El South Summit 2015 acaba de echar el cierre a la edición de este año y estas son las conclusiones extraídas.
La plaza de toros de Las Ventas, en Madrid, acogió desde el jueves de la semana pasada hasta este fin de semana el South Summit. Un evento dedicado exclusivamente a los emprendedores, y llamado a ser el más grande de España; con mayor número de inversores, emprendedores, ponentes y metros cuadrados dedicados simplemente a este sector empresarial. Todo más.
Durante meses se lleva organizando este acontecimiento a través de llamamientos a los inversores a participar, a la prensa para cubrir los primeros datos que se extraen de las startups seleccionadas en el concurso y, en definitiva, a cualquiera que quisiese colaborar como oyente en las miles de ponencias que allí se llevaron a cabo.
Rajoy "inició" su campaña electoral dirigiéndose al mundo de los emprendedoresLlegó el día de la apertura del evento. El albero de Las Ventas nunca había visto tantas almas que no fuesen para escuchar los éxitos de algún artista del momento, ni tan atentas a lo que, tanto en el escenario como en el público, se estaba dando. Porque entre los ojos atentos del auditorio se encontraba el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, objetivo de todos los focos ávidos de una exclusiva preelectoral y porque siempre queda muy bien tener un representante del poder en estos saraos; tanto que hasta el Rey Felipe VI fue el encargado de la clausura. La apertura del mismo evento correspondía a Steve Wozniak, al cual, para bien o para mal, su fama le precede y que hizo las delicias de algunos, la mayor parte, de los asistentes. Incluidos un grupo de jovencitos en edad escolar y con una gran pericia para saltarse las clases. En cualquier caso, un punto a favor por la organización del evento el haber conseguir que el Señor Steve se personase para hablar de lo que para él es la innovación.
Tras la estrella llegaron los discursos institucionales, esos que son muy bonitos pero al final no dicen nada, y que además aburren, salvo alguna polémica excepción que no viene al caso. Pero el protocolo es el protocolo, y hay que cumplir. Y por fin, el discurso del Presidente. Si hay una cosa clara de lo extraído de las palabras de Mariano Rajoy es que la campaña electoral dio inicio bajo los focos de South Summit, y lo que es peor, a costa de los emprendedores. Una preciosa apología a los "esfuerzos" del Gobierno por hacer que este grupo de innovadores jóvenes se encuentre cómodo en su país, que tenga todas las facilidades posibles y que además luchen por la unidad. He aquí la primera insidia de la mañana disfrazada de un alentador tono presidencial. Y tras esto, desbandada general de los que fueron a posar delante de la presidencia, y que comience la fiesta de verdad.
Un evento a dos niveles
El evento, organizado en diferentes áreas, discurrió con normalidad en el ruedo. Muchísimos ponentes con altas trayectorias como emprendedores e inversores, que dieron su opinión sobre sus vivencias y experiencias a partir de los temas propuestos por los moderadores de cada "round". Quizá, el problema en cuanto a las ponencias es que se quiso acumular mucho material en muy poco tiempo, porque no todos los días tienes enfrentados a Renfe y a Hyperloop en la misma sala; ni a Fadi Ghandour y a Adeyemi Ajao condenando el fabuloso mundo de Silicon Valley. La conclusión sobre esto es que material había, pero el tiempo no era el adecuado.
La sensación tras el evento es que este se desarrollaba en dos niveles: la alta y la baja claseDe forma paralela, los pasillos de alrededor de la plaza estaban dedicados a las startups seleccionadas y a algunos inversores. Por el lado de los emprendedores pues bueno; ellos van con toda su ilusión y sus ganas de presentar su idea a todo el que se acerque interesado; pero utilizados, desgraciadamente, para hacerse la foto de turno con las personalidades asistentes; como ya nos comentó Iñaki Arrola en una entrevista. Por el lado de los inversores y las empresas la cosa cambia: regalos para atraer al público, folletos informativos con textos perfectamente maquetados e imágenes preciosas pero que no dicen nada, y personal atendiendo que nunca ha tenido, ni tendrá, relación con el mundo de las inversiones.
No dudamos de que el evento haya puesto en contacto a cientos de emprendedores con un sin fin de inversores, ni que organizaciones como esta ayuden a que se den esas relaciones. Pero la conclusión de todo esto es de puro artificio, el cual se respiraba solo con pasear por las instalaciones del evento, y observando a muchos que estaban por allí porque era lo que tocaba esa semana, más que por hacer una verdadera conexión. Quizá un networking perfecto, pero a dos niveles: el de los innovadores ilusionados y el de la alta sociedad de inversores, con sus acreditaciones de executive en el cuello.
Lo que sí hay que tener claro es que, pese a nuestros más y nuestros menos, el emprendimiento en España brilla por sí mismo, como de hecho han demostrado cientos de startups con éxito, sin necesidad de que se celebre el evento social más grande y fastuoso.
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