor el universo de Yume Nikki, te recomendaría la entrega original, no obstante, si eres de aquellos que ya han disfrutado de la misma y te has quedado con ganas de más, este juego podría ser un agradable reencuentro con las sensaciones que viviste entonces; puede que no te parezca tan soberbio, pero sin duda habrá momentos de lucidez en los que acabarás disfrutando de la experiencia. Así que solo queda algo por responder, ¿te atreverás a sumergirte en tus sueños más oscuros?
Yume Nikki: Dream Diary ya se encuentra disponible en formato digital en la eShop de Nintendo Switch, a un precio de 19,99 € y ocupando unos 1685,06 MB. El título, con una duración de unas 3 horas, viene completamente traducido a la mayoría de idiomas, castellano incluido, algo que no es de extrañar ya que carece prácticamente de texto.
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