Si navegas a diario con tu móvil Android y de vez en cuando notas que las webs tardan en abrir, algunas páginas no cargan o te preocupa quién ve tus consultas, hay un ajuste rápido que puede marcar la diferencia: cambiar el servidor DNS. Es un cambio sencillo, gratuito y sin apps de terceros, y en muchos casos acelera la resolución de nombres, refuerza la privacidad y puede evitar bloqueos por DNS.
Antes de tocar nada conviene entender qué hay detrás. El DNS es el sistema que traduce nombres tipo «tudominio.com» en direcciones IP numéricas que entiende la red. Piensa en el DNS como la agenda de contactos de Internet: tú recuerdas el nombre, el navegador necesita el número. Con un servidor DNS fiable, esa traducción se hace más rápido y con más garantías; con uno lento o restrictivo, puede ir todo a trompicones o dejarte fuera de ciertos sitios.
¿Qué es exactamente un servidor DNS y por qué importa?
DNS son las siglas de Domain Name System. Su misión es resolver (traducir) un nombre de dominio a su IP real para que tu dispositivo sepa a qué servidor conectarse. Cuando tecleas una dirección, tu equipo consulta al servidor DNS que tengas configurado (normalmente el de tu operador) y este responde con la IP correcta. También suele almacenar en caché resoluciones recientes para acelerar peticiones repetidas.
¿Por qué querrías cambiarlo si “ya funciona”? Porque no todos los resolutores son iguales. Algunos son más rápidos, otros priorizan la privacidad y varios añaden capas de seguridad (por ejemplo, bloqueando dominios maliciosos o de phishing). Además, los DNS por defecto del router o del ISP pueden registrar tus búsquedas, redirigir errores a páginas con publicidad o aplicar bloqueos por obligación legal.
Ventajas de cambiar de DNS
Velocidad: un resolutor rápido reduce el tiempo de espera entre que pides un dominio y recibes su IP. Suma milisegundos por cada petición y notarás webs que abren antes, búsquedas que responden más ágil y, en juegos o streaming, picos de latencia más contenidos.
Privacidad: varios proveedores públicos (por ejemplo, Cloudflare o Quad9) prometen políticas estrictas de no registro o retención mínima. Evitas que tu operador monetice tus consultas de DNS y que redirija errores a buscadores o a páginas comerciales.
Seguridad: servicios con filtrado activo bloquean a nivel DNS dominios de malware, phishing, spyware o botnets. También mitigan riesgos como el envenenamiento de caché DNS. Un buen DNS puede cortar muchas amenazas antes de que tu navegador siquiera las intente cargar.
Acceso: si cierto contenido se bloquea “vía DNS” por decisiones de red o por mandato regulatorio, un resolutor alternativo que no aplique ese filtro puede permitir el acceso. Úsalo con responsabilidad, porque dependes del marco legal de tu país y de la política del proveedor.
Android: cómo cambiar el DNS paso a paso
En Android puedes cambiar el DNS de dos formas. Desde Android 9 (Pie) y posteriores existe “DNS privado”, que se aplica al tráfico del móvil completo (Wi‑Fi y datos). En versiones anteriores, solo puedes cambiar el DNS por cada red Wi‑Fi a la que te conectes, dejando los datos móviles fuera.
Android 9 y superior: DNS privado (DNS-over-TLS)
El ajuste se encuentra en Ajustes > Red e Internet (o Conexiones) > Avanzado > DNS privado. Debes elegir “Nombre de host del proveedor de DNS privado” y escribir un hostname, no una IP. Ejemplos válidos:
- Google DNS: dns.google
- Cloudflare: one.one.one.one
Guarda el cambio y listo. Si en algún momento quieres volver a lo predeterminado, selecciona la opción Automático. Ten en cuenta que Android 13 y versiones recientes mantienen esta lógica: DNS privado requiere un nombre de host compatible con DNS‑over‑TLS, no acepta introducir direcciones IP directamente.
Android 8 y anteriores: por cada red Wi‑Fi
En sistemas previos a Android 9 no existe el ajuste de DNS privado para datos móviles. Solo podrás modificar el DNS de la red Wi‑Fi concreta a la que estés conectado, con estos pasos generales (los nombres pueden variar por fabricante):
- Conéctate a la Wi‑Fi que quieras editar.
- Ve a Ajustes > Red e Internet > Wi‑Fi.
- Mantén pulsada tu red conectada y elige Modificar red o Administrar ajustes de red.
- Entra en Opciones avanzadas. En Ajustes de IP cambia de DHCP a Estática.
- En los campos DNS 1 y DNS 2 introduce tus direcciones preferidas.
Por ejemplo: Google (8.8.8.8 y 8.8.4.4) o Cloudflare (1.1.1.1 y 1.0.0.1). Para deshacer el cambio, vuelve a seleccionar DHCP en Ajustes de IP. Recuerda: deberás repetir este proceso en cada red Wi‑Fi donde quieras usar DNS personalizados.
Pasos habituales en capas personalizadas
Algunas capas de Android cambian los nombres de menús o reubican opciones. Si tu móvil usa una interfaz distinta (Samsung, Xiaomi, etc.), busca “DNS” dentro de Red/Conexiones o en el apartado Avanzado de Wi‑Fi. El texto puede aparecer como “DNS privado”, “Ajustes de IP” o “Modificar red”.
DNS recomendados: velocidad, privacidad y funciones
Estas son opciones populares y fiables que puedes configurar tanto por host (en DNS privado) como por IP (si editas una Wi‑Fi en Android antiguo o en otros dispositivos). Elige en función de lo que más te interese (rapidez, privacidad, filtrado o control parental):
Google Public DNS
Un clásico por su estabilidad y rendimiento. Host para DNS privado: dns.google. Direcciones IPv4: 8.8.8.8 (primaria) y 8.8.4.4 (secundaria).
Cloudflare (1.1.1.1)
Foco en velocidad y privacidad con retención mínima. Host para DNS privado: one.one.one.one. Direcciones IPv4: 1.1.1.1 y 1.0.0.1.
OpenDNS (Cisco)
Ofrece filtrado y opciones de control parental. OpenDNS Home (IPv4): 208.67.222.222 y 208.67.220.220. OpenDNS Shield (IPv4): 208.67.222.123 y 208.67.220.123. Si quieres limitar contenidos o reforzar seguridad, es una alternativa muy flexible.
Quad9
Enfocado en bloquear dominios maliciosos y proteger frente a malware, phishing y botnets. Direcciones IPv4: 9.9.9.9 y 149.112.112.112.
Más allá de Android: cambiar DNS en otros dispositivos
Si lo prefieres, puedes establecer los nuevos DNS en tu ordenador, router o incluso en una tele inteligente. Hacerlo en el router aplica a toda la red de casa, así no tienes que ir aparato por aparato.
Windows 11 y Windows 10
En Windows 11, entra en Configuración > Red e Internet > Propiedades de la red (Ethernet o Wi‑Fi) y busca Configuración de DNS. Activa el modo Manual y añade tu DNS IPv4 e IPv6 preferido. Aplica los cambios antes de salir. En Windows 10 el camino es similar: Configuración > Red e Internet > Estado > Cambiar opciones del adaptador, clic derecho en tu conexión, Propiedades, selecciona Protocolo de Internet versión 4 (TCP/IPv4) > Propiedades y marca “Usar las siguientes direcciones de servidor DNS”. Repite también para IPv6 si lo utilizas.
Si estás en Windows 8, el proceso pasa por Panel de control > Redes e Internet > Centro de redes y recursos compartidos > Cambiar configuración del adaptador > Propiedades de la conexión > Protocolo de Internet versión 4 (y versión 6). Marca “Usar las siguientes direcciones de servidor DNS” e introduce las IP deseadas.
macOS
Ve a Ajustes del sistema (o Preferencias del Sistema) > Red, selecciona tu conexión, pulsa en Avanzado/Detalles y abre la pestaña DNS. Con el botón “+” añade servidores, con “–” eliminas los existentes. Acepta y aplica.
Linux (ejemplo en Ubuntu)
Desde el entorno gráfico, abre Configuración > Red y entra en los ajustes de la conexión. En IPv4/IPv6 cambia el método a manual y añade los servidores. Si prefieres terminal, edita /etc/resolv.conf (o el método correspondiente a tu distro y gestor de red) añadiendo líneas “nameserver X.X.X.X”.
iOS y iPadOS
Entra en Ajustes > Wi‑Fi, toca la “i” de tu red y abre Configurar DNS. Cambia de Automático a Manual y añade servidores. Este cambio es por red, si cambias de Wi‑Fi tendrás que repetirlo.
Chromebook
Desde la app de Configuración > Wi‑Fi > tu red conectada > Red, busca “Servidores de nombres”. Elige “Servidores de nombres personalizados” e introduce las nuevas direcciones.
Android TV y smart TV
En televisores con Android TV, abre Ajustes > Red e Internet, entra en tu red y cambia “Configuración de IP” a Estática. Rellena IP, puerta de enlace, prefijo (normalmente 24) y tus DNS. Cada marca tiene ligeras variaciones, pero el patrón es similar.
Router
Conecta por cable o Wi‑Fi y escribe en el navegador la puerta de enlace (normalmente 192.168.1.1 o 192.168.0.1). Inicia sesión con tus credenciales. En el apartado WAN/Internet o Avanzado busca “DNS” y sustituye el primario y secundario por los que quieras usar. Guarda y, si procede, reinicia el router. Algunos operadores simplifican el acceso con un dominio propio (por ejemplo, usuarios de Lowi pueden entrar por wifilowi.es), pero dependerá de tu proveedor.
Notas prácticas y solución de problemas
Las opciones cambian de nombre según fabricante. Si no ves exactamente los mismos menús, busca términos como “Red e Internet”, “Conexiones”, “DNS”, “Ajustes de IP” o “Opciones avanzadas”.
En Android 9+ el modo DNS privado usa DNS‑over‑TLS, por lo que necesita un nombre de host compatible. Introducir IPs no funciona ahí. Si quitas el host o eliges Automático, el sistema vuelve a los DNS por defecto.
En Android 8 o anterior cualquier cambio de DNS solo aplica a la red Wi‑Fi editada. Al cambiar de Wi‑Fi, se usarán los DNS de esa otra red salvo que también los edites.
Si algo deja de resolver, prueba a borrar la configuración o a otro proveedor. Volver a DHCP (Wi‑Fi) o a Automático (DNS privado) restaura el comportamiento original. Reiniciar el dispositivo o el router tras el cambio también ayuda.
Cuando cambies DNS en ordenadores, recuerda configurar tanto IPv4 como IPv6 si tu red usa ambos. De lo contrario, puede que algunas consultas se sigan yendo por el camino antiguo.
Seguridad, censura y ataques: lo que conviene saber
Los servidores DNS pueden ser objetivo de ataques. El envenenamiento de caché (cache poisoning) redirige consultas a sitios falsos que imitan páginas legítimas para robar credenciales. También existen ataques DDoS contra resolutores o contra servicios que dependen del DNS, saturándolos con tráfico.
Además, tu operador podría registrar o monetizar tus consultas, e incluso desviar búsquedas no resueltas a páginas de anunciantes. Un DNS público con buenas políticas reduce ese riesgo, y los que integran filtrado activo bloquean dominios nocivos de oficio.
Si en tu país se aplican bloqueos por DNS, cambiar de resolutor puede restablecer el acceso, salvo que existan bloqueos de otro tipo (IP, SNI, etc.). Úsalo con criterio y conforme a la normativa de tu región.
DNS inteligente (SmartDNS) vs VPN: ¿qué diferencia hay?
Un servicio de SmartDNS sustituye los DNS de tu ISP por los suyos para que ciertos servicios online vean tu conexión de forma distinta. No cifra el tráfico ni cambia tu IP pública; básicamente modifica cómo resuelves y cómo te identifican algunas plataformas.
Hay proveedores que combinan ambas cosas: VPN y SmartDNS en la misma suscripción. Esto te permite elegir entre máxima privacidad (VPN) o compatibilidad con dispositivos que no admiten VPN nativa (SmartDNS), como algunas Smart TV. Si tu objetivo principal es privacidad y seguridad, la VPN es la herramienta adecuada; si solo buscas resolver DNS de forma especial para ciertos servicios, SmartDNS puede bastar.
Guía rápida: pasos resumidos en Android
Para cerrar el círculo en Android 9 o superior: Ajustes > Red e Internet > Avanzado > DNS privado > “Nombre de host del proveedor de DNS privado” y escribe, por ejemplo, dns.google o one.one.one.one. Guarda y listo. Para quitarlo, elige “Automático”.
En Android 8 o anterior, entra en Wi‑Fi, mantén pulsada tu red, Modificar red > Opciones avanzadas > Ajustes de IP: Estática y rellena DNS 1 y DNS 2 con 8.8.8.8/8.8.4.4 o 1.1.1.1/1.0.0.1 (u otros). Guarda cambios.
Consejos para elegir tu DNS
Si es tu primera vez y solo quieres algo sólido y universal, Google o Cloudflare son apuesta segura. Si te preocupa la privacidad y el registro de consultas, Cloudflare y Quad9 suelen ser las opciones preferidas. Para control parental o filtrado granular, echa un ojo a OpenDNS.
Comprueba la latencia desde tu conexión, porque la ubicación de los servidores importa. Un DNS “más rápido” en una región puede no ser el mejor para ti si sus nodos están lejos. Y recuerda que un buen DNS mejora la resolución, pero no sustituye una conexión deficiente: la calidad de tu Wi‑Fi, la saturación de la red y la velocidad de tu fibra o datos marcan techo.
¿Qué pasa si mi móvil no admite DNS privado por IP?
Una duda común en Android 13 es si se puede introducir una IP en “DNS privado”. No: ese ajuste exige un nombre de host compatible con DNS‑over‑TLS. Si quieres usar direcciones IP, tendrás que configurarlas por red Wi‑Fi (Ajustes de IP: Estática) o establecerlas en el router para toda tu casa. Para datos móviles sin DNS privado, no hay atajo salvo usar una VPN o esperar a una capa del fabricante que lo permita (poco frecuente).
Pequeño checklist tras cambiar DNS
Prueba a abrir varias webs y servicios. Si algo falla, alterna de proveedor o borra el ajuste. Vaciar la caché de DNS del sistema o reiniciar ayuda a que los cambios se noten de inmediato. En el móvil, desconecta y reconecta la Wi‑Fi; en el router, un reinicio ordenado aplica la nueva configuración a todos los dispositivos.
Con todo lo anterior, ya tienes controlado qué es un DNS, por qué podría interesarte cambiarlo y cómo hacerlo en Android (tanto con DNS privado como editando redes Wi‑Fi), además de en Windows, macOS, Linux, iOS, Chromebook, Android TV y el router. Elegir un buen resolutor acelera la navegación, añade capas de seguridad y mejora la privacidad, y si necesitas más protección o ajustes avanzados, servicios como SmartDNS o una VPN completa amplían todavía más tus opciones. Comparte esta información y más usuarios sabrán cómo cambiar el DNS en Android.
Continúar leyendo...